Año uno y tres semanas de Entrenamiento finalizadas.

            Tierra del Caos *** Ingreso

                La ruta hacia la tierra Orca había sido escabrosa pero los seis guerreros no iban a dejarse vencer. Un año y algunas semanas de su entrenamiento había finalizado con éxito. Dominaban ahora las armas, tenían mayor fuerza y otros atributos, además de manejar a los elementos que les servían. Todos ellos habían adoptado un segundo nombre; fue en el último día de entrenamiento que se los habían dado. Pues ya no eran los de antes, y ahora debían incursionar en las Tierras del Enemigo para poder destruir sus cimientos.

                La Tierra del Caos era un territorio yermo. Montañas afiladas y nubes de vapor ácido poblaban el lugar. Los árboles que existían estaban retorcidos y negros y daban unos frutos de aspecto roñoso. Las aguas, los pocos riachos que recorrían su superficie, eran lodosas y criaturas espantosas las habitaban.

                Se hallaban en la entrada del país de los Oscuros. Delante de ellos había un río fangoso que discurría entre árboles y matorrales.

                -Tenemos que cruzar esto –dijo Iato, que aún los acompañana, para cosas meramente de estrategia. Ellos habían superado el poder del elfo y de cualquiera del bosque Fae con creces.

Me planté ante el río examinando la zona y analizando cómo demonios íbamos a cruzar. Avancé unos pasos con cierta temeridad y me puse al borde del fango. 

- Quizás si cruzamos rápido ni siquiera nos hundamos en el lodo.

No muy seguro de lo que decía me agache y con cuidado hundí dos dedos en el barro para ver si aguantaría el peso de alguien correr por encima.

-Y para que hacerlo?- dije encogiéndome de hombros- Maderaoscura podría crear un puente de tierra por el cual pasar o podríamos buscar la forma de pasar por encima nuestra habilidad es más que suficiente como para pasar por los árboles y rocas, en el peor de los casos podríamos intentar improvisar algún hechizo para volar-

  Brégor, que trás el año de entrenamiento había adquirido un gran control sobre sus habilidades elementales, se acercó a la orilla del fangoso rio y dijo:

  -Echaos un poco hacia atrás, no quisiera enredaros sin querer.-

  El guerrero se colocó en cuclillas, cerró los ojos y comenzó a mover los labios de forma pausada, inaudible para el resto de sus compañeros. Estaba convocando a las fuerzas de la naturaleza.

  Al cabo de unos segundos todos pudieron observar como las raices de los árboles comenzaron a cobrar vida y entrelazarse formando la base de un puente improvisado, las lianas  cercanas también empezarón a unirse entre ellas formando un pasamanos, para afianzar y estabilizar el puente.

  -No es algo tan elaborado y robustocomo los puentes de manufactura enana, pero nos permitirá cruzar.-

La verdad es que no se por que se calentaban tanto la cabeza, podria haberlos llevado volando a todos sin esfuerzo alguno, de hecho ya tendrian que saber que era así durante este año de entrenamiento lo primero que me esforce en aprender fue a volar impulsado por el poder del viento, poder librarme de las ataduras de la gravedad era algo que me hacia feliz, aun así no podia negar que el puente creado por Bregor era impresionante.

- Un trabajo magnifico Bregor - Dije acercandome a ver el puente creado con raices.

Negué con la cabeza, a la primera dificultad estaban usando los poderes, después de un año de entrenamiento, a la primera de cambio usaban sus poderes, ¿no habían aprendido nada?

- No sabemos donde nos encontramos ni que habrá allí delante, hay que reservar nuestros poderes para cosas más importantes, podemos trepar y pasar entre los árboles, si a cada pequeño problema usamos nuestros poderes, cuando lleguen los problemas de verdad estaremos lo suficientemente cansados como para poder usarlos y realmente entonces si estaremos en un aprieto

¿Es que era la única que pensaba?

-Los poderes fueron usados para usarlos encanto, sino nos hubieran hecho advertencias de esas que se suele a hacer a los niños, de usar las cosas con cautela, no jugar con fuego y esas cosas- sonreí pues claramente estaba haciendo alusión a mi poder- somos un equipo y debemos de apoyarnos entre nosotros, además la esencia mágica que usamos se va recargando, dudo que Maderaoscura se haya cansado por hacer este puente, avancemos entonces y dejemos de debatir aquí- tras decir eso comencé a caminar, palmeando el brazo de Maderaoscura al pasar.

                Cruzaron el puente con facilidad. Aunque hubo alguna que otra discusión sobre el usar los poderes y eso. De todos modos, el grupo se llevaba bien. Las desavenencias entre ellos eran nimias comparadas con su camaradería. La verdad es que el hechizo no había demandado mucho maná y como el mismo se renovaba todos los días, no había necesidad de preocuparse aun.

             Del otro lado, el terreno seguía igual de árido. La desolación se demostraba en la falta de plantas, en los árboles retorcidos, en los pocos animales que pasaban y se escondían. Gladia, que había también viajado junto a ellos, estaba posada sombre el hombro derecho de Viento, cuando dijo.

             -Dejadme volar un momento. Mantendré mi brillo bajo para no ser descubierta.

          Así lo hizo y volvió a los minutos.

           -Hay dos orcos blancos a la derecha a eso de medio kilómetro. Un gigante de piedra se alza más adelante, yendo de frente, a un kilómetro más o menos. Y a la izquierda solo veo cenagales.

          -Podemos usar cualquier ruta –indicó Iato –pero será más directo el camino si vamos por la derecha. Es vuestra decisión.

  -Lo cierto es que a mi siempre me ha gustado ser directo en el trabajo ¡Hahahaha!- Dijo el guerrero soltando una gran risotada, como era habitual en él nunca le faltaba el buen humor- No creo que un par de orcos nos supongan un gran problema, aunque el gigante si nos podría dar problemas más adelante, aunque esté en otra dirección no sabemos si más adelante nos podría crear dificultades, tal vez podríamos hacerle una emboscada y deshacernos facilmente de él ahora. Desde luego el camino de la izquierda es el que menos me llama la atención ¿Que decís chavales?

- Yo también voto por ir por el camino rápido, a la derecha, imagino que los orcos saldrán corriendo al vernos. En cuanto a lo de emboscar al gigante... Ni siquiera sabemos si es hostil, si podemos pasar de largo yo lo prefiero, pero lo que diga la mayoría.

- El cenagal seria el mejor camino si fueramos pasarlo volando, no creo que muchos orcos se adentrasen en el, pero teniendo en cuenta que vamos andando el camino de los orcos es el mas sensato, aunque tendremos que asegurarnos de no dejarles escapar para que no puedan avisar de que estamos aqui -

Aquella parecia una tonteria pero como un solo orco escapase estariamos realmente en grabes problemas.

-Eso mismo iba a decir- dije tras escuchar hablar a Viento- no podemos permitirnos que escapen y den aviso a los demás, yo me encargaré de cortarles el camino de huida llegado el momento- crucé las manos detrás de la nuca- creo que ya votamos la mayoría, así que podríamos comenzar a avanzar-

- Si el gigante va con los orcos puede que en la lucha contra los orcos se de la vuelta y venga al ataque, propongo un ataque sorpresa, los que tengan arcos podrían disparar a los orcos antes de que nos vean, así podríamos matarlos o debilitarlos antes de un ataque frontal, asi evitaremos que huyan y si conseguimos matarlos, puede que el gigante no se de cuenta. Después solo tenemos que intentar pasar sin que el gigante nos vea, ¿que os parece?

Al igual que a mis compañeros el camino directo me parecía la mejor opción, sabíamos a los que nos enfrentabamos y era el camino directo, si ibamos por la derecha no podíamos saber con que nos enfrentariamos y el barro nos haría más lento

                La decisión fue unánime: iban a ir por el camino más directo. Luego intentarían que no quede una sola de las criaturas con vida para evitar que dé la voz de alarma. Así que comenzaron a caminar. Iato iba en la retaguardia, Gladia delante con Viento, seguidos de Mia y Fafnir, Madera Oscura y Khivit atrás de ellos. El conejo blanco, que también los había acompañado se había ocultado cerca del puente e iría cuando todo estuviera seguro.

                El tigre por su parte, avanzaba y retrocedía a ratos, con sus movimientos felinos que no hacían ningún ruido y sus orejas alertas. De golpe fue el primero que se detuvo.

                -Adelante, los veo allí.

                Tenía una visión excepcional y, como bien dijo su esfera, había evolucionado y podía hablar con los otros miembros del equipo. Así que informó su descubrimiento. Todos se acercaron y, fueron acortando la distancia entre ellos y los orcos, usando para ello la cobertura de los árboles sombríos. Cuando ya no pudieron avanzar más vieron mejor al enemigo:

                Eran dos orcos albinos, de cuello largo, musculatura robusta y una gran altura; casi dos metros.

  El guerrero estuvo observando con detenimiento el terreno, buscando puntos estratégicos desde los que poder lanzar un ataque por sorpresa y vigilando de que realmente solo fueran dos orcos y no una emboscada.

  -Bueno, alguno de vosotros tiene algún plan para deshacernos de ellos sin llamar la atención o simplemente entramos a saco- Dijo Bregor en voz baja al grupo.

Mire entre los arboles, igual que Brégor, no quería que nos pillaran por sorpresa, los orcos realmente eran criaturas horribles, costaba mirarlos sin sentir asco, pero sobretodo al verlos lo que sentia era furia, dolor, aun recordaba el pueblo masacrado, a veces, tenía pesadillas con ese suceso, esperaba que algun día pudiera vengar a ese pueblo, mientras tantos mataría a tantos orcos como pudiera

- Gracias a los árboles podríamos acercarnos sin que nos vieran, los que tengamos arcos estaríamos listos para atacar si os ven, pero si no os ven, podíamos rodearlos y al atacar no tendrían ninguna oportunidad. En último recurso, en caso de que intenten huir yo puedo cegarlos con mi poder, y Viento puede volar hacia ellos y cortarles la retirada. ¿Que os parece?

Mire entre los arboles al igual que mis compañeros, eran un objetivo claro y limpio, podria disparar con mi arco y si todo salia como tenia matar a una de las criaturas antes de que pudiera siquiera reaccionar, la otra no duraria demasiado e incluso si tratase de huir tenia un par de trucos en la manga, no me hacia falta volar tras ellos, podia sencillamente crear una zona donde fuera imposible escapar.

- Si os parece podeis avanzar hacia ellos escondidos entre los arboles, en cuanto esteis bien situados yo disparare con mi arco desde aqui, si uno de ellos no muere al menos quedara gravemente herido, despues solo haria falta acabar con el ultimo y yo me encargare desde aqui de que no pueda huir de la zona si es necesario -

- Me parece un buen plan. Creo que al ser el más escurridizo me toca dar el rodeo a mi, esperemos que no tenga que interceptar a nadie.

Me colgué el arco al hombro y, agachado, eché a andar entre la maleza para situarme al otro lado de los orcos. Apenas tenía hechizos de daño así que tampoco haría mucho en combate, mejor estar preparado para emboscar a alguno de los albinos si salía corriendo.

-Como dije antes, me puedo encargar fácilmente de cortarles las vías de escape, creo que soy el más rápido del grupo para hacerlo, pero que Viento intente matar a ambos con las flechas, si eso no pasa salimos todos, aunque con las flechas envenenadas creo que solo un roce bastaría para que ambos cayeran...-

- Siempre y cuando no sean inmunes al veneno paralizante así sera - Un solo golpe bastaria para dejar a ambos enemigos totalmente paralizados el tiempo suficiente como para que los demas pudieran cortale el cuello con suma facilidad.

saque un par de flechas y las prepare con el veneno en sus puntas, en cuanto mis compañeros se situaran en una posición adecuada dispararia.