Partida Rol por web

Asher emitió un gruñido. No le gustaba eso de que dijeran que Madd era un demonio. Él no la veía así.

-Buscaremos al encargado, pero... Pero no para un exorcismo a Madd.

Madison se separó de nosotros con paso firme y decidido. No sé donde pretendía ir, pero estaba claro que le estorbábamos. Mi idea desde luego era seguir juntos, pero tampoco me molestaba en exceso perderla de vista y sobre todo, dejar de oír sus perpetuas quejas. Así que aunque en un primer momento la hubiera seguido casi en plan rebaño, me volví hacia Kimani:

- Creo que lo mejor sería volver a la furgoneta a la puerta de la casa siniestra esa... ¿O tienes alguna otra idea?

La bibliotecaria, una chica joven que se parece a Phil en más de un sentido, está por allí

¿Puedo ayudaros en algo?

Al final se habían dividido tal y como habían hablado en la tienda. Durante el breve trayecto había estado callada y ahora apenas se había percatado de que Madison se había marchado puesto que su mirada curiosa y pensativa había recorrido la fachada del pequeño hospital.

- Eh... me parece bien, pero antes podemos preguntar aquí a alguna enfermera. Seguro que alguno sabe algo de los asesinatos - su voz sonaba ligeramente excitada. Desde luego le interesaba más estar allí recavando información y a salvo que dentro del caserón a oscuras.

Cogió la mano de Kevin mientras lo arrastraba al interior casi sin darle opción a negarse.

La pelirroja observó a la joven encargada, que se parecía ligeramente a ella, y se subió las gafas con gesto nervioso.

-Eh... sí -le respondió la nerd. El hecho de que fuera tan parecida a ella, le dio cierta seguridad a la hora de hablar-. Veníamos buscando información sobre la mansión de los crímenes. Somos forasteros y estamos muy interesados en leer todo lo que se haya escrito al respecto. Nos vale todo -Dirigió una rápida mirada a sus dos compañeros, esperando que ellos corroborasen su versión-. Libros, artículos de periódico... Lo que tenga. -Esbozó una sonrisa y añadió, a manera de excusa-: Es para un trabajo del insti que nos han mandado hacer para el verano.

Se dejó "engatusar" por Kimani. Desde luego, estaba claro que no le apetecía ni lo más mínimo aparecer por el caserón. No la culpaba. Quizás para una chica como ella no era ningún "planazo" meterse allí, algo muy diferente a lo que a él le apetecía.

Pero era agradable sentir el tacto de su mano en la de él y se le antojaba bastante irresistible lo de acceder a su petición:

- Está bien... Vamos dentro. Igual sacamos algo en limpio de ahí.

...No sonaba tan mal eso de preguntar a alguien respecto a los asesinatos.

Me coloco al lado de Phil mientras ésta le explica lo que buscamos, mientras tanto echo una mirada a la biblioteca; ver qué tipo de gente viene a este pueblucho ahora que las clases han acabado, la decoración de la sala y el mobiliario. 

— Ehhh... Sí, sí, como bien dice mi compañera, eso es lo que estamos buscando. Información sobre los hechos ocurridos allí. 

Un escalofrío sacudió el enorme cuerpo de 95kg del jugador. Aunque,para ser sinceros, más era por el parecido razonable de ambas que... Por los posibles fantasmas.

-Si, sí... Eso, sí...

Pues un centro de salud de pueblo. No es "Urgencias", la gente no entra corriendo y gritando las características de los pacientes además de sus constantes vitales... porque los pacientes se limitan a un par de viejos. Si acaso. Una (que estamos en los 80) recepcionista os pregunta:

razón de la visita?

La bibliotecaria se coloca las gafas... exactamente como Phil:

S-sí, bueno, habéis venido al lugar indicado... la hemeroteca de Woodton Hill tiene información detallada de los crímenes. Tal vez con el año y el mes no os haga falta el día, pues en un pueblo tan pequeño, los periódicos hablarían del suceso semanas, yo aún no había nacido (creo). Esto... ¿Tenéis la fecha?

Phil se quedó perpleja al advertir que la bibliotecaria se colocaba las gafas con un gesto que le recordaba mucho a ella misma e incluso tartamudeaba ligeramente.

"Oh, Dios mío, ¿es mi doppelganger?" se dijo la pelirroja, y dirigió una rápida mirada a sus dos compañeros, preguntándose qué estarían pensando de aquella situación.

-¿La-la fecha...? N-no la recuerdo con seguridad -se sinceró la nerd, intentando hacer memoria-. ¿Pu-pudo ser en ju-junio del 68? Sé que hace veinte años, p-pero no estoy del to-to-todo segura el mes.

Hasta que no llegaron al mostrador no soltó la mano de kevin para poder apoyar ambos brazos sobre la superficie e inclinarse ligeramente hacia delante.

- Hola. Somos estudiantes y estamos haciendo un trabajo para el instituto - miró a su compañero invitándole a que continuara él. Además, sabía que le emocionaban aquellas cosas de miedo y seguramente le molaria contar cual era el "trabajo" exactamente

Bue... Bue... Bueno... Si, verá -le dije a la enfermera intentando reponerme a toda velocidad del sorpresivo "pase" que me había dado Kimani- Verá... Nos enzarzamos en clase en una discusión sobre si los centros médicos de primera atención eran tan importantes o más que los hospitales... Y la profesora nos encargó a cada parte que defendiera su opción... Nosotros éramos los que defendíamos la gran necesidad que cubren los centros de primera asistencia -le dije a la enfermera queriéndomela ganar para la causa y sonriendo luego a Kimani- así que nos gustaría hablar con alguien que pueda orientarnos sobre el tipo de atención que tienen que dispensar aparte del día a día. Ya sabe... Con qué frecuencia ocurren aquí cosas extraordinarias que haya que atender... Enfermedades raras y como se las apañan, ratio de muertes...

Intenté hablar como si solo nos interesaran los datos técnicos, ya que si le decíamos a lo que veníamos realmente, aquella mujer nos echaría de allí de una patada. Ya habría tiempo de preguntar temas más delicados si conseguíamos que alguien allí nos prestara un poco de atención.

... ¿Con quién cree usted que sería mejor hablar aquí de todo ello?

Puse la mejor cara que se me ocurrió para parecer un "empolloncín" muy ilusionado con mi trabajo y que nos prestaran algo de atención.

La chica frunce el morro, pensativa:

No, no... Mi tía siempre dice que ella era una niña cuando los crímenes, así que debió de ser a principios de los 60, no creo que en el 68. En cualquier caso, no podemos buscar en todo un año. Aunque siempre podéis hablar con ella personalmente... ¿Tenéis prisa? Podemos llamarla por teléfono.

En aquella época los teléfonos siempre eran teléfonos fijos, así que no había que especificar, claro que también podían no responder al teléfono. Pero la pregunta "tenéis prisa" era decisiva, porque... ¿tenéis prisa? Son las 19:30.

La recepcionista se quita las gafas y te indica como una obviedad que cuando hay enfermedades raras, hay que ir al hospital. 

Chicos, aquí curamos catarros y cosas así, cuando hay enfermedades raras, hay que trasladarse al hospital más próximo, que ni siquiera está en el pueblo. Y cuando muere alguien, tampoco lo hace aquí. Si queréis saber sobre muertos, el reverendo puede ayudaros mejor que yo. Y ahora, si no tenéis ninguna herida leve que tratar, será mejor que vayáis a escribir ese trabajo.

Toda amabilidad. La señora sigue con la suyo sin miraros. 

La pelirroja se encoge de hombros.

-S-sí, llámala por teléfono, po-por favor. Así sabremos el año y el mes -afirmó, asintiendo-. Nosotros no... no tenemos prisa. Podemos quedarnos un rato.

La bibliotecaria se acerca al teléfono fijo de rueda que tiene en el mostrador y marca.

Después de un rato vuelve y os comenta:

Ya sé la fecha: fue en abril del 64. ¡Y adivinad qué! El 17 es vuestro número de la suerte. Eso sí: me ha dicho que ella era amiga de la pequeña Emily, y me ha pedido que si encontráis algo que ella desconozca, se lo hagáis saber. 

Garabatea una dirección y os la da. 

Ahí tenéis. 

Kimani vió sus esperanzas estrellarse contra el suelo y eso se reflejó en su rostro, pero pensó que tenía que quemar el último cartucho, pues si no obtenian nada lo siguiente sería volver allí.

Resopló, quizás un poco más fuerte de lo que pretendia, antes de hablar de la forma más audible posible sin llegar al grito.

- ¿Ves? Te dije que aquí no iban a saber nada de los asesinatos de la mansión... - puso los ojos en blanco de forma exagerada mientras hacia el amago de echar a andar pero rezando porque alguno de los presentes en la sala, incluidos alguno de los ancianos, detuviese sus pasos para decirles algo...

Ash mira confuso al papel y luego a Phil y de nuevo al papel y luego a J.J.

-¿Emily? Pelirroja, ¿comprendes algo? ¿¡CRÍMENES!?

-Abril del 64. Entendido -dijo Phil, pensativa. Le resultaba extraño de que el 17 fuera su número de la suerte, pero lo recordaría. ¿A qué estaría refiriéndose con eso la tía de la bibliotecaria?-. Muchas gracias. Si encontramos algo que nadie sepa, iremos a visitarla.

De pronto, la pelirroja se percató de la pregunta de Asher y arqueó una ceja, extrañada.

-S-supongo que Emily fue una de las víctimas -le dijo al quarterback, encogiéndose de hombros. Aunque el desconcierto del chico le resultaba curioso-. ¿No sabías que en la mansión hubo crímenes hace unas décadas? P-p-pensé que por eso escogimos este pueblo para venir. Bu-bu-bueno, supongo que Kevin sí lo sabrá. L-le gustan ese tipo de cosas...

La nerd se subió las gafas, un poco incómoda, y le indicó a sus compañeros que la siguieran hasta la zona donde estaban los documentos para consultar los archivos correspondientes con Abril de 1964.