Partida Rol por web

Por los pelos...

Madison le da un patadón a la puerta con todas sus fuerzas, pero resulta no ser suficiente. Si una patada así no la ha derribado, asume que es probable que ella no pueda hacer nada sin una gran dosis de suerte. O sin la navaja de su novio...

Viendo que no podía entrar en la casa, Madison optó por la opción más sencilla: sentarse a esperar en los escalones. Ahora que la noche estaba llegando, lo que menos le preocupaba era que la vieran.  El aburrimiento era lo que no soportaba.

-Pufff. A ver si llegan los demás y entre todos echan esta maldita puerta abajo y se acaba esta aburrida noche -comentó en voz alta, a pesar de que ella era la única que estaba allí para oír sus propias palabras

...Seguimos la "pista" que nos había dado la enfermera. No fue difícil encontrar la iglesia y la fortuna quiso que pilláramos al reverendo justo cuando salía de su iglesia, empezando a cerrar la puerta de la misma.

- ¡Emmm!... Buenas noches, reverendo: ¿Tendría unos minutos para hablar con nosotros? No queremos molestarle demasiado...

El pastor nos miró con curiosidad como escrutándonos y valorando su respuesta, si dedicarnos un tiempo o no.
Yo le sonreí con fingida ingenuidad, esperando que se decidiera a colaborar con este par de atolondrados estudiantes.

Una vez terminada la investigación en la biblioteca, la pelirroja se incorporó, introduciendo de vuelta el libro de Stephen King en su mochila.

-E-eh, chicos, creo que deberíamos continuar explorando -sugirió, con nerviosismo-. Ya... ya es muy tarde, y no parece que vayamos a encontrar nada más que sea demasiado útil aquí. S-sigamos viendo el pueblo, qui-quizá nos crucemos con Madison, Kimani y Kevin.

No está mal: salís del instituto para volver a un colegio. En verano, de noche, y fuera de vuestra ciudad. ¿Es posible que encontréis algo en su interior?

Claro, siempre tengo un hueco... ¿De qué se trata?

Os mira unos segundos y enseguida deduce qué puede ser. O no.

Si es sobre aborto, ya sabéis que es pecado...

-A-a-ale, ya hemos llegado al colegio -dijo Phil, mirando a sus dos compañeros con una sonrisa nerviosa-. ¿S-será aquí donde el bueno de Freddy Krueger le hacía cosas malas a los niños?

La pelirroja se subió las gafas, inquieta, y aguardó a que Asher y Jeremy dijeran qué hacer a continuación.

El camino fue silencioso. Aún sentía el malestar por lo sucedido, y tampoco estaba segura de como se lo había tomado Kevin. Llegaron a la Iglesia, pero la cosa no parecia ir a mejor.

Su rostro se demudó por el horror. ¿Embarazada? Pero si apenas había hecho un par de tristes intentones que no habían llegado a nada. El miedo al dolor siempre era superior.

- No. no. no - dijo poniendo las manos por delante para enfatizar aquello. Sentía el calor en sus mejillas al haberse sonrojado de nuevo mientras miraba de reojo a Kevin.  - No es eso... - se miró la puntera de sus deportivas sin saber muy bien donde meterse.

Si Phil también cree lo mismo que yo, entonces estoy en lo cierto. Aparte de Friki, es una chica muy estudiosa e inteligente, así que es imposible poner en duda algo que ella crea o diga. Me quedo a su lado viendo como se pone a copiar en los números y letras en un libro que lleva y va poniéndolos en orden.

— Sí, tiene pinta de que debe poner “casa”. Parece ser que quien planeó esto le gustaba la ruleta de la fortuna. ¡Compro vocal! — Me río a carcajadas pero cuando me doy cuenta de que estoy en una biblioteca cierro mi boca poniendo mis manos en ella para placar el sonido. Carraspeo. — Sí, tienes razón, marchémonos. Quizás el resto haya encontrado más inscripciones.

Salimos de la biblioteca y nos ponemos en marcha. Nuestros pasos nos llevan hasta el colegio del pueblo al que miro con atención por si viese algo extraño en él. Debo reconocer que las inscripciones empiezan a interesarme más de la cuenta. ¿O es inquietud lo que siento?

— No lo sé pero… podríamos comprobarlo… ¿Puede que haya más fragmentos de este “mensaje” dentro? — mira a ambos.

-¡Oh, Dios mío! -exclamó Phil, llevándose una mano a la boca.

La pelirroja había recordado un detalle que hacía que explorar la escuela de primaria resultase fundamental.

-E-el padre del asesino que cometió los crímenes de la mansión trabajaba aquí -recordó la información que había obtenido en la biblioteca, con gran nerviosismo-. Era el conserje. A-apuesto a que su hijo dejó otra de esas indicaciones por aquí. Creo que deberíamos buscar una forma de colarnos dentro.

Suponiendo que a esas horas de la noche el colegio debía de encontrarse cerrado, la nerd trató de buscar una ventana entreabierta desde la que pudieran colarse. Aunque, a una mala, siempre tenían la navaja de Asher...

-Pelirroja, tienes razón. Pero tenemos dos opciones: usamos la navaja o... ¿No teníais alguno de ustedes cuerdas? 

Ash rebuscó en su mochila para encontrar la navaja y sacarla, se la entregó a J.J con una sonrisa de oreja a oreja y tras un : ¿''Si te cortas... tu sangre es negra o es roja?'' con un comentario xenófobo, se giró para mirar si venía algún vehículo de la policía, pues nadie sabía con certeza ,o les podía asegurar, que la 'pasma' no patrullase.

-¿Y no es mejor reunirnos con todos y entrar juntos?

No hace falta forzar nada, hay una ventana que no se cierra correctamente. -Y si tiraras acertarías salvo pifia-. Una vez dentro, hay un pasillo que dice: aula de primaria. Justo enfrente de vosotros está el despacho del director. ¿Qué va a ser?

Chicos, he de irme a casa, con mi mujer y mis hijos. Se trata de algo muy urgente? No tengáis vergüenza, soy reverendo...

-P-pero, Asher, no sabemos dónde están los otros -tartamudeó la nerd, nerviosa-. Pu-puede que estén dando vueltas por el pueblo como nosotros y, ya que estamos aquí... -sonrió pícaramente- ¡lleguemos hasta el final del misterio!

Una vez dentro, Phil observó el aula de primaria y el despacho del director. Querían investigar en ambos sitios, aunque uno de los dos tendría que ser primero.

-Pito, pito, gorgorito... -comenzó a decir la pelirroja, señalando con el dedo al despacho y al aula de primaria.

Cuando terminó, el dedo índice de Phil estaba señalando al despacho del director, por lo que se encogió de hombros, dirigió una leve mirada a sus dos compañeros y se acercó al despacho para intentar entrar.

Me quedo un poco sorprendido de que Ashe me pase su navaja y rápidamente niego con la cabeza. Una cosa es forzar la cerradura de una casa abandonada y otra la de un colegio funcional. ¡Paso de meterme en líos!
— Eh, eh, no, paso de líos, Ash. Te animo a intentarlo tú. — le devuelvo la navaja y me pongo a inspeccionar bien el lugar por si se me hubiera escapado de la vista una vía de entrada. Y vaya que sí la hay, una ventana.

— Phil tiene razón. Ya no podemos volver, cuando lo hagamos será para ir a esa casa de los crímenes.
Me meto dentro y observo que hay dos lugares a los que acceder. Phil se pone a decidir como lo haría un niño pequeño y sonrío a la par que niego. — ¿Y no es mejor que dos vayan por un lado y otro por el otro? Así ahorramos tiempo. — En el momento que veo que el dedo de la pelirroja se detiene en el despacho del director yo me voy moviendo para entrar en la clase de primaria. — Ash, no se te ocurra dejar la dama sola —le guiño un ojo antes de entrar en la clase.