Rayo te ha conseguido una entrevista de trabajo con Megan O'Neill. La hora es muy inusual, puesto que es después de la cena, pero ya supones que tu entrevistadora, en general, va a ser una mujer un tanto... inesperada.
Has terminado de cenar con la doctora y con Jan, y bajas las escaleras del hotel. El Rayo te dijo que estaría esperándote para llevarte...
Frente a la puerta del hotel Oasis, hay una limusina negra, imponente. Junto a ella, con la gorra de chófer puesta del revés, espera el Rayo, apoyado con indolencia y fumando un cigarro liado a mano.
Vale, me quedo mirando con cara de flipe durante un par de segundos. Luego, por supuesto, camino de modo natural hasta la limusina.
Supongo que llevo mi presentación, mi note-book para cargarla, mis focos por si acaso, mi cartera, dinero y llaves.
Voy vestida con elegancia pero con sencillez. Voy a una entrevista de trabajo, por supuesto.
- Señorita -te dice, con un "perfecto" acento madrileño, y te abre la puerta. Cuando te subes, cierra.
Estás dentro de una lujosa limusina. Lo típico; minibar, asientos de cuero, etc.
El Rayo se sube al asiento del conductor, baja el cristal que separa la parte de atrás de la zona del piloto y te dice:
- Póngase cómoda, chor... digo señorita. Si necesita algo, use el chirimbolo ese -te señala el comunicador con la barbilla. Sube el cristal...
Y arranca.
Vale... lo flipo.
Conecto el "chirimbolo".
-¿Y cómo es que ahora te dedicas a hcer de chófer de limusinas, Rayo? ¿Acaso tienes el carnet de conducir?
- Ya te dije que trabajo para The Boss. Y ella me manda a recoger a gente importante. Desde candidatos hasta paquetes de esos que pone biohazard.
-Nunca he conocido a Bruce Springsteen... ¿es tan guapo como parece por televisión?
- No sabría decirte, al Rayo sólo le van las pibas.
Veo que no se recibe la coña...
Ok.
-Ya... eso imaginaba. Bien y... dime, Rayo, ¿qué puedo esperar de The Boss?
¬¬
- Bueno, es una piba... peculiar. Capta bien a la gente, ¿sabes? Y se divierte dejando a la gente oink? -escuchas casi la cara de O_o que ha puesto Rayo-, sabes, de eso que te quedas como pero qué es esto. Y es un pedazo de chorba, sabes, que cuando se pone esos vestidos ajustados dices, te trincaba en una esquina...
Si yo no la pillo, el rayo tampoco... qué le vamos a hacer XD
-Ajá... Así que le gusta sorprender. ¿Eso quiere decir que... me hago la sorprendida o intento no sorprenderme?
Bruce Springsteen es The Boss.
Es como se le llama... inculta, que eres una inculta musical (cara de "eres un plebeyo infame"). XD
- No sé que decirte... a las chicas guapas les gusta que se lo digan, ¿me entiendes? Pero si te pasas te llaman plasta. De todos modos, tampoco es que vayas a poder evitar ser sorprendida, te lo digo yo, cada vez que la veo flipo. Siempre está con algo entre manos.
Como si ha Rayo no fuera fácil sorprenderle...
-Claro. Gracuas, Rayo, eres un encanto. Oye, ¿se te ocurre algo más?
- Que no te asustes, coño. The Boss es una tía cojonuda, de verdad.
Finalmente, el vehículo se detiene. Rayo se baja y te abre la puerta.
Ante tienes las torres Kío.
Rayo te sonríe enigmáticamente y te entrega una tarjeta. En ella, sobre catrulina negra, hay escrito en letras plateadas y elegantes:
LUXOR
El Rayo te guiña un ojo, se mete en la limousina y se va.
Bien... pues es evidente que... voy pallá.
Intento no... extrañarme demasiado.
Entras en el edificio.
Todo es impecable y hay una recepción más grande que la cocina de tu casa. Hay un hombre vestido de uniforme. Al lado hay un panel que indica qué hay en cada piso.
Los últimos 6 pertenecen a la Luxor.
Voy hasta el hombre vestido de uniforme y, con mi mejor sonrisa:
-Disculpe, caballero... ¿podría decirme qué pido tengo que marcar para ir a las oficinas de personal de la Luxor?