Partida Rol por web

La Mina de Montes Lejanos

Nivel 4

Cargando editor
Cargando editor
03/09/2021, 15:47
Thalgrog

¡Zancada había desaparecido! Una profunda preocupación ensombreció la cara del enano. Pero cuando vio bajar la cuerda por la cuesta respiró aliviado. Gracias a la ayuda de su amigo podrían subir sin problemas. ¡Sería forjar y cantar! El enano se ayudó de la cuerda y empezó la subida. Y cantó.

 

¡Pim Pam Pum!

Con su martillo golpeaba,

era fuerte y no se cansaba.

¡Pim Pam Pum!

Daba forma al acero

con mimo y con esmero.

¡Pim Pam Pum!

Calentó la hoja en la fragua

y la endureció usando agua.

¡fffssshhh!

La espada ya terminada.

Muy hermosa, ¡qué gozada!

¡Gracias señor herrero!

La usaré con destreza

y brindaré con cerveza.

Pues lo que yo más quiero

¡es ser un gran guerrero!

Cargando editor
03/09/2021, 22:36
Lynx

Lynx se sorprendió al ver la maestría mostrada por Moxie, recordando los problemas que le dio la puerta del local de Rander pero al final esa puerta también acabó cayendo ante sus ganzúas. El contenido de la arqueta no era poco sorprendente, anillos encantados, no podía evitar preguntarse como diablos acabaron aquí y si podrían incluso llegar a estar relacionados con los problemas de la mina y pueblo, -Supongo que deberíamos preguntar a Elaxidor si puede identificar las propiedades de los anillos-, cuando se dispone a preguntar al elfo si podría identificar los anillo una cuerda cae desde arriba, mirando bien se podía ver al bueno de Zancada en la cima y a Thalgrog empèzar la subida acompañado de una canción que la verdad no sonaba tan mal, -Elaxidor-, llamó por él antes de que tuviese oportunidad de empezar la subida, -¿Podrías decirme qué hacen estos anillos?-.

Cargando editor
03/09/2021, 22:46
Moxie

La cerradura se abrió con un simple clic y la gnoma alzó la vista con una amplía sonrisa en sus labios. Con la ganzúa aún sujeta uso la argolla en la cual enganchaban las diferentes herramientas y la hizo girar sobre su dedo antes de guardarla. Observó el interior de la caja y vio aquellos extraños anillos... pero respetaba que fuera la elfa quien los hubiera encontrado así que simplemente se encogió de hombros ante su respuesta.

Mientras no te olvides de mi parte por abrirla —contestó, guiándole el ojo bueno a Lynx antes de marcar más su sonrisa.

Tras eso se levantó y dejó que fuera ella quien le preguntara al mago. De pronto una cuerda cayó cerca de ellos y el enano empezó a cantar una tonta canción.

¿¡Pero cómo podía hacerlo!? Si a ella cada vez le costaba más respirar y ya empezaba a estar más que agobiada al sentir el sudor bajo su ropa debido al calor. Quería salir de allí cuanto antes, después descansaría y quizá volvería con Lynx para ver qué era lo que había encontrado.

Salgamos de aquí cuanto antes, será mejor detenernos en algún lugar donde... al menos podamos respirar —dijo de buenas a los demás, tomando la soga una vez el enano había subido. No quería que su gordo culo la aplastase si se caía—. ¡Ahora le toca a la Reina de los Ladrones! —chilló, agarrándose y comenzando a subir.

Cargando editor
03/09/2021, 23:19
Elaxidor

Ya estaba el Elfo empezando a subir; dando el primer tirón a la cuerda para ver si cedía o no, cuando de repente oyó su nombre. Se dio la vuelta y vio a Lynx con esa arqueta y los dos anillos mientras les decía si los podía identificar.

Claro que sí, lo intentaré, es mi gran pasión identificar éste tipo de objetos.

Acercándose empezó a notar que desprendían algún tipo de magia, pero hubo algo que no le dejó ver claro que encantamiento o que tipo de aura desprendían. No sabía si era por el lugar en el que estaban, o por los propios anillos, pero algo pasaba que le nublaba la mente, y de una forma muy perturbadora.

 

- Tiradas (1)

Notas de juego

Hoy estoy sembrado con las tiradas...

Cargando editor
04/09/2021, 00:56
Director

Elaxidor gruñe frustrado cuando su intelecto se ve incapaz de interpretar los símbolos y las energías de los anillos hallados. Lynx y Moxie se lamentan, pero no lo culpan: también ellas sienten la acumulación del cansancio tanto en cuerpo como en mente. La voz grave de Thalgrog tararea su simpática canción y consigue, por lo menos, distraer un rato las fatigadas mentes de los aventureros. 

La identificación tendrá que esperar, pues el tiempo es valioso y no hay un segundo que perder. Gracias a la ayuda de Zancada, el resto del grupo puede completar la subida con facilidad. Cuando el último de ellos llega hasta arriba todos respiran aliviados de haber superado el incómodo obstáculo y, sin mirar atrás, prosiguen en la única dirección posible.

Como era de esperar, los aventureros contienden con otro engorroso túnel: los primeros pasos son en confortable descenso pero rápidamente se mudan en un impredecible desorden de subidas y bajadas agotadoras, todas ellas expuestas a una plétora de trampas naturales: mientras se concentran en esquivar los incontables agujeros en la tierra, amenazadoras estalactitas tientan con desprenderse y caer sobre sus cabezas a cada minuto. 

Solo el efectivo liderazgo de las razas más acostumbradas a la vida bajo la superficie puede conducirlos ahora: Moxie y Thalgrog pasan a ocupar la primera posición y, bajo su guía más experimentada, logran alcanzar un punto donde la estrecha cueva inicia una tímida y liberadora apertura. Tan empapados en agobio como en sudor, los extenuados aventureros tratan de coger aire, los menos vigorosos ya sintiéndose en las últimas e incapaces de dar un paso más.

Frente a la urgente necesidad de reposo surge una inesperada aflicción: un nauseabundo olor a muerte invade la cavidad con desconcertante rapidez. Al borde de vomitar, los aventureros impulsan su marcha, tan temerosos como deseosos de alejarse. En su apresurado andar, los ojos más atentos detectan virotes, balas de honda y restos de tela desperdigados por las esquinas: parece, sin duda, un perturbador campo de batalla.

Un rastro de sangre comienza a discernirse hasta hacerse, poco a poco, ancho y abundante. Es entonces cuando el horror se apodera de ellos: frente a una espada quebrada y fragmentada se encuentra el cadáver magullado e inerte de un hombre. Su rostro desgraciado todavía era joven y, antes de que se la arrebataran, tenía una larga vida por delante. Juzgando la alianza en su dedo anular, este no puede ser otro que Wilhelm: el marido de Irena.

 

Cargando editor
Cargando editor
04/09/2021, 22:24
Lynx

-Yo me he llevado unos cuantos mordiscos y garras al tratar de calmar ciertos animales-, dijo como respuesta a la frustración de Elaxidor, uno podría pensar que el comentario no tenía sentido y a lo mejor no lo tenía, al final solo trataba que el mago no se frustrase demasiado, -Toma, póntelo si quieres o no, después de todo no sabemos qué hace-, dijo entregando uno de los anillos a Moxie.

Al final todos acabaron por subir, Valentina subiendo por ella misma, continuaron avanzando por un camino que al principio parecía aceptable o poco problemático pero pronto se volvió tedioso y agotador, Lynx solo vio reforzada su preferencia por los bosques y montaña: se respiraba mejor, podías sentir el viento o ponerte a la sombra de un árbol, algún que otro pajarillo cantando, si… nada como el verde, -Ojala un árbol verde y frondoso-.

En algún momento llegó ese olor a muerte, no era nuevo para Lynx ya que persiguiendo depredadores, o simples monstruos, no era extraño acabar encontrando la última víctima de tu objetivo pudriéndose pero estar en una mina no ayudaba a que el olor se atenuará, al contrario, el aire se viciaba con el olor a muerte y más adelante se encontraron con un rastro de sangre que los guio al cadáver de un hombre joven, Lynx se quedó mirando el cadáver con el ceño fruncido no estaba muy claro que pasaba por la cabeza de la semielfa.
Desde luego a Valentina no se le pasó por la cabeza comérselo.

Cargando editor
05/09/2021, 16:27
Thalgrog

Las viejas enanas sabían cosas. Habían viajado, visto mundo. Habían conocido gente que les contaba historias y ellas, a su vez, se las contaban a los enanos mas jóvenes. Las favoritas del pequeño Thalgrog eran las de valientes caballeros con brillante armadura. Luchaban en batallas épicas, lograban hazañas. Pero las viejas enanas, a veces, también eran malas y le contaban historias terroríficas. Historias sobre monstruos y seres que acechan en la sombra. El pequeño Thalgrog las escuchaba con los ojos como platos y, cuando ya no aguantaba más, se cubría la cabeza con la manta. Como si aquella vieja y raída manta pudiera protegerlo de sus miedos. Pero al amanecer, con el corazón inflamado de valentía, cogía su espada de madera y derrotaba a aquellos monstruos. Ahora el enano era adulto y era valiente. Al menos eso creía él hasta que vio con sus ojos aquello. De pronto todo su mundo se desmoronó como un castillo de naipes. En el mundo real no había héroes ni batallas épicas. Había sangre y muerte. Las espadas no eran de madera y, por más que buscara, no encontraba aquella vieja manta. ¿Ese era el destino que le esperaba? ¿Morir en aquella mina y servir de alimento a los gusanos? En su interior comenzó a germinar un sentimiento que creía olvidado, un viejo amigo. Apenas una brizna de hierba que, si la alimentaba, crecería y se haría fuerte.

- Debí quedarme en Ogrett - su mirada no se apartaba de aquella espada rota -Ayudando al herrero o limpiando letrinas. Jamás le darán el aro a un enano cobarde.

Agarró sus barbas y las cortó con el hacha. El filo, tal y como prometiera Tithus, cortaba con precisión. El Aro del Adulto cayó al suelo con un sonido metálico, envuelto en una maraña de pelo color zanahoria. Se arrastró hasta un rincón y se dejó caer en el suelo. Y allí se quedó, con la espalda contra la pared y la mirada perdida. Sin el aro volvía a sentirse un niño. Y tenía miedo.

Cargando editor
05/09/2021, 23:19
Director

Mientras Thalgrog batalla inmerso en un profundo trance interior, Valentina muestra una verdadera inquietud por seguir moviéndose y Lynx, superponiéndose al mal olor y la horrenda imagen, avanza unos pocos pasos en su dirección, revelando algunos detalles más: el rastro de sangre se reanuda en la forma de sospechosas pisadas que menguan conforme se alejan del cadáver. Sin duda, alguien más ha estado aquí y no ha tenido consideración alguna en cubrir sus huellas.

Las marcas rojas transcurren por otro fastidioso túnel hasta dar, contra todo pronóstico, con una serie de refinados y estilosos escalones de piedra... - ¿Cómo era esto posible? - Los sospechosos peldaños, lisos y pulimentados, no encajan en absoluto en una zona tan cavernaria y primitiva... - ¿Cómo habían llegado hasta aquí y, más importante aún, a dónde podían conducir?

Cargando editor
Cargando editor
06/09/2021, 10:38
Sir Galahad

Galahad dedicó unas palabras al cadáver de Wilhelm, una súbita ira recorrió su cuerpo dejando al lado el cansancio y las molestias sufridas hasta llegar allí, no lo conocía pero sentía que había fallado a Irena y al pueblo de Montes Lejanos, ya que este había perdido a uno de sus hijos más valientes.

Tomó la alianza del dedo del guerrero y le cerró los ojos, poniéndole la espada en sus manos.

He aquí que te encuentro Wilhelm. Marcha libre con tu padre, ve con tu madre y únete a tus hermanas y hermanos.
Viaja en paz, ocupa tu lugar entre ellos, en los atrios de Meduseld, el lugar donde viven los valientes para siempre.
- rezó el paladín.

Armas de todo tipo encontraron por el suelo y aquello descorazonó más si cabe al Juramentado, había ocurrido una batalla, tan en las profundidades, de seguro que era entre las alimañas que allí vivían y los hombres de Montes Lejanos.

Estaba cansado, magullado, pero no iba a dejarse vencer, continuó caminando al lado de Thalgrog y Moxie, iluminando el camino para sus compañeros con la llama de su antorcha.

Una escalera finamente labrada apareció ante ellos...¿cómo podía ser posible aquello?- se preguntó.

Tenemos que subir a ver dónde lleva. Aunque ahora que sabemos el destino de Wilhelm, podríamos tomar un breve descanso y reponer fuerzas, lo que allá allí arriba puede esperar.- dijo a sus compañeros, esperando que alguno se uniera a su petición de descanso.

Cargando editor
06/09/2021, 10:58
Elaxidor

A Elaxidor casi le daban más miedo aquellas escaleras tan bonitas que todo lo que había visto hasta ahora en la mina. En otras ocasiones habría querido acabar el trabajo rápidamente , pero cuando escuchó la idea del Paladín le sonó a gloria bendita.

Si morimos que sea con la barriga llena. Le dijo al Paladín en respuesta a su idea.

Cargando editor
06/09/2021, 22:54
Director

Por ahora, los misterios y sus respuestas tendrán que quedar en incógnita, pues el grupo ha llegado al límite de sus posibilidades: a pesar de querer imaginar un lugar más cómodo tras las últimas escaleras, el agotamiento de la travesía es demasiado patente como para ignorarse un segundo más. Galahad habla en nombre de todos cuando pide descansar, igual que nadie se imagina contradiciendo a Elaxidor.

El paladín, cargado de respeto y responsabilidad, toma la alianza del difunto. Tras una breve inspección de los alrededores, queda determinado que los restos de la batalla no son otra cosa que armas y municiones inútiles. El grupo deja el cadáver a su eterno reposo y, alejándose tanto como es posible, halla un pequeño recoveco en el que podrá encender un pequeño fuego, comer, beber y, si sus pensamientos se lo permiten, dormir un poco. 

Los aventureros, hartos de vagar y deambular por las rutas cavernarias, acogieron el reposo sobre aquellas piedras incómodas como un lujo inesperado y bienvenido. La expedición había probado ser mucho más dura de lo que pensaban y muchos sentían que, después de aquello, no volverían a ser los mismos. Ya no se trataba solo del destino de un pueblo alejado y desconocido, sino de la supervivencia de sus propias vidas. 

Quien más quien menos, ninguno podía ignorar los efectos de aquel viaje. ¿Podría su carácter e ideales imponerse a las duras circunstancias? Y, de volver a ver la luz del sol... ¿Serían aquellos variopintos viajeros los mismos que habían llegado la mañana anterior? 

Notas de juego

Mañana vamos a por el nivel 5 ! Creo que las cosas se pondrán emocionantes!!

Cargando editor
06/09/2021, 23:34
Lynx

Al principio cuando vio al hombre era un simple muerto, en sus anteriores cacerías ya había visto como un asociado moría o el cadáver de un cazador que llegó antes, además de los cadáveres de otros animales, pero después le vino a la cabeza que este cadáver tenía hijos, no era como Lynx o como otros con el mismo estilo de vida que la semielfa y así con ese pensamiento y algún recuerdo de la infancia se había quedado atrapada mirando el cadáver.

Aunque este estado se vería por terminado ante la crisis de Thalgrog, se veía patético como un niño asustado y lloroso pero en este caso era un adulto, Lynx no pudo evitar recordar esa noche en la que se encontraba encerrada en una jaula esperando para ser vendida como una esclava por los Kobold… Hasta que llegó ese hombre, una sombra que mató a todos en el campamento acompañado de un lobo negro y despiadado, una parte de Lynx se preguntaba si sería bueno seguir los pasos de su maestro, el hombre en ocasiones resultaba demasiado cruel. Antes de seguir a Valentina cogió el aro del enano del suelo y mientras contemplaba las extrañas escaleras se hizo más a la idea de que esto podría ser más peligroso que cualquier trabajo que realizó con anterioridad, por ello el enano tenía que espabilar o sino acabaría muerto si continuase con el grupo.

Y con esta idea en la cabeza volvió a donde el enano se encontraba tirado, sin correr pero decidida se acercó al enano, hace tiempo ella había sido una cría asustada a la que le costaba matar un simple conejo pero él se encargó de solucionarlo y siguiendo el ejemplo de su mentor le metió una fuerte patada al enano, -¡Si vas a llorar vete, si no eres capaz de superar al miedo solo morirás!-, acto seguido saco el aro para dejarlo a la vista, -Los adultos también tienen miedo, y un aro no hará que desaparezca mágicamente-, y antes de continuar se guardó el aro en algún bolsillo, -Si te vas no te lo devuelvo, si muestras cobardía no te lo devuelvo, enfréntate al miedo porque en el momento que dejes que te domine serás presa fácil, un juguete para aquello a lo que te enfrentas-, no dijo nada más, simplemente se quedó observando al enano con una mirada dura, como si fuese a saltarle encima y devorarlo, mientras el resto montaba lo que sería su campamento.

Cargando editor
07/09/2021, 01:57
Elaxidor

Elaxidor miraba de lejos como la Semielfa abroncaba al Enano, estaba muy cansado y se sentó un momento en el recoveco que habían encontrado. Cada integrante del grupo tiene su momento de acción y parte de su acción empezaba ahora.

Repasando su inventario, se dio cuenta de que llevaba dos pergaminos iguales, así que ya que pasaría un rato leyendo su libro de conjuros, aprovechó para inscribir en él un conjuro de identificar, de esta forma, si fallaba, aún le quedaba otro para una emergencia. No era un conjuro muy importante en el momento de la acción, pero seguro que le sacaría provecho; tenía dos anillos que identificar.

Si luego hacia falta echarle una mano a Lynx con el Enano ya se acercaría a hacer de Elfo bueno.

Se concentró en el pergamino leyéndolo una y otra vez hasta que lo tuvo memorizado por completo y al cabo de un buen rato, mucho esfuerzo, y siete dioptrías lo tenía inscrito en su grimorio.

 

Hecho esto, comió y bebió un poco ya que necesitaba ganar fuerzas para lo que se venía.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Si ésta vez fallaba, Elaxidor se iba al monte a sembrar patatas. Literal xD

Cargando editor
07/09/2021, 13:35
Elaxidor

Elaxidor viendo que ya disponía del conjuro en su grimorio, se quedó un poco más tranquilo, ya que el hecho de no haber identificado aquellos anillos podía suponerles una pequeña desventaja en futuros peligros ¿y si tenían algún poder que les podía ayudar?

Acercándose a Lynx y a Moxie, les preguntó: Queréis que intentemos de nuevo identificar estos anillos? He encontrado una forma más eficaz de hacerlo, esta vez estoy seguro que lo conseguiremos.

Cargando editor
07/09/2021, 17:05
Thalgrog

Las palabras del paladín le recordaron a su hogar. ¿Cómo iba a volver siendo un cobarde? ¿Qué pensarían cuando descubrieran que se había cortado la barba? ¿Lo llamarían loco y lo encerrarían en una oscura mazmorra? La semielfa lo sacó de sus pensamientos. Le dijo que se enfrentara al miedo. ¿Cómo podía enfrentarse al miedo? ¿Cómo se derrota a un enemigo que no puedes ver? Un enemigo que te abraza con sus tentáculos invisibles, pegajosos. Las armas son inútiles contra él, no pueden herirlo.

El enano cerró los ojos. Se quedó dormido intentando encontrar las respuestas. Y soñó.

Cargando editor
07/09/2021, 17:14
Thalgrog

Notas de juego

Leer historia de Thalgrog.

Cargando editor
07/09/2021, 19:54
Lynx

Al ver como el enano no dijo nada suspiro, este podría tomarse como decepción, resignación o tal vez simple cansancio. Cuando Elaxidor pregunto para volver a analizar los anillos Lynx estaba descansado con Valentina a su lado, cada una comiendo su mitad de una ración, -Claro, toma-, dijo antes de coger el anillo y tenderlo para que el elfo lo identificara.