Partida Rol por web

 El arcano había conseguido mantenerse al margen con su acción defensiva. Había llegado la hora de contraatacar. Tendría que ser muy efectivo, ya que su compañero Heskan parecía muy malherido y no aguantaría otro golpe.

Alain desplazó la esfera de fuego con un gesto de rabia de su mano y las llamas envolvieron al lagarto no muerto con un fuerte resplandor.

La masa ígnea brilla con más intensidad y entra en erupción. Una bocanada de fuego ataca el gul que con tanta agilidad había saltado sobre Heskan. Tan potente fue el ataque del mago que la criatura término casi carbonizada. Las llamas lo estaban consumiendo y se tuvo que arrojar al suelo para apagar las llamas mientras agonizaba de dolor rodando por los suelos…

El paladín lo estaba pasando verdaderamente mal, pero a pesar de todo seguía pensando en sus compañeros. Si caía alguno era porque no había estado a la altura ni cumplido con su misión.  -Erathis, que la gracia que me ha sido concedida se tras fiera a mi compañero, y que por ella sea sanado. No permitas que nuestra suerte sea decidida por estas criaturas.

Las bendiciones de Erathis no son suficientes como para que el rabioso dracónido recupere el control. La sangre mana de sus heridas y la furia le impide concentrarse. Quiere alzar su hacha y cortar a ese engendro en cachitos, pero por alguna razón que no comprende su cuerpo no le responde.

El golpe al draconido fue un duro golpe en un solo instante habian sometido a un barbaro como Heskan, no queria pensar si hubiesen atrapado a cualquier otro del gurpo. Pero uno de los enemigos tambien parecia muy malherido y su sangre tiflin le motivo ha atacar a este.

-¡Aguanta Heskan! ¡Espabila de una vez o seras comida de no-muerto!

Rodeo el campo de batalla para colocarse en una situacion mejor y luego descargo su espada contra el gul. Pero la criatura ya estaba prevenida y no se dejo dar tan facilmente.

Heskan seguía anclado en el mismo sitio, las palabras de Erick no habían surtido efecto.

Mientras tanto la capitana corre por el campo de batalla, buscando al enemigo más herido y lacerarlo, pero su estocada falla a pesar de que el engendro estaba más pendiente de apagar el fuego y de la ardiente esfera que tenía a su lado. Al menos su presencia en el combate era suficiente para avivar la llama combativa de sus hombres.

Al ver que aquella monstruosidad atacaba a Heskan, dejándole malherido, Gaaki se sintió embargada por la ancestral furia asesina de su raza. Gracias a las artes de Erick, la criatura ya agonizaba, casi carbonizada. Gaaki se dispuso a darle el golpe de gracia. Saltó hacia adelante, rugiendo a todo pulmón y con los ojos desorbitados, haciendo molinetes con el martillo por encima de la cabeza.

Gaaki pone todo su ser en el ataque, pero su intento falla pues la velocidad del engendro era mucho mayor.

Mientras tanto la esfera de Alain sigue devorando todo lo que se ponía a su alcance, entre ellas el gul hombre lagarto que no pudo evitar emitir otro grito de dolor y terror.

Estaba acorralado y su única opción para salir entero de ahí iba a ser huir. El no-muerto se da la vuelta, pero nada mas les da la espalda a sus contrincantes dos de ellos arremeten contra él. Gaaki intenta una vez mas aplastarlo con el martillo y la corsaria apuñala el costado del engendro. Sendos ataques lo suficientemente fuertes como para acabar al fin con una de esas fastidiosas cosas.

El ultimo de los enemigos seguía decidido en acabar con Alain. Bordeó a Erick asta llegar al mago por detrás e intentar desgarrarlo con sus uñas, pero el mago había mejorado sus reflejos a lo largo de su travesia por la isla y lo único que el engendro consiguió fue desgarrar su túnica.

 Alain vió como el lagarto se le echó encima y sus garras perforaban su sucia túnica sin tocarle. No perdió la concentración, y como Damaia le había enseñado, pensó en la situación de combate como equipo. Solo quedaba un oponente y la esfera flamígera sería un estorbo, con peligro de quemar a sus aliados, así que liberó su control y la conjuración arcana desapareció. Él no era un adversario a cuerpo a cuerpo para el gul, así que se protegió colocándose detrás de Erick y conjuró una flecha plateada de sus manos que lanzó por encima del hombro del paladín hacia la criatura.

El mago cancera el hechizo que tan buen servicio había hecho para evitar entorpecer a sus compañeros. Ahora ya solo quedaba un enemigo y muy malherido, por lo que recurre esta vez a sus hechizos mas simples, pero tanta confianza y segurirdad le hacen prestar poca atención y errar el blanco cuando el arcano lanza su proyectil mágico.

 Erick, cansado ya del combate, pone todas sus escasas fuerzas en intentar atravesar al gul que tenía delante. Apoyándose sobre las puntas de sus pies y echándose hacia adelante, flexionando bien las rodíllas para obtener mayor impulso, carga con su lanza, directa al cuello de su adversario.

-Muere cabrón. Muere y vete con la diosa de Heskan.

Heskan sacude la cabeza. El mundo ha dejado de dar vueltas a su alrededor - ¿Dónde está? ¿Dónde está ese desgraciado?