Partida Rol por web

-No sugiero retroceder sino enviar una avanzadilla mientras el resto mantiene ocupado al enemigo. Entiendo vuestro deseo de resistir y de no perder esta batalla pero una retirada a tiempo de parte de nuestras fuerzas para buscar el objeto nos asegura ir un paso por delante del enemigo en la guerra, esta batalla aunque vos la considereis la mas importante tal vez sea una simple mas escaramuza en el conjunto global de la guerra, yo insisto en que hay que buscar el objeto, sin el aunque venzamos en esta batalla tal vez haya sido en balde si perdemos la guerra y destruyen nuestros mundos.

-Eso mismo- respaldé las palabras de Diego -A buscar el objeto, tu mismo lo has dicho-. Era preferible una persona como el español, acostumbrado a tratar con la soberbia realeza a Norte y su plausible falta de tacto.

-¡Aquí lo esperamos Capitán!-.

El guerrero volvió a la lucha, no era momento de cháchara, era tiempo de actuar.

Si estuviesemos en mi tierra iria yo solo sin dudarlo, pero si quereis sere yo el miembro guerrero que acompañe a la expedicion, si la señorita no quiere retroceder sugiero que Percy sea quien nos acompañe como guia para la avanzadilla y quien quiera presentarse voluntario, no pienso obligar a nadie que nos acompañe, pero mi sugerencia de como minimo alguien con poderes y alguien que su mayor habilidad o ventaja sea el intelecto siguen en pie.

Lord Asriel se gira impulsado por una señal de Stelmaria en dirección a central Park. Se les acababan las opciones.

Aquí esperaremos entonces, mi arma solo permite cubrir ataques, por lo que no podre acompañarlos. Pero si cubrir sus espaldas no importa cuánto se alejen… siempre y cuando estén a la vista.

Diego, tienes experiencia en misiones, así que estas al mando, no pidas permiso.

Era un Lord, acostumbrado a la guerra y podía reconocer que en situaciones difíciles solo aquellos con la suficiente experiencia podían tomar las riendas.

Tras disparar de nuevo espera que los demas actúen, tener al enemigo encima era sumamente peligroso, pero indicaba una cosa.

Ya no estamos atrás, por primera vez nos adelantamos aunque sea solo un poco. 

Por cierto... Stelmaria me ha avizado que alguna figura negra se dirigio a ese sitio -Señala central Park. 

Frustrada por no poder hacer más, Sonea se percató que podría usar esa pequeña fuente de rabia y concentración para poder realizar múltiples azotes de paro a la mayor cantidad de gigantes que pudiera atacar. Se le pudo ver cómo encima de ella se arremolinaba una gran cantidad de energía mágica que giraba sobre sí mismo en un brillo llamativo para después dispersarse en rayos que giraban como si se tratase de una gran rosa cargada con magia con múltiples objetivos que se abalanzaron sin piedad sobre los gigantes para paralizarlos por completo.

-¡Yo me quedo! Que alguien más acompañe a Diego.

Escuchando lo dicho por Asriel, la joven aprendiz miró hacia donde indicó le hombre para tratar de escudriñar la naturaleza de esa figura. Es así que la dos dagas que estaba usando con magia se quedaron inmóviles flotando a la espera de una nueva orden.

Mientras ustedes discuten que hacer no ven que los monstruos acaban de tirar una bola de fuego gigante que vuela hacia ustedes.  En ese momento pueden ver un símbolo que aparece en el aire mientras escuchan unas palabras en egipcio tras de ustedes.

¡N'dah!

En ese momento un poderoso escudo de fuerza los aisló de la bola de fuego. Al darse vuelta vieron a una joven rubia que portaba un báculo y a un joven negro que llevaba una espada curva.

¿Pensaban que nos íbamos a quedar sentados mientras ustedes acaparaban toda la diversión?

El chico sonrió cuando su hermana les hizo el comentario y agarró su espada.

Pery, Annabeth ¿como andan tanto tiempo?

Carter aferró su espada y miró a los monstruos mientras gritaba.

¡Casa de la vida, preparense para ataca...

Pero en ese momento pasó otra cosa que los dejó sorprendidos.

Un arcoiris se proyectó en el cielo y de él salió un ejercito que se dividió en dos, una parte cargó hacia el cielo donde los dioses estaban luchando y la otra fue directo a los monstruos haciendolos retroceder con una fuerza inmensa. En ese momento un chico rubio bajó del arcoiris y se paró al lado de Percy haciendolo retroceder.

¿Así que tu eres el flacucho que está saliendo con mi prima?

Se gira a mirar a Anabeth y la mira con una sonrisa.

Pensé que las mujeres Chase tenían mejores gustos con los hombres... 

Magnus se queda callado un segundo y agrega.

Si, si ya te presento... Mi espada, perdón Jack quiere presentarse... En resumen mi espada habla, pelea sola y se llama Jack....

El chico pone los ojos en blanco.

¡Si, tienes que empezar a cortar a esos gigantes, somos guerreros del Hotel Valhalla, si nos llaman es porque el Ragnarok llegó!

La espada levita y se queda esperando que Magnus la agarre.

¿Listos para atacar?

Mientras el chico dice esto 4 quimeras gigantes cargan hacia el grupo.

Esto ya parece una fiesta de mitologías, romanos, griegos, egipcios y... ¿vikingos? No se pero me ha parecido a ese primo de Annabeth decir algo sobre Valhalla y Ragnarok, la verdad no se mucho del tema. Bastante tengo con lo mio.
Me giro para hablar a mis compañeros de la Liga.
- Me parece un buen plan, necesitamos subir unos pocos a buscar el objeto mientras los demás los conteneis aquí. Necesitamos al menos un mago en el equipo, nunca sabes que nos podremos encontrar.-
Me giro hacia mi novia, su inteligencia nos vendria muy bien.
-Annabeth, te necesitamos en esa avanzadilla-

Intentando no distraerse, Lord Asriel estuvo disparando contra los enemigos, Stelmaria ayudaba con su vista aguda localizando enemigos clave.

Dioses… este mundo parece interesante…

La presencia de tantos seres divinos en otro momento le sería muy útil, ahora solo debía concentrar su arma en disparar, pues solo podía hacer eso de momento. 

-Iré con usted y la avanzadilla, señor Alatriste -decidí finalmente al ver que Lord Asriel se quedaba peleando- movámonos cuanto antes o no lo conseguiremos, ¡vamos!

Sin más, me equipé las alas colibrí para poder ir más rápido, volando tras don Diego, sin embargo no activé la vibración de invisibilidad, por si acaso. También empuñé la neutrinno, aunque no tenía muy claro si yo sabría utilizarla bien, pero prefería llevarla desenfundada por si acaso. 

-¡Adelante!

Al ver la efectividad del ataque que se juntó a la de los recién llegados, quienes no eran enemigos por fortuna, Sonea no pudo evitar sonreír de satisfacción de que por fin logró ejecutar ese ataque mágico que sólo había lanzado hacia su compañero de combate del Gremio ya hace tiempo.

-Lady Luna, Lady Sydney, que una de ustedes vaya con el resto. Necesitarán a alguien que maneje la magia.

La joven aprendiz comenzó a revisar a quién atacar del enemigo, pero no pudo evitar dar una última mirada a Artemis que se iba de ahí. 

Escuché las palabras de Sonea y no pude evitar dedicarle una fugaz mirada, en la que mis ojos azul y castaño se cruzaron unos segundos con los de ella. Lamentaba que no fuese ella quien viniese con nosotros, ya me había hecho a pelear a su lado, pero Luna o Sydney también eran muy capaces así que si una de las dos venía con nosotros, supuse que también estaría bien. 

El fulgor del asalto aéreo no distrajo a Norte, embravecido como estaba derribando enemigos a diestra y siniestra. Tampoco prestó atención al nuevo muchacho que acababa de llegar más allá que para notar que era un aliado.

Un corte aquí, un empalamiento craneal por allá. Sus armas no tenían respiro pero aun así él estaba en su salsa o ,mejor dicho, en la salsa de sus enemigos. Aunque más que salsa eran tripas, claro.

Aprovechó el bombardeo mágico de Sonea pensando -ciertamente una arcanista increíble- y en la confusión que recibieron las huestres enemigas se concentró para, además de rematar a un par de oponentes, encontrar algún tipo de comandante del bando contrario. Matar a millones tardaría demasiado, acéfalos caerían más fácil o huirían presas del pánico y el desorden.

Luna veía con atención cómo un fulgor parecía llenar aquel lugar y luego la figura oscura que se fundía en la noche. Entonces, Lord Asriel parecía mencionarlo igualmente y ella le miró con extrañeza.

- La figura oscura se ha fundido con la noche – dijo inclinando la cabeza un poco hacia un lado para luego escuchar a Diego y a Sonea. Ambos mencionaban ideas interesantes que se convertían en imperativas dada la situación.

- Yo me uno entonces. La magia es importante – y se acercó a Diego. Si bien los guerreros eran los mejores para estos casos, ella había tenido duelos en Hogwarts. Debía servir para algo.

Sin dudarlo se separaron del resto del grupo y empezaron a subir hacia el Empire State. Dentro del edificio las cosas parecían calmas y no había señales de ningún tipo de lucha. Al abrirse el ascensor entraron pero una energía mágica impidió que Artemis y Luna entraran al ascensor.

Los mortales no pueden entrar al monte Olimpo.

La voz era robótica como si fuera un autómata que les impedía el paso.

Dentro de sus cabezas la voz de Atticus resuena con fuerza.

¿A donde van jóvenes? Recuerden que el objetivo de su misión es proteger el Monte Olímpo, no ponerse a buscar secretos dentro de él.

En las afueras se escucha una potente explosión pero no parece haber sido nada con lo que no pudieran lidiar sus compañeros.

La lucha volvió rápidamente cuando Percy, Luna y Artemis entraron al Monte Olimpo. Delante de ustedes las dos Quimeras cargan con fuerza solo para enfrentarse con las espadas gemelas de Norte y los disparos de Asriel. Si bien esta quimera muere la otra carga contra las fuerzas de Nueva Roma y empieza a luchar contra los romanos.

Norte es el único que se dió cuenta que las fuerzas de los monstruos no solo estaban siendo comandadas por el Rey Carmesi (quien estaba luchando contra los dioses en ese momento). Sino que las fuerzas estaban saliendo de un portal de piedra que se encontraba al final de la calle. El mismo era difícil de ver por la aglomeración de Monstruos que había en la calle.

-El portal- se dijo -hay que destruirlo-. Pensó unos instantes en como destruiría eso pero recordó que no llevaba sus explosivos pues, lamentablemente, no había tenido tiempo de equiparse como correspondía.

Repasó mentalmente las aptitudes de sus compañeros y concluyó que la única forma de acabar con las huestres era con magia, magia poderosa.

-Sonea, vienen por allí- grita entonces selañando la fuente de la que aquellas bestias surgían sin parar. Sin lugar a dudas eso les daría ventaja eventualmente.
A punto de girar sobre sus talones se detiene y decide, en su lugar, empujar contra los enemigos. Sin embargo no dejaría a sus compañeros hasta no acabar con la otra bestia.