- ¡Oh, Diosa!- exclamó el mago poniendo los ojos en blanco ante la pasividad de sus compañeros.- ¿Es que tengo que hacerlo todo yo?- preguntó al aire justo antes de arremangarse la túnica con las manos y echar a correr en pos del matón.
El bandido corre como si lo llevara el diablo, os esquiva, el enano no tiene ninguna oportunidad con el bandido, su velocidad es mucha mayor y su agilidad, y el elfo, aunque más rápido, no es capaz de sujetarlo y retenerlo, desapareciendo entre la vegetación y los árboles en dirección a la mansión de lo alto de la colina, la Mansión Tresenda.
El paladín, levantándose quejumbrosamente murmura una oración en honor a Tyr:
"Señor de la Mano de Plata, otórgame tu poder de nuevo... Para sanar mis heridas y continuar con tu justa búsqueda de justicia..." — mientras pronuncia estas palabras, su mano se ilumina con la sagrada luz curativa y portándola a su pecho, sus heridas comienzan a cerrarse.
Incorporándose de nuevo, observa a sus compañeros, que han intentado dar caza al bandido, sin conseguir incapacitarle antes de que huyese. Posteriormente, examina al resto de bandidos... Uno de ellos, su cabeza destrozada por el martillazo de maese Fireforge, otro con una enorme herida sangrante en el pecho causada por su propio castigo divino y el último sangrando a rebosar por el impacto certero de Dalya...
Se gira a sus compañeros, y dice:
"Siento mi debilidad... Hemos tenido un duro combate, y gracias a Isildel hemos podido sobrevivir el asalto de esos bandidos. No sé si deberíamos retirarnos, pero ese bandido sin duda habrá alertado al resto de la Marca Roja... ¿Deberíamos perseguirle?"
Motivo: Curar Heridas
Tirada: 1d8
Resultado: 6(+3)=9 [6]
Lanzo mi conjuro de curar heridas y me sano 9 puntos de vida... Estoy a 14 / 20 y me queda solamente 1 espacio de conjuros.
Máster, ¿alguno de los bandidos parece que está en situación de sobrevivir si recibiese curación mágica?
- Yo propongo que antes de ir a la mansión ruinosa-dijo la mediana-entremos en la taberna y busquemos a ver si hay algún bandido ahí dentro o alguna pista- La herida que le había hecho estaba bastante mejor y se sentía con fuerzas para continuar y sus compañeros también parecían capaces de seguir adelante.
El enano recogió su hacha maldiciendo entre dientes por no haber acertado y que finalmente el bandido se les hubiera escapado. Volvió junto a sus compañeros y recogió su martillo del suelo, sacó un trapo de un bolsillo y le limpió el polvo. Cuando el arma estuvo a su gusto se la apoyó en el hombro.
Por mí pasamos también. Secundó el enano la idea de la mediana. La verdad es que me ha entrado sed con la pelea, me apetece una cerveza. Dijo con total parsimonia. Freyr comenzó a caminar hacia la taberna acariciándose la barba.
MASTER HIPNOSIS
- como deseeis, si quereis que entremos me aprece bien, pero ... no croe que sea buena idea buscar pelea, yo he gastado conjuros y me quedan ya pocos ... y Auric parece que fue bastante herido ... -
Dice Izamel mientras revisa las heridas del paladin
Limite hasta el Martes a las 9 ( hora servidor como siempre)
decirme que quereis, sino, pues lo que diga el grupo ...
"¿Entrar en la taberna que acoge a los matones que nos acaban de intentar matar?" — el paladín esbozó una media sonrisa mientras tranquiliza a Izmael respecto a sus heridas, que ahora que ha invocado el poder sanador de Tyr, no parecen tan graves — "Suena a un buen plan, ¡hagámoslo!" — aseguró con confianza. El combate anterior le había enseñado que como grupo podían enfrentarse a lo que fuese y salir victoriosos.
Isildel regresó a paso lento hasta donde había quedado rezagado el grupo, aunque pudo escuchar su conversación sin problemas.
- Desde luego deberíamos obtener algo de información, si bien parece claro que esa mansión de ahí arriba debe ser la guarida de estos maleantes, o al menos deben tenerla por los alrededores- comentó al llegar.- Sin embargo no aconsejo acercarnos esta noche a esa zona: ese matón habrá avisado a los suyos y estarán sobre alerta y además Izmael ha tenido que esforzarse demasiado en el último combate por intentar ir de buenas con la escoria.
Que haceis, vais al Gigante Durmiente, os volveis a la Posada? No me queda claro, lo siento
Os dirigis hacia la taberna con paso lento, veis que aquella taberna era mas una antigua casa o local, donde habia pasado mejores tiempos habia pasado sobre el. Hay trozos de pared que faltan, e incluso algunas aprtes del techo. Nada mas entrara veis que el local esta vacia, tan solo hay una enana detras de la barra con una cara de pocos amigos, la cual os mira preguntandose que demonios hacian esos tios alli.
- Que cojones quereis Joder ... - grita la enana con mal humor
Auric frunce un poco la nariz ante el desagradable olor de la taberna. Tiene claramente pinta de un oscuro antro para encubrir delitos criminales, pero el paladín no desea empezar con mal pie. Adelantándose, desliza una moneda de oro a través de la barra mientras le dice a la hostil tabernera con voz despreocupada:
"De momento, una ronda de bebidas y, a poder ser, una cara amigable."
La enana mira la moneda y a el semiorco con desconfianza, pero cuando el paladn suelta la moneda, la enana la toma con rapides y a continuacion la muerde para comprobar su calidad ..., cuando comprueba de su calidad, sonrie mostrando huecos en su dentadura y saca de abajo de la barra 5 mugrientas jarras las cuales rellena de un brebaje oscuro que sirve delante de todos ustedes.
-Hola! Me gusta tu barba-dijo la mediana con un tono excesivamente amigable mientras saltaba y se sentaba en la barra apoyando su ballesta cargada sobre el regazo con una enorme sonrisa- ¿Eres miembro de los bandidos? ¿Los capas rojas, o carmesies o como se llamen?-le preguntó como si fuera una niña preguntando a un desconocido- Si no es así podemos ayudarte a que dejen tranquila tu taberna pero nos tienes que ayudar tu tambien. Si eres parte de ellos... bueno, tendrás que ayudarnos igualmente aunque no creo que te guste tanto, jeje-dijo mirandola con aquella sonrisa risueña.
El elfo entró en el local en pos de sus compañeros, pero lo hizo con una nada disimulada cara de asco, levantándose el dobladillo de la túnica para no mancharla con lo que fuera que había en aquel suelo pegajoso.
La camarera no le inspiraba ninguna confianza, y desde luego no estaba dispuesto a beber nada de lo que le ofreciera. De hecho, no estaba dispuesto ni a tocar la jarra, no fuera que le pegara alguna enfermedad.
Muy a su pesar, sin embargo, esbozó una ínfima sonrisa al escuchar a la mediana… ¡Sabía cómo comenzar una conversación con esa gente! Estaba dispuesto a escuchar lo que la enana tuviera que decir al respecto de esos maleantes o de los enanos que buscaban, así que se acercó a algun sitio desde el que pudiera escuchar la conversación y vigilar la calle por si llegaban refuerzos.
El enano pasó martillo al hombro y se sorprendió de que la tabernera fuera enana, lo cual hacía más sorprendente la cochambre de local en la que se encontraban. Normalmente los de su raza no eran tan descuidados...
Freyr miró la jarra de soslayo cuando la enana les sirvió. Después se acercó a la barra y olió el líquido que había en su interior. Se reprimió y consiguió no cambiar su gesto, sin embargo no consiguió hacer lo mismo con sus palabras. ¿Le importaría servirnos cerveza de verdad en una jarra apta para personas de bien? Nosotros no somos como esos apestosos marcas rojas. Dijo empujando suavemente la jarra con la punto del mango de su martillo. No esta bien servir así a los de tu misma raza... Terminó el enano para dar la puntilla.
Ahora mismo Freyr entendía un poco al remilgado de Isildel, aunque se consoló pensando que todo tenía un límite.
Eres miembro de los bandidos? ¿Los capas rojas, o carmesies o como se llamen?-le preguntó como si fuera una niña preguntando a un desconocido- Si no es así podemos ayudarte a que dejen tranquila tu taberna pero nos tienes que ayudar tu tambien. Si eres parte de ellos... bueno, tendrás que ayudarnos igualmente aunque no creo que te guste tanto, jeje
¿Le importaría servirnos cerveza de verdad en una jarra apta para personas de bien? Nosotros no somos como esos apestosos marcas rojas. Dijo empujando suavemente la jarra con la punto del mango de su martillo. No esta bien servir así a los de tu misma raza...
La enana no parecia inmutarse en las duras y arrogantes palabras de los heroes, ella saco de la parte inferior de la barra una gran hacha, la cual parecia que tenia practica de usar y la clavo sin ningun cuidado sobre la barra con fuerza.
- Creo que este no es el lugar donde deberiais estar ... al final de la calle esta la posada de Stonehill, asi que largaos de aqui ... . - dijo la enana de forma grosera y bronca, para despues escupir al suelo sin cuidado.
Tras esto comenzo a hablar en enano con un fuerte acento - Har lader ver jimar rajad dur modianles ... jordian van Merlon ir Borajar ... bar sir Moradin - estaba claro que estaba hablando con el enano.
Cuando hueles lo que hay en esas jarras, llamarlo cerveza es un insulto para un enano, estaba claro que era un brebaje de cebada de baja calidad mezclada con agua de lluvia o de un charco por su color.
La enana comenzó ha hablar en enano
- Deberias llevarte a estos pieles suaves de aqui ... yo no os puedo ayudar ... cortesia de enano ... -
Dijo con un fuerte acento del Norte, son gente muy ruda, resistentes y supervivientes , enanos de mas halla del espinazo del mundo.
-Pssst, eh!-dijo llamando la atención mientras agitaba la ballesta con la que no había dejado de apuntar y que dispararía al menor movimiento violento de la enana- soy yo la que te está apuntando con esto-le dijo- dinos donde podemos encontrar a los bandidos y cuantos son y te dejaremos tranquila con tu posada.
Auric tuerce el gesto cuando ve la actitud hostil de la enana y, por un instante, sus ojos se dirigen hacia Dalya con preocupación. La mediana es buena en lo que hace. MUY buena, a decir verdad, pero la tabernera estaba demostrando ser impredecible y no le hubiera sorprendido que decidiese atacarles en cualquier momento.
Desenvainando su enorme espadón, lo clavó con fuerza en el suelo mientras, sin pronunciar una sola palabra, clavó su mirada en los ojos de la siniestra tabernera dejándole bien claro que no se andaban con tonterías.
Motivo: Intimidar
Tirada: 1d20
Resultado: 14(+4)=18 [14]