Partida Rol por web

Al llegar a ese punto, pensó que estarían a salvo, pero era evidente que  no sería así, como supuso  Javiera, esas cosas no los dejarían, pero podían escuchar voces al girar, Ulises estaba herido, pero podía con ella, pero no sabía si podría con esas cosas encima de ellos. Javiera sin embargo clavó sus ojos en ese joven que se había deshecho, había muchas cenizas, esos jaguares no los dejarían en paz, hasta verla muerta. Se aferró más a vampiro, rogando que pudiera escapar, quizas subir por el muro. 

- ¡sigamos... sigamos! - lanzó un grito de terror,  mientras todos corrían, ¿no se acabaría? ¿no terminaría nunca?

Mis palabras no se convierten en cenizas, y casi me pongo eufórico al lograr clavarle un buen golpezote al jaguar. Pero el maldito gato es más fuerte de lo que pensaba. ¡Caramba como resiste! Mientras tanto yo me "desangro" aquí. A pesar del dolor que siento me vuelvo a poner en guardia. La pelea no ha acabado. ¡No voy a dejar que este pedazo de animal me pase por encima!

Escapando de los gatitos y avanzando, ya están alcanzando al otro grupo. Los refugiados de adelante, no obstante, se han detenido junto a la siguiente luz, otra puerta, una del lateral que también se les pasara...

Al momento comprenden en parte porque esa detención, cuando un grito agónico se escucha, seguido de un chisporroteo, y el ronco bramido del jaguar acechando en la misma… Todos los que pasan por ahí deben hacerlo deprisa o encontrarse con sus garras.

-Estamos un poquito hasta la verga flaca…+murmura Ulises al mirar la escena, mientras afloja el paso+ No puedo ir rápido con los dos juntos, no así lastimado...

Esta vez el golpe no es tan bueno, pero algo logra conmover los huesos del Jaguar. Agustin no tiene tanta suerte e impacta de plano en su hocico, sin hacer mella.

El gatito contraataca y aprovecha. Vos logras esquivar por los pelos, pero tu compañero está más cansado… Las garras cortan sobre su pierna derecha, doblándole y haciéndole caer con la rodilla sobre el suelo.

-¡Agh!... +exclama con pesar, frunciendo los labios+ ¡La puta madre!... Cage fuego 

Resulta muy obvio a que se refiere en este contexto. Ahora, el ya no puede huir de su destino.

Apenas el callejón se abre, la gente empieza a dispersarse a todo lo que dan, sin duda buscando sus autos o alguno que otro, simplemente abandonar el lugar. No importa. Con tal de estar lejos..

Al mirar a tu derecha para encarar hacia la camioneta, no obstante, algo llama tu atención. Sobre el asfalto se encuentra una chica tendida, con el vientre desgarrado, arrastrándose… Y asomando entre la oscuridad lluviosa, su agresor.

No es un jaguar. Es un lobo monstruoso… y está justo en tu camino.

Su Puta Madre!¿Que coño es ese bicho??
Trató de pensar lo más rápido que pudo,¿debía deguir hacia delante esperando que el gran lobo siguiera centrado en su víctima?¿Sería mejor cambiar de estrategia y buscar otro coche?
No sabía porqué; puede que fuera la curiosidad por ver cual sería el próximo movimiento del gran lobo, o quizás su sadismo interno la empujaba hacia nuevas formas de conocer el placer del dolor.Incluso podría ser el empuje que ella misma había provocado en su cuerpo ordenando trabajar a su sangre.
Independientemente de porqué, el caso es que su cerebro no fue capaz de encontrar una estrategia mejor que la que se le había ocurrido en el interior de la nave. Siguió hacia delante con su plan, debía alcanzar la furgo.Corrió tan rápido como pudo esperando que aquella tía medio destripada fuera capaz de mantener la atención del lobo fija sobre ella.
 

Era lo que imaginó, era lo que pensó, ya no podría seguir huyendo con ella entre los brazos, Javiera se mueve para poder bajarse, y lo queda mirando, alarga su mano y acaricia su mejilla, y se empina para besarle la boca, por si no iba a volver a moverse, Javiera cerró los ojos.

- hay que moverse, ¿podemos saltar por las ventanas, podemos subir? -  sujeta su mano, el jaguar no les dejaría moverse, pero, ya habían visto que eran demasiado anchos para entrar por ese callejón pequeño.

¡Maldito jaguar! ¡¿Acaso es inmortal o qué?! ¡Por más golpes que les metamos Agustín y yo parece que nunca vamos a derribarlo! ¿Es que este maldito animal no tiene ningún punto débil? Y como si las cosas no fueran lo suficientemente complicadas para mi compañero y yo, veo como este maldito gato hiere gravemente a Agustín. Por un momento me tiento a preguntarle si se encuentra bien, de modo que se aligere la tensión, pero mi propio dolor y la rabia que se acumula en mí interior a cada momento, además de imaginar la reacción obvia que se hubiera originado de mi pregunta, me contiene. ¡Tenemos que acabar con este maldito jaguar de una vez por todas!

La carrera bajo la lluvia parece un sueño, mientras las gotas golpean contra tu ropa aplastándose y los charcos estallan bajo tus pies. La camioneta no está muy lejos pero igualmente cada metro parece una eternidad…

El lobo pasea su mirada por entre los muchos anarcas que se dispersan. Incluso su furia no puede perseguirlos a todos. Pero entonces ve tu firme trasero y de improviso avanza tras de ti. No es tan rápido, pero a cuatro patas compensa la velocidad extra que te brinda la vitae.

Maldita sea por ser tan sexy y llamativa... O quizas es otra cosa. Como sea, no tienes mucho tiempo para pensarlo.

Mientras continuas aporreando, tu compañero intenta abrazar el cuello del jaguar para asfixiarlo, desesperadamente. Pero este se libra del debilitado muchacho con un zarandeo, arrojandolo hacia atras... 

-Corre flaco... +gruñe Agustin, frunciendo el gesto, cuando azota el hormigon del suelo con fuerza. No es un daño grande, pero en su condición, tampoco puede dar más de sí+... Raja de aca. Ya fue.

El morocho clava la vista en Javiera tras ese beso, pero no es momento ahora para ahondar en el tema. No obstante, sus dedos se cierran en torno a la mano blanca y delicada de la abogada, firmemente. Queda claro una cosa: donde vayan, será juntos.

El corredor por otro lado no brinda muchas esperanzas. Del lado del galpón se alza unos 6 metros, ladrillo y chapa. Enfrente solo son 3, pero da casi igual. Los ladrillos húmedos coronados con vidrios no son lo más fácil de trepar bajo esta lluvia que les va bañando de a poco, ahogando sus esperanzas. Aunque puede ser la única salida. Vuestro Everest personal, para escapar saltando al otro lado.

Los de adelante, en cambio, se juegan a cruzar. Sin saberlo ustedes, los primeros son Ramiro y Kevin. Ellos dos pasan, a duras penas, acelerando cada uno por su cuenta. El tercer muchacho no. Su cabeza es arrancada por el garrazo y el cuerpo cae de rodillas, antes de desmenuzarse en un estallido de cenizas… Ni siquiera tiene tiempo de gritar.

Es un destino u otro. No hay vueltas atrás...

Pensó por una décima de segundo en Maira, si alguna vez volvía a verla le enseñaría lo que era el dolor, pero sin juegos y sin placer. Sólo una de las dos se iba a divertir y sería Selina.Se suponía que debía estar disfrutando de la maravillosa inmortalidad y sin embargo estaba acojonada, corriendo por salvar su vida y la de sus compañeros y perseguida por un lobo gigante.
Trataba de recordar si Ernesto había dejado la furgo abierta y las llaves dentro. ¿Se había fijado en ese detalle?No estaba segura.En ese instante lo único que tenía claro era que estaba metida hasta el cuello en un lío de cojones y que su única escapatoria era seguir hacia delante y confiar.
Confiar... ¿de verdad podía confiar en Ernesto y los demás?No estaba segura, pero al parecer su vitae sí, pues no dejaba de recordarle que debía hacer algo por ellos en lugar de huir como una vulgar rata.
Siguió corriendo, trató de no mirar atrás. no quería ver los ojos de aquella bestia que la acechaba.

La camioneta está bajo la lluvia donde la dejaste. Unos pasos te colocan junto a la puerta y tirar…en vano. Con una precaución lógica, Ernesto la ha cerrado. Es Buenos Aires después de todo y hasta los vampiros tienen que cuidarse de los chorros.

Solo que en tu caso, un negro de la villa con un fierro sería una bendición comparado a los problemas presentes. El lobo monstruoso corre en esta dirección sin vacilar. En unos segundos te dará alcance.

Podes correr, pero sin un plan, es bastante seguro que te alcance en cuanto tu vitae se agote. Asi que a pensar en algo o luchar. Tus opciones se van cerrando con cada zancada que da la criatura, negra y casi oculta en la noche, salvo por los ensangrentados colmillos y los ojos verdosos…

Siempre he pensado que un poco de fuerza de voluntad puede ayudarle a uno a salir airoso de las situaciones más complicadas; que sin descanso, mediante puños y patadas, me abriría mi camino allá donde quisiera ir, pero definitivamente hay fuerzas que me superan, y el maldito jaguar es una de ellas. ¡¿De qué están hechos estos malditos animales?! ¡¿Qué fuerza sobrehumana, más allá de la no-vida, que nos impulsa como vampiros, controla a estas bestias?! Pienso en mi manada, en mi juramento de vengarme de lo que ha pasado con ella, en mis ganas de ayudar a Agustín, en haber llegado hasta aquí para tener que tirar ahora la toalla. Estoy malherido, mi compañero también lo está, y este jaguar no parece menos vivo a pesar de todos los golpes recibidos.

¿Debo quedarme o irme? ¿Seguir peleando hasta realmente morir o buscar ayuda? Estoy tan cansado que ya no sé por lo que decidirme. Pero el poco deseo de seguir en pie que todavía hay en mí me controla más allá de los límites. Le asiento con la cabeza a Agustín.

- Iré a buscar ayuda, compañero. No te rindas todavía.

Selina estaba totalmente bloqueada, en su cabeza podía ver como aquel gigantesco lobo la destrozaba junto a la furgoneta.... la furgo; se había obcecado en la idea de coger la furgo y salvar a sus compañeros y ahora, el castillo de naipes que había formado en su cabeza se derrumbaba frente a su cara.
NO se le ocurría nada que hacer, sabía que en una lucha estaba perdida, pero no veía otra opción, buscó con la mirada algo con lo que poder defendarse, un hierro, una tapa de alcantarilla... lo que fuera.
Un momento...¿alcantarillas?seguro que ese bicho no cabía por el hueco de una alcantarilla. Puta Maira; ¿esa era la glamurosa vida de los vampiros?¿tratar de meterse en una alcantarilla para salvar la vida?
Corrió hacia la tapa de alcantarilla que tenía más cerca y trató de abrirla con todas sus fuerzas, si lo conseguía se metería en ese infecto hueco sin mirar atrás.
 

- Ulises, escucha - le dice, apretando sus dos manos - pasaremos, pero será separados, debemos saltar, en el último momento, lo más alto posible, pasar por sobre la puerta,  y llegar al otro lado, lo haremos al mismo tiempo, pasaremos -  besa sus manos, y se acerca a la puerta, en el último momento, saltaría, pero con sus heridas apenas podría moverse.

Corriendo como un poseso abandonas a Agustin para intentar buscar ayuda. Aunque resulta tan imposible creer que será a tiempo… solo te queda eso. El daño en tu costado es muy serio y si te detienes a pensar y analizar la situacion seguro no podrás continuar.

Por eso duele como otro golpe, cuando al encarar por el lateral hacia la salida que abriste, ves otro jaguar bloqueándola. La enorme bestia está escupiendo algo, sobre un montón de cenizas… justo donde estaba Sebas. Y tu compañero no se ve por ninguna parte.

Dos más dos. Anoche hacia sus ruiditos con la gallega Selina, jugueteando como cachorros. Hoy… polvo al polvo.

Me al sentir tu gesto te mira a los ojos con firmeza. Seguro suspiraría si pudiera. Pero lo que hace es inclinarse para besar tu frente.

-Dale.-murmura.- pero yo voy primero. Puedo aguantar un golpe más que vos creo, si no me engancha del todo, y darte espacio para que pases. Si no lo logro… seguí de largo y corre.

No hay lugar a discusión en sus palabras, y los dos invierten órdenes en el pasillo. Tras esto se aproximan a la entrada, donde la luz es opacada por la felina sombra agazapada, la que espera para darles un golpe final.