El candil que iluminaba levemente la estancia recibe más fuego de mano de otro hombre que le acompañaba y en el que no habias reparado antes. El hecho de que aquel hombre estuviera acompañado pierde su relevancia cuando descubres quien es el enmascarado.
La mascara cae al suelo, revelando un rostro. El rostro del rey Alexander. Legitimo gobernante del Imperio.
.-Soy Alexander Michelakos. Rey del Imperio. Sucesor por linea de sangre desde el primero al ultimo unificador de las tierras imperiales. Señor del Shede. Guardian de las costas del Algar. Protector del Oeste, y Conde-Duque de Tesalia-.
- Encantado, señor. Yo soy Ombra Oscura, él es Domecq y este animalillo es mi hurón. ¿Qué desea de mi?
El chico parece impresionado por la presentación. Sabes que Domecq no esta ni mucho menos de acuerdo a favor de las políticas del Imperio, e incluso le habias escuchado burlarse anteriormente de la nobleza o incluso del rey, pero esta es la primera vez en su vida que tiene la oportunidad de conocer a un rey.
.-¿Eres de verdad?-.
Dice con voz muy tenue.
.-Tanto como un hurón detonante muchacho-. Dice el animalillo
.-¿Desear?-. Os mira a cada uno.
.-¿Acaso no habeis venido vosotros a verme a mi?-.
¿Así que hemos de matar al rey, nada menos, Iker?
Hetron te ha encargado matar a este hombre. Lo que tu decidas hacer es decisión tuya.
Una pregunta: ¿el rey va con alguien o va solo?
Le acompaña un hombre. Este acompañante no parece demasiado peligroso.
- Oh gran rey del imperio, estoy en apuros. Si me librárais de una maldición que tengo, estaría dispuesto a confesar. Pero si no... - y dejo la frase sin acabar.
.-¿Maldición?¿Confesar? Me imagino que os aflige algo de gravedad para venir a verme, pero no puedo entender a que os referis. Si no sois de algún modo más especifico, no creo que podamos llegar a alguna clase de entendimiento-.
Suspiro con dificultad y decido confesárselo todo al rey: que fuí capturado por los malos, que me ordenaron matarle a él, que me pusieron una marca para que muera si no les satisfago y que estoy dispuesto a luchar a su lado si me retira la maldición.
(No le digo al rey que esto no tiene que impedir que me decida a matarlo si no coopera).
El rey escucha toda la historia y os invita a sentaros en la mesa.
.-Os han colocado entre la espada y la pared amigo.-.
El se decide a contaros otra cosa.
.-He venido a entrevistarme con este caballero. Es un informador privilegiado de nuestra red de información. Los hechos que ahora se están sucediendo en los distintos puntos de las naciones de la humanidad, suponen con toda posibilidad un punto de inflexión en la supervivencia de los hombres-.
Mira al hombre que tiene al lado.
.-Estamos siendo atacados en todas las regiones del Imperio. A su vez Nindo y Osvik sufren ataques similares de los no-muertos. Nos enfrentamos a la extinción de la humanidad en menos de un mes si no conseguimos reorganizar una defensa que proteja nuestras poblaciones principales mientras hacemos migrar a los aldeanos cuya defensa en las periferias nos resulta imposible en este momento. Me disponia a viajar al territorio fronterizo con Nindo en persona para hacer que regresen nuestros soldados que se encuentran en desobediencia a mi autoridad atacando la nación vecina cuando tenemos...Otras prioridades-.
Se coloca una mano en la barbilla.
.-Tu problema... No se si puedo hacer mucho. La magia oscura es desconocida para nuestros magos. Lo único que puedo hacer por ti es contarte que al ir a Nindo dejare de tener presencia aqui. Tal vez piensen los que te han impuesto esa marca, que las autoridades del Imperio traten de guardar en secreto mi muerte. Eso te daría algún tiempo para que encontrases la forma de resolver tu problema. Si estas dispuesto a asumir ese riesgo...-.
- Bueno, supongo que es la mejor alternativa. Me iré a Hetron a contar que os he "matado", oh rey, y espero que con esto me dejen tiempo para encontrar una cura. Me iré allá ahora mismo. Un saludo.
.-Os hare un regalo para que os ayude en vuestro camino. Quizás os ayude en vuestro combate con ese hechicero si llega a sucederse-.
Pone en la mesa una joya de color rojizo brillante engarzada en oro.
.-Esta es la Piedra del Fuego del Corazón. Mi dios me dijo que debía entregarsela a alguien que conocería hoy, y creo que ese debeis ser vos sin duda. Portadla con vosotros y se alimentara de vuestro coraje en los momentos dificiles. Los actos de valentía encienden su poder y facilitan los actos heroicos-.
- Muchas gracias, oh rey - cojo la joya y me la guardo en el bolsillo. - Si no queréis añadir nada más, me voy a Hetron en busca de mi destino. Que los dioses le protejan.
.-Que ese destino os sea favorable-. Se despide mientras sales de la zona reservada.
Salis de aquel lugar y os alejais por las silenciosas calles de aquel barrio de las afueras de Llancan. El joven parece inquieto y te pregunta.
.-¿Si hubieramos matado al rey que habria pasado?-.
- No creo que hubiéramos vencido. Además, esto de colaborar para el mal no me convence. Encontraremos una forma de deshacernos de nuestro pacto para la maldad. No sufras, Domecq. - "O esto creo yo", pienso.