Partida Rol por web

La Máscara de Fu-Kang

CAPÍTULO III - Mascarada Veneciana

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03/10/2014, 01:01
Madeleine Archer

11 de Febrero de 1937 - Venecia

 

Vaya, habéis tardado más de lo que esperaba ─es el saludo de Maddie, quien sentada con sus preciosas piernas cruzadas hojea el periódico mientras disfruta de un capuccino. Sonríe cuando os ve llegar.

Estáis en el lugar: una cafetería situada frente por frente a Sta. María del Fioré, de quien recibe su nombre. Ya es media tarde, así que pronto llegará la hora indicada por Sir Douglas para vuestro encuentro con Sir Walter Donaldson. ¿Tendrá algún parentesco con Herbert Donaldson?. La cafetería está abarrotada, año tras año se celebra en Venecia uno de los carnavales más famosos el planeta, unos días en los que la fiesta y los enmascarados toman la ciudad. Hoy es uno de esos días...

 

Maddie cierra el periódico y lo lanza sobre la mesa para que veais la primera plana:

"...el peligroso ladrón de obras de arte conocido como “El Arlequín”, ha vuelto a dar un golpe. Aunque según las autoridades vaticanas, el asalto fue frustrado y los ladrones no consiguieron llevarse nada, un grupo de enmascarados abordaron el tren donde viajaban varios representantes de la Santa Sede, procedentes de Portugal. El suceso tuvo lugar la noche anterior mientras, el tren en cuestión repostaba en Turín."

 

Me gusta ese tipo ─dice burlona ─tiene en jaque a las autoridades, si señor...

Lo que no todo el mundo sabe es que, aprovechando la ocasión de los carnavales, cada año se celebra una curiosa subasta de objetos robados por uno de los más importantes traficantes de obras de arte: “El Arlequín” y, gracias a él, se nutren de obras algunas de las más respetables y renombradas galerías de arte del mundo.

La joven Archer parece haber olvidado la brusca manera en que os separasteis y, como si sólo le importara la historia del Arlequín, ni si quiera menciona el tema.

 

Notas de juego

Aprovechad para poneros al día mientras llega vuestro contacto.

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05/10/2014, 16:51
Eric Arthur Blair

Cuando llegamos a aquella cafetería, me sorprendió sobremanera el modo en que Maddie gestionaba las situaciones. El suceso de Zimmer "hijo" parecía estar siendo una hoja del pasado, quedada ya atrás. Ciertamente así era, pues estábamos de nuevo todos reunidos. Lobo, Maddie el grupo que rechazó ser miembro de la sociedad de su querídísimo padre (el Señor Archer) y un tal Donaldson (no el malogrado) sino probablemente un hijo o un hermano (y es que de otra forma hubiera afirmado que la Casualidad estaba en muy baja forma...).

Rick, Maddie... -observé cómo tiraba el periódico y nos daba a entender nosequé de un tal Arlequín-. No pretendáis que abordemos un tema nuevo. Hemos de matizar "algunos puntos". Me alegro de que estéis bien, yo también estoy un poco mejor de lo mío, pero... ¿Qué pasó con Zimmer? ¿Dónde diablos está y qué pinta en todo ésto?

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05/10/2014, 19:18
Agatha von Wagner

Seguía preguntándome qué hacíamos nosotros en todo aquel embrollo. Íbamos de un lado a otro del mundo tras unas pistas que no nos conducían a ninguna parte. Me sentía como un peón de ajedrez a manos de un jugador desconocido. El hecho de que el señor Archer estuviera tan al tanto de nuestros movimientos, casi al segundo, me producía una gran desconfianza. Seguía pensando en lo sucedido en la mansión cuando, casi recién llegados, recibíamos el telegrama citándonos en Venecia. Y no sólo eso, sino que nos enterábamos que tanto Maddie como Rick se encontraban perfectamente.

El viaje hasta Venecia lo pasé como casi siempre, sumida en pensamientos y disquisiciones con el resto de componentes del grupo, especialmente con la Señorita Wynne, sin prestar atención al pimpollo que se encontraba como un niño con juguete nuevo cuando, después de haber insistido, se le permitió pilotar el avión. Por lo menos sí servía para algo, y tenía que reconocer que no lo hacía del todo mal.

Una vez llegados a Venecia, más concretamente en la cafetería donde nos habían citado, no pude evitar sentirme enfadad al ver el comportamiento de Maddie. Aquella niña malcriada demostraba, una vez más, lo poco que le importaban los simples humanos como nosotros. No se merecía la preocupación que nos había causado y lo único que le preocupaba era disfrutar y divertirse todo lo que pudiera en la vida sin importarle nada más. Cómo se notaba que aquella presumida había tenido todo lo que había querido, mientras ella estuviera bien los demás podíamos ir directos al infierno que no se inmutaría.

-Si la Señorita Archer quisiera, aunque sólo fuera unos segundos, explicarnos lo sucedido en el faro y donde está el Señor Zucker o, sería más correcto decir el señor Zimmer, estaríamos todos muy agradecidos.

Ni siquiera me preocupé en ocultar cierto desprecio en mi voz.

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05/10/2014, 20:44
Madeleine Archer

El rostro de la señorita Archer no mostró cambio alguno al escuchar las palabras cargadas de "rintintín" que le dedicaba la señorita von Wagner. Disfrutaba con aquello y, para acentuar aún más el sentimiento de la alemana, sin quitar la vista del periódico simplemente alzó su dedo índice, como queriendo dar a entender que lo que leía era más importante que dar respuesta a sus preguntas.

Ya contestaría Rick por ella... Y es que así era Maddie...

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06/10/2014, 00:09
David Wilson-Harris

Italia nos daba la bienvenida con un calor pegajoso y un aeropuerto ridículo en una localidad que no se caracterizaba precisamente por el espacio disponible. Venecia, la ciudad de los canales no era igual de glamourosa para los aviadores. Me vi obligado a aterrizar en Montecassini, a las afueras, y eso retrasó todo el plan de viaje. El trayecto había sido pesado y aburrido para mis compañeros. Se notaba en sus caras de cansancio, pero para mi se había transformado en todo lo contrario; una vez aislado del constante cotorreo del asiento trasero había podido sentir la libertad y el placer de volar. Despojarme de las ataduras que me constreñían en tierra firme y poder dejar la mente limpia para lo que me esperaba.

El putrefacto olor de los canales estancados me ponía de los nervios, ansioso de llegar a la maldita cafetería del encuentro. Un par de italianas sonrieron a mi paso y eso me obligó a sentirme un poco mejor. A pesar de mi labio partido y mi ojo morado se veía que seguía siendo el caballero inglés con el que aquellas provincianas agradaran a cualquier madre. Saqué mi peine metálico y me atusé el pelo mientras los demás me tomaban la delantera en el paseo por la Reina del Adriático, como llamaban los rimbombantes espaguetis a su ciudad.

Y allí estaba ella. Bajo el rótulo del local, sentada con la divinidad que merecía, desprendiendo el aroma intratable de la perfección, cual estatua de Miguel Ángel, atrayendo todo punto de atención. Sentí de nuevo la pasión en mi, las ganas de abrazarla y demostrarle que era su hombre que la había echado de menos. Me abrí paso entre mis compañeros de viaje, ignoré las referencias al periódico y como si fuese un bailarín de tango le planté un beso en los morros, empujándola hacia el suelo y agarrándola por la cintura. ¡Mierda! ¡Si que dolía el maldito labio hinchado! Pero era igual con tal de poder abrir los ojos y mirar de lado al arrugado Rick, desafiándole a poder hacer lo mismo. 

Pensé que debería decirle que la había echado de menos, pero no lo hice. Preferí dejarla nadar en los brazos de la pasión con nombre de aristócrata inglés y decirle después un seco: Buenas tardes, Maddie

Los reproches a Madeleine eran merecidos, pero preferí tratar de trasladar la acción a Rick:

–¿Dónde demonios estabas Rick? La gente estaba preocupada por tu culpa, amigo.

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07/10/2014, 18:06
Rick "lobo" McReady

El lobo descansaba tranquilamente sentado, descansando, tomando uno de esos famosos cafés italianos a la vez que daba caladas a su fiel habano, perfectamente aislado del bullicio veneciano que había a su alrededor.

Buenas tardes.- Saluda a sus compañeros recién llegados y quitándose el sombrero añade con un leve movimiento de cabezas - Señoras.

La última vez que vi al malnacido de Zucker escapaba en un submarino alemán mientras sus amigos nazis intentaban matarnos aprovechando vuestra visita al hospital- Extiende su mano, coge la taza de café de la mesa y se la lleva a la boca. En ese pequeño instante le sobra tiempo para decir mirando a David.- Lo cierto es que Madeleine no acaba de tener suerte con sus pretendientes.- Después de vaciar la taza de un sorbo continua hablando.

Por suerte conseguimos liberarnos y tras comunicarnos por radio con Douglas robarles un biplano a los nazis con el que he venido pilotando hasta aquí. Así que como ves, hijo, nada de lo que preocuparse.

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08/10/2014, 14:13
Sophia Wynne

Comienza a estar cansada de todo eso. Ni a Rick ni a la señorita Archer parece importarles lo preocupados que pudiesen estar y lo único que hace es mirar ese periódico y hablar de un ladrón y de una subasta ilegal. Se comienza a preguntar que papel tiene ella en toda esa historia si es evidente que allí son más necesarios los hombres de armas tomar que una simple bibliotecaria.

-Y claro, esperarnos o decirnos que estaban bien no entraba dentro de sus planes, ¿cierto?

Ella es un poco más ruda que Agatha, pero es que toda esa situación la exaspera y también esa actitud que tienen ambos como si no hubiese pasado nada. Pero claro... aquí parece que todos bailan al son de la señorita Archer y su padre y que realmente no tienen ninguna opción... salvo dejarse llevar por los planes de ambos... y sin recibir ninguna información. Información que, seguro, tienen y que han ocultado.

-Supongo que resulta divertido estar sentados en una cafetería en Venecia mientras los demás sufren por saber su paradero.

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08/10/2014, 14:35
Agatha von Wagner

Desde luego eran tal para cual, sólo se preocupaban de ellos mismos. A la prueba estaba que ni siquiera se habían preocupado por el estado de salud del señor Blair, y eso que sabían perfectamente que nos lo llevábamos al hospital. Esos detalles eran los que me exasperaban. Pero había algo que aún me rondaba la cabeza, sobre todo después de comprobar que tanto Maddie como Rick parecían manejar una información que a nosotros se nos negaba.

-Señorita Archer, ¿desde cuándo sabía que el señor Zucker y el hijo del señor Zimmer eran la misma persona? Porque estoy convencida de que usted ya lo sabía y no nos ha dicho nada al respecto.

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08/10/2014, 15:51
Rick "lobo" McReady

Rick suspira al escuchar a la bibliotecaria y no puede evitar poner los ojos en blanco. Tras una nueva calada al habano que está fumando vuelve a hablar.

Después de vuestra precipitada salida del faro camino del hospital a acompañar a Eric fuimos emboscados por tres nazis rubios. Cuando quisimos darnos cuenta estábamos encañonados. Nos sacaron del castillo atados y amordazados para llevarnos a una granja cercana donde contactaron por radio con un submarino cercano para realizar la extracción de ese malnacido de Zucker.- Detuvo su relato para volver a disfrutar de su puro.

Cuando se fueron a la playa nos quedamos solos. No hace falta ser muy listo para saber que se librarían de nosotros en cuanto Zucker estuviese en el submarino. Pude soltar nuestras ataduras y Madeleine llamó a su padre, quien nos dio órdenes de partir para aquí inmediatamente para contactar con otro agente inglés.

En ese momento volvieron los nazis, y como comprenderá preferimos emprender la huida en lugar de dedicar nuestro tiempo en avisar al hospital de que tres rubios intentaban volarnos la tapa de los sesos. Como pudimos les robamos su biplano y salvo una breve parada para repostar estuve pilotándolo sin descanso.

Douglas sabía donde estábamos, así que si quiere decirle lo que opina puede hacerlo cuando vuelva a Inglaterra.- Levanta la mano para llamar a uno de los camareros.- Otro café para mí y tome nota de lo que tomarán nuestros amigos.

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09/10/2014, 17:10
Madeleine Archer

Maddie cierra el periódico y lo deja sobre la mesa: ─Es evidente de que si no os hemos avisado, es porque no hemos podido. No nos pongamos melodramáticos. Este asunto es gordo, y mucho más importante que nuestros temores e inquitudes... ─su mirada, pensativa, se pierde a lo lejos ─lo que aún no se es que hacemos aquí y que tiene que contarnos ese tal Donaldson.

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09/10/2014, 17:18
Sir Walter Donaldson

El rojizo sol ya se ha ocultado tras el horizonte cuando una figura, a lo lejos, se acerca tranquilamente espantando las palomas a su paso. Vuestra acalorada "charla" se ve interrumpida, pues ese debe ser Sir Walter Donaldson.

 

¡PAM!
¡PAM!¡PAM!
¡PAM!¡PAM!¡PAM!

Ese sonido lo confirma.

 

Sir Walter es súbitamente abatido a tiros por tres ráfagas cortas delante de todos los presentes. Los disparos proceden de un coche negro, el cual surge de una callejuela. Las balas cosen el cuerpo del hombre al más puro estilo Cosa Nostra. Y como no podía ser de otra manera, los atacantes desaparecen tan rápido como irrumpieron.

La gente enloquece: unos corren, otros gritan, y algunos se movilizan para avisar a los servicios médicos y a la policia. Sir Walter se desangra y su último aliento está a punto de expirar...

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09/10/2014, 18:23
Eric Arthur Blair

El suceso de acciones tras dejar el faro en busca del hospital pintaba movidito; en ningún caso me imaginaba algo así. Ese Zimmer había mentido a toda la comunidad universitaria y a nosotros mismos: estaba dentro del engaño nazi. Lo que no sabía tampoco es que el Lobo Rick sabía pilotar, ¿acaso tendríamos otro pique con este tema entre los dos "pretendientes" de la hija de Archer? Meditaba acerca de ésta y otras poco inefables cuestiones, mundanas, así como conjeturas propias sobre este tema que preferí guardarme por prudencia.

Fue entonces cuando vi la figura de un tipo, ese tal Walter Donaldson. Ni Maddie ni Rick nos avisó de cómo o quién era, ni porqué debíamos encontrarnos con él, pues ni siquiera ellos lo sabían. Tan sólo sospeché que se trataba de él cuando clavó desde la distancia su mirada en nuestra mesa (tan recién formada y cuajada de preguntas), intuí de su identidad cuando se acercaba en nuestra dirección y confirmé su persona cuando, terriblemente, fue acribillado a tiros. No puedo recordar qué clase de expresión debí mostrar, o tan siquiera lo que hice (si me asusté, me encogí en mi silla o me quedé pasmado), pues tan sólo me llegó a la memoria durante mucho tiempo después cómo este caía abatido y sumamente débil al suelo.

¡Disparos! -murmuré casi en alto, fruto del susto-. Recuerdo cómo el resto de clientes formaba una pequeña algarabía y gritaba, moviéndose de un lado para otro mientras el tipo se desangraba-. Rápidamente, cuando logré ver que el emisor de sendos disparos (un vehículo negro) desaparecía de nuestra vista, salí corriendo junto con mi tos a socorrer al tipo. Dí gracias a que no me tropecé con el resto de mesas y personas allí en medio. Una vez allí, le tomé de la cabeza, le miré el cuerpo agujereado y supe que quizá aquel era su final, un final rápido y austero.

¿¡Dónaldson!? -le dije algo desesperado-, ¡Díganos!

Sabía que quería decirnos algo, y le di la oportunidad.

Notas de juego

¿Cómo no le iban a acribillar siendo el del avatar semejante "pieza"? Jiji.

Máster, hasta el lunes no podré postear de nuevo.

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12/10/2014, 21:13
Sophia Wynne

Va a responder a Maddie, pero de pronto se escuchan unos disparos en la calle. Suelta un gritito y se esconde tras la silla. A pesar de todo, aun no se acostumbra a esas cosas... bueno, en realidad, no tendría por qué acostumbrarse. Aun no comprende cómo puede ser que esté aun con ese grupo. ¿Cómo se ha metido en todo ese embrollo? Si ella es una simple bibliotecaria sin aspiraciones a aventurera.

Al mirar tras las sillas, hacia la calle, observa que un coche abandona la escena del tiroteo, dejando atrás a un hombre desangrándose en la acera. El primero en acercarse, a pesar de su propia seguridad, es el señor Blair. Sale de detrás de la silla y se acerca, cautelosa, a donde está el pobre hombre moribundo.

Y parece ser que no es otro que el señor Donaldson. Aquello ya se está convirtiendo en un juego macabro en el que no saben cuando van a vivir y cuando van a morir y parece que a todos les parece bien todo eso. Si fuese por ella, ya habría abandonado y se habría ido a su preciada biblioteca a continuar trabajando en lo que realmente se le da bien, no en encontrarse muertos y más muertos, recientes, a su alrededor.

-¿Es el señor Donaldson? Deberíamos tratar de detener la hemorragia mientras llegan los médicos y la policía.

Notas de juego

Nota: es la 3ª vez que escribo este mensaje...

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12/10/2014, 21:41
Agatha von Wagner

Cada vez me sentía peor en medio de aquel grupito, entre los celos de uno, la manipulación de otra, la bravuconería del tercero, aquello me recordaba los tiempos en los que de niña jugaba en la calle. Bueno... en mi caso más que jugar era estar sentada en las escaleras viendo cómo otros niños jugaban mientras yo no paraba de leer. Pero la idea estaba allí, si no fuera por los peligros que habíamos corrido y, estaba convencida de ello, aún nos quedaba por sufrir, parecía que estábamos tratando con niños pequeños.

Suspiré resignada a no sacar más información de aquellos dos. Cogí mi taza de café para saborearlo cuando el bullicio de las terrazas fue acallado por los disparos. Inconscientemente y de un salto, me puse de pie tirando la taza que a punto estaba de dejar en la mesa, al suelo. Aquellos disparos no podían significar algo bueno y prueba de ello fue el hombre que yacía tirado en mitad de la calle, acribillado por las balas, mientras un coche negro se alejaba como si nada de la escena.

Me quedé paralizada, segura de que el hombre que esperábamos era el mismo que se debatía entre la vida y la muerte, eso si no había muerto ya, y del cual esperábamos sacar alguna noticia que nos pusiera tras la pista de... ¿De qué? Ya no sabía detrás de qué o de quién estábamos yendo.

-¡Oh! Mein gott!

Cuando me recobré de la impresión y, al ver como el señor Blair y la señorita Wynne había acudido junto al hombre, también me decidí a acercarme, quizás aún estuviera con vida y con las fuerzas suficientes para transmitirnos la información que tenía pensado darnos.

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12/10/2014, 22:05
David Wilson-Harris

Cuando los disparos inundaron el aire de la Piazza, me encontraba mirando fijamente a Rick "Lobo" mientras pasaba un brazo por detrás de la espalda de Maddie, tratando de escudriñar la verdad en sus ojos de mentiroso. ¿Sabía pilotar un avión alemán? ¡Anda ya! ¿Desde cuándo? Pero los seis ¡PAM! que sonaron a continuación cambiaron el escenario totalmente.

Mi primera reacción fue echar mano del revolver que solía llevar en el uniforme reglamentario. No estaba allí. Lo siguiente fue comprobar las víctimas. Mi prometida estaba bien. Luego comprobé si habían alcanzado a Rick. ¡No había habido suerte esta vez! El resto se encontraban bien y Eric ya echaba a correr hacia la víctima. Desde luego el que lo había querido matar lo había hecho con ganas. No se vaciaba un cargador con tanta alegría si no era para dejar un cadáver incapaz de articular palabra. 

Pero Donaldson parecía estar hecho de buena pasta y aún trataba de escaparse de la muerte. Con tranquilidad me quité la chaqueta para no mancharla demasiado y me arrodillé al lado del herido. Había visto más veces hemorragias como aquella así que le rasgué el pantalón y traté de darle unos segundos más de esperanza; la suficiente para que soltase lo que tenía entre los dientes.

—Señoritas—dije a las damas presentes—esto puede ser desagradable. Dejen espacio o se mancharán sus zapatitos.

Luego presioné las heridas como pude, asintiendo al profesor Blair.

Notas de juego

Tengo talento para tratar heridas y las de disparos son habituales en el frente. Quiero darle un poco de tiempo a Donaldson.

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20/10/2014, 15:23
Rick "lobo" McReady

Los disparos de semi automática sonaron por toda la plaza y antes de que lobo pueda darse cuenta, el hombre con quien tenían que entrevistarse yace desangrándose en el suelo.

Ya estamos otra vez.- Masculla una vez repuesto del sobresalto a la vez que se incorpora de un salto de la silla en la que disfrutaba del café, expresando con palabras frustración que siente por llegar tarde una nueva vez y ya van tres.

Varios de sus compañeros ya se han lanzado a socorrer al agente de su majestad, intentando darle unos minutos más de vida. Rick les acompaña, pero se queda de pie a su lado, sin dejar de mirar en todas las direcciones de la plaza, no sea que a los asesinos les dé por regresar a terminar el trabajo.

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05/11/2014, 16:40
Narrador

Notas de juego

PARTIDA SUSPENDIDA