Partida Rol por web

Cuando cuelgas a tu primo Egon, te acercas a Summers cerrando tu bloc de notas, este te esta esperando en la mesa del cafe, todos los demas se han marchado ya a sus respectivos destinos, te recuerdo la conversacion con tu primo:

 -En cuanto a tu primo Egon, te pones en contacto con él mas tarde y se alegra muchisimo de que le llames. Cuando le preguntas por el Hotel Brougtherolde, no tarda mas que unos minutos en averiguarte que se trata por lo visto de un famosisimo hotel de la ciudad de Rouen, una ciudad al norte de Francia, a unas dos horas en tren de Paris. Por lo visto es el hotel mas lujoso y grande de la ciudad, es especialmente famosa su "Sala Dorada", una especie de salón de eventos para fiestas, cenas y otros espectaculos. 

Cuando le preguntas por Dampierre Moureau, te dice que no el suena de nada, pero que se pondrá a investigar y que si mañana le haces una llamada, te contará si averigua algo...-

10:00 AM

Todos los demas se marchan a sus respectivos destinos, el café en el que habeis desayunado parece no vaciarse en ningun momento, como si de algun modo, la mañana no avanzase nunca, y siempre fuese primera hora. El ambiente se llena con el olor de la bolleria recien hecha y el cafe que no cesa de hacerse en las siseantes y humeantes maquinas, que te hacen recordar el odioso tranvia que tomaste hace 3 dias...

Zimmerman se ausenta unos instantes para ir a realizar una llamada al telefono de la cafeteria.

Mientras quedas a la espera Summers, sientes un espeluznante hormigueo en tu abdomen, como recordandote que esa cosa de algun modo sigue creciendo y arrastrandose dentro de tus entrañas, quiza aunque no lo notes, esa cosa se este escurriendo por tus organos vitales, ponzoñandolos, invadiendolos...

Un sudor frio te recorre la frente, casi puedes escuchar tu propio latido, aterrado por la idea de que aquello, acabe finalmente matandote, ¿y si no tiene solución? la idea pasa fugazmente una y otra vez por tu mente de forma casi desesperante.

De pronto Zimmerman regresa a la mesa...

Visíblemente más tranquilo, Georg se aproxima a Summers. Hablar con su primo fue para él tan reparador que parecía haber olvidado las pesadillas y las marcas. Fue como regresar a una habitación reconfortante, al calor de lo cotidiano y lo conocido.
Con todo bien anotado en su cuaderno, ya tenía una meta inmediata que debía cumplir.

—Muy bien, ya tenemos la dirección del hotel. Ya les dije que Egon lo sabría. Probablemente mañana nos consiga también datos de nuestro anfitrión.— dijo, más animado y dejando entrever un atisbo de orgullo en la mirada.

—¿Dónde está Adela, por cierto? Creía que venía con nosotros.— preguntó Georg mirando a los lados.

-Aqui mismo señor Zimmerman- dice repentinamente Adela a tus espaldas

-Disculpenme, pero necesitaba salir a despejarme un poco, y fumar un cigarro...- dice cerrando la pitillera

-¿Que han averiguado caballeros?, ¿donde se encuentra el susodicho Hotel?-

Georg dió un respingo al escuchar a Adela. Cuando se gira, enarca una ceja al ver la pitillera. No debió haberme escuchado cuando les pregunté por un cigarro, pero ahora ya sé a quién pedírselo la próxima vez, pensó.

—Ejem, como le estaba diciendo a Herr Summers, nuestro hotel se encuentra en Rouen, al norte. Al parecer es bastante popular, con que si viajamos allí probablemente puedan darnos alguna pista más.

Cuando Georg se marcha a llamar a su primo, me dejo llevar por mis pensamientos para ver los pasos que debemos tomar, pero no me dejan estar mucho tiempo asi, lo que sea que llevamos dentro se mueve, llega un momento que parece que note que enreda sus frios tentaculos a traves de mis organos, infectandolos y haciendo que me sienta asqueado y con ganas de vomitar. Estoy tan perdido en mis sensaciones que no noto que miss Simons abandona la mesa. Vuelvo en mi utilizando toda mi fuerza de voluntad y al rato cuando mis manos dejan de temblar y mi cuerpo de sudar, vuelve Georg de hablar con la direccion del hotel y miss Simons de fumar. bueno pues en marcha, propongo coger un taxi, pago yo.[B].

Dejamos la mesa y me acerco a la acera para hacerle señales al primer taxi que se acerque. cuando montemos en el taxi debemos ver que planteamiento vamos a tener en el hotel...

Vamos como realmente somos, personas que no sabemos que ha pasado, o nos hacemos los tontos y como nos encanto la fiesta queremos agradecerselo al anfitrion y ver cuando es la proxima?

-Buena idea Summers- dice Adela una vez en la calle

-Propongo intentar localizar al señor Moureau, para agradecerle lo bella que fue la velada, y rezar para que quieran contestarnos...supongo que ellos recordaran que estuvimos alli- 

-No creo que los Taxis abandonen la ciudad para ir tan lejos, pero yo tengo vehiculo propio en mi casa...- dice Adela

-Cojamos un Taxi hasta mi domicilio y de alli ya cogemos el vehiculo en direccion a Rouen- añade

-El problema es...- dice entre dientes -que no se conducir...¿ustedes saben conducir?-

Para Georg todo parecía ir encajando como las piezas de un puzzle: el billete de tren hacia Rouen, la invitación... Sin embargo, todavía quedaba por descubrir aquella misteriosa infección y qué tenía que ver en todo aquello el tal Moureau. El artista recordó, casi con cierta nostalgia, su adolescencia. Pensó en lo mucho que estaría disfrutando el joven Georg Zimmermann, aficionado a la música de Berlioz, la poesía de Sturm und Drang y otros escritores románticos, y los relatos de Edgar Allan Poe.

En cuanto Adela mencionó lo del coche, miró al suelo intentando ocultar su vergüenza, pese a lo que sus mejillas empezaban a enrojecer como tomates.
—Esto... mi padre me enseñó todo lo que hay que saber sobre seguridad vial, pero nunca he conseguido entenderme del todo con esos engendros mecánicos. Podría intentarlo, pero no tengo el permiso y tampoco podría garantizar su seguridad. ¿Y usted, Herr Summers?

como buen americano, aprendes primero a llevar un tractor y luego tu padre te enseña todo lo que hay que aprender, tengo conocimientos y algo de practica, eso si al principio no iremos muy rapido por que hace muchos años que no llevo unos de esos vehiculos.....

Frunzo el ceño para recordar todos los elementos basicos que necesito para conducirlo y cuando fue la ultima vez que lo hice

En mis ultimos años me llevaban mas que llevarlos yo, pero animensen todo es probar y hacerme con esa maquina

—Sea como sea, probablemente estemos mejor en sus manos que en las mías— dijo Georg —. ¿Alguien más está nervioso por ver lo que nos encontraremos en ese hotel? ¿Y si es verdad que estuvimos allí?

Antes de que llegase el taxi, cogió de nuevo su bloc y ojeo las páginas. Leyó los últimos datos que acababa de anotar respecto al hotel, y el dibujo de lo que recordaba de la pesadilla. Sin embargo, se detuvo al ver la hoja donde había retratado a aquel misterioso anciano. No era capaz de olvidar aquella mirada penetrante y llena de desprecio, tengo que acordarme de preguntar acerca de este hombre, pensó.

-Menos mal señor Summers, usted conducirá entonces hasta Rouen- dice Adela suspirando

-Se preguntarán para que tengo vehiculo, si no se conducirlo...era de mi esposo- hace una pequeña pausa con la mirada cabizbaja -...que en paz descanse mi Gerald-

-Al fallecer me dejo muchas cosas, entre ellas el vehiculo, pero siempre era el quien nos llevaba a todas partes...- añade con melancolia -¡espero que funcione, lleva muchos años sin moverse metido en el garaje!- rie algo preocupada

viendo que era el unico con alguna experiencia con los automoviles me lo tome con resignacion y eso me hizo recordar mi infancia y como mi padre intento enseñarme, aunque aquello parecia mas una academia militar que otra cosa, todavia resuena en mi cabeza la voz del sargento gritandome lo que debia de hacer.... y como si notara que me estaba relajando, lo que teniamos dentro se movio recordandome cual era la cruda realidad.

intente que nos se notara mi dolor ni mi asco y conteste a mis compañeros

señor Georg desde que me desperte en el hospital estoy nervioso y cada hora que pasa y sabemos mas cosas, no consigo quitarme esa sensacion.

Si les digo la verdad ahora lo unico que quiero es conseguir toda la informacion posible para saber lo ocurrido y sobretodo para descubrir como podemos hacer que esto desaparezca. Aun asi lo que no les voy a mentir es que tengo esperanza de que alli encontremos informacion o a ese extraño personaje que nos invito a una fiesta cuando en teoria estabamos en un tren.

No se cuando murio su marido miss simons pero le acompaño en el sentimiento y espero que el coche funcione, aun asi hay alguna gasolinera cerca, por que a lo mejor despues de tantos años el deposito este un poco seco

—Yo también quisiera darle mi más sincero pésame, Frau Simons. Estoy seguro de que Herr Simons fue un gran hombre.— dijo Georg, colocando una mano en el hombro de Adela.

Su semblante se ensombreció. El resto de transeúntes se movían de un lado para otro, ocupados en sus quehaceres matutinos, ajenos a sus problemas. Ajenos a la enfermedad que se apoderaba poco a poco de sus cuerpos, ajenos a su misteriosa desaparición y a la acusación de asesinato que pendía amenazante sobre sus cabezas.

—Pues sí, Herr Summers, ojalá encontremos respuestas. Ojalá encontremos a los responsables de todo esto. 

Un taxi os lleva hasta la casa de Adela Simons, el cielo esta blanco y denso, unos finos copos de nieve caen bailoteando por las calles de una forma que casi parecen ceniza. En las calles, la nieve se acumula en pequeños montones a los pies de los arboles y en los alfeizares de las ventanas. Los tejados comienzan a teñirse de blanco muy lentamente cuando salís del taxi y os disponeis a entrar en el garaje particular de la señora Simons.

Al abrir el garaje os dais cuenta de lo poco que debe de haberse transitado en los ultimos años, todo esta cubierto de polvo y telarañas, sucio y destartalado, cajas y cajas se apilan por todas partes como si fuera mas un trastero que un lugar para guardar un vehiculo, de hecho tendreis que retirar algunas de ellas para poder sacar el coche del pequeño espacio en el que está enclaustrado.

Simons os dice -Voy arriba a buscar las llaves del vehiculo, pueden abrir el capo e ir dandole un vistazo si lo desean...-

Y se marcha por una pequeña puerta que da directamente a unas estrechas escaleras ascendentes

Os disponeis a examinar el vehiculo cuando no pasa ni un minuto antes de escuchar un grito de mujer en los pisos de arriba...

...y jurariais que era Adela...