Partida Rol por web

Hojaflecha se interna de lleno en el cuartel, y cierra la puerta. Mientras, los otros guardias levantan el carro y se llevan los cuerpos sin vida para incenerarlos y realizar el tipico ritual que se hace con la muerte de todo lugareño que viva por aquí.

Echáis una un rápido vistazo por las altos ventanales, pero su estructura os impide ver con comodidad su interior. Todo esta en silencio, demasiado silencioso.

Racalín sospecha que algo está ocultando el Capitán, pero probablemente lo único que el quería es que marchéis ya que no debe de tener muchas ganas de hablar tras la muerte de varios de sus mejores guardias. En cualquier caso, el mediano le indica a Methgar que se aleje por la zona para vigilar mientras el trata de averiguar algo.

Echas una un rápido vistazo por las altos ventanales, pero su estructura te impide ver con comodidad su interior como ya te he dicho, además están reforzadas con hierro por lo que entrar por esos ventanales resulta prácticamente imposible.

La única solución que te queda es entrar por la puerta, o llamar a la puerta y explicar el motivo de tu visita al Capitán.

Esperas sentada, como si fueras una lugareña más de la aldea pero realmente tus instintos están trabajando en una de las cosas que más te gusta que es vigilar y observar los peligros que se avecinen.

Echas una un rápido vistazo por las altos ventanales, pero su estructura te impide ver con comodidad su interior como ya te he dicho, además están reforzadas con hierro por lo que entrar por esos ventanales resulta prácticamente imposible.

La única solución que puede quedar es entrar por la puerta, o llamar a la puerta y explicar el motivo de vuestra visita al Capitán. De todas formas te resulta un tanto divertido ver los movimientos del mediano, que parece no tener muy claro lo que quiere hacer...

Una vez que ha decidido que el único modo de entrar es por la puerta, toma asiento en un sitio desde el que pueda vigilarla sin llamar la atención divirtiéndose con los intentos de Racalín mientras controla la posible llegada de Minsk

¡Qué mala suerte!

Me acerco con sigilo hacia la puerta,pero antes de poder,si quiera,dar un paso,doy un tropiezo y me caigo*.Tras mi pifia,espero un instante desde mi escondite,hasta percatarme de que no me hayan descubierto,después,esta vez si,me acerco con sigilo hacia la puerta.Una vez cerca de la puerta,acerco mi picuda oreja y escucho...

Los intentos del mediano por entrar en silencio son un poco torpes para lo que nos tiene acostumbrado. Sin embargo, si que escucha algo tras la puerta; los pasos del Capitán que se acerca a la puerta para abrirla.

La puerta está abierta y Racalín sigue con la misma postura, como si quisiera escuchar algo más. Hojaflecha no sabe si reirse, o patear el trasero de Racalín.

-Largo de aquí mocoso, ya os lo he dicho. El capitán parece que va a cerrar la puerta de nuevo en los morros del mediano, sin embargo parece haberle reconocido. Espera, tú no eras aquel que... ¿Qué diablos quieres?- Se interesa de brazos cruzados, esperando una respuesta inmediata.

¡Ho..hola!Digo un tanto sonrojado.Verás,Grifo nos ha mandado que vengamos al cuartel,para que le informemos ,sobre lo que ha sucedido.DIgo de forma natural.AL parecer a sucedido algo malo,no.Necesitáis ayuda?Intento avistar lo que se pueda ver dentro del cuartel,incluso,si hace falta,me agacho e intento observar el cuartel a través de las piernas del guardia.

El cielo rojizo arrastra el azul cobalto despidiéndolo hasta un nuevo día, dando la bienvenida al negro infinito, salpicado por miles de estrellas ya extinguidas, que aún así siguen brillando casi perpetuas, como testigos de tiempos remotos, o de deseos futuros. Las sombras, jugando a ocultarse cuando el sol está en lo más alto, se muestran ahora cada vez más, retándose a cubrirlo todo.

Hojaflecha se mantiene de brazos cruzados mirando el cambio total del día a la noche, y escucha al mediano apoyado sobre el marco de la puerta.

-¿Grifo?... Parece impresionado, no se esperaba que dieras con ese nombre por lo que es posible que Racalín haya dado con la tecla adecuada. El Capitán hace un amago de contar lo que ha ocurrido en el cuartel, pero se queda en eso, un amago. Sorprendentemente las alarmas de la ciudad han sido disparadas, decenas de ciudadanos corren desesperados por las calles mientras gritan horrosamente "vamos a morir, ya están aquí".

Un elfo, bien equipado con una armadura de cuero rojizo y un arco a su espalda hace su aparición para dar la noticia a su capitán.

-Mi Capitán, están atacando la entrada. Son los bandidos y los trasgos. No se si podremos abatirlos... Hace una pausa para coger algo de aire, y concluye ya que no hay tiempo para charlas. ...son demasiados-

-Dios mio, ¿Sebastian?-

Tras imponer ordenes a su oficial Hima -el cual obedece-, el capitán pone una mano sobre el hombro de Racalín y lo aprieta. -Oye chico, ¿conoces al hijo de Grifo?. Un muchahco joven que siempre tiene un pañuelo a la cabeza. No hay tiempo para más, ve a buscarle y dile que vaya a casa. Su madre debe de estar asustada..-

Al ver que intentas avistar por debajo de sus piernas, -¡Haz lo que te digo!- empuja al mediano para que marche cuanto antes y avise a Sebastian. Tras ello, el capitán vuelve al interior del cuartel para coger su yelmo y su arma.

La batalla está a punto de dar comienzo.

Methgar estaba cómodamente sentada disfrutando de los intentos de Racalín por acceder al interior del cuartel cuando, repentinamente, la alarma del pueblo comienza a sonar. Maldiciendo por lo bajo, abandona su posición de espectadora para acudir rápidamente junto al capitán mientras éste habla al mediano.

Sebastian está con Grifo y otro de nuestros compañeros en el templo, está a salvo. comienza a hablar a gran velocidad pues la situación urge y cuanto antes llegue a una posición desde la que disparar más enemigos cree poder abatir.. Capitán, déjeme unas flechas! así podremos acabar con algunos antes de que alcancen la muralla...

Así que ese es Hima, ai cuando acabe la batalla aún vivimos he de hablar con él..

Caigo al suelo ante el bravo empujón del guardia y desde ahí,mi primera reacción es enseñarle la lengua,a modo de burla.Acto seguido,observo como Metghar se preocupa por ayudar.

Metghar,ahora vengo voy a avisar a Grifo y su hijo

Salgo corriendo hacia la casa de Grifo.

Una vez llego a la casa de Grifo toco la puerta,sin parar, con mi puño pequeño,una vez me abran digo:

Grifo,la ciudad está en peligro,está siendo invadida por los trasgos...Estoy un poco nervioso,no dejo de avistar mi alrededor,como si uno de esos trasgos fuera sorprenderme en cualquier momento.

No olvides avisar también a Caesar, cuanta más ayuda mejor y no es su hijo.. es su sobrino... el hijo también es valiente pero demasiado joven.grita para que el mediano le escuche a pesar de que ya se ha alejado

El cuartel está completamente destrozado, la mesa que da enfrente está volcada y con todos los documentos desperdigados por el suelo. En definitiva, todo indica que aquí se llevó una dura pelea hace escasos minutos.

Racalín marcha corriendo hacia el Templo, para dar la noticia a Grifo y al resto. Con algo de suerte ellos también habrán escuchado las alarmas.

-Puedes ver por ti misma como ha quedado todo esto. Dice fríamente colocándose el yelmo tras haberse enfundando previamente también su arma. No puedo entregarte esas flechas- El Capitán sale de la puerta, dejándote con la boca abierta por su respuesta y da un silbido.

Al instante aparece un corcel precioso y de un grado muy alto. Se sube en el y antes de cabalgar vuelve a mirarte. -Habla con Sebastian, él sabrá donde conseguirte esas flechas.. Si no volviera a verle dile que siempre le he querido- Sin más, te deja sola y marcha con su montura hacia la entrada.

El cuartel está completamente destrozado, la mesa que da enfrente está volcada y con todos los documentos desperdigados por el suelo. En definitiva, todo indica que aquí se llevó una dura pelea hace escasos minutos.

Marchas corriendo hacia el Templo, para dar la noticia a Grifo y al resto. Con algo de suerte ellos también habrán escuchado las alarmas.

Caesar y Grifo se encuentran tranquilamente hablando en el interior del Templo, hasta que tus pasos y tu voz rompe el silencio y la paz que corre por esta sala. -¿Qué?, no es posible...- Al instante se escuchan los cuernos que dan la alarma más cerca y eso confirma que la aldea está en peligro.

-Aquí estaremos a salvo, al menos durante un tiempo. ¿Traes alguna noticia del Capitán, alguna orden?..- Te pregunta Grifo sin perder los nervios al tiempo que ves como baja las escaleras Sebastian, seguramente interesado también por lo que está ocurriendo.

Me dijo que la madre de Sebastian puede estar en peligro...Contesto a Grifo.

Tras la marcha del capitán mira su aljaba medio vacía...

Pues será a espada cuando se acaben! no voy a dejarte solo ante el peligro, Sebastian necesita un padre.... lástima no haber conseguido más flechas.

Tras lo cual echa a correr tras el capitán de camino a la puerta del pueblo, arco en mano