El mediano mira a los ojos a Quérelar, asombrado por algo que ha dicho, mas cuando el humano acaba de hablar no puede evitar hacer la pregunta que sólo un mediano podría hacer.
-¿El místico? ¿Quién pone esos nombres? El otro día conocí a un orco que se hacía llamar Ogr el Grandioso, y no llegué a entender por qué ese sobrenombre - Menciona en tono despreocupado - Yo soy Gárret Midespinas, de los Midespinas de toda la vida.-
-Créeme, no habría acabado con ellos si se hubieran unido a mi causa, pero su naturaleza rabiosa les hace destruir todo lo bueno de este mundo, a veces siento lástima por ellos.-
Gárret mira la cara del soldado herido y luego se para en el humano.
-Dime, Quérelar, ¿qué sabes de esos bandidos que han atacado la ciudad?, y esa mujer a la que han apresado... ¿es una de ellos?-
Una vez apresada a la Dama, Methgar se agacha junto a Hima pero sin dejar de observar por el rabillo del ojo al misterioso personaje.
Hay alguien observándonos desde un caballo negro comienza a susurrarle mientras estudia cómo abrir la trampa Si logramos liberarte, podrías vigilar a la humana mientras voy a investigar. Si no lo logramos, me quedaré contigo hasta que llegue ayuda... no te dejaré solo termina de hablar sonriendo para intentar animarle antes de concentrarse en lo que tiene entre manos e intentar abrir el cepo.
Tirada: 1d20(+5)
Motivo: destreza?
Resultado: 8(+5)=13
no recuerdo qué tenía que tirar para intentar liberar a Hima así que tiro destreza que es lo que me parece más al caso :P
vaya caca, prometo ponerme rangos en inutilizar mecanismo en cuanto subamos de nivel jejeje
Obseervo desde mi posición cómo se da por finalizada la batalla y ya solo quedan varios cadáveres, un montón de heridos y algunos valientes supervivientes.
Con cierto miedo voy saliendo poco a poco de detrás del arbusto y me animo a acercarme una vez vislumbro a lo lejos a unos sacerdotes de Silvanus fácilmente reconocibles por sus ropajes y por su actitud al ponerse de inmediato a sanar a la gente.
Sonrío para mí misma y me acerco al trote despacito con intención de ayudar a sanar a los heridos de la batalla, aunque no sé muy bien cómo se tomarán mi repentina aparición... siempre vienen bien otro par de manos que ayuden a curar las heridas.
De momento lo pongo solo para el director, si quieres narrarles que me ven aparecer de repente, quizá debas hacerlo tú y a ver qué reacción tienen...
(Estoy en la Biblioteca. Hasta que me devuelvan el pc, que espero no tarden mucho, vendré una o dos veces al día si me es posible. Así que espero que mi ritmo no baje mucho, y más aún dada la circunstancia de la escena actual que está muy interesante).
Es, quizá, la primera vez que el miedo se apodera de Hima. Y eso le hace dudar, y la duda le hace más débil. Unos vagos rayos de Sol empiezan a dar luz a la escena, y puede apreciarse la fea herida en la pierna del elfo. Las experiencias vividas habían hecho nacer en él un sentimiento no de odio, si no, de desconfianza en las personas. Mira alrededor buscando no sabe muy bien qué, y por una casualidad que tal vez no sea, ve a Methgar tratando de romper la trampa con sus delicados dedos.
-No sé que..., nunca antes nadie había tenido que cuidar de mí. Parezco un niño- Dice un tanto avergonzado, riéndose de él mismo pero preparado para apretar los dientes para soportar el dolor.
Tan real como ideal, no puede apartar sus ojos de ella hasta que un débil sonido entre los arbustos llama la atención al oficial y se confirman las sospechas de que alguien estaba vigilante tras los árboles. Ese alguien es una mujer de cabello rojizo, que sale de su escondite y en poco pasará por vuestro lado.
Depende si quieres usar la cabeza o la fuerza :p. Si usas la cabeza tienes que tirar INT. y si usas la fuerza, pues eso, FUE. Inutilizar mecanismo es inteligencia no destreza, quizá te haya confundido.
-En caso de que postees tu primera, marca a Miyanuviel también-
Decides salir con normalidad de tu escondite, y sin monstrar sinonimos de violencia te dejas ver. Aunque las puertas del pueblo aún se encuentra algo lejos, y la mayoría de habitantes se encuentra en pleno trabajo de seguro que pronto se percatarán de tu presencia.
Al trote tienes la intención de ayudar en lo posible, sin dejar de lado tu objetivo principal; recuperar la espada.
Antes de nada, observas una escena llamativa a tu lado. Una mujer se encuentra atada bajo supervisión, y un poco más cerca otra mujer distinta se encuentra agachada al lado de un elfo que al parecer necesita ayuda urgente, pues ha sido alcanzado por un cepo para osos y su pierna no deja de sangrar.
Cita:
Escuchas de los labios de la mujer cuando trata de liberar de la trampa al hombre, sin éxito.
Bien, ya puedes hacer tu aparición. Pero de momento marca solo a Methgar.
-Espero que sea leve, lo de tu ordenata, pero si puedes conectarte una vez o dos al día perfecto ;)-
Todos necesitamos que nos cuiden de vez en cuando, no es motivo de vergüenza ni tiene nada de malo.. le contesta. Sin embargo, se da cuenta de que los ojos de Hima miran algo a su espalda y enseguida se gira. Al ver a la mujer que se acerca deja la apertura de la trampa para más tarde, le da la cuerda que ata a la Dama a Hima y recoge nuevamente su arco para apuntar a quien se acerca.
Si viene a liberar a la maga lo lleva claro...
Alto! Quién eres y qué haces aquí? contesta si no quieres acabar ensartada
Tirada: 1d20
Motivo: inteligencia entonces
Resultado: 2
creo que me había ido mejor con la destreza jaja bueno de todos modos no logró liberar al pobre hima :P
Aportas tu pequeño granito de arena con tus oraciones divinas a los caídos, hasta que de pronto el cadaver de la mujer te queda cerca y decides acercarte disimuladamente para ver que pertenencias pueden serte útiles.
De vez en cuando tienes que hechar miradas traseras, pues pronto llegaran los guardias para transportar al cadaver.
En sus dedos observas varios anillos, pero especialmente uno de ellos te llama la atención. Además también puedes apreciar un daga en su cinto, un cárcaj con un arco corto y una pequeña bolsa de cinto con materiales mágicos.
¿Qué cojes? xD
Me acerco despacio a la mujer que está agachada junto a un elfo que está atrapado en un cepo para osos. Su pierna no deja de sangrar y parece que la mujer que no se separa de él no tiene manera de sanarle o ayudarle así que quiero intentar hacer lo posible por sacar la pierna del hombre de allí y poder hacerle un torniquete o similar... para que deje de sangrar la herida.
- No tengais miedo, soy una seguidora de Silvanus. - digo con voz dulce a la vez que me voy acercando aún montada en el caballo, una vez que sé que la mujer de cabellos castaños me está viendo y mirando con cierta desconfianza, lo cual es totalmente normal, soy una completa desconocida que llega tras el ardor de una dura batalla.- Quiero tratar de ayudar a salir a mi hermano elfo de ese cepo. Creo que entre las dos podremos liberarlo... Si me lo permitís.
No hay otro remedio... yo no puedo sacarle de ahí..
Está bien.. baja lentamente el arco si es cierto lo que dices entonces ayúdame, yo sola no puedo abrir esa trampa. Pero no te acerques a la prisionera... nos ha costado capturarla y no permitiré que intentes liberarla..
Tirada: 1d20(+8)
Motivo: uso de cuerdas
Resultado: 15(+8)=23
esta ya está mejor ^^
Methgar haz una tirada de uso de cuerdas en ese último post que has realizado.
Y ya os dejo, mañana a ver si tengo otro ratillo. Un saludo =)
Una vez estoy lo suficientemente cerca me bajo del caballo intentando amarrarlo a algún árbol cercano y me dirijo a la pareja.
El elfo me mira desconfiado pero la mujer parece haberse dado cuenta de que son mejor 4 manos que dos si queremos liberar esa pierna que cada vez tiene peor aspecto.
Va a ser complicado curar esa herida... pienso tristemente.
Miro a la prisionera. No pienso acercarme a ella. ¿Para qué? Ni siquiera es una elfa. Primero ayudaré a mi hermano de raza, está claro.
- De acuerdo, entre las dos. Tira fuerte de ese lado, yo lo haré desde este... - digo a la vez que agarro con fuerza uno de los lados del cepo para lograr abrirlo.- Por cierto, mi nombre es Miyanuviel.
¿No tengo que tirar por nada para ayudarlo a salir del cepo?
Me echan de la Biblio ya XD
De acuerdo... vuelve a agacharse junto a Hima y dejando el arco al alcance de la mano agarra una de las hojas de la trampa
En cuanto haya espacio suficiente, quita la pierna lo más rápido que puedas.. no sé cuanto tiempo lograremos mantenerla abierta le indica a Hima para que esté preparado.
A la de tres, uno... dos..... tres! en ese momento tira hacia atrás de la parte que agarra con todas sus fuerzas
Tirada: 1d20
Motivo: fuerza
Resultado: 10
salvo que tengas inutilizar mecanismo, me da que iremos mejor tirando fuerza.
Bueno, un 10... eso te da un +2 a tu tirada si no me equivoco... ánimo!
Tiro con fuerza del cepo y con la ayuda de la otra mujer, de la que aún desconozco el nombre, logramos que el elfo pueda sacar su magullada pierna de la trampa.
Rápidamente sin perder ni un segundo me acerco a él y examino su pierna sin tocarla, no tiene buena pinta, los pinchos se han clavado demasiado.
Con los poderes que Silvanus me ha concedido hago lo que puedo para aliviar su dolor en este momento y me rasgo una manga para hacerle un torniquete que logre que la herida deje de sangrar. Eso es lo primero.
No sé cuántas heridas tiene así que no sé si es mejor usar la habilidad de Sanar o el hechizo de curar heridas moderadas.
Sea lo que sea, si tardo en responder, que el DJ haga la tirada por mi pero creo que teniendo cuanto tengo en ambas algo haré xD.
Una vez Hima ha sido liberado de la trampa, Methgar suspira aliviada.
Gracias por tu ayuda comienza en un tono más amable, pues su confianza ahora es mayor Disculpa por haberte apuntado, pero no sabía si podía confiar en ti... mi nombre es Methgar se incorpora y tras apartarse la melena de la cara (movimiento en el que se ven sus picudas orejas de elfa) recoge su arco y se hace cargo de la vigilancia de la prisionera.
Es hora de que volvamos al pueblo, hasta que la vea encerrada en una celda y sin su libro de conjuros no estaré tranquila... breve pausa lo que me recuerda que mejor haremos en quitárselo ahora, por si acaso... dicho lo cual cachea a la Dama en busca del libro o cualquier varita que pudiese usar en contra de ellos.
master, de camino al pueblo parará a recoger su espada que no se me olvida ehhh :P
El valletano no puede dejar de sentirse un tanto incómodo ante las observaciones de Gárret acerca de su apodo.
- Encantado de conocerte, Gárret Midespinas, sin tu oportuna aparición las bajas habrían sido mayores.
Tras una pausa, en la que continúan transportando al guardia malherido, responde.
- No estoy muy al corriente de los sucesos, pero creo que esta mujer que han apresado era una residente respetada en la comunidad, por lo visto resulta que tenía alguna relación con los bandidos. En cuanto a estos, sí que sé algo más. Ayer di con un lugar oculto en el pueblo en el que se encontraban unos cuantos bandidos, en compañía de unos trasgos, que mantenían presos a uno niños del pueblo... pero mejor tratamos este asunto después y con alguien que pueda encajar las piezas del rompecabezas.
Ahora que el nivel de adrenalina del combate descendía, elrostro del humano reflejaba un gran cansancio, y de vez en cuando las heridas de su cuerpo arrancaban un gesto de dolor. El cuerpo de Querelar presenta numerosas heridas.
Gárret se muestra más interesado en la historia de los bandidos que en el elogio del humano,sin embargo cuando Quérelar le informa que sin su ayuda las causas hubieran sido mayores, no puede hacer menos que asentir con la cabeza y esbozar una tenue sonrisa.
Yo vengo buscando a esos bandidos durante varios días, y hasta hace poco no tenía nada que me llevara hasta el paradero de esos asesinos, sin embargo, ahora, con lo que en su lecho de muerte de dijo el jefe de los gnolls y la confesión de esa mujer, creo que el fin de esa organización esta más cerca que nunca. -El mediano duda un momento sobre qué decir a continuación y prosigue.- Ahora sólo tengo que conseguir que me dejen estar a solas con ella...
El semblante de Querelar, se ensombrece.
- Espero que no seas algún tipo de vengador, Gárret Midespinas. Te sugiero que dejes a las fuerzas del orden hacer su trabajo. No es bueno que la gente se vaya tomando la justicia por si misma, por muy buenas que sean las intenciones.
La frente del humano estaba perlándose en sudor, este resvalaba por la nariz, altener la cabeza un tanto gacha al transportar al guardia.
Finalmente el trío llega al edificio destinado a Silvanus.
Aníchnefsi mageía Murmura el hechicero y sonríe ante la perspectiva de botín que ofrecían las pertenencias de la mujer, enseguida temeroso de que los guardias vieran con malos ojos la rapiña a la que Caesar estaba acostumbrado, se apresura a despojar a la hermosa de sus objetos mágicos fácilmente identificables merced al conjuro que acababa de lanzar.
Enseguida se levanta y sigue su camino, buscando objetos que brillasen bajo su atenta mirada...
Tirada: 1d20(+5)
Motivo: Avistar
Resultado: 14(+5)=19
Todo lo mágico...
Gárret arquea la ceja izquierda en un signo interrogante, un tanto asombrado con asombrosa y aplastante conciencia moral del humano, que después de ver como los bandidos atacaban la ciudad, reduciendo al mínimo la guardia, sigue pensando en que son las fuerzas del orden las que tienen que solucionar el asunto.
No tengo intención de hacer daño a nadie que no lo merezca, pero si esa mujer atacó junto a los bandidos, no es mucho pensar el llegar a la conclusión de que sabrá más que nosotros...- El mediano vuelve a mirar el cuerpo algo irritado, para posteriormente soltar sus pies sobre el suelo con cuidado y cambiar de dirección adentrándose en la ciudad - Lo siento, pero no tengo tiempo que perder, que la paz sea contigo.
El mediano se adentra en la ciudad, con paso normal hasta que la visión de Quérelar deja de alcanzarla, entonces adopta un paso más ligero, apresurando la marcha en busca de una buena posada en la que descansar y comenzar a tramar sus planes de venganza.
En un determinado momento, al entrar en una calle estrecha, Gárret guarda su vieja daga en la holgura de su manga, por si en un determinado momento tuviera que actuar en contra de algún vagabundo maniático, algún bandido o algún borracho agresivo que intentara agredirle en medio de la noche, denotando su actitud, ante todo desconfiada ante los humanos.