Partida Rol por web

La pequeña Kendra avanza sigilosamente a través de vegetación cuando percibe que algo está ocurriendo. Cualquiera que lo observara desde el otro lado podría ver una nariz inquisitoria y unos vivaces ojos verdes coronados por una maraña de pelo rojo emergiendo de un arbusto. Sus ojos se abren desmesuradamente cuando percibe la sangre en la túnica del elfo, pero sobretodo ante la impresión que le produce la bola de luz creada por Izmael. 

Wuala…- susurra la mediana que con convencimiento de que no la necesitan para atajar la situación, derivado de lo que considera un despliegue de poder desatado por parte del , desaparece de nuevo en el arbusto. Que luz más boooniiitaaaa. Otro día tengo que pedirle que me haga una igual. Puft! Puft! Creo que me he comido un bicho! PUAJ! - piensa mientras sigue avanzando con la intención de reunirse con sus compañeros al otro lado del riachuelo.  

Izmael comenzó a entonar un salmo cuando desde el cielo cae una enorme luz divina, el clérigo la invoco sobre el goblin que estaba mas al sur ... el cual no esperaba esa respuesta para nada, pensando que estaba a salvo le da de lleno, dejando al goblin muy mal herido, incluso chamuscado de alguna manera extraña.

Pero si eso no fuera suficiente, el mago invoco unas manos ardiente, un cono de puro fuego mágico, un fuego tan poderoso como el aliento de un dragón, destrozando y acabando con el brezo que estaba delante suya y que con un cono controlado ataco a ambos goblin que pensaban que estaban seguro tras su cobertura vegetales. Los goblin ven como llegan las llamas y consiguen apartarse ligeramente del ataque, esquivando parte de las llamas, pero no del todo, si bien uno de ellos solo sale chamuscado el otro estaba aun atontado por el rayo de luz y veis como se consume entre las llamas gritando de dolor y moviéndose nerviosamente para caer rápidamente al suelo entre estertores de dolor como una masa negra y deforme.

El goblin que parecía que se había salvado de morir quemado no parecía que alcanzar a comprender que salia del infierno para acabar en la carniceria, le esperaban junto a ellos un enano acorazado y un mastodonte negro como las cenizas de su compañero, esquivando el primero, pero con esa esquiva dejo su delicado cuerpo a la mercé del enorme hacha de Thalai, la cual corta al goblin en dos partes iguales por el centro de su cuerpo, estallando su cráneo por el impacto.

Y Kendra ... bueno ella disfrutaba de la magia y los artificios de la magia ... incluso del chorro de sangre que salio del goblin, una sangre verde y espesa.

Los goblin habían muerto ... y ahora con calma podéis ver el emplazamiento, la zona había sido vaciada para formar una zona de vigilancia protegido por el brezo. Mediante tablones de madera que los aplanan han generado asi un espacio para los guardias donde pueden mantenerse ocultos y vigila la zona, asi como la zona del interior, pero solo para aquellos que tiene visión en la oscuridad ya que la cueva está MUY oscura. En el interior solo podeis ver como el riachuelo surge de su interior, con recodos y paredes naturales de piedra ...
 

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mapa actualizado

La marca en la entrada de la cueva indica donde esta oscuro total, a partir de ahi solo ven los que ven en oscuridad o llevan una antorcha

Había terminado el combate en un periquete, pero Isildel estaba bastante malherido. Rápidamente me acerqué a él y, diciéndole que lo iba a curar, empiezo a tratarle la herida. Mientras rezo, mi amuleto empieza a emitir un fulgor dorado, que se expande por mis brazos hasta mis manos. A la vez, estoy sacándole la flecha con mucho cuidado y mirando que no se le haya metido ningún cuerpo extraño en la herida; la infección podría ser mortal. Una vez que extraigo la punta, presiono la herida y la luz dorada se pasa al pecho de Isildel. Primero deja de sangrar, después remite el dolor. Cuando retiro la mano, lo único que queda es una pequeña cicatriz y el roto y la mancha de la túnica.

-"Espero que no te haya molestado al sacarte la flecha, amigo. Era una fea herida, pero ya está sanada. Ahora tienes un recuerdo en tu pecho de esta aventura."

De vuelta a la realidad, me acerco a los demás y les felicito por su bravura. La cueva está al lado, esperándonos en completa oscuridad. Un escalofrío recorre mi espalda haciéndome temblar un poco. No veo nada más allá de la entrada...

Izmael : Impones las manos, lanzando un conjuro para sellar las heridas y recuperar la sangre de Isildel y ves que la herida es limpia, a pesar de la rudeza, sacar la flecha y sanarlo es facíl con tu habilidad curando, asi que se recupera sin problema.

Isildel : Te recuperas del todo la Vida

Thalai, satisfecho con la explosión craneal del goblin provocada por su descomunal hacha, sonrió mirando a Freyr.

-No eran rivales dignos de Rauatai, Freyr, primo de Gundren, Creyente del Martillo. ¡Jejejeeee!-.

Mientras reía con ganas, bárbaro registró el cadáver del goblin que no había quedado hecho chamusquina, por si tenía algo útil.

Miró de soslayo al clérigo intervenir con destreza a Isildel. El elfo era más duro de lo que había pensado de inicio el bárbaro. Lanzar un conjuro tan espectacular con una flecha en el vientre era digno de su respeto.

Cuando se hubieron reunido a la boca de la cueva, Thalai adoptó un gesto serio, casi meditabundo. Sus ojos parecían tratar de penetrar la densa oscuridad.

-Hmmmm... Eh, Freyr, primo de Gundren, ¿qué tal ves en la oscuridad?-. Thalai parecía hacer una pregunta retórica. -Tu gente es muy buena moviéndose bajo la roca. ¿Puedes guiarnos ahí dentro?-. El bárbaro se giró al resto. -Esos pielesverdes son buenos viendo en la oscuridad... Ojos de emboscadores tienen los muy escurridizos. E Isildel ha advertido de la posibilidad de que haya perros... o lobos, guardando la entrada. Más nos vale estar bien atentos-. Thalai agarró con firmeza el hacha y se la echó sobre el hombro. -¿Qué tal está esa herida? Je, eres duro, amigo Isildel. Me ha gustado ese conjuro de fuego. Le caerías bien a Rauatai, sí-. El gigante palmeó en el hombro a Isildel con intención de animarle. Calibró el gesto para no generarle una tortícolis. No había que pasarse con él. Al fin y al cabo, era elfo. -Encontraremos a tu fiel búho, amigo. Lo juro por mi honor-. Se dio en el pecho un golpe seco tan potente que no habría sido extraño que les doliese a sus compañeros. Thalai, por supuesto, ni se inmutó. Pronunció aquellas palabras con una solemnidad tal que casi parecía aseverar que el búho era como alguien de la familia para el bárbaro.

Luego miró a la mediana mientras esbozaba una sonrisa leonina.

-Eh, melenuda. ¿Dónde estabas cuando empezaron a rifarse los pases para el Noveno Infierno? Mantente alerta y avísanos si ves o escuchas algo, ¿vale?-. Acarició con cierto salvajismo a Kendra, hasta el punto de despeinarla, mientras reía divertido.

Luego, volvió a convertirse en la pantera hipermusculada que era. Allá adentro había muchos, muchos bichitos esperando. Podía sentirlo. Apretó las manos en torno al mástil de su temible hacha y sonrió para sus adentros. Hacía semanas que no tenía un buen combate. Semanas... Inaceptable. Rauatai exigía ejercicio diario. Pero algo sugería a Thalai que aquella expedición estaba a punto de alcanzar un punto interesante.

El barbudo enano respiró aliviado al ver caer a ambos goblin, sin duda el grupo había tenido un reacción rápida. 

Freyr rápidamente se preocupó por Isildel. Había aguantado a la perfección y aún le habían quedado fuerzas para conjurar un potente fuego, sin duda no era tan delicado como pensaba el enano. Por suerte nuestro clérigo lo curo con presteza. ¡Buen trabajo amigos! Se lo reconoció a los dos con unas palmadas en la espalda.

Freyr no puedo aguantar la risa tras la palabras de Thalai, era tan entrañable ese gigantón... Ja, ja, ja. Resonaron su profundas carcajadas. Tras haber sido sorprendidos de nuevo al enano ya no le preocupaba tanto que no les escucharan. También creo en tu hacha, ¡rebana bien! El enano golpeó a Thalai con un suave puñetazo en el deltoides, haciendo un esfuerzo para llegar tan alto.

Sin mas demora el enano se giro hacia la cueva y contesto al gigantón. Claro que puedo ver ahí dentro. Yo iré delante. Los demás, os arreglareis con la luz que desprende el bastón del mago. Freyr señaló la luna del bastón de Isildel que brillaba con intensidad y se encamino hacía dentro de la cueva. ¡Seguidme muchachos!

Kendra apareció entre sus compañeros de manera sorpresiva observando con una mezcla de asco y curiosidad lo que había quedado del goblin quemado.  

Goblin a la brasa... ¡Huele peor que cuando estaba vivo! ¡PFT! Menudo pestazo... Izmael ¿podrías hacer de nuevo lo de la bola? Me ha parecido alucinannnnnte- comenta la mediana con voz nasal mientras se tapa la nariz con dos dedos. Con paso muy solemne y apretándose bien las fosas nasales se acerca al otro goblin y su gesto se vuelve reverencial. In-cre-íííble... Nunca había visto nada parecido. ¿Eres el hombre más fuerte del mundo, Thalai?. La mediana está francamente encantada de conocer a gente tan poderosa. Empieza a dolerle el cuello de mirar a Thalai desde tan abajo pero ni siquiera lo nota de lo extasiada que se encuentra. 

-Eh, melenuda. ¿Dónde estabas cuando empezaron a rifarse los pases para el Noveno Infierno? Mantente alerta y avísanos si ves o escuchas algo, ¿vale? 

¡JA! Soy sigilosa como un gato y feroz como una mangosta - Por un momento, la pequeña Kendra duda sobre si una mangosta es lo que ella piensa, aunque desecha sus dudas y decide que seguro que la mangosta es un animal letal y mortífero. Me dirigía a la cueva en busca de trampas cuando esos goblins nos emboscaron y decidí prestar apoyo logístico y moral desde mi posición. Siempre preparada, siempre vigilante - le dice la mediana al gigante mientras se toca la nariz con su dedo extendido. Con presteza saca su arco y coloca una flecha en él sujetándola con agilidad, listo para disparar a todo lo que se mueva en esa cueva. 

Claro que puedo ver ahí dentro. Yo iré delante. Los demás, os arreglareis con la luz que desprende el bastón del mago. Freyr señaló la luna del bastón de Isildel que brillaba con intensidad y se encamino hacía dentro de la cueva. ¡Seguidme muchachos!

La mediana se coloca junto al enano y comienza a hablarle mientras avanza pegando saltitos a su lado. ¿Cuándo les sale la barba a los enanos? ¿Vas al barbero o te la cuidas tú mismo? ¿Te pones acondicionador? ¿Es verdad que si a un enano le cortas la barba le salen alas? ¿Prefieres a las mujeres con barba o sin barba? ¿Llevas algo escondido ahí dentro? ¿Los enanos hacen concursos de barbas? Me gustaría ayudarte a buscar trampas, pero no voy a ver un pepino sin algo de luz... 

Isildel agradeció con un suspiro de alivio las atenciones del portador del alba. Observó como la cálida luz del amanecer recorría su cuerpo maltrecho y restañaba la herida sangrante. Hizo una inclinación de cabeza ante el clérigo a modo de reverencia.

- Bendito sea el señor del alba, y benditos los señores de los campos Elíseos. Gracias Izmael, esa flecha a estado cerca de abatirme.

Observó al bárbaro y sintió como el golpe lo sacudía como a ropa mojada en la piedra de la lavandera. Le devolvió su mejor mirada de desprecio y con gesto furibundo y palabras insidiosas respondió.

- Espero no conocer nunca a vuestro Dios demonio, y si Mithrandir ha caído en combate en estos momentos estará volando por los cielos infinitos del plano natural. La muerte es parte de la vida, no es un final, solo un nuevo destino. Y por favor, no vuelvas a tocarme.

Dio un golpe de su bastón e hizo brillar con más intensidad la luz del fuego sagrado de Mystra.

- Espero que sea luz suficiente para que no vayáis tropezando contra las paredes. Ahora podemos avanzar, y estad preparados. esos pieles verdes han demostrado ya en dos ocasiones que pueden pasar desapercibidos ante nuestros sentidos. Si habéis acabado de parlotear como viejas campesinas.

Dijo observando a kendra con mirada hastiada.

con gesto furibundo y palabras insidiosas respondió.

- Espero no conocer nunca a vuestro Dios demonio, y si Mithrandir ha caído en combate en estos momentos estará volando por los cielos infinitos del plano natural. La muerte es parte de la vida, no es un final, solo un nuevo destino. Y por favor, no vuelvas a tocarme.

Thalai se rascó el mentón con gesto desconcertado ante las palabras del elfo.

¿Dios demonio? ¡RAUATAI ERA UNA DIOSA BIEN BENÉVOLA! No era especialmente pacífica, cierto, pero era una gran luchadora.

¿El búho no le importaba tanto al elfo? Pues vaya relación amo-mascota... Thalai no aprobaba a los que compraban búhos para hacer mera ostentación. ¡Hmphf!

¿Que la muerte es parte de la vida? Thalai no le veía sentido a aquella frase. Él siempre lo había entendido como el final de la larga batalla. Además, no creía que hubiese mejor vida que aquella.

-Ehhh...-. Alzó el dedo con clara intención de alegar algo en su defensa, pero el elfo se giró sobre sus pasos e hizo un truco de luz cegadora. Thalai se encogió de hombros y se dirigió al cadáver del goblin que no había sido calcinado considerando que Isildel era capaz de lanzar en pocas palabras grandes interrogantes que no tenían fácil respuesta para el bárbaro.

-Qué divo... Este esnifa algo más fuerte que el vinagre, no cabe duda. Los cielos infinitos... del plano naturaaal... Buah... Lo que ese elfo fuma es material de primera... Sí-. Cogió el escudo y la cimitarra del cadáver. Podían serle de utilidad. Luego miró fijamente al goblin y tuvo una idea. Una idea sangrienta y salvaje. Pero la desechó, porque no quería herir las sensibilidades del clérigo y, sobre todo, del mago fumeta y sus planos astrales. Pero diantres, qué gran idea era... 

En su lugar, ocultó los cadáveres entre los setos y se reunió con el enano y la mediana, que ya le estaban resultando extraordinariamente simpáticos. Miró a Freyr y le lanzó una sonrisa afilada. En el más literal de los sentidos.

-Vigilo tu espalda, Freyr, primo de Gundren. Guíanos a la boca del lobo, amigo-.

Freyr se alegró de tener a Kendra al lado cuando la chica se acercó, sin duda sería de mucha ayuda para no caer en ninguna trampa. Pero cuando comenzó a hablar y a hacerle todas esas extrañas preguntas su rostro fue moldeándose a cada pregunta que pasaba. Pasó de la mas absoluta normalidad a la más absoluta extrañeza, por medio el enano ladeo la cabeza curioso, enarco una ceja por la incomprensión y hasta se golpeó la frente con el talón de mano de lo absurdo de alguna pregunta. 

A pesar de todo, como habitualmente, al enano le hizo gracia la mediana y le revolvió el pelo con la mano cariñosamente, le resultó agradable no tener que estirarse para tocarle el pelo a alguien. Freyr intentó contestar todas las preguntas de carrerilla para seguir la broma a la pequeña Kendra. En la pubertad, como a todo el mundo. Yo mismo. ¿Qué es eso? ¿Has visto a algún enano con alas? Sin barba, con la mía ya es suficiente lío. ¿Se puede? No que yo sepa, pero es una gran idea. Serás de gran ayuda, con la luz mágica de Isildel te apañarás, si no siempre puedo sacar la antorcha que llevó dentro de la barba. Ja, ja, ja. El enano tomó aire profundamente cuando acabó de recitar todas sus respuestas.

Freyr sintió tranquilidad al escuchar a Thalai, sin duda es un gran guerrero, aunque le inquietaba cada vez que le mostraba esa sonrisa. Ten cuidado con tu hacha, entonces. Ja, ja, ja. Respondió el enano al gigantón. Freyr había visto como partía en dos al goblin y no sabía que podía pasar si se emocionaba en un lugar tan estrecho al parecer enemigos...

Avanzáis con cuidado dentro de la cueva  ... es algo estrecha asi que no cabeis todos juntos pero entrais un poco Freyr y Kendra primero, uno por su visión en la oscuridad y la pequeña revisando trampas, gracias a dios no estaba muy lejos Isildel, pues sino no podria buscar nada, aunque no en el medio, ya que para Thalai quedarse detras de seguro le seria una deshonra, en el sitio de los cobarde, y cerrando el grupo estaban el mago y Izmael, apoyo y arcanos detras vigilando, y bien iluminado por el baston luminoso de Mystra.
 

Nada mas entrar escuchais como el sonido del agua de riachulo llena toda la cueva con un constante silbido de la corriente circulando en aquel espacio tan reducido, amortiguando los sonidos, el techo asciende 20 o 30 pies, inclinados creando bóveda  cubierta de estalactita.

Kendra, en principio no ve ninguna trampa.

Nada mas acercaros a la entrar no podéis evitar escuchar el sonido de aullidos y movimiento de animales muy cerca, asi como el sonido de cadenas moviéndose ..., justo al pasar la entrada, solamente Kendra y Freyr pueden ver como a la derecha aparece unos pocos escalones de piedra que llevan hacia una pequeña gruta. La cueva se estrecha hasta una pequeña fisura en su extremo final, y esta llena con el hedor de animales. 3 Lobo encadenados se encuentran en su interior, la cadena de cada lobo llega hasta una vara de hierro clavada en la base de una estalagmita.

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Después de unos momentos en los que nos reagrupamos, nos adentramos en la oscuridad de la caverna sabiendo que más goblins nos esperaban. La pequeñal Mendra, que no paraba de parlotear, acompañaba a Freyr en vanguardia buscando algún tipo de trampa o enemigo. Thalai iba justo detrás, con su imponente figura y su enorme hacha preparada para lo que surgiera de la cueva. Isildel y yo cerrando la comitiva, preparados para utilizar nuestros conjuros si hiciera falta. De fondo se oía el sonido del agua al correr corriente abajo.

Sólo se veía lo que el bastón de Isildel iluminaba. Fuimos avanzando hasta que, tras un recodo a la derecha y subiendo unos escalones, vimos las figuras de tres lobos. Estaban atados a una cadena, pero no sabíamos si podrían llegar hasta nosotros. De seguro, si había más goblins en la cueva, se enterarían de nuestra incursión por los sonidos de los ladridos de estas bestias.

-"¡Pssst! ¡Chicos! Tenemos que tener cuidado, no sabemos si las cadenas llegan hasta nosotros. Si nos detectan, sus ladridos captarán la atención de los moradores de la cueva. Hay que estar alerta e ir con cuidado, lo más sigilosamente posible. No me gustaría matar a estos pobres animales enajenados, sólo están privados de libertad. Pero si nos detectan, habrá que encargarse de ellos."

Dije, lo más bajo posible, pero lo suficientemente alto para que me oyeran los demás. Intenté hacer el menor ruido posible mientras andaba y penetraba en la cueva. La ballesta lista y cargada, apuntaba a uno de los lobos por si tenía que disparar.

Percepción : No ves ni rastro de nada que no sea de la cueva, ni del supuesto buho.

Naturaleza: Los lobos son normales, en principio parecen que lo usan de forma no delicada, ya que tiene marcas y heridas ... y no paran de ladrar

Isildel asintió en silencio, tenía la ventaja de no llevar pesadas placas de acero cubriendo su cuerpo, pero debía ir con cuidado para pasar desapercibido ante esos terribles guardianes. Con un sencillo gesto de concentración trato de establecer un vínculo con su familiar, de no conseguirlo hace un gesto de su voluntad para desconvocarlo y enviarlo de vuelta a su pequeña dimensión de bolsillo. Alzando en alto el bastón para despejar las sombras del camino.

Percepción - arcano : cuando un familiar fallece desaparece toda forma fisica y solo puede ser recuperado realizando de nuevo el ritual. cuando perdiste el contacto con el sabias que habia sido atacado y herido con lo que desaparecio del mundo físico.

Los perros comienzan a ladrar me movían nervioso y estaba claro que os habian detectado ... de estar tirados ladrando entre ellos o comiendo, los 3 se dirigieron a la entrada tirando de las cadenas que les sujetaba.

Señor del bastón lunar. Dijo el enano refiriéndose al mago. Un hechizo de esos de echarse una siesta no vendría para estos lobos. Freyr sugirió como estrategia a Isildel, recordando lo que era capaz de hacer con ese hechizo y viendo que los lobos empezaban a acercarse demasiado a él.

El enano apretó los puños sobre el mango de su martillo y añadió. Por delante veo otra gruta, pero si estos lobos están aquí será que están guardando algo. El apunte era evidente, para Freyr el camino pasaba por lo que guardaban esos lobos.

Isildel negó con la cabeza. estudiando las cadenas y sus enemigos.

- Las arenas del sueño no podrán con ellos. Están enaltecidos por la furia, y son demasiados. Sin embargo no me será difícil consumirlos en un infierno de llamas mientras sigan presos. De todas formas alertará a sus dueños. Aunque yo estoy preparado para luchar.

Si los lobos los habían detectado, era evidente que el dudoso factor sorpresa que pudieran tener hasta el momento, se había esfumado.

Malo para ellos.

Peor para Gundren.

Thalai se pegó a la pared de roca, gruñó y lamentó no haber llevado a efecto su genial -y sangrienta- idea. Pero claro, desmembrar goblins para usar sus brazos de señuelos con los perros guardianes podría haber causado un síncope a Izmael, a Isildel e, incluso, al búho de éste. Mejor no herir la sensibilidad de los practicantes de la magia. Al menos, por el momento...

-Más nos vale acabar con ellos rápido o alertarán a todos los goblins que haya en esta cueva. Otra opción es... ¿Alguno tiene comida? ¿Algo de carne?-. El bárbaro se rascó el mentón. -Quizás podamos intentar aplacar a las bestias. No dejan de ser animales-.

Los lobos se lanzaron a por nosotros sin contemplaciones. Eran bestias subyugadas a los caprichos de los malvados goblins. Teníamos que pararlas, muy a mi pesar, inmediatamente... antes de que nos atacaran.

-"Creo que no hay más remedio que quitarles de en medio. Es una pena, pero es por nuestro bien. Estas bestias no se detendrán por una migaja de cecina o pan de nuestras raciones. Están adiestradas para atacar a todo aquél que se interne en la cueva y no sea uno de esos malolientes pieles verdes."

Apunté al primero de ellos con la ballesta y disparé, esperando frenar su avance. Volví a recargar la ballesta.