Partida Rol por web

"Buena idea, Glenn" aprecia Jacob "La ciudad está enloquecida. Y necesitaremos tanto amigos en las altas esferas, como aliados en las sombras. Devolverles la paz a los Jalento, y hacernos con el favor de la familia, será una buena idea"
 

Dicho esto, se ajusta capa, espada, la coraza y sus enseres personales, preparándose para un dia de superviviencia en una ciudad que parece estar al borde de la guerra civil.

Con todo, la presencia de estos locos, hablando de... ¿El ojo de groetus? ¿De que uno de nosotros apareció en su sueño?
"¡Como si tuvieramos tiempo de meternos en sueños de la gente!" dice con desdén.

El "profeta" sigue gritando. -Sí, en mis sueños! Eres parte de esto.- La multitud se gira al unísono para miraros y abre un pasillo hacia vosotros que el loco usa para avanzar. -Estarás al borde de la muerte durante un tiempo de gran enfermedad y peligro durante la hora más oscura de Korvosa. Marcará el comienzo de una nueva era donde todos estaremos perdidos!.- Una vez llega a vosotros levanta los brazos y se abalanza sobre Kyras. No es muy fuerte, pero logra inmovilizar al sorprendido monje, !tu...tu...Groetus te mira...! Se oye algún grito de angustia y miedo entre la multitud.

Aparte de abrazar fuertemente a Kyras, y chillar sobre Groetus, el sucio y maloliente supuesto profeta, no hace nada más. La gente al rededor vuestro, esta angustiada y asustada, algunos se van atemorizados, niños llorando, etc.

Aenifer, da un saltito, alegándose del pordiosero profeta, mientras se tapa la nariz, intentando evitar el nauseabundo olor que desprende.

- Groetus, el dios del fin del mundo, el fin de los días, vaya y se va a fijar en ti Kyras, ajajajaj, como si no tuviera otra cosa que hacer.

Sorprendido por la maniobra del profeta al que no le estaba haciendo ni caso Kyras intenta sacárselo de encima y le dice.
Suéltame loco. No se qué pretendes pero no lo conseguirás con el hijo de Iori y Sarenrae.
Tras zafarse del profeta Kyras se dirige al público.
No sigáis a este loco con sus falsas profecías mirando al profeta Todos sabéis que en estos momentos de incertidumbre nos hemos de mantener firmes ante los estafadores que quieren aprovecharse de vosotros Una pausa y añade Confiad en vuestro instinto y veréis como los dioses hablan muchas lenguas pero sólo hay un mensaje. El de la bondad y la esperanza. Aquí tenemos un firme paladín del bien, él os mostrará uno de los caminos Kyras señala a Jacob para que continúe el discurso

Kyras se desace del pordiosero Profeta sin muchos problemas y luego hace un discurso inspirador, pero la gente esta demasiado asustada por los acontecimientos para que haga un efecto real.

- El Ojo de Groetus esta mirando Korvosa, y vosotros, vosotros no podréis hacer nada, nada....

Dicho esto, sale corriendo entre la multitud, que se va apartando a su paso.

La multitud, os mira por un instante, sin saber si temeros o no...

[B]"Si Groetus se despertase, no seria ya nuestra guerra. Serian nuestras deidades quienes plantarian cara al devorador"

"Ya vencieron una vez al padre del caos. Y no creo que una eternidad en el abismo, atormentado por las mismas manos de Asmodeus, le hayan fortalecido"

"La luz de Sarenrae nos protegerá, ciudadanos de Korvosa. Nos dara fuerza contea esta y mil calamidades. Nada puede ir contra Su Voluntad" dice con voz firme y algo digna.

- El Ojo de Groetus esta mirando Korvosa

Viene a decir que el fin de Korvosa esta cerca

Viendo como van los discursos del paladín y de él mismo Kyras se dispone a continuar.
Tranquilos hermanos... Como muy bien ha dicho el paladín, Sarenrae nos va a infundir valor y esperanza. Miraos...no os dejéis influir por un charlatán pordiosero como el que ha huido. Lo único que pretende es infundiros dudas y miedo. No le deis lo que busca, rebelaros y mostrad firmeza ante las mentiras de los difamadores.
Kyras se pone en la posición de Loto y dice.
Uniros conmigo en las plegarias del Dios al que veneréis, no importa cual sea. Simplemente uniros y recemos por mantenernos firmes ante el falso caos que promulgan los charlatanes.
Tras el discurso Kyras empieza a rezar con la esperanza de que se unan algunos pueblerinos

Glenn vió las intenciones de sus dos compañeros para calmar los ánimos del populacho, tan manipulable. Y escuchando el esperanzador discurso de su amigo Kyras, este se suma al clérigo el primero. Esperando una reacción en cadena entre los demás. Ayudando a que la Paz volviera a la calle, por lo menos en aquella. 

Rodilla en el suelo y brazos extendidos con las palmas hacia arriba, el guerrero se unió a la plegaria

YO TE ESCUCHO HERMANO KYRAS Y ME SUMO A LA PLEGARIA PARA QUE SARENRAE NOS PROTEJA. LA DIOSA VELARÁ POR KORVOSA ASÍ COMO POR TODOS SUS CIUDADANOS.

Con un ojo miraba la reacción del populacho, ya que si el efecto del discurso de Kyras era ineficaz, no dudaría en sacar la espada para limpiar la calle.

Lográis animar y llenar de esperanza a los oyentes, que aunque todavía algo nerviosos por los últimos acontecimientos, se van retirando paulatinamente de la zona, y dejan de lamentarse por las palabras de apocalipsis del profeta de pordiosero de Groetus.

Continuais vuestro camino, para devolver el anillo a la familia Jalento y avanzasteis un par de calles más al sureste hasta llegar a una amplia plazoleta conocida como el Paseo de Eodred. En ella, catorce tiendas en disposición semicircular, aguardaban como espectadores frente al Mercado de Oro, el mercado más grande de todo Korvosa. 

La mitad de las tiendas estaban cerradas, pero la plaza parecía tranquila. Varios mercenarios, de más o menos dudosa reputación, vigilaban las pocas tiendas abiertas en el Paseo. Los mercaderes habrán pagado sus servicios para no interrumpir sus negocios. 

Entre la multitud, escucháis los siguientes rumores...

- El rey Eodred siguió con sus flirteos secretos hasta el día en que murió. No deja de ser irónico, si lo que he oído es verdad, que fuera asesinado cuando dormía por una de sus amantes.

- La Guardia de Korvosa anda corta de efectivos y busca ayuda desesperadamente; ¡ha recurrido incluso a contratar matones y mercenarios ávidos de dinero para patrullar!

- Los shoanti* (raza autóctona de la zona) no están aquí en busca de la paz. ¡Nos están tomando la medida para hacernos la guerra!

Contento por como ha solucionado el problema con los pueblerinos Kyras sonríe. 

Sarenrae, Iori, Iomedae... cada uno con su doctrina pero con un mismo destino...

Al pasar por el mercadillo Kyras comenta.

Parece un buen sitio para vender lo que nos sobra y ganar así unas cuantas monedas para comprar algo que nos pueda ser más útil. 

¿Qué os parece si intentamos comprar una varita? (CHL)

Si consigue animar al grupo para efectuar la venta de lo que habíamos desechado y hacer la compra de la varita Kyras añade.

Ya va siendo hora de que devolvamos el anillo a quien lo perdió, pero... girandose hacia un pueblerino Kyras pregunta.

¿Qué es lo que ha sucedido con los Shoanti? Perdonad pero ando un poco mal de historia y no se bien qué es lo que quieren.

Los Shoanti son un pueblo a menudo nómada que vive en la meseta de Storval y las regiones de Velashu Uplands de Varisia y así como el asimiento de Belkzen y las tierras de los reyes de Linnorm.

Durante miles de años después de la caída de la Tierra, los Shoanti vivieron en relativa paz con los varisianos que compartían sus tierras. Sus principales conflictos fueron con las bestias salvajes de la región, incursionando orcos del este y bárbaros del norte, y el mismo duro paisaje. Cuando el Imperio Cheliax se expandió al sur de Varisia a través de Bloodsworn Vale en 4406 AR , los Shoanti se encontraron frente a un nuevo enemigo: los colonizadores del sur. Las batallas entre la gente de lo que se convertiría en Korvosa y los Shoanti raged durante décadas, finalmente terminando en 4488 AR . Los Shoanti fueron finalmente obligados a retirarse a la meseta Storval por las fuerzas Chelish en 4507 AR , y la mala sangre sembrada entre ellos permanece hasta día de hoy.

Continuáis vuestro camino guiados por Aenifer, el caos todavía reina, aunque parece que ha menguado un poco, con respecto a los acontecimientos de anoche. Pequeños grupos de alborotadores, se van viendo por las calles, con gritos a favor y en contra de la reina y la nobleza.

Aenifer señala con el dedo, un gran edificio al final de una calle, y comenta que es la Mansión de la familia Jalento. Se trata de un florido edificio de dos plantas, el cual es bastante llamativo, por la cantidad de plantas y jardineras que hay en sus ventanas y balcón.

Pero lo que os llama bastante la atención, es que cerca del edificio, hay un grupo de pueblerinos, compuestos por media docena de individuos, que están increpando a un joven noble que va vestido un un aterciopelado traje verde.

Uno de los miembros de la turba, una mujer recia con hebras de cabello graso rodeando su rotundo rostro, le abuchea y se dirige al joven con voz tronante: “Apuesto a que no has trabajado ni un solo día por un jornal en toda tu vida, ¿verdad, Hombre de la Reina? A mi hermano le aplastó un brazo un barril en los muelles cuando era más joven que tú. Nunca más pudo volver a levantar una jarra de cerveza con esa mano. ¿Quieres saber qué se siente?”.

Kyras observa al grupo alborotador. Muy conocedor de la frustación que siente el grupo de alborotadores decide acercarse e intervenir.

Amigos, no conozco a este individuo- dice señalando al noble- ¿acaso es él el culpable de todas vuestras frustaciones y enfados? Seguramente que no lo es.... No os penséis que estoy a favor de la monarquía y la segregación de clases.... Sarenrae y Iori, ellos me inspiran y me guían. Claramente dictan que todos los seres humanos somo iguales.... Pero ver que todos vosotros queréis atacar a un pobre hombre... ¿Acaso es eso justo?

Kyras se acerca al noble y le pregunta.

¿Quién sois y porque os quieren atacar esta gente?