Partida Rol por web

Quince millas al este de Phandalin, en los valles profundos de la Montañas de la espada, yace  La Mina. La mina del Pacto de Phandelver se perdió hace quinientos años,durante las invasiones de orcos que devastaron esta parte del Norte.
En los siglos posteriores, innumerables prospectores y  aventureros han buscado la mina perdida, pero nadie lo logró...
Hasta que los hermanos Rockseeker encontraron la entrada hace un mes. Desafortunadamente, los Rockseekers no se dieron cuenta de que estaban siendo arrastrados por los espías que trabajan para , la Araña Negra.
El villano drow  y sus seguidores organizaron la emboscada de Gundren. 
La araña negra ha dado órdenes para que los personajes sean detenidos a toda costa. Mientras tanto, el drow ha comenzado su exploración de la Mina .
El drow está buscando la Forja de hechizos, donde los magos humanos del viejo Phandalin encantaron armas y artefactos... 

El viaje se le hizo algo más largo de lo que esperaba, sus canciones no sonaban tan alegres y estaba preocupada. Estaban cerca de llegar al lugar donde la gema de su pecho podía haber sido creada en aquellas minas y una entidad malvada estaba gastando todos sus recursos en acabar con ellos. No lo podían permitir, si bien sus canciones durante el tranquilo viaje fueron más melancólicas de lo normal, avanzó con paso firme para hacer lo que fuera necesario por proteger aquel lugar y descubrir sus poderosos secretos.

Tras unos días de descanso, nos pusimos en marcha a continuar con el asu ti de la mina. Los hermanos habían sido rescatados y ahora nos quedaba inspeccionar las minas y evitar que el drow que nos llevaba ventaja llegara antes. Quien sabe lo quw podría hacer él con los secretos que se guardaban allí dentro.

Llegamos a las minas sin más problemas aunque el viaje fue largo y cansado. Las minas se presentaban ante nosotros y allí estábamos de nuevo todos para intentar salvar sus secretos de manos indeseables.

Bueno amigos. Creo que estamos cerca del final ser de esta aventura. Debemos evitar que la Araña Negra se haga con los secretos de las minas. No podemos fallar.

Guiados por Gundren el grupo llega a un estrecho tunel cuya entrada está escondida dentro de la Montana de la Espada.

El interior está completamente oscuro con lo que aquellos que no puedan ver en la ocuridad deberían portar una fuente de luz,como una antorcha.

La ENtrada del tunel os dirije hasta una caverna grande soportada por un pilar rocoso ,además contiene tres estalagmitas.Al oeste de la cueva,detrás de la columna de roca,hay tres sacos de dormir y un montón de suministros-sacos de harina,bolsas de sal,carne,linternas,lámparas de aceite,picos,palas,...-Entre los suministros podéis ver un cuerpo de un enano ...

La sección norte de la caverna está bloqueada,formando un foso de  de 10 pies de profundidad.Una cuerda está atada alrededor de una estalagmita cercana y cuelga hacia abajo del foso...

Gundren desesperado se dirije hacia el cuerpo inerte del enano...

Iluminando unas antorchas conseguidas en la tienda de Barthen el grupo se movió por un tunel en la Montaña de la Espada a donde les había dirigido Gundren y el mapa. Avanzaron hasta lo que parecía un asentamiento de exploración  fue cuando descubrieron un cuerpo en el suelo, de un enano. Gundren salió conrriendo e Ingeir no se quedó atrás y le siguió, sabía que sus hermanos habían venido antes y quizá aquel fuera uno de ellos, aunque el número de sacos era mayor al de hermanos. Vigiló que en las cercanías no hubiera nada peligroso mientras termina de llegar al lado de Gundren.

- ¿Es uno de tus hermanos? le susurró a Gundren observando su comportamiento.

Grunden grita rabioso y exclama  a la vez que golpea al suelo  con su mano cerrada:Tharden!,...lo pagarán!.Aunque logra contenerse no puede evitar llorar de rabia  y tristeza,la pérdida de un hermano no es fácil,y mucho menos de esta manera.

Ingeir,se acerca hacia donde está Gundren y observa que su hermano fallecido lleva puesto unas botas un tanto peculiares,adornadas con unas alas a ambos lados de la bota.

Tras un suspiro Gundren os dice: Solo espero que Nundro siga con vida...Sus ojos llorosos demuestran tristeza e impotencia.

Aquello no empezaba bien. Un enano estaba tirado en medio de la habitación, al parecer inconsciente. Saqué mi espada y me puse alerta esperando una emboscada. Lo que fuera que hubiera tumbado al enano, podría estar al acecho.

Cuando Gundren se acercó al cuerpo, copnfirmó las peores sospechas, el enano estaba muerto. Según sus palabras otro enano estaba desaparecido, y con toda seguridad nos tocaría ir al rescate.

Busqué por la habitación indicio del asesino, pero suponía, como todo el grupo, que la Araña Negra tenía algo que ver en todo aquello.

En la caverna no hay nadie más que los presentes y,por el momento,no parece que haya ninguna amenaza.Sin embargo Trake se acerca al foso ,justo donde está la cuerda amarrada a la estalagmita , y observa varias pisadas.Sin duda alguna,alguien ha estado subiendo y bajando constantemente...

SIn pensárselo dos veces Grunden,quien está equipado con una armadura laminada y un hacha de guerra enana se dirije hacia la cuerda y baja al foso.

Espera...dice Ivellios.No creo que sea buena idea que vayas solo.El mal reina este lugar,hemos de ir con cuidado...Acto seguido IVellios baja al foso y sigue al enano.

Gundren quien se ha detenido en mitad del foso mira a ambos lados,ya que hay un par de aperturas,una al noroeste del foso  y otra al este.QUé camino tomar...?,pregunta.

Ivellios,quien está junto a Gundren se dirije hacia vosotros con un gesto serio y paciente ,esperando una respuesta...

Al oír el decir el nombre del enano con dolor. Ingeir entendió que así era. Observó las peculiares botas del enano caído, podrían ser mágicas y de utilidad para el grupo en un momento tan complicado. El enano seguía sollozando y mencionó a su otro hermano. - Seguro que sí Gundren, tomemoslo con calma y exploremos el lu... no le dio tiempo a terminar la frase, ya que el enano salió disparado a bajar por la cuerda. - Pero el cuerpo... ya era tarde, Ivellios trató de detenerlo e Ingeir aprovechó para coger uno de los sacos para tapar al enano caído y quitarle las botas guardándolas en la mochila para tratar de saber que utilidades mágicas tendrían que pudieran ayudar a sus compañeros. También cogió una lampara de aceite que se la pasó a Roderick para que la bajara y pudieran iluminar el camino.

Se tomó su tiempo para bajar por la cuerda, si aquel era el medio que tendrían para huir sería complicado para ella andar moviéndose, pero no le quedaba otra opción. Cuando estuvieron todos abajo y Gundren preguntó por el camino a tomar, Ingeir observó el suelo en busca de huellas o manchas de sangre, un rastro que les ayudara a seguir.

- Trake, ¿ves algún rastro? ¿Por donde continuamos? le susurró al intrépido pícaro.

Miro a la cuerda mientras Ingeir se acerca por detrás y me pregunta.

Creo que deberíamos bajar - susurro para que no se nos oiga demasiado. - He visto pisadas que van y vienen de este agujero. Nuestro objetivo debe andar por ahí abajo.

Miro al resto del grupo y en especial a Gundren. Es triste perder a un pariente, pero ahora no nos podemos quedar allí parados. En cualquier momento podría aparecer alguien. Deberíamos empezar a descender.

El problema será quién baje primero. No he visto ni oido nada en especial, pero eso no quiere decir que no haya nadie esperándonos abajo.

Sin darme cuenta, veo que todos han empezado a bajar, así que, encogiéndome de hombros, tomo la cuerda y desciendo con el grupo al foso.

Dos caminos se abren hacia nosotros e Ivellios y el enano esperan que digamos hacia donde ir. Miro a ambos lados y los dos me parecen iguales.

Hacia el este. Vayamos al este.

El grupo decide tomar la dirección este,de modo que se ponen en marcha.Gundren se adelanta y,prácticamente corre en esa dirección...

Tras la selección del camino avanzaron con cuidado si bien el enano parecia frenético y descuidaba sus pasos y al grupo con su prisa. - Gundren por favor, vayamos poco a poco, tenemos que estar seguros que vamos por buen camino y no caer en una trampa. le susurró al enano.

Roderic había pasado los últimos días, incluido el camino a la mina algo alicaído. La razón, no haber conseguido convencer a sus compañeros para limpiar la fortaleza. De todos modos, comprendía que un mal superior debía ser derrotado y de ahí que accediera a posponer aquella tarea. 

El paladín abandonó su actitud al ver al enano caído y ver que el resto del grupo, encabezado por Gundren, se movilizaba al interior de la mina descendiendo por aquella cuerda.

Roderic hizo lo propio y tras las indicaciones de Trake, tomó la delantera, con el escudo en una mano y la lámpara que le había tendido Ingier en la otra.

Gundren se adelantó al grupo, a la carrera, sin embargo el paladín, prudente, mantuvo el paso. Como alertó la hechicera no podían lanzarse en una carrera a lo loco por un terreno desconocido, si bien era posible que para el enano aquella zona le fuera familiar.

Muchos túneles se cruzan en esta caverna natural, de treinta pies de altura.Las paredes están talladas con simples relieves que muestran mineros gnomo  en el trabajo. Debajo de ellos, casi dos docenas esqueletos en trozos de armadura oxidados están esparcidos por el suelo de la caverna. Algunos son esqueletos enanos, mientras que otros son restos de orco. Media docena de grandes linternas de latón están  colocadas en nichos o en los bordes alrededor de la caverna, pero no están encendidas.

Aquel lugar al que acababan de entrar había presenciado antiguamente una batalla encarnizada, Ingeir observó los cadaveres de la poco iluminada habitación y cuando el grupo avanzó por ella, trató de encender una de las lamparas para tener una mejor prespectiva del lugar. Quizá fuera interesante hacer un pequeño alto para observar los grabados de las paredes y ver si los enanos poseían algún objeto de valor, si eran los defensores de la mina es probable que blandieran objetos mágicos.

La habitación tenía un aspecto tétrico. Parecía  que había habido allí algún tipo de confrontación. Decenas de esqueletos se esparcían por todo el suelo junto a sus armas y armaduras.

Me acerqué a los restos para ver si podíamos saber que había pasado allí.