Partida Rol por web

La lógica de las hogueras

1. AGENTES DE FENRE - Novokovo

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26/02/2022, 14:41
Alcalde Minsky

—No creo que necesitemos hogueras, hermano Timur —dice el alcalde—. Novokovo históricamente ha sido un pueblo de pasiones intensas. Si se me permite la sugerencia, hermanos, las hogueras y torturas pueden resultar contraproducentes en vuestra investigación. Creedme, sé lo que os digo. Este pueblo sabe de rebeliones.

Rostro de Plata se presenta y pregunta por qué el Dicasterio no fue informado antes.

—Ha sido un error de mi parte, hermano Rostro de Plata —confiesa, ligeramente abochornado—. Pero al principio no lo consideré necesario. Todo comenzó hace tres meses, con una lluvia granizo descomunal que duró seis días, pero supusimos que sería una casualidad nefasta. Luego vinieron una semana del calor más denso que pueda recordar, ¡en pleno invierno! Hace un mes apareció esa niebla que veis ahora cubriendo el suelo y el frío es cada vez más cortante. No hay cultivo que aguante todo esto, pero el boticario Stanislav, que es un hombre de ciencia, dice que todo esto, tarde o temprano, pasará.

>>Entonces comenzaron a nacer terneros deformes. Antinaturales, con cuernos, con miembros de más, con muchos ojos. Monstruosidades. Por lo general los sacrificamos. La única que no se ha atrevido a matarlos es Miloslava, una de nuestras vecinas. Aún los conserva en su propiedad. Hoy amanecimos con la noticia de que las vacas están dando leche agria. Eso generó que un grupo de campesinos se... reuniera... fuera del ayuntamiento, como visteis recién.

>>Luego está la cuestión de las alucinaciones. Osip, un muchacho de la aldea, se la pasa diciendo que escuchó algo en el cementerio, aunque no quiere contar qué. Y las pesadillas se han hecho frecuentes entre la gente. Hasta he oído de algunos que afirman estar teniendo el mismo sueño, pero no le he prestado demasiada atención a esto para no alimentar la paranoia colectiva.

>>Casi todos están convencidos de que hay alguien practicando hechicería. He decidido que lo mejor es que esto pase a manos del Dicasterio, y de la Inquisición, para apaciguar los ánimos del pueblo, antes de que se cometa alguna locura.

Cornelius dice que el viaje ha sido largo y que todos necesitarán un descanso.

—Estoy seguro de ello, hermano. He ordenado que os preparen las mejores habitaciones de la taberna. Tenéis una tina de cobre a vuestra disposición para tomar un baño, camas con colchones de plumas, y las tres comidas del día ya pagas, durante los días que sea necesario. La taberna se llama El Descanso del Alacrán, y el nombre de la dueña es Izolda. Ella os recibirá con gusto.

>>¿Ya tenéis alguna idea de cómo proceder, hermanos?

Notas de juego

¿Preguntas, dudas, peticiones al alcalde para facilitar la investigación? Pongo el tocho ahora para que ya tengáis unas cuantas pistas e hilos de donde ir tirando: Miloslava, Stanislav, Osip, las pesadillas compartidas, la taberna... también esta Erik (el líder de la revuelta), y quienes pasaron la tirada tienen algo extra.

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26/02/2022, 15:39
Visiones

Entonces, como un destello de luz, con la potencia del sol, la visión llega.

Estás en Novokovo. No hay niebla, ni nubes negras en el horizonte, ni tampoco hace frío. Es una aldea normal... pero no es una aldea feliz. Allí, parado sobre una tarima, ves al alcalde Vladimir Minsky, solo que no es un anciano, es un hombre joven, de treinta y pocos años de edad, y aún tiene ambos ojos. Está dando un discurso. En realidad, está amenazando a la aldea.

—¡Un mes de atraso en el pago de tributo os costará una mano! ¡Dos meses, un ojo! ¡Tres meses, la vida!

La gente lo escucha con miedo. Pero algunos, agazapados entre la multitud, lo miran con odio. En sus manos hay puñales.

Entonces el trance termina y vuelves al presente. 

Notas de juego

Queda a tu criterio si le cuentas estos a tus compañeros, cómo lo haces, y cómo se manifiesta en tu cuerpo la visión ;)

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26/02/2022, 21:46
Laurien Groote Stroek

Laurien miró con cierta suspicacia al sacerdote, observándole de arriba a abajo mientras parecía negar con la cabeza con un ligero suspiro para después mirar al resto de sus compañeros, por si ellos también habían visto lo que ella, un signo que no debía haberles pasado desapercibido a ellos tampoco... 

Entonces el alcalde comenzó a hablar y la vista de la joven se centró en él, analizando cada una de sus palabras y buscando algún punto en común en su historia pero entonces, entonces todo comenzó a volverse borroso...

El túnel, de nuevo aquel oscuro túnel y al fondo, al fondo la luz, esa cálida luz que tanto la acunaba... 

Los ojos de Laurien se volvieron completamente blancos, su cuerpo adquirió el rigor de alguien que no es dueña de su voluntad y su voz, su voz sonó más lejana, más pura...

- Un mes de atraso... una mano... dos... un ojo... tres... la vida... puñales... puñales en la oscuridad... odio manchado de sangre y muerte... avaricia... 

Y, tras la última palabra su cuerpo perdió fuerza y cayó de rodillas al suelo con dos pequeñas lágrimas carmesí cayendo por sus mejillas...

Notas de juego

(espero os guste y no haya sido muy teatrera :p) 

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27/02/2022, 15:11
Heinrich von Bassenheim

Heinrich dejó de mesarse el bigote por un momento, analizando sesudamente al alcalde y al sacerdote desde su lugar apartado. La gestualidad y expresión corporal era algo que daba muchos indicios. Más mientras el alcalde contestaba, dándoles información que consideraba útil para empezar, la voz de Fenre, o el mismo Fenre, Dios sabe, habló.

Heinrich, que estaba en la Inquisición por las brujas, no por la fe, aunque no lo reconocería en alto por la cuenta que le trae, nunca había visto a la mujer en acción, y la verdad, pensaba que sería más una triquiñuela de la moza o de la inquisición que algo real. Pero aquello cambió su forma de pensar. Aquella voz no era la de la mujer, aquella rigidez en el cuerpo, era casi imposible conseguirla voluntariamente y...sobretodo, aquel sangrado...aquello no podía ser real, se decía Heinrich.

Tras unos momentos de parálisis, recobró la compostura, se acercó a Laurien y le tendió un pañuelo y la mano, para que se pudiera apoyar para reincorporarse, pero que lo pudiese hacer por su cuenta. Una vez que comprobó que Laurien se podía reincorporar, esperó unos instantes por si alguien contestaba al alcalde o hacía alguna pregunta a mayores, tras lo cual dijo, hizo una pequeña reverencia con la mano, a modo de despedida, hacia en alcalde y hacia el sacerdote, abrió la puerta y salió.

 

Notas de juego

Tengo claro lo que hacer tras salir, pero de nuevo, me entran las dudas de si debería meterlo en este post o en el siguiente hehehe, por esto de si esta escena de la casa del alcalde se alarga con alguien preguntando o se termina justo aquí. Es lo que me está costando del rol por web.

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27/02/2022, 16:13
Heinrich von Bassenheim
Sólo para el director

Mientras el alcalde hablaba, y nadie se fijaba en él, debido a la posición elegida. Heinrich clavó la mirada directamente sobre el sacerdote, y no la quitó de ahí, esperando, quizá, cruzar mirada y observar la reacción.

Notas de juego

Te lo escribo por aquí porque, en principio, no es algo que sabrían los demás jugadores, y me parece más sensato rolearlo así, aunque al salir se lo voy a comentar.

Dicho lo cual, no es que quiera ir a remolque de lo que posteen los demás, pero en esta escena, no quería que mi identidad ni mi voz se conociese, más después de lo que sospecho sobre el cura.

Tengo la idea de proponer una actuación al grupo, pero en un momento en el que estemos relativamente solos. No sabía si ponerlo ya ahora o esperar a estar e la calle o la taberna. Tú me dices dire.

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27/02/2022, 17:42
Dr. Cornelius Kotzträppus

El profesor Kotzträppus se disponía a hacer una nueva pregunta al alcalde Minsky, que se mostraba receptivo y locuaz, cuando a la joven Laurien le sobrevino aquel trance, tras el cual quedó de rodillas visiblemente afectada.

Había leído acerca de Santos y ermitaños capaces de alcanzar estos trances iluminadores, de niños con La Visión, reclutados en secreto por el Dicasterio a todo lo largo del continente, pero nunca había tenido la oportunidad de comprobar si tales relatos eran ciertos, menos de ver tales fenómenos con sus propios ojos. 

No cabía duda de que tal don había de ir acompañado por un sufrimiento de su portador, y no pudo dejar de sentir empatía por la silenciosa muchacha, que cargaba estoica con su oportuna y dolorosa bendición. 

Posó suavemente las manos en sus delicados hombros, casi sin tocarla, pues parecía frágil como el cristal, mientras Heinrich reaccionaba de un momentáneo estupor y aparecía en escena desde el fondo, donde había estado observando con detalle la conversación.

- Insisto, compañeros, la joven Groote Stroek necesita descansar, más tarde podremos iniciar nuestras investigaciones.

>> Hermano Timur, sería conveniente avisar al boticario, precisaré de sus servicios.

Cornelius consideraba que tenían varias líneas de investigación por las que empezar, y ansiaba el momento de compartirlo con sus compañeros. La misma urgencia crecía en él por alejarse del alcalde Minsky, a la par del desasosiego que se había instalado en sus entrañas desde que pusieron un pie en estas tierras maditas.

Necesitaba ordenar sus ideas, e intercambiar impresiones con el resto del grupo.

Aquella era una localidad pequeña, muchos de sus habitantes han sido testigos de los últimos treinta años, en el saber popular ha de haber respuestas. Había que visitar a diferentes personas.

Y ese alcalde... Algo no encajaba. 

El profesor Cornelius estaba exhausto. Sumido en sus propios pensamientos, empezó a farfullar de manera apenas audible mientras, sin dirigir una palabra más a los presentes, se dio la vuelta y dirigió sus pasos a la calle abandonándolos allí como si no existieran para él.

 

Notas de juego

Al buen profesor, tras el incidente de Laurien, veis que le cambia la actitud y hablando solo se dirige a la calle, aparentemente ajeno a lo que le rodea, hablando solo y gesticulando de manera extraña. No sabéis donde va. 

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01/03/2022, 14:42
Ser Gherim van Wayden

Si las miradas matasen, Ser Gherim van Wayden, a pesar de rebasar por poco la treintena, ya estaría considerado con exquisito rigor histórico como el Gran Genocida de Alurnia.

Si las miradas matasen.

Rostro de Plata fulminaba con sus ojos esmeralda al alcalde Minsky tras sus estúpidas excusas mientras se sucedía en cascada la narración de las esperpénticas tropelías realizadas por el supuesto aquelarre promocionado por aquel idiota de Timur. Vista la inclasificable incompetencia del cabildo, ya se disponía a privar al alcalde de toda su autoridad con una sonora bofetada de advertencia cuando Laurien empezó a musitar incoherencias y a llorar sangre.

El Ejecutor la observó de soslayo sin ser consciente de que estaba apretando los dientes, tensando la mandíbula. Su respiración se agitó inquieta durante un muy breve lapso de tiempo. Fue el último en reaccionar ante el suceso, y realmente no lo hizo hasta que Cornelius la hubo tomado con delicadez por los hombros.

@Minsky: >>¿Ya tenéis alguna idea de cómo proceder, hermanos?

—A su debido momento, alcalde. Ya habéis oído al maestre Cornelius. La hermana Laurien necesita descansar —espetó, como si la respuesta a la pregunta no fuera de su maldita incumbencia.

Aguardó a que sus compañeros se retirasen para girarse hacia el alcalde y el sacerdote y añadir:

—¿Elucubraría demasiado si aventuro que el sueño que dicen compartir los lugareños culmina con la casa consistorial en llamas, Sire?

Rostro de Plata no esperó respuesta, solo dejó caer un silencio abisal entre sus interlocutores y él antes de añadir con torvo rictus:

—Algunas hogueras arden por dentro, hermanos. Y lucen aún más en la distante oscuridad que las alimentadas por el mismo fuego.

Si alguien sabía de lo que un ser humano era capaz tras ser alimentado durante años por los senos de la venganza, ese era sin duda Ser Gherim van Wayden. Y si él era un espadachín prácticamente autodidacta, ¿Qué impedía a una mujer sedienta de revancha entregarse a la devastadora y seductora tentación de la magia negra para cumplir sus propósitos?

Notas de juego

I'm back.

Qué interesante todo, para no variar. Me he guardado cositas que decir para más adelante con los compas ^^

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01/03/2022, 16:25
Alcalde Minsky

Laurien entra en trance y recita unas palabras. Algo acerca de manos, ojos, vidas y puñales. El alcalde enarca las cejas al tiempo que su único ojo se abre como un plato. Instintivamente se lleva una mano a la cara, como protegiéndola.

—Esto… sí, claro. Claro que necesitáis descansar —dice a Cornelius y a Rostro de Plata con la voz ausente—. Si me necesitáis, aquí estaré.

Rostro de Plata hace un comentario acerca de los sueños compartidos.

—Desconozco el contenido de los sueños, hermano Rostro de Plata —responde Minsky con fría cortesía.

Notas de juego

(sigue...)

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01/03/2022, 16:27
Hermano Timur

—Ea, ea, pediré al boticario Stanislav para que vea a la hermana Laurien. Que sangrar por los ojos no es natural, oiga.

El párroco Timur ha prestado poca atención al trance de Laurien ni a la intempestiva salida de Cornelius. Parece más concentrado en mirar de reojo a Heinrich. Bajo sus axilas se forman dos charcos de sudor.

—Si queréis hablar conmigo, yo vivo en el templo de la aldea. Que no es gran cosa, pero tengo vino consagrado, je, je.

Notas de juego

(sigue...)

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01/03/2022, 16:29
Director

Nervioso y desencajado, pides indicaciones a un guardia y te diriges a la taberna. En el camino, y sin que nadie te vea, te las ingenias para consumir tus hierbas. En el establecimiento encuentras una mesa vacía donde sentarte. Poco después, aparecen tus compañeros.

Notas de juego

(sigue...)

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01/03/2022, 16:30
Director

Cornelius, entre farfulleos y ademanes extraños, sale apresuradamente del ayuntamiento. Un guardia os indica que se dirigía a la taberna. Camináis a través de las calles hasta llegar al establecimiento, un edificio de tres plantas hecho de madera. Desde las ventanas, la luz se desparrama sobre la eterna niebla que rodea Novokovo. Un letrero indica que su nombre es El Descanso del Alacrán.

Por dentro es acogedora. Ciertamente es mejor de lo esperado. Hay un hogar encendido y olor a pan recién horneado. Tan solo hay un puñado de clientes, no más de diez, bebiendo cerveza, almorzando y conversando en voz baja. Cornelius está sentado en una de las mesas, solo, alejado de los demás. Se lo ve relajado.

La camarera es una muchacha rubia, que va de aquí para allá cargando torpemente con una bandeja. Suponéis que la dueña de la taberna es una mujer entrada en la cincuentena, que anda detrás de la barra, hablando con uno de los clientes. Se la nota aburrida.

             

Notas de juego

¡Rebienvenido, Dew! Espero que el virus haya aflojado y que hayas dejado atrás la fase Exorcista.

Os pongo directamente en la taberna, que supongo será vuestra base de operaciones, porque tenéis comida y alojamiento pagos. Supongo que ahora querréis trazar un plan acerca de cómo proceder con la investigación y poner en común vuestras sospechas e intuiciones.

También hay un par de PNJs, la camarera y la tabernera, por si queréis interactuar con ellos. Además de los pueblerinos, claro.

EDITO: una tirada de Alerta dificultad 11 os revelará retazos de las conversaciones de los clientes de la taberna ;)

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01/03/2022, 16:54
Heinrich von Bassenheim

Heinrich sale pensativo de la casa del alcalde Minsk, le tiende una mano a Laurien, de esta necesitarla, para llegar a la taberna.

-¿Cómo os encontráis hermana? ¿necesitáis algo?

Mientras no se cambian de calle, echa alguna mirada de reojo a la puerta de la casa del alcalde.

Una vez llegados a la taberna, saluda a Cornelius y se sienta con él, llamando la antención de la camarera. Al llegar la recibe con una sonrisa y un tono cordial.

-Hola joven, me gustaría probar ese pan que tan buen olor desprende, con algo de comida que tengáis, cualquier cosa servirá. Algo de bebida también estaría bien, no alcohólica, por favor.- Luego mira a sus compañeros, como cediendo el turno para pedir.

Una vez los han servido, y todos están sentados sin ajenos relativamente cerca, Heinrich expone sus pensamientos.

-Perdonad mi escasa participación en la casa del alcalde, no era mi idea inicial, pero nada más entrar algo olía raro allí y preferí fijarme. Creo que no he sido el único en percibirlo. El alcalde me aporta cierta confianza, pero no así el párroco. Su forma de expresarse y su avidez por quemar gente no acaban de gustarme. A mayores, he estado pensando todo el rato en que me sonaba mucho su cara, y estoy casi seguro de que es un antiguo oficial de Herenhout, llamado Waldo. Un tipo con ninguna habilidad a destacar más que su aficción al alcohol y su mediocridad. He estado clavándole el ojo, por ver como reaccionaba, y se ha puesto a sudar, creo que me ha reconocido.

Heinrich hace una pausa, mesándose el bigote, para escuchar los pareceres de sus compañeros, tras lo cual, busca la oportunidad para seguir hablando.

-Hablando de todo en general, el alcalde Minsk nos ha resaltado, en teoría, todo lo que sabe, y nos ha dado varios puntos por los que comenzar a investigar. No me ha dado motivos en principio para desconfiar, pero mis años de vida me dicen que mejor no fiarse de nadie, al menos de primeras. Me gustaría investigar por el pueblo y hablar con algún aldeano, especialmente con su líder. Tener las dos versiones de la realidad nos permitirá trabajar mejor. Los puntos en los que partes opuestas coincidan, los podemos afianzar como verdades. También me gustaría poder hablar a solas con Waldo, a ver como se desenvuelve con un antiguo conocido. Es muy raro pasar de oficial del ejército a párroco de una aldea...algo no me huele bien ahí. Mi propuesta es que quizá, en lo que queda de este día, nos separemos para cubrir más campos y juntar información a la noche. Si os parece bien, yo hablaría con Waldo y Erik. Otros puntos a cubrir podrían ser el boticario Stanislav por las inclemencias del tiempo, Miloslava y sus terneros deformes y Osip y sus alucinaciones.

Dicho lo cual, Heinrich se limita a escuchar.

- Tiradas (1)
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01/03/2022, 22:51
Dr. Cornelius Kotzträppus

Cornelius había ocupado la mesa más apartada de la acogedora taberna, y recibió a sus compañeros con una amplia sonrisa, como si les hubiera estado esperando.

En aquel lugar no había niebla, ni frío. Un cálido aroma a pan recién hecho lo envolvía todo. La tibia luz proyectada por el gran hogar central acariciaba sus cuerpos cansados, y ciertamente, este era el único sitio desde que comenzaron su viaje que no parecía dejado de la mano de Fenre.

El anciano se irguió de su asiento, con un ímpetu algo teatral, y con unos modos más familiares de los que solía hacer gala, instó al resto de la Compañía a tomar asiento con él, visiblemente impaciente por analizar los recientes acontecimientos con los demás Inquisidores.

- Jovencitos - comenzó a hablar el erudito, posando unos ojillos brillantes en cada uno de ellos y acercando la barbilla a la mesa, a la vez que bajaba el tono de su voz. 

>> Estaremos todos de acuerdo que parece que este asunto es algo más enmarañado de lo que parecía en un principio. Lo cual me resulta harto  estimulante. Estoy de acuerdo con Heinrich en que algo olía raro en el Consistorio. Si el párroco Timur antes era otra persona, yo os digo que el Alcalde Minsky también lo era, y las gentes de este pueblo nos lo podrá confirmar. 

>> Apoyo la idea de entrevistar a Erik. Ya os hablé, compañeros, del libro de viajes del hermano Kristroff, que tuvo a bien pasar un tiempo en Novokovo, hace tres décadas, y he de suponer que se ganó la simpatía de estas gentes, por su espíritu entregado y amable. 

>> Vladimir Minsky aparecía como el despótico y cruel alcalde, que había heredado el puesto de su padre. Erik era un niño travieso en aquel entonces, también aparecía el boticario, incluso Izolda, la tabernera, que entonces era la camarera.

>> Quizá mi condición, más cercana a la del hermano Cristoff, y el hacer referencia a esos viejos relatos pueda ayudarme a entablar una conversación con alguno de ellos y que sea provechosa para nuestros propósitos.

>> Lo que me resulta curioso es la apariencia de que en este lugar permanecen los sucesos, están esos mismos personajes con sus problemas treinta años después... Treinta años, pero igual... Es como si algo atrapase estas tierras y lo que hay en ellas. Algo melancólico y secreto.

>> Recordad también que alguien mencionó una extranjera, que vive junto al carpintero. Quizá una persona foránea podrá arrojar algo de luz sobre todo esto...

>> Además, no nos olvidemos de nuestra buena Laurien, estoy convencido de que esas visiones, o el hecho de que las tenga, está relacionado con este asunto, o nos puede ayudar en alguna medida. Quizá su opinión sobre las pesadillas y alucinaciones de estas gentes pueda darme una base sobre la que pensar.

Aliviado por haber compartido sus pensamientos, el buen Cornelius se acomodó en su silla, esperando la respuesta de los demás, deleitándose del proceso de investigación. Esto se le daba mejor que convencer a una turba o responder provocaciones de "los primos".

>> Por cierto - añadió a modo de epílogo de su largo monólogo, cogiendo el antebrazo de von Bassenheim- Mañana prepararemos juntos el desayuno, con el permiso de la tabernera. Necesitaremos uno de estos panes dejado secar al aire, unas cabezas de ajo, algunos huevos de gallina y una olla de agua. Traigo entre mis hierbas un poco de polvo seco de pimientos, algunas guindillas, y si gusta vuestra merced haremos juntos unas sopas que combatirán los estómagos fríos de buena mañana. Será buena receta para futuras acampadas, mi señor. - Le guiña un ojo

El profesor Cornelius se encuentra extrañamente cercano y animado, incluso familiar con los otros tres Inquisidores.

Notas de juego

Es bastante posible que a Ser Gherim van Wayden y a Heinrich von Bassenheim nadie suela llamarles jovencitos muy a menudo, se ve que Kotzträppus les va cogiendo cariñico, oiga... Es lo que tiene.

 

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02/03/2022, 00:19
Dr. Cornelius Kotzträppus
- Tiradas (1)

Notas de juego

Perdón, la tirada de Alerta.Ahí va.

^^

 

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02/03/2022, 09:18
Laurien Groote Stroek

Laurien agradeció con una sonrisa la mano de Heinrich, tomando un limpio pañuelo que portaba con ella para poder limpiar ligeramente sus ojos.

- Gracias hermano Heinrich, estoy bien, solamente necesitaré unos minutos para recuperarme... Nunca me daña. 

Volvió a sonreír con calidez hacia su benefactor antes de acompañar al resto hacia la taberna, aunque antes de marcharse miró en dirección a aquellos dos hombres, su mirada solamente transmitía una cosa: desconfianza. 

Una vez en la taberna pidió un caldo caliente y un poco de mosto, sentándose junto al resto y escuchándoles con calma hasta que finalmente se decidió a hablar.

- Yo no me fiaría de ninguno... El párroco Timur no parece conocer bien nuestras señales o no parece recordar bien la bendición... incluso quizás, quizás ni lo conociera de verdad... ¿Podemos estar seguros que es realmente parte de la Iglesia? En cuanto al alcalde... Ese hombre es cruel y despiadado, solamente desea su propio beneficio... Es un avaro sanguinario y entiendo que las gentes del pueblo lo odien... Y también me inclino a pensar que bien podría ser una venganza por todos sus actos viles... 

En todo momento hablaba en un tono de voz susurrante y bajo, sin apenas prestar atención a sus alrededores, quizás porque aún sufría las consecuencias de su visión... 

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03/03/2022, 08:50
Ser Gherim van Wayden

Silencioso como un águila en reposo sobre un risco, el estoico Ser Gherim observaba a los parroquianos congregados a su alrededor mientras sus compañeros discutían algunos detalles de la investigación. Sus ojos se volcaban de modo intermitente en el fuego que latía en el corazón del hogar. Las llamas danzantes cantaban su siniestra canción, susurrándole al oído una melodía que solo el hombre bajo la máscara podía escuchar. Alaridos de dolor rasgaban el aire, atropellando las palabras de Heinrich, el maestre Cornelius o Laurien en su mente. Alaridos desgarradores de mujer colmaron sus recuerdos acompañados del olor dulzón de la carne al deshacerse por la caricia del fuego y las ácidas lágrimas que provoca la ceniza al entrar en los ojos como una furtiva neblina.

Dio un trago al mejunje que le habían servido para olvidar.

No lo consiguió.

Aunque había varias líneas que seguir para investigar los siniestros sucesos que acontecían en Novokovo, Ser Gherim sintió una atracción natural por la revelación de Heinrich sobre la identidad alternativa del hermano Timur.

—El hombre que se esconde bajo otra identidad tiene un pasado que ocultar —replicó al cabo a Heinrich con una singular vehemencia. Bajo la capa, apretó la diestra en torno a la empuñadura de Crimen.— Si le has reconocido, y según sugieres él también a ti, asume el riesgo de que ir tú solo a su encuentro puede resultar temerario. Esta aldea luchó a favor del Imperio hace veinte años. Un ex oficial de Herenhout podría no estar a salvo si quedase expuesta su verdadera identidad —concluyó impertérrito mientras calibraba las intenciones de Heinrich.

Se cruzó de brazos, meditando en silencio sobre la situación.

—No debemos separarnos —sentenció.— Tanto el alcalde como el falso sacerdote saben que tenemos con nosotros a una vidente. He visto el nerviosismo en sus ojos —dijo mirando de soslayo a Laurien, una mirada críptica, tan insondable como la garganta de un pozo. —Por no mencionar que la curiosidad tiende a matar al gato —añadió girando el rostro hacia el excitado maestre, dedicándole una siniestra sonrisa. —Esta aldea es un polvorín. Y la mecha es muy corta. Tal y como ha dicho la hermana Laurien, no confío en nadie. ¿Queréis tener una charla privada con el hermano Timur? Bien. Pero querría estar presente, si no tenéis inconveniente. Siento una especial aversión por el intrusismo clerical... —siseó en lo que a todas luces era un vaticinio de acero y sangre con pronóstico de alivio de carga craneoencefálica para el tal Waldo.

El Ejecutor alzó la mano de repente, captando la atención de la dueña del Descanso del Alacrán. La invitó con un gesto a que se aproximase. El típico gesto al que nadie se puede negar.

—¿Sois Izolda? Compartid mesa con nosotros. Tomad asiento. ¿Sabéis quiénes somos? —inquirió de modo retórico mientras en su rostro si dibujaba una afilada sonrisa, como si estuviese grabada con un cuchillo.

Ser Gherim no hizo el más mínimo esfuerzo por aliviar la incomodidad de la tabernera. A diferencia de sus compañeros, su principal función en la comitiva consistía en alternar -sin previo aviso- entre la amenaza latente de un infarto de miocardio y la muerte súbita en forma de decapitación por tajo descendente. Él era la tiniebla argéntea que rodea a la llama purificadora de Fenre, porque aunque ignorado por muchos, la luz más brillante siempre genera las sombras más oscuras. Era este motivo por el que la silueta de Ser Gherim van Wayden funcionaba tan bien como contraste perceptivo en un interrogatorio cuando, frente a ti, tenías a un ancianito de facciones afables rebosantes de bonhomía como el maestre Cornelius o a una delicada y prudente joven de sonrosadas mejillas como la hermana Laurien. Era, por así decirlo, como un sutil recordatorio de que cada respuesta, cada aliento, cada mirada, estaban siendo juzgadas por el Creador. Y que, en cualquier momento, el hilo que te ataba a la vida podía cortarse...

Violentamente.

- Tiradas (1)

Notas de juego

No aprovechar al NPC de turno cuando estamos todos juntos es pecado capital penado por Fenre. ;-D

Voy a dejar el peso del interrogatorio a Izolda al maestre Cornelius, nuestro especialista en preguntas detectivescas. No obstante, permanezco atento para ayudarle, que Ser Gherim, de hecho, es un buen interrogador. ;-)

Por cierto, Ser Gherim no es partidario de separarse por los motivos expuestos (son razonables) y porque se pone en lo peor desde el prólogo como buen estratega que es, pero a mí personalmente me resulta hasta interesante. Haced lo que queráis, que yo me adapto sin mayor problema. Quiero dejar constancia.

Una última cosa: He releído la escena con Minsky y no encuentro referencia a esto que ha desvelado Cornelius:

>> Recordad también que alguien mencionó una extranjera, que vive junto al carpintero. Quizá una persona foránea podrá arrojar algo de luz sobre todo esto...

Esto también me resulta interesante, oiga. 

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03/03/2022, 11:37
Heinrich von Bassenheim

Heinrich sopesó las palabras de Cornelius primero, y Laurien y rostro de plata después. Sin duda nadie tenía por confiable a ninguno de los dos del consistorio, aunque especialmente, Timur, era el que peor salía del análisis previo. Escuchó sobretodo con especial atención al hermano rostro de plata, pues difería en su pensar:

-Hermano rostro de plata, difiero en vuestro pensar. Desde el minuto uno la gente sabe que somos inquisidores, sabéis de la fama que eso goza. Interrogar en grupo, o hacer visitas en grupo como primer contacto personal es más intimidante que otra cosa. Nada conseguiremos acongojando a la gente desde el minuto uno, a parte de que se cierren en banda. Una aproximación individual creo que nos facilitará las cosas, ya habrá tiempo de ponerse en modo juez y verdugo, pero si empezamos de esa manera, estamos echando a la basura el aproximamiento calmado. Es más, en una situación tan tensa, puede ser incluso contraproducente adoptar un perfil agresivo o intimidatorio y, como digo, siempre hay tiempo para recorrer ese camino, lo malo es que una vez iniciado, no hay vuelta atrás. Por otro lado, separándonos, cubriremos más terreno. Personalmente, aconsejo que al menos el primer contacto con las partes sospechosas sea de forma individual.

 

-En cuanto al sacerdote Timur, no tengo ningún problema en hablar delante de ninguno de vosotros, es simplemente...más de lo mismo que con el resto de la población, le será más fácil reconocer su pasado ante un antiguo soldado que ante un grupo completo de la inquisición, más con vuestro ácido proceder, no me malinterpretéis, no lo digo como defecto, si no como cualidad. Su pasado como oficial de Herenhout no tiene más peligro que el mío, por si no lo sabíais, yo luché para una casa noble de Herenhout en esa misma guerra.

Al terminar su alegato, la tabernera fue llamada. Y comenzaba lo que parecía el primer interrogatorio de aquella misión.

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03/03/2022, 16:00
Dr. Cornelius Kotzträppus

El profesor Kotzträppus, más locuaz y animado que de costumbre, aceptó de buena gana encargarse de la conversación con Isolda, que ya los acompañaba. 
El erudito era consciente de lo intimidante que podía resultar su presencia para estas gentes, en especial la del hermano Rostro de Plata, así que hizo acopio de sus maneras más templadas para tratar de ganarse la confianza de la mujer.
Se concentró a apelar a aquella vivaracha camarera que el hermano Cristoff había descrito en sus relatos, conversando de manera distendida, a sabiendas de que el buen Heinrich estaría con toda seguridad analizando cada gesto y palabra buscando posibles pistas o conexiones; albergaba el deseo de que la tabernera no dijera nada que hiciera intervenir a Ser Gherim, pues esto supondría, en el mejor de los casos, una reprimenda intimidante por su parte como era costumbre.
Basándose en las lecturas acerca de Novokovo y sus gentes, hábilmente Cornelius fue tirando de la lengua a la mujer, preguntando por unos y otros personajes, como si de viejos conocidos se tratase. 
Se abstuvo de mencionar los tema más oscuros, como las pesadillas, alucinaciones, sucesos sobrenaturales o la bruja, pero uno por uno fue dejando caer preguntas acerca de los habitantes del pueblo que ya estaban aquí hace treinta años. Erik, el hombretón que lideraba la turba esta mañana, Stanislav el boticario y su esposa, y, por descontado, el alcalde Minsky, que si bien von Bassenheim le había otorgado algo de crédito, ni a Laurien ni a Rostro de Plata ni a él mismo le infundía  confianza alguna.
También preguntó por el carpintero, por no hacerlo directamente por aquella persona extranjera que había oído nombrar esa misma mañana, en la turba frente al ayuntamiento, y que seguro tendría una historia que contar.
Y no olvidó las palabras de Laurien en su trance, tratando de relacionarlas con alguna parte del relato de la mujer. 

Un mes de atraso... una mano... dos... un ojo... tres... la vida... puñales... puñales en la oscuridad... odio manchado de sangre y muerte... avaricia... 

¿Había perdido alguien una mano en Novokovo?

Notas de juego

Respecto a separar el grupo o continuar juntos, Cornelius prefiere continuar juntos o, como mucho, en dos binomios. 

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03/03/2022, 16:24
Izolda

Ser Gherim llama a la tabernera Izolda, quien acude a vuestra mesa. Observa la máscara de Rostro de Plata con incomodidad. El espadachín ataviado de púrpura le pregunta si sabe quiénes sois.

—Inquisidores —replica Izolda de inmediato—. Bienhallados seáis. El alcalde me avisó que os quedaríais en mi posada. Ya sé todo lo que hay que saber acerca de los sacerdotes de Fenre, no os preocupéis. Tras cinco años con el párroco Timur en nuestra aldea, sé de vuestra afición por el vino y la ginebra: aquí hay alcohol de sobra.

Pese a que Rostro de Plata le pone la piel de gallina, se nota que a Izolda le gusta mucho hablar.

—Soy Izolda, dueña del Descanso del Alacrán, la posada más grande de Novokovo. Bueno, en realidad, es la única posada de Novokovo, pero ¡qué diablo!, es la posada más grande en cien kilómetros a la redonda. Ah, aunque ahora que lo pienso, dos pueblos hacia el oeste está la taberna de Mischa, que también es espaciosa, pero la mía está mejor decorada, y además Mischa es tartamudo y además el pan que vende suele estar duro y además…

Y durante cuatro minutos os cuenta las intimidades del tal Mischa, alguien que no vive en Novokovo y que no os importa un cuerno. Parece que a Izolda le gusta el chismorreo, de modo que cuando Cornelius le pregunta por los vecinos de Novokovo, es como si hubiera abierto las puertas del infierno. Izolda lleva una vida preparándose para este momento.

—Erik está enojado, pero, ¡qué diablo!, tenemos una bruja dando vueltas en su escoba y arruinando nuestras cosechas… porque viajan en escoba, ¿no? ¿Eso es cierto? El caso es que Erik tiene cuatro hijos, y un temporal así le arruina a él y a casi todos los habitantes de la aldea, que viven del campo. Es normal que esté enojado. Pero es un buen muchacho. Luchó en la Guerra de los Destronados, hace diez años. Como voluntario, al igual que casi todos los novokovitas [1] que fueron a la guerra. Es por culpa del incidente del granero, ¿sabéis?, maldito sea ese día, de no haber sido por eso, ningún novokovita se hubiera alistado a esa condenada guerra.

>>Al boticario Stanislav le falta fe y le sobran libros, qué queréis que os diga. Es el único novokovita que estudió en la Universidad de Oldenburg, por eso siempre anda buscando la lógica de todo. Su esposa murió hace mucho. De tisis, creo. Es un tema sensible para él, no se lo mencionéis así como así.

>>El alcalde Minsky es… ahora es amable. ¿Antes? Pf, antes no. Cuando yo era moza, cuando no tenía más años que tú, cariño —le dice a Laurien—, el alcalde era acero puro. Que si no pagas el tributo a tiempo te corto un dedo, que si rompes la ley despídete de tus orejas, que si me miras mal hago que te cuelguen —Izolda se encoge de hombros—. Y, ¡qué diablo! Pasó lo que iba a pasar. Hace veinte años en todo el continente estalló la Rebelión de los Cortacaras. En Novokovo la rebelión tuvo unos cuantos adherentes. Zas, adiós al ojo de Minsky, y por poco no le pasan a degüello. Los rebeldes fueron atrapados y ejecutados, pero desde entonces Minsky terminó con sus maltratos.

>>Nuestro carpintero, Boris, es un hombre agradable. Pobre de él, que le toca vivir al lado de aquella forastera. Esa mujer viene de otro continente, ¿sabéis? De las tierras del desierto. Tiene la piel oscura. Yo siempre digo, si oscura es la piel, oscuras son las intenciones...

>>¡Tanya! ¡Trae el vino de palma! ¡No, ese no! ¡El bueno! ¡El de las Oceánides!

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Notas de juego

[1] Gentilicio de Novokovo que me saqué de la galera.

(sigue...)

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03/03/2022, 17:25
Tanya

La camarera Tanya os lleva el vino de palma. Es joven, patosa, torpe y camina a trompicones. No es una sorpresa para nadie que termine tropezando y derramando una jarra de vino de palma sobre la cabeza del profesor Cornelius.

—¡OhporelamordeFenredisculpadisculpadisculpa!

- Tiradas (1)

Notas de juego

¿Algo más para preguntar a nuestra patosa camarera o a nuestra prejuiciosa y racista tabernera? Lo de la extranjera fue un comentario aislado que hizo uno de la turba furiosa al inicio de la escena. Muy atento de parte de Cornelius advertirlo ;). Por cierto, intentad que las preguntas estén expresadas en diálogo y no en narración.