Partida Rol por web

La maldición de Strahd

[05] Krezk

Cargando editor
18/08/2020, 13:26
* Dungeon Master *

Avanzaron.

Quizás se alegraron de no haber intentado llegar a la ciudad de noche ya que todavía tuvieron que pasar casi tres horas hasta que el camino boscoso viró hacia el norte internándose por una zona de acantilados rocosos hasta terminar en una enorme puerta de entrada colocada en una pared de unos seis metros de altura. El muro estaba construido con piedra reforzada y tenía contrafuertes cada veinte metros aproximadamente. Esta estructura encerraba un asentimiento ubicado en la ladera de la montaña. Más allá de la pared se podían ver las copas de los pinos cubiertos por nieve y blancas volutas de humo procedentes del asentamiento.

Resonó de nuevo el sombrío tañido de la campana, procedente de una abadía de piedra que se aferraba a la ladera de la montaña por encima del asentamiento. Desde la distancia parecía verse un camino zigzagueante que ascendía desde el pueblo hasta la abadía, subiendo por escarpado risco.

Aquí la niebla de Barovia era ominipresente. El camino continuaba hacia el oeste, internándose en el bosque. Pero no mucho más allá, en el bosque, se alzaba la niebla que rodeaba toda Barovia como un muro blanco impenetrable cuya finalidad fuese impedir al viajero alejarse... o quizás ofreciendo una salida de este infernal lugar para quien no temiese los horrores de la niebla.

El aire parecía enfriarse más al acercarse al recinto amurallado. Dos torres cuadradas de tejados puntiagudos flanqueaban el arco de piedra en el que las hojas de madera, de altura igual al muro, reforzadas con bandas de hierro se encontraban cerradas. Tallado encima del portón lucía el nombre de la aldea: Krezk.

En lo alto del parapeto había cuatro hombres vestidos con ropas invernales y gorros de piel, armadas con lanzas. Sin duda la milicia de la ciudad. Observaban a los recién llegados sin hacer amago alguno de abrir las puertas, con un creciente nerviosismo a medida que se aproximaban a las puertas.

Notas de juego

¡Bienvenidos a Krezk!

Cargando editor
18/08/2020, 17:42
Davdak Tarmikos

Davdak espoleó al caballo para adelantarse al grupo.

—¿No hay paso permitido a viajeros cansados? —preguntó llamando la atención de los guaridas—. Venimos de Vallaki y buscamos un buen clérigo que pueda atender a nuestros heridos. ¿Podemos pasar?

Cargando editor
18/08/2020, 19:46
Ian Biblings

Ian se situó tras Davdak poniendo cara de cansado, medio derrumbándose sobre su montura.

Notas de juego

¡Bienvenidos a Krezk!

A la puerta cerrada de Krezk querrás decir XD

Esto se lo dejo a los que hablan mejor...

Cargando editor
18/08/2020, 22:20
Jarvo Jamdak

Jarvo iba a colocarse junto a Davdak para intervenir si la cosa se torcía con los guardias de la entrada cuando Ian decidió que era la hora de la interpretación.

Y si una cosa no podía evitar Jarvo, era que le dieran la entrada en una obra.

Y si algo no soportaba Jarvo era un actor amateur.

Y nadie estaba mirando a Ian, por supuesto que no.

Por lo que se detuvo junto al guerrero y dio la mejor actuación posible de un viajero cansado con necesidad de cobijo para cuerpo y alma y no esa interpretación digna de los mejores callejones de Puerto Calavera que ofrecía Biblings.

Cargando editor
18/08/2020, 22:32
* Dungeon Master *

Los guardias no parecían especialmente conmovidos por el aspecto de Ian. De hecho uno de ellos les informó desde lo alto:

—Krekz no es lugar para aventureros errantes. Si desandáis el camino y viráis hacia el este llegaréis a Vallaki, donde seguro que seréis bienvenidos.

Los aventureros se fijaron en que ya sólo había tres guardias en lo alto. El cuarto había desaparecido del muro.

Cargando editor
19/08/2020, 10:07
Lord Coates

Coates se acercó hacia Davdak y miró a los soldados.

- Somos gente de paz. 

Coates enseñó el símbolo de Nig-Cö, dando muestra de sus intenciones.

- Uno de mis compañeros sufre una extraña enfermedad. Deseo llevarle a la Abadía de Santa Markovia, para ver si sus clérigos son capaces de encontrar un remedio para su aflicción. Mis conocimientos quizá puedan estabilizarle pero si no consigo ayuda puede que esta enfermedad acabe por devorarle. Suplico vuestra comprensión para con mi compañero. Venimos de una aldea de Barovia donde el padre Donavich así como por los hijos del Burgomaestre de la aldea: Ismark e Ireena, nos recomendaron llegar a vuestra ciudad.

Cargando editor
19/08/2020, 10:17
Dmtri Krezkov

En ese momento se asomó una nueva figura en la muralla, acompañada por el guardia que se había retirado. Era un hombre mayor, de aspecto robusto y largas barbas negras, que vestía unos ropajes que indicaban claramente una posición social elevada. El hombre miró durante un momento el símbolo sagrado que mostraba Coates y luego habló con voz firme:

—Soy Dmtri Krezkov, el burgomaestre de Krezk. No creo que encontréis ayuda para vuestro amigo en la Abadía de Santa Markovia. Dudo que allí arriba pueda auxiliarse a nadie ya, más bien lo contrario. Quizás ese padre Donavich no haya salido nunca de su aldea para ver con sus ojos como van las cosas en la linde más occidental de Barovia... y no lo culpo. Pienso que hace bien en mantenerse a salvo.

Hizo una pausa.

—Lo mismo hacemos nosotros. Mantener a salvo a nuestra gente. No os ofendáis, viajeros, pero no ganamos nada con dejaros pasar al interior de las murallas. Sólo nos arriesgamos a que seáis o bien aliados del demonio Strahd o bien enemigos del mismo. En ambos casos supondréis un riesgo para mi gente. No tiene motivo abrir las puertas para llamar al riesgo sin beneficio. Seguid vuestro camino o dad vuelta.

Cargando editor
19/08/2020, 11:53
Davdak Tarmikos

—Luchamos por una misma causa, mi señor, somos hábiles guerreros y podemos ayudar murallas adentro

Davdak miró a la empalizada donde solo había visto cuatro guardias y al propio burgomaestre.

—Me atrevería a decir que vais cortos de efectivos. Nosotros podemos ayudar... a cambio solo pedimos algo de hospitalidad. Creame, mi señor, que somos gente de bien y luchamos por la misma causa que vosotros... y con mucho más ahínco si me lo permite.

Cargando editor
19/08/2020, 12:01
Dmtri Krezkov

El hombre se quedó pensando en las palabras de Davdak, mesándose las barbas.

—Parecéis gente razonable. Y con educación. Eso es un punto a vuestro favor. Y es cierto que andamos faltos de efectivos para ciertas tareas.

Se quedó pensativo un rato, quizás sopesando al grupo.

—La abadía de Markova no es un lugar recomendable si queréis mi opinión. El abad nos deja en paz y nosotros no nos inmiscuimos en sus dominios. Pero si necesitáis curar una aflicción es posible que os pueda beneficiar beber las aguas de la Capilla del Sol Blanco. Eso está dentro de nuestro territorio. ¿Dais vuestra palabra de que nos ayudaréis si nosotros os ofrecemos nuestra hospitalidad?

Aquella era una fórmula realmente arcaica: la tradición de hospitalidad a aquellos que ayudan solicitada por el burgomaestre de una población. Un vínculo antiguo que en los Reinos Conocidos ya estaba en desuso pero que al parecer en Barovia seguía totalmente vigente.

Cargando editor
19/08/2020, 12:13
Davdak Tarmikos

—Tiene mi palabra y creo que hablo también por mis compañeros.

Se giró y miró a los demás esperando que confirmaran sus palabras.

Cargando editor
19/08/2020, 12:37
* Dungeon Master *

Los aventureros parecían estar de acuerdo1 por lo que el burgomaestre asintió como única respuesta y se retiró de la muralla. En ese momento se oyó como crujían los portones al abrirse hacia el interior. Sin perder más tiempo el grupo cruzó el umbral para entrar en la aldea.

El pueblo en el interior de los muros constaba de un puñado de humildes cabañas de madera a lo largo de un camino de tierra que se extendía ente grupos de pinos cubiertos de nieve. Había suficientes árboles, de hecho, para constituir un bosque. Al noroeste los acantilados grises se elevaban bruscamente. Un sinuoso camino de tierra prensada se deslizaba por la montaña ascendiendo hasta la abadía que coronaba el alto de la montaña bajo la que se ubicaba Krezk. La abadía era una construcción de piedra con varios edificios rodeados por altos muros. En un pasado debió ser esplendorosa pero ahora lucía con un aspecto más bien descuidado, en algunos puntos al borde de la ruina. Había una campana en lo alto de uno de los edificios.

Abajo, en la entrada, dos milicianos armados con lanzas escoltaban al burgomaestre, que había descendido de la muralla para recibir al grupo de aventureros. Vieron entre las cabañas algunos aldeanos que los miraban con curiosidad y desconfianza, abrazando a los niños para que no se aproximasen.

En cuanto hubieron cruzado las puertas de madera éstas volvieron a cerrarse rápidamente a sus espaldas.

Notas de juego

[1] Resuelvo esta parte así rápido, sin esperar, porque imagino que todos estaréis de acuerdo para entrar en la ciudad. Luego ya si cumplís vuestra parte será otra cosa. En una partida en mesa esto sería un mero protocolo para entender la situación inicial de Krezk y no veo motivos para alargarlo en RPW.

Pero si en algún momento os parece que esto se acelera demasiado me avisáis por el off topic y regulamos ritmos.

Cargando editor
19/08/2020, 13:42
Ian Biblings

-Es lo que yo llamo una cálida bienvenida...- Murmuró Ian observando la zona.

Notas de juego

Nos pilla de camino fijo así que... XDD

Entre Krekz y la abadía hay otra muralla entiendo, pero es de la propia abadía, no de la aldea ¿Cierto?

Cargando editor
19/08/2020, 14:12
Jarvo Jamdak

Jarvo, que ya se había recompuesto y asentado firmemente sobre su caballo cuando el Burgomaestre habló con Davdak, asintió formalmente como aceptación del pacto.

- Buen trabajo. - elogió en un murmullo a su compañero por el trato conseguido y entró a la ciudad.

Descendió del caballo tan pronto vio que Krezkov había hecho lo propio de la muralla, ya que no quería parecer descortés desde su montura.

- Agradecemos humildemente su hospitalidad y responderemos de igual forma cuando Krezk se vea necesito de ayuda. - agradeció protocolariamente.

Miró a lo lejos, hacia la abadía, y de nuevo al burgomaestre.

- Pensaba que la Capilla del Sol Blanco formaría parte de la abadía pero veo que estaba equivocado. - se fijó entonces en los aldeanos que les observaban a lo lejos, con temor. -¿Quizá podamos mantener una conversación más privada para conocer la situación de la ciudad?

Cargando editor
19/08/2020, 21:55
Dmtri Krezkov

El burgomastre asintió. Condujo a la comitiva hacia una de las primeras cabañas que formaban la aldea. Era de madera simple como las demás aunque algo más grande. Pudieron ver un granero y también un corral en el que se movían un par de cerdos y una vaca. Se sorprendieron al comprobar que tras la casa había un pequeño cementerio con varias tumbas, una de las cuales parecía muy reciente por la tierra sobre la cual no había crecido todavía la hierba. Los aventureros se fijaron nuevamente en el burgomaestre y se dieron cuenta de que aquel hombre soportaba un gran pesar sobre sus espaldas. Cuando abrió la puerta de la casa y entraron en una amplia cocina encontraron a su mujer preparando una comida. La mujer los miró un tanto sorprendida pero no dijo nada, siguiendo con sus tareas. Había surcos bajo sus ojos que denotaban que había estado llorando mucho últimamente1.

Dmtri se sentó en una de las sillas y ofreció asiento a los demás:

—Salta a la vista que sois aventureros. Hemos visto a otros como vosotros que han llegado de las brumas. Si venís desde Barovia ya conoceréis la aflicción que cubre estas tierras. ¿Qué os ha traído hasta Krezk?

- Tiradas (4)

Tirada oculta

Tirada oculta

Tirada oculta

Tirada oculta

Notas de juego

Sois el grupo más perspicaz de la tierra de Barovia. Había que hacer una prueba oculta de Perspicacia contra dificultad 12 y la hice por los 4. Habéis sacado dos críticos (20 natural, Davdak e Ian) y dos 19 (Jarvo y Coates).

Cargando editor
19/08/2020, 23:03
Lord Coates

Coates se sentó y aceptó la hospitalidad que se les ofrecía.

- Como ya le comenté, alguien nos dijo que la Abadía sería un buen lugar para reconfortar el alma, pero por lo que veo... usted no está tan de acuerdo. ¿Que sucede en esa abadía para que necesiten más ayuda de la ofrecen?

Cargando editor
19/08/2020, 23:14
Ian Biblings

Ian andaba meditabundo y murmuró un agradecimiento a ambos anfitriones. Algo de lo que había dicho el burgomaestre... Entonces se fijó en los ojos de la mujer y se acordó de la lápida. -Si hay algo en lo que podamos ayudarles, nuestro amigo necesita curación y también buscábamos una forma de ayudar al padre Donavich y la aflicción que atormenta a su hijo además nos han encargado ver qué sucede en los viñedos, pero si hay algo en lo que podamos serles de ayuda, cuenten con ello. Si podemos iluminar un poco su...- Se detuvo pensando...

Lo tenía en la punta de la lengua...

Se rascó la cabeza enérgicamente unos instantes y cayó en la cuenta... -Oiga, por casualidad en la capilla que mencionó, la de las aguas ¿No serán por ventura las aguas de un estanque?

Notas de juego

—La tercera es una carta de fuerza y poder. Habla de un arma forjada para consumar una venganza: una espada que atesora la luz del sol.— se mostró entonces la carta de la Sanadora —Dirigíos al oeste. Encontrad un estanque bendecido por la luz del blanco sol.

 "La capilla del sol blanco" que tiene "aguas"... ¡TESOROOOOOOOOOOOOOOOOOOO! XDD

Cargando editor
19/08/2020, 23:27
Dmtri Krezkov

El burgomaestre asintió respondiendo primero la última pregunta de Ian:

—Sí. El santuario del Sol Blanco se erigió sobre el estanque que se alimenta de un manantial subterráneo. Fue bendecido hace mucho tiempo por santa Markovia y sus aguas tienen efectos mágicos de restauración para quien bebe de ellas por primera vez1.

Luego se volvió hacia Lord Coates:

—La abadía fue una vez convento y hospital, regido por Santa Markovia. Hace siglos ella y sus sirvientes desafiaron a Strahd pero fueron derrotados cuando lideraron una revuelta contra el castillo de Ravenloft. Tras eso Strahd se divirtió atormentando a los clérigos que se refugiaron en sus muros. Aisló mediante magia la abadía, dejando que los clérigos fueran enloqueciendo y sucumbiendo a los juegos siniestros de Strahd. Se habló de canibalismo, ritos infernales y otros horrores. Nuestros antepasados evitaron la abadía durante décadas temiendo que la abadía estuviera maldita, encantada o ambas cosas. Y todo hubiera seguido así si no fuera porque hace más de un siglo llegó un joven peregrino procedente de una tierra lejana, insistiendo en que se le permitiese reabrir la abadía. Desde entonces el abad ha presidido ese lugar sin que el paso del tiempo se note sobre su él. Algunos rumorean que es el mismísimo Strahd jugando una de sus charadas pero yo no lo creo. De vez en cuando visita el Santuario del Sol Blanco pero no habla mucho. Nos exige un tributo en vino por mantener a raya a lo que sea que mora ahora en la abadía, y nosotros seguimos pagándolo gustosamente, igual que nuestros antepasados. Así se mantiene la paz de muros para adentro. Pero yo, desde luego, no les recomendaría visitarla.

Se volvió de nuevo hacia Ian:

—¿También en Vallaki han tenido problema con el Mago de los Vinos? Nosotros esperamos la llegada de un cargamento desde hace más de un mes. Nunca antes había fallado en sus entregas. Quizás entonces puedan matar dos cuervos de un flechazo: si visitan el viñedo podrán ayudar a Vallaki y a Krezk. ¡Y a toda Barovia! El vino es lo único que nos mantiene cuerdos en este infierno.

 

Notas de juego

[1] ¿Han cantado bingo? ¡Parece que han cantado bingo!

Cargando editor
20/08/2020, 09:47
Jarvo Jamdak

Jarvo miró esperanzado a Davdak cuando el burgomaestre mencionó las propiedades curativas del agua del santuario pero, a la vez, se quedó con el dato de que había un manantial subterraneo.

- Así es, su familia está preocupada porque no han recibido noticias de Martikov desde hace días y nos pidieron si podríamos comproba si se encontraba bien. - explicó Jarvo, contento de saber que podrían servir a ambas ciudades a la vez pero ligeramente preocupado por la dependencia del vino que parecía asolar la región.

- No obstante, si no le importa, quisieramos visitar primero el santuario, necesitamos a nuestro querido amigo completamente repuesto.

Cargando editor
20/08/2020, 10:25
Dmtri Krezkov

El hombre asintió.

—Claro, es comprensible. También pueden, si lo desean, quedarse esta noche en el pueblo para descansar. Carecemos de posada o taberna pero...— dudó un momento mirando a su esposa — pero puedo habilitarles un espacio en el cobertizo. El manantial está en la parte norte del pueblo, no tiene pérdida.

Cargando editor
20/08/2020, 23:31
Davdak Tarmikos

Davdak palideció cuando el buen burgomaestre ofreció su casa.

—No —dijo casi escupiendo la interjección—. Quiero decir... es usted muy amable pero no queremos ser una molestia. Demasiado ha hecho exponiendo su aldea al permitir la entrada a unos desconocidos.

El pícaro estaba temeroso de exponer la maldición de Strahd a otras personas y se negaría en rotundo a pasar la noche en casa del burgomaestre.

—Además, debemos partir cuanto antes hacia ese santuario. La vida de uno de los nuestros puede estar en juego y no nos gustaría pasar una noche más sin solucionarlo. Después solucionaremos el problema del vino, por supuesto, y brindaremos con usted por su hospitalidad y por la vuelta del vino a Krekz.