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La Máscara de Fu-Kang

PRÓLOGO - La Máscara de Fu-Kang

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02/06/2014, 19:46
Eric Arthur Blair

Observé cómo se fundieron en un abrazo Madelaine y aquel hombre.

Sin duda que bien podrían llamarse Padre e Hija, y no sólo por la referencia de la dama nada más verle. Las facciones tan señoriales de aquel tipo (un londinense, sin duda, de pura cepa) eran a la par que las de su hija: supervivientes y efectivas en el mundo moderno. El éxito en la vida, pensaba yo, había estado muchas veces representado por las facciones, la presencia, el porte. Si por dentro no estabas lo suficientemente podrido (como parecía estar yo con esa tos, que no sabía muy bien las causas debido al tiempo que me quitaban tantas aventuras) el éxito en la vida vendría casi rodado.

Note cómo el hombre conocía de algo a Rick, y ni se me ocurrió preguntar el porqué de la cuestión. Simplemente escuché atentamente las palabras tan llenas de misterio, elegancia y al parecer sabiduría que nos dedicó, con suma cautela. Y cuando mencionó que ni en la presencia y compañía de las santas palabras en un funeral estábamos seguros, se me encogió el corazón, y hasta creo que me hizo mover el brazo en cabestrillo, con cierto dolor, de la impresión.

Miré a Maddie, a Rick y luego me encaminé tras el ofrecimiento de Sir Douglas.

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02/06/2014, 20:48
Anne Sophie "L´Ourse" Hinault

No me digas que esto continúa. pensé, aunque no me había dado problemas Ágatha. El hecho de que se metiera en más líos era jugar con mi sueldo. Está claro que si sobrevivía tendría que pedir un sobresueldo a su padre, porque me estaba metiendo en muchos problemas disparando a diestro y siniestro. Incliné la cabeza en señal de saludo mientras me mantenía tras Agatha, con las manos delante mía extendidas, en forma de posición de defensa. Parecía que Agatha trabajaba para ese hombre, ese era el secreto que tenía tan bien guardado, y que seguramente, no querría que supiera su padre. Claro que yo me limitaría a hacer mi trabajo.

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03/06/2014, 01:55
Agatha von Wagner

Así que por fin ahí estaba el Señor Archer. No pude evitar fruncir levemente el ceño al ver el abrazo con su hija, no por nada en concreto sino más bien por el lugar en el que estábamos. Quizás sólo era el hecho de que acabábamos de estar en un funeral y ver ese abrazo entre padre e hija habían conseguido que un velo de tristeza me empañara recordando a mi propio padre. Pero no era el momento para sentimentalismos ya que había cosas más importantes en las que pensar.

Asentí ante las palabras de Sir Archer y me dispuse a salir tras el resto de mis compañeros. Anne aún seguía protegiéndome y, visto lo bien que lo había hecho hasta el momento, esperaba que continuara con el trabajo, pues oídas las palabras del padre de Maddie todo parecía indicar que la búsqueda de la máscara aún no había finalizado.

Parece que usted sabe mucho sobre el tema y se le ve muy interesado. Pero ¿a qué enemigos se refiere? Quizás a los nazis, a los traficantes de arte o a algún otro servicio secreto de a saber qué país.

 

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03/06/2014, 18:04
Sir Douglas Archer

En una vieja y abandonada estación de tren, lejos de la multitud y el cargado ambiente del funeral, Douglas Archer comienza a hablar con más claridad:

─¿Sabéis? ─dice sacando nuevamente su reloj ─Herb tenía uno igual ─os enseña esa maravilla de oro puro, y ahora podéis ver que en él hay unas iniciales grabadas; DA (Douglas Archer), dentro de la esfera, junto a un estilizado número 57 de fondo.

Él también era miembro del Club de la Calle 57, al igual que yo. Pero vamos por partes ─dice al ver vuestros rostros ─Yo formaba parte de una rama dentro del servicio secreto de su Majestad ─prosiguió ─dicha rama, especializada en el tráfico de obras de arte, estaba bajo mi mando, y junto con mis agentes seguía la pista de un traficante de arte soviético. Asaltamos su tren y lo que allí descubrimos iba mucho más allá de la simple compra-venta de arte robado.

Archer mira tras de si y señala un enorme vagón unido a una locomotora ─Ese era su tren. Ahora es nuestra base móvil de operaciones.

Descubrimos que Hitler estaba extrañamente interesado en ciertos... artefactos ancestrales. Fue entonces cuando su majestad puso en marcha un proyecto de alto secreto: un cuerpo especial de agentes, reclutados de entre la flor y nata de los entornos intelectuales más variopintos. Su misión: averiguar qué se escondía tras el súbito interes que el gobierno de Hitler manifestaba ante las ciencias ocultas ─Archer devuelve su preciado reloj al bolsillo ─el nombre de dicho cuerpo es el Club de la Calle 57.

En contrapartida, Hitler dispone de un grupo altamente especializado; el Grupo de Thule. ─el rostro de Archer se torna ahora sombrío ─El objetivo del Club es adelantarse a posibles objetivos de dicha unidad militar nazi especializada en lo oculto, pues su fin no es otro que dotar al Führer de objetos legendariamente sagrados de manera que tuviese “cierta ventaja estratégica” de darse un conflicto armado. Es de vital importancia nuestra misión.

Supongo que ya podéis suponer por qué estáis aquí ¿no? ─está claro que sois el arquetipo perfecto del Club de la Calle 57 ─necesito una respuesta ahora. El tiempo no es precisamente algo que nos sobre.

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03/06/2014, 20:19
David Wilson-Harris

Umm  - me quedé pensativo.- Pero qué nos está diciendo este chiflado que nosotros somos la élite para destruir los artefactos de Hitler, ahh no quiero saber nada de ésto, creo que está peor que Maddie ahora sé en que familia me he metido.

Sir Douglas sé que nos une unos lazos de sentimentalismo al creer digo poniéndome algo melodramático que su hija era el prototipo de mujer perfecta para un piloto como yo, pero he visto que nuestros caracteres y metas son diferentes, y aunque su familia es de una dignidad y antigüedad sin igual debo decir que mi carrera no se basa en formar ningún grupo paramilitar, o agencia secreta para destruir o encontrar dichos artefactos o destruir los planes de Hitler, sinceramente no estoy preparado para este tipo de misiones espías y creo que nunca lo estaré.

Luego me quedo pensativo por un momento sabiendo que negaba a unas de las familias más antiguas y poderosas, quizás si vos moviera algunos hilillos para que entrara en la carrera militar como aviador, y en las prestigiosas instituciones privadas de nuestro territorio a cambio consideraría su oferta. Solté unos gestos de afabilidad, y por supuesto encontraría en Maddie aquellos valores que ahora mismo me siento obnubilado para poder entenderlos.

Esperé su respuesta mientras mostraba una actitud humilde aunque siempre sabiendo mantener mi figura.

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03/06/2014, 23:30
Rick "lobo" McReady

Rick acompañó a Archer a la estación. Estaba sorprendido, cuanto menos, de verlo surgir de la misma nada en la que poco tiempo atrás había desaparecido. El reeecuento fue cordial: dos viejos camaradas que ya han pasado por muchos baches; no obstante, a Rick se lo notaba algo tocado, nunca le habían sentado bien los fracasos, aunque según lo que Archer les explicó sólo habían perdido una batalla de lo que sería una guerra mucho más larga, que al parecer se avecinaba. Con desagrado Rick escuchó las razones que el pimpollo daba para tratar de escaquearse del asunto que habían empezado, o al menos, sino escaquearse, conseguir a cambio una jugosa contrapartida; "¿acaso no le basta con Maddie?. Rick, sin estar en ningún modo enamorado de la muchacha, sentía no obstante hacia ella una afinidad especial. "Más le vandría a Archie mandarlo con sus cuentos a otra parte". Sacudiéndose de sus propios pensamientos, Rick sube al tren convertido en base de operaciones:

-Ya sabes que puedes contar conmigo, Archer; y más si andan en medio esos malditos alemanes.

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04/06/2014, 00:03
Sophia Wynne

La aparición del padre de Maddie no parece traer nada bueno y menos por la forma de actuar de éste. Y cuando escucha lo que tiene que decir en aquella estación de tren se da cuenta de que tiene razón con lo de no traer nada bueno. Porque parece que quieren que se unan a una de esas ligas secretas que aparecen en los libros. Y Sophia quiere ser realista... ella de aventurera tiene poco y lo ha demostrado en esa expedición a Nepal.

Es más... puede ser un peligro andante si se confía demasiado. Ya lo es en la Biblioteca Británica.

-Perdone Sir Archer, pero no creo estar preparada para algo así. Es más, no creo que lo esté preparada nunca... yo solo sé ordenar libros y poco más - poco más como destrozar las estanterías por una torpeza suya.

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04/06/2014, 01:11
Anne Sophie "L´Ourse" Hinault

Miro al señor y le digo.- ¿Y no ha pensado en elegir personas que se puedan cuidar de sí mismos? Envía una misión peligrosa a intelectuales que no se saben del todo defender, excepto... su hija.- Dije intentando dejar clara la innecesaria responsabilidad sin beneficio que se me asignaría indirectamente. Me habían contratado para ser la guardaespalda de Ágatha, no de un grupo entero.

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05/06/2014, 03:08
Agatha von Wagner

Escuché con suma atención todo lo que el señor Archer tenía que decirnos, tomé nota mental de cada una de sus palabras, las cuales me resultaron bastante interesantes. Entonces... ¿Ese Club 57, o como fuera que lo había llamado, estaba a las órdenes de su Majestad británica? Aquello resultaba interesante, máxime sabiendo que iban en contra de los nazis.

- Y ¿cómo pretende exactamente que le sirvamos de ayuda? Como bien ha dicho la señorita Hinault, la mayoría sólo somos estudiosos no hombres o mujeres de acción o armas. ¿Cómo podríamos entonces ser de utilidad? No hemos tenido éxito intentando recuperar la Máscara, ¿acaso piensa que podemos ser mejores en el futuro?

Demasiadas preguntas, pero necesitaba conocer las respuestas, al fin y al cabo yo sólo era eso, una estudiosa amante de la arqueología y de las reliquias antiguas. Pero sabía que en el fondo aquella propuesta tenía todos los componentes necesarios para que me atrajera, objetos antiguos, mísitcos, fuerzas del más allá... Sería una locura pero era una oportunidad única... por muchos motivos.

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05/06/2014, 16:31
Eric Arthur Blair

Nada más llegar a la estación, aquella locomotora y vagón me impresionaron. No es que fueran realmente extrañas, variopintas, extravagantes o tecnologica (a prior), pero parecía un vagón normal, a fin de cuentas ¿una base de operaciones...? ¿Eso...? -miré pensativo al transporte de acero y hierro-. No quería avasallar con más preguntas a Sir Douglas, tal y como mis compañeros hacían. Y en ese momento la escena y la propia reflexión me recordó mi propia existencia como la de mi última novela, que aún faltaba por publicar.

Su protagonista, un redactor publicitario, parecía tenerlo todo. No. No es que yo fuera rico (ya saben mis últimos trabajos en una librería londinense), pero aquel publicista, Gordon, pese a tener una vida perfecta, sentíase poeta, sentíase libre: sin ataduras en la mente, pero con una vida muy ordenada en la realidad. Al igual que yo fui a Nepal por lo de la máscara (que aún me pregunto porqué), el redactor lo lanzó todo por la borda, y dejando su trabajo, comienza a escribir un libro. Sin embargo, ¡salvaje vida!, que se da cuenta que su inspiración no son sino migajas de su vida, que como poeta es realmente... ¡mediocre!

¿Cómo podría yo (tal vez nosotros), no siendo aventureros, alcanzar la proeza de ese club "del 57"? ¿Qué otras reliquias sino un cuerpo maltrecho o agujereado de balas conseguiríamos yendo tras tesoros en medio de aventuras? No éramos ni guerreros ni exploradores, al menos la mayoría.

Poca fe veía yo en lo que, intuitivamente, iba a pedirnos el señor Archer.

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05/06/2014, 20:28
Sir Douglas Archer

Torció el rostro el señor Archer cuando oyó tal cantidad de excusas, dudas, y falta de confianza en uno mismo. ¿Se habría equivocado con ellos? No era posible. ¿Cómo podían dudar de aquella manera? ¿Acaso pensaban que cualquiera era capaz de trepar hasta el mismísimo Nido del Tigre, enfrentarse a allí a sicarios profesionales, irrumpir luego en La Máscarada y salir con vida del fuego cruzado de los nazis y los hombres de Ravek?.

Esa precisamente era el tipo de gente que el Club de la Calle 47 necesitaba; fuerza, cerebro y destreza. Lo reunían todo.

─¿Acaso no véis la magnitud de la situación?. El mundo depende de nosotros. ¿Creéis que no soy capaz de conseguir un grupo de matones que sólo sepan manejar un fusil? ─su tono de voz denotaba frustración ─Necesitamos cerebros; gente brillante, capaz de solucionar un problema de manera rápida y eficaz. Gente que sepa distinguir una verdadera reliquia de una falsificación... Os necesitamos a vosotros.

Miró entonces a David Wilson-Harris ─puedo arreglarlo ─fué lo único que respondió. Por su rostro no pareció hacerle gracia alguna la "petición", pero habían cosas mucho más importantes en juego que un puesto de aviador o, incluso, el matrimonio de su hija.

─Al parecer los agentes del Führer se hallan en egipto. Excavan. No tardarán mucho en encontrar un poderosísimo artefacto llamado el Anillo de Odín ─Sir Archer mira nuevamente su reloj y, tras una fugaz mirada a los alrededores, se despide; ─He de marcharme. Estaremos en contacto.

 

...Y allí os dejó plantados, llenos de dudas, incertidumbres y temores. Sabedores, casi con total seguridad, de que eráis la última esperanza para los enemigos de Hitler.

Notas de juego

Finalizamos el Prólogo.