Partida Rol por web

-Por mi parte, señores, no encuentro explicación alguna a los sucesos que acabamos de vivir. No alcanzo a comprender como es posible que se produzcan tantos asesinatos a nuestro alrededor y no podamos hacer nada para evitarlos... Sigo pensando que el ser que está en la jaula es la clave. ¿Cómo entró el señor Bill Keiloquesea en la jaula sin que nadie lo viera? Evidentemente, las condiciones en que se encuentra su cadáver bien pueden corresponder con el ataque de una fiera de grandes dimensiones... Pero ninguna fiera que yo conozca -y conozco muchas- se deleitaría en extraer el corazón. No. Este crimen ha sido perpetrado por un humano. Un humano dotado de enorme fuerza y, por lo que veo, garras afiladas...

      - Si mal no recuerdo sir William es usted el único que ha entrado a esa jaula sin que nadie lo viese entrar y sigue vivo para contar lo ... y junto a usted estaba el cadáver de la señorita Delacroix ... acaso usted nos podría contar a nosotros lo que sucedió entonces?     no es simple ironía de mi parte ... porque en esta ocasión el señor Bill se metió a la jaula justo cuando estábamos tratando de interrogar a la criatura!!  Si como dio Sir Smith la criatura puede tomar la apariencia o forma de cualquiera ... posiblemente de esa manera se ha salido de la jaula ... en cualquier caso sospechoso que tendremos que matar a dicha criatura si no hay una mejor alternativa! -    Dijo sorprendida e insegura al joven acróbata con un dejo de lástima al dar la idea

-Si yo quisiera inculpar a un gato, dejaria aun gorrion muerto en su jaula- dije luego de controlar mi ataque de risa.Muchos me habian mirado de mala manera, se ve que el humor no es bien visto. Aunque el hombre bala parecia ser mas abierto a mi humor.

- La señorita ventura parece estar teniendo un mal rato recordando, no sabe ni qué ha pasado, o al menos eso me hace creer. Pero desde que apareció la navaja a parte del gran chiste que recalcó el payaso, me hace pensar ¿por qué la mujer barbuda tendría una navaja de afeitar? Después de todo no la necesita si su trabajo es ser "la mujer barbuda". - 

         - Claro ... Oscar .... esa analogía serviría si habláramos de gorriones y gatos .... solo que en este caso hablamos de dos personas ... inteligentes ... con las dificultades que implica manipularlos para matar a uno e inculpar al otro ... realmente me sorprende que nadie de los presentes hayamos cuestionado antes al señor William acerca de lo que paso ... hasta podría pensar que meterse en la jaula lo exonera por suponer lo que acabas de decir payaso ... nuestro de jafe de policía debería de haber lo interrogado!  ¿Por que no lo hace ahora?   Porque comienzo a dudar de su competencia o su buena intención -     Respondió la mujer ecuánime y tratando de mantener la calma pero sin dejar de poner el dedo en el renglón y mirando de reojo al domador ... 

-Lo de la navaja de afeitar casi parece una fina ironía. Si de verdad alguien la ha poseído, quizá le entregase el arma para que llevase a cabo el asesinato. Aunque creo que hay algo que debemos pensar: si Magdalena fue quien degolló a la periodista y es una asesina, ¿en qué bando dejaría eso al pirómano? Porque antes consideraba que sería un lunático, pero, ¿y si él sabe quiénes son los asesinos y está impartiendo algún tipo de justicia?

-Ahora sólo quedamos diecinueve, señores. Y recordemos que el señor Bill K... como se llame ha aparecido muerto en la jaula del Aswang. Tenemos que estar muy seguros de si esto lo ha hecho la bestia o han sido los hombres lobo antes de decidir nuestro siguiente paso.

- Hora 04:00 - Votaciones -

En el receso pasean por los jardines, descansan y luego regresan al comedor. Ya esta entrada la madrugada, hace frio y empiezan a calentar el cuerpo. Algunos con alcohol, otros con chocolate caliente. Thomas hecha leña a la chimenea hogar de la estancia ayudado por el hombre fuerte que le ayuda para calentar la habitacion. Mientras Thelma sirve comida caliente.

Todos reunidos, con la degolladora presa, el cientifico que deberia ser el piromano y el envenenador, ambos él, y con Mikael tras rejas, ¿Podrían estar todas las amenazas encerradas?

Si transcurre el tiempo sin mas muertes ni heridos en tranquilidad, podrían decir que estan ya a salvo, pero no es el caso. Hacen un rapido recuento y se dan cuenta que el Jefe Warren ha desaparecido.

En eso entra la trapecista, que antes ubiera salvado la vida del payaso, tomado del brazo del cazador, el cual se encontraba en pesimo estado, con la ropa desgarrada, borracho y ensangrentado, pero aun vivo.

-Lo he salvado de unas horribles bestias como lobos, lo tenian arrinconado en los jardines, por poco y no la cuenta...-

-La leyenda de los hombres lobos es cierta...-

Afirma la mujer que ya ha salvado no uno sino a dos victimas de una muerta segura.

-Y conociendo mis capacidades, probablemente ahora vengan por mi para que no salve a nadie mas, por eso, por las dudas, aviso que puedo dar fe, que tanto el payaso como el cazador, no son lobos, no puedo explicar mis habilidades y como lo sé, pero es así, ellos dos no son lobos.-

Borracho y medio muerto, un desecho de ser humano, ingresa el cazador sosteniendose como puede con la ayuda de la trapecista.

-Rectifico, hip, la leyenda es cierta, hip.-

Dice para caer sentado en una silla.

-Entonces es cierto, mis sospechas eran ciertas, lo lobos estan aqui...-

Dice para darse cuenta que el Jefe Warren no esta en el Comedor.

-Y el Jefe Warren ha desaparecido, raro su ausencia en él, no es su forma de ser. Probablemente encontremos su cuerpo en cualquier momento, terrible.- se lamenta sir Herbert...

-Bueno es evidente, sin tener la necesidad de videncía, si usted a salvado a esos dos de una posible muerte y parece que ambos están de acuerdo en eso. Significa evidentemente que no son culpables. -Es tan obvio que hasta me extrañan sus palabras, ¿Esta mujer es de verdad? -Judd hablaba con una copa en la mano e intentando no quedarse dormido, la tensión de aquella "cena" había consumido gran parte de sus reservas de energía. -Y... ¿No deberíamos empezar a buscar al Policía? Igual en la jaula del monstruo. ¿O donde estaba la ultima vez que se reunió con alguien? -Comento aun sentado y apurando su copa por si alguien decidía escucharle por una vez.

-Es que me parece raro que siendo una animal tan inteligente, se quedara allí, pudiendo esconderse en cualquier lugar- levanté ambas manos-. Si que podría escaparse cuando quisiera y bla bla, pero dudo que podría escapar de un disparo al rostro de cualquiera de los presentes- miré a la acrobata-. Me recuerda a un numero que hacia con unos compañeros. Había un incendio, bastante grande, realizado con un poco de heno y que asemejaba a una casa, nosotros íbamos vestidos de bomberos, alocados y con cubos de agua. Pero en vez de apagar el incendio mojábamos a un tipo que estaba fumando cerca... pues nosotros estamos ahora mismo intentando apagar ese cigarro en vez de concentrarnos en el fuego que nos quemará el trasero.

Apareció la trapecista trayendo a otro herido, por las dudas me acerque a ella, mas para tenerla a mi lado que para ayudar al borracho. Sus palabras no hicieron mas que confirmar nuestra mala suerte. Le di una copa de licor al cazador mientras me servia una para mi.

-Eres mi mujer ideal Valery- le dije con una sonrisa, la mas genuina que he realizado en mi vida. De no ser por ella, ahora estaría tirado en el suelo, retorcido como un caracol al que le arrojaron sal encima-. ¿Como que el jefe de policía no esta?- no pude evitar mostrar cierto temor en mi voz-. ¿Seguro no encontraron un montón de cenizas en algún lugar?

Sin ese tipo... bueno, no podíamos estar mas jodidos de lo que ya estábamos. 

         - Sigo sin poder me creer eso de los hombres lobos ... parece sacado de un cuento de terror para asustar chicos ... pero con lo que ha pasado esta noche les doy el beneficio de la duda ... señores ... no entiendo como pudieron esos lobos atacar a sir Robert cuando apenas hablaba con él hace un momento ... que bueno que a ambos han salido bien señorita Valery! -     Dijo la chica mientras que ayudo a tomar asiento al cazador y le sonrió un momento a la trapecista ..

-Por lo pronto, podemos confirmar que tanto el Payaso como la Trapecista y el Cazador son inocentes -dije, reflexionando sobre lo sucedido-. También me gustaría informaros de que pienso que el señor Warren no está en peligro. Si lo hubieran atacado o asesinado, alguien hubiera visto su cadáver durante la última hora. Pienso que está investigando por su cuenta, solo. El señor Oscar, el señor Milton, el señor Warren, la señorita Samara, la señorita Ventura, el mayordomo y el desgraciadamente fallecido señor Ricci ya están al tanto, pero me gustaría informar al resto de que hace algunas horas hallamos una pared falsa en la habitación donde la Mujer Barbuda se dirigió cuando le prendieron fuego por primera vez. Hay habitaciones ocultas en esta casa, por lo que es probable que el señor Warren las esté buscando para proseguir con su investigación.

La muy callada y atenta secretaria de Herbert los mira preocupada y opina. -Entonces, ¿A quien votamos? ¿Tenemos algun indicio? Sin contar a Herbert, que obviamente es inocente, quedan todabia demasiadas posibilidades. 15 si no me equivoco. Obviamente no cuento a mi jefe el Sr. Herbert, y por supuesto tampoco a mi misma por que me sé inocente. Cualquiera podría ser.-

-Tenemos en inocencia a Oscar, Odelline y Robert.-

-Eso me deja como sospechoso a:-

-Kipling-

-Warren- (que esta desaparecido)

-Ion-

-Samara-

-Regulus-

-Sybil-

-Thomas-

-Bradley-

-Thelma-

-Gerard-

-Sir William-

-Linda-

-Milton-

-Jesse-

-Y yo misma, claro.-

Dice la secretaria intentando poner algo de orden y haciendo anotaciones en su libreta.

-Si no me equivoco, esa es la lista completa de sospechosos, aunque aun, demasiado extensa como para tener algo en claro. ¿Alguien tiene algo que agregar que sea de utilidad para la investigación? Seria bien recibido.- La fiel secretaria continua tomando notas y mas notas con unas gafas de abuelita puestas.

-Yo creo que hay que votar a...- no me sale la palabra-. Pues a... ya saben... ¿Que iba a decir?- distraidamente me rasqué la cabeza mirando hacia la nada. ¿Por que el querer votar me hace sentir tan confundido? Ni siquiera puedo pensar en un nombre. Quizáz señalando... No, tampoco-. NO PUEDO VOTAR- empiezo a sentir mucho miedo, como si algo estuviera tapandome la boca y solo yo lo notara. ¿Como demonios podian evitarme que vote?-. Algo o alguien me hizo algo.

Escuché que el Payaso afirmaba que alguien había anulado su capacidad de votación, lo que me resultaba muy extraño. ¿Acaso no era este un país libre? ¿Ya ni siquiera iban a dejar votar a un pobre Payaso, que se dedicaba a hacer reír a los niños, contar chistes y producir buenos espectáculos? Podía aceptar que existieran los Aswangs, los hombres lobo y la combustión espontánea, pero, ¿Ahora había un desalmado que nos impedía votar?

-No se preocupe, Oscar. Dígame a quién hubiera querido votar, y votaré por usted. Esta amenaza, sea quien sea, también parece ser de las que acaban de "despertarse" ahora.

En ese momento, escucho el sonido de un cuerpo pesado caer contra el suelo en el despacho del anfitrión y decido dirigirme allí con rapidez, apoyado en mi bastón.

Abrió tanto como pudo al ver la reacción del payaso y no puedo evitar entre cerrar los ojos y mirar al resto ¬¬. -Diganme ahora si esto no es una campaña contra los circenses. Primero mil perrerías a la mujer barbuda y ahora al Payaso y al Domador... Alguien realmente debe de odiar a los que somos un poco diferentes al resto. -Se cruzo de brazos molesto.

-Es que no lo se- le dije al medico sintiéndome muy exasperado-. Al querer pensar o siquiera señalar a alguien... simplemente la idea abandona mi mente. Pues no sé si es contra los del circo o que, pero al parecer le caigo mal a todo el mundo. Aunque prefiero no votar a que me envenenen