Partida Rol por web

Notas que la pared de argamasa tiene unos ligeros raspones, como pocitos, en su superficie. Puede que sea un desgranado natural o provocado, pero es verdad que esta pared, para alguien muy muy habil y con herramientas apropiadas, pudiera ser trepada hasta el balcon.

Pasa un par de minutos mientras continua el monologo, hasta que entra en la sala la mujer oriental. No hace ningun gesto ni dice nada, mirandolos a ambos con expresion seria, pero Radija calla.

La joven pasa de largo a tu lado y va a una alacena, de donde extrae un queso duro y un pan, sentandose en la mesa a continuacion para comer, ignorandoles a los dos. Su pecosa compañera guarda silencio y se pone a ordenar la ya acomodada alacena, evidentemente avergonzada.

Lewess sigue examinando la pared con atención, alejándose ahora un poco del trozo que queda bajo el balcón,y tras un par de minutos en esa tarea se agacha ágilmente y examina el suelo con detalle.

-No hallas esos pocitos en ninguna otra parte de la pared, la argamasa en el resto es firme.

-Asimismo no hallas ningun rastro en el suelo, la hierba es verde y perfecta. Es mas, casi pareciera que nadie lo pisa nunca, las unicas huellas que ves en el son las tuyas y las de los perros.

Fue lo suficientemente rápido como para hacerse a un lado cuando Xian Mei abrió la puerta, aunque sus pasos habían pasado totalmente desapercibidos. Atribuyó aquello a su mareo, aunque le llegaron a la mente historias de la lejana Kara-Tur, dependiendo de hacia que lado de Toril se miraba.

Arávilar se quedó congelado allí, esperando una reacción adversa de la muchacha. Su fría manera de ignorarlos fue en parte un alivio, aunque le dio una mala espina. Se preguntaba que oscuro pasado le había convertido en una chica que, aunque bonita, era del tipo al que no quieres joder.

-Entonces, al final del pasillo. ¿Aluria, dijiste que se llamaba? Bien, gracias- dijo apresuradamente, forzando una sonrisa. Rápidamente, abrió la puerta y luego la cerró detrás suyo. La cabeza aún le daba vueltas, y se dio el lujo de apoyarse contra la pared, respirando hondo.

Por Mystra, esa muchacha necesita un novio más atento...

Intentando ignorar la confusión en sus sentidos, Arávilar comenzó a recorrer el pasillo en dirección a su grupo. Hace ya bastante que no lograba oírlos, pero esperaba toparse con alguien que le diera una indicación en el camino.

Bueno, haquí hay algo, no hay duda, estos rasponazos y estas marcas, sean de lo que sean, no están en ninguna otra parte de la pared. Sin embargo el suelo está impecable, no hay ninguna pisada que no sea mía o de patas de perro. No lo acabo de entender, pero bueno, al menos aquí hay un rastro de algo. Luego Lewess estudia otra vez el espacio que va desde la marca que aparece más abajo de la pared hasta la valla.

La marca esta en la pared posterior. de ahi a la valla sur, hay unos 40' (13 metros aprox), cubiertos por el jardin.

Las paredes mas cercanas a la valla son las laterales de la casa, estan a unos 20' de la misma.

Así que los perros vagaban a su antojo, ¿eh, Meland? Pues por algún motivo parece que no les apeteció pasarse por el jardín trasero.

Bramo estaba pensando en la domadora de animales, pero tal y como lo había dicho hasta sonaba un reproche contra Meland. Pero el mago no se da cuenta.

Eso suena curioso... Puede que Xian Mei pudiera domar a los perros para quedarse sólo en el jardín delantero, pero Meland también pudo mantener encerrados los perros para dejar entrar un compinche, y decir que sí los había soltado por la noche.

¿Qué son? ¿Marcas de material de escalada?

Bramo miró su entorno. Las marcas no eran continuas, tal vez usaron lugares de parada intermedios.

Hay unos pocos arboles, son mas bien bajos (10 a 15' de alto) y ornamentales o de fruto. Ninguno muy cerca o lejos de la casa, sino mas bien dispersos por el jardin. Abundan mucho mas los arbustos podados y planteras con flores....

Pues la verdad es que no lo sé. Desde luego no había visto algo parecido en mi vida, aunque tampoco estoy familiarizado con el material de escalada. Lo que no termino de creerme es que no haya quedado ninguna marcadde paso por el jardín. La valla o los árboles están demasiado lejos para saltar hasta alguno de ellos, así que ha tenido que apoyarse en algún punto intermedio, y como que me llamo Lewess que voy a encontrar esos rastros Dicho ésto vuelve al punto más cercano a la valla y va trazando círculos cada vez más amplios alrededor, examinando todo lo que se encuentra, no sólo la tierra y hierba del jardín.

La busqueda que haces dificilmente podria ser mas minuciosa. Los pastitos revelan que nadie pisa este jardin mas que por los pequeños senderos entre los arboles, y solo ocasionalmente. El jardin esta exelentemente cuidado, mas no hay huellas de quien lo haga. Unicamente estan las de los perros, Meland y pasos ligeros que probablemente sean de Lady Wisp por la talla indican el uso. No hay mas.

No sé, no encuentro nada por aquí salvo las ligeras pisadas de la dueña y pisadas de perro normales y corrientes. ¿qué te parece si vamos a ver dónde anda Arávilar? Quizá él haya encontrado alguna otra información. Cuando estemos juntos podría ser un buen momento para recapitular, juntar todos los datos que tenemos y ver si le encontramos alguna lógica.

Bueno, lo importante es que encontramos unas muescas en el muro que pueden ser el origen de la argamasa, así que demos por valioso el tiempo empleado.

Venga, encontremos a Arávilar y salgamos de esta casa. Meland, si fuera por nosotros enviaríamos a alguien para que trajera a Arávilar, pero ya que "sólo somos empleados" y no podemos dar instrucción alguna, vagaremos por toda la casa curioseando de arriba a abajo hasta encontrarle. ¿Vale?

Bramo caminó en dirección a la puerta, desandando la ruta por la que llegaron al jardín trasero.

Con una sonrisa en los labios por lo de ir curioseando por toda la casa, Lewess siguió a Bramo hacia el interior. sí, eso es menos que nada, pero me saca un poco de quicio eso de que las marcas empiecen a media pared. A no ser que... Oye, espera un minuto, ¿no podría ser que, igual que arriba hay una pared mágica que se hace visible o invisible, abajo hubiera algún truco por el estilo? yo no he visto ninguna grieta que delimite algo mecánico, pero cuando veamos de nuevo a Lady se lo pienso preguntar... Pero ahora vamos a buscar a éste, que ya lleva mucho rato sin dar señales de vida.

No tardan mucho en dar con Aravilar... el muchacho tiene cara de aturdido y viene del lado de la sala donde se encontraba lady Wisp. Se encuentran pues en el cruce de pasillos en mitad de la casa.

Por tu parte, Aravilar, ves que Lewess y Bramo ingresan desde el patio posterior, junto a Lilith y Meland. Ambos traen expresiones pensativas.

A juzgar por su manera tranquila pero ligeramente zozobrante de andar, parecía que Arávilar se caería al suelo en cualquier momento, y pestañeaba con fuerza, como si no pudiese ver bien. Lentamente, aprovechando el trecho entre él y los demás para recuperarse, avanzó hacia el grupo.

-¿Qué tal?- inquirió esbozando una sonrisita y alzando la mano a modo de saludo. -¿Dónde estuvieron? ¿En el patio? ¿Pudieron encontrar algo interesante? Yo hablé con la cocinera, ¡y no van a creer quien es!- exclamó con efusividad, mirando a Bramo con especial interés luego del comentario. -¡Ajá! ¡Adivinaron! No sólo hablé con Aluria*, sino también con... Radija, eso- dijo. En ese momento, se calló de súbito, casi llevándose la mano a la boca. Expulsar tal caudal de palabras parecía resultar contagioso.

Bueno, vayamos por partes. Lo primero de todo es que nos enseñes tus manos. Has estado separado del grupo y podrían haberte suplantado, así que muéstranos si llevas algún anillo.

A parte de hablar con la cocinera, hablaste con la pelirroja. ¿Qué hay de extraordinario en ello?-Bramo siempre tan serio.

Nosotros por nuestra parte hemos decidido ir a visitar dos sitios que tal vez tengan alguna pista.

Bramo omitió a propósito la identidad de las ubicaciones hasta que Arávilar le enseñara las manos. De hecho, ese había sido su plan desde el principio: si el ladrón todavía estaba en la casa, tentarle con la posibilidad de suplantar a alguno de los investigadores.

¿quienes? - pensó el elfo. En el rato que habían estado de aquí para allá registrando cosas se le había ido de la cabeza quién era quién. - ¿Fue todo bien? - preguntó de forma casi simultánea a la petición de bramo de que le enseñara las manos por si llevaba anillos.

Arávilar sonrió con picardía, mirando a Bramo con los ojos entrecerrados.

-Buen intento, Bramo- dijo, extendiendo las manos y revelando una falta total de adornos. -¡Mi único ornamento es tan sólo la bella insignia de la Dama de los Misterios!- afirmó con orgullo.

El turmishano le respondió con total indiferencia al resto de exclamaciones, culpa del clérigo que aún no salía de su mareo. -No, no. Quise decir que la sorpresa fue la cocinera, je je. ¡Es Aluria!- exclamó, recordando que el resto no la conocía por su nombre. -¡La mujer de la otra casa! ¿Recuerdan? ¡La del cucharón!-

Ante el recuerdo, no pudo evitar reír sonoramente, aunque sin un dejo de desprecio hacia su colega. -Lo siento Bramo, mi sentido del humor suele vencer a mis buenos modales. En fin, todo me ha salido bien. No hice más que hablar, pero cuéntenme ustedes primero- pidió, paseando sus ojos por Melando de manera fugaz y sospechosa.