Partida Rol por web

La navaja de Ockham -Sangre en las calles (Cap-II)

Carrusel de espejos (I)

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03/03/2018, 18:27
Claro de Luna

Da igual, nada puede interceder entre el agua y vosotros- Recogió un par de bolsas de tela que parecían contener algo en su interior. Pequeños sacos oscuros que se ató a las muñecas mientras te miraba de reojo. 

Hueles a lo que no es, está enmascarado. Al menos en tu caso. Con él la cosa parece mas cerrada, pero contigo...-sus pasos descalzos resonaron en el mojado suelo, ahora de piedra, como el mismo pozo- Quítate la ropa, túmbate a su lado.- Repitió empezando a encender tres velas rojas que simplemente lanzó en los otros tres puntos cardinales, sin que estas se apagasen. 

Cierra los ojos...y vuelve a tu forma original, sea la que fuese...- un cuchillo curvo cuya hoja de un palmo era de hueso y plata, enlazados por el calor abrasador y exterminador de algún antiguo horno o forja. El mango recubierto con hilos de colores, mil y uno, que apenas dejaban ver el material negro que había detrás. Se acercó lentamente a la oquedad húmeda, metiendo solo la punta del arma en el agua.- No será agradable, y no puedo decirte más. Hasta que acabe. 

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03/03/2018, 19:46
Lu

Lu escuchó con atención, asintió e hizo caso deshaciéndose de la chaqueta para luego regresar a su forma homínida, donde lo único que se interponía entre su piel y la superficie eran los restos de sangre propia y ajena, ya reseca, que tintaban en oscuro su silueta. La siguió con la mirada mientras se tumbaba como había pedido, no sin cierto pavor. Y no era la desnudez sino el desconocimiento, la incertidumbre, el no saber qué estaba pasando o de qué le estaba hablando. 'A lo que no es'.

Aspiró profundamente como si quisiese identificarlo ella misma sin realmente notar nada diferente. Olía a sangre y a sudor, a olores extraños y viscerales que retorcían la realidad. Olía a lo que Gwilherm olía ahora, a lo que no debía oler. Le volvieron las ganas de vomitar, y se dio cuenta de que estaba poniendo en manos de una desconocida su vida y la de él, y que esa desconocida parecía muy segura, demasiado segura de lo que estaba haciendo, como si llevase haciéndolo toda la noche... O quizás toda la vida.

Asintió sin dejar de mirarla. Que fuese lo que dios quisiera.

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03/03/2018, 19:55
Claro de Luna

Buscaste un cambio, algo que no te cuadrase, o que bien te diferenciase del que yacía a tu lado. Las voces desaparecieron, salvo la tuya propia, que en la caída hacia aquel lugar habías olvidado, en el fondo de la mente, oculta, enterrada por olores, pensamientos dispersos, toques ausentes de la tranquilidad que solías tener y que guardaba las dos puertas rojas que se alzaban en el confín de tu control. 

Quizás el problema había sido, que esas puertas habían permanecido demasiado tiempo selladas, ignorando el gruñido que cada vez se hacía más fuerte. 

Será complicado, teniendo en cuenta que no hay nadie que os apoye...- Sabías que eso era cierto, sin apoyo, sin ayudas, cualquier cosa que tuviese que ver con vuestras creencias por la sangre era más débil. Se acercó primero a él, la bestia horrible que ahora olía como un cenagal, pero con un dulzor atrayente, abrió sus fauces con la diestra e introdujo dos de los sacos que se había atado en las muñecas. Viste como lo que quedaba del Galliard se resistía aun inconsciente ante la bola que se formaba en su garganta, ahogándolo lentamente. Pero no podía moverse, solo tensarse una y otra vez. 

Como tampoco tú. 

La viste a tu lado, retirando otra de las bolsitas que ahora de cerca, olían a Lirios y pus. Abrió con cuidado tu boca, insertó aquello que te haría vomitar hasta las entrañas más allá de la úvula, rozando con sus uñas y la reseca tela la carne hasta que notaste el calor y el regusto de la sangre en la boca. Era como si te estuvieran introduciendo un saltamontes de patas serradas que no paraba de cantar, resonando en tus oídos, sesgando con sus antenas las encías traseras, y que se deslizaba buscando un nido en tu interior. 

Mírame y háblame niña- Tus ojos se humedecieron cuando dejaste de poder respirar. Boqueaste lo indecible, suplicando una pizca de aliento, mientras la tela se deshacía soltando lo que te parecían un montón de hormigas por tu interior. Bajaban por la laringe, se colaban por el esófago, el estómago, el corazón...

Mírame y háblame niña- Sus ojos castaños llegaron a tu visión, mientras miles de formas oscuras destilaban bailes orquestados con una maestría envidiable más allá de Clara.* 

- Tiradas (1)

Notas de juego

* Tirada de FV, en abierta, la dificultad es 9. Si no la sacas, te perderás en las formas más allá de ella y acabarás viendo un pequeño atisbo de la Tejedora. 

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03/03/2018, 20:19
Lu

'Nadie que os apoye'

No miró pero supo que estaba ahí y que, como todo lo demás, en realidad no servía para nada. Quizá habría sido una buena idea reformar la manada, encontrar nuevos miembros, buscar un totem. Pero habían sobrevivido sin guía y sin apoyo y siempre había sido suficiente. Tenía que serlo en aquel instante también.

Que sea lo que tenga que ser —masculló en un tono que auguraba Rabia y también desesperación, pero al mismo tiempo la aceptación de que pasara lo que pasase, era demasiado tarde para echarse atrás.

No quiso mirar, pero no pudo evitarlo movida por aquel morbo insano de quien contempla algo horrendo. Y en su vida había visto cosas que uno jamás debía ver, perversiones de la naturaleza corruptas por el toque del Wyrm y otras entidades que jamás deberían haber pisado Gaïa. De ahí la propia creación de su existencia. Pero las había visto y también padecido. las había combatido y, sobre todo, había escuchado cómo otros lo hicieron en el pasado para sucumbir con gloria y honor.

No había nada de gloria ni de honor en aquello.

Le abrió la boca y no pudo hacer nada por evitarlo, no por tragar o engullir aquella desagradable cosa que rasgaba su garganta. Pero no era el dolor lo peor, ni la angustia, ni las ganas de vomitar. Y Lu pensaba que no podía haber nada peor que aquello; pero lo había. Era esa sensación de que aquello llegaba a todos los lados de sí misma, de su ser, de sus entrañas como si fuese un veneno, lagrimeando y sin siquiera poder respirar. Era ahogarse con la incertidumbre de no saber si iba a salir viva, o si él iba a salir vivo, o ni siquiera recordar por qué estaba pasando por todo aquello. Sólo quería que se acabase. La miró sin poder hablar, resistiéndose a perderse en todo aquello. No quería mirar ni bailar ni seguir. Quería salir corriendo de allí y pasar a otra forma, una donde todo fuese diferente y pudiese de verdad moverse y ser libre. Pero esa forma no existía. Seguía siendo humana; seguía estando allí.

- Tiradas (1)
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03/03/2018, 20:33
Director

La dejaste ahí, sola, de cierta manera la habías abandonado. ¿O había sido ella? Ya ni lo sabías. Saliste a la calle dándote igual algunos de los avisos de compañeros que te instaban aun a quedarte por el local. Peligro decían. Quizás el peligro estaba más dentro del local que fuera. 

Al salir a la calle te viste un par de coches incendiados, y el olor a carne quemada que provenía de una cabina teléfonica cuyo interior no querías conocer. Saliste de la zona, sin escuchar mas que los coches de la policía a lo lejos, y sin ver ni un alma que estuviese por las aceras. Aquello era bastante extraño. 

Tras casi media hora de caminata, guiándote por los mapas dispersos por la ciudad llegaste a la zona cercana del accidente, más antes de cruzar el rio una luz verdosa en un callejón llamó tu atención. Un breve mirada para encontrarte con las luces en mitad de la noche, mientras una vieja canción que no lograbas escuchar sonaba del interior. 

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04/03/2018, 00:05
Raphel

Puede que fuera la luz verde lo que me atrajo hasta allí. De pronto cruzar el puente ya no parecía tan importante. Y por segunda vez aquella noche, cada paso que me alejé del Bacanal y de JP mitigaron la influencia de la que hasta poco antes había sido toda mi vida, o lo que quedaba de ella. 

Y ahora, hacía solo unos minutos, me había disparado y yo me había ido. Y tuve que cruzar la ciudad sin fijarme en que estaba convertida en un páramo, y sin prestar atención al humo y al fuego, ni a lo que se consumía en aquella cabina.

Casi no me dejaron salir, porque temían por mí, y yo temí por ellos, al menos hasta que me alejé lo suficiente. Un cigarro se consumió y lié otro, y un tercero, avanzando entre las calles impelido por la curiosidad. Y esa decisión veleidosa que me había llevado hasta los márgenes del río, muy cerca del lugar donde Fletcher y su chófer habían logrado un descanso envidiable, mi interés caprichoso cambió de objetivo y yo me vi cruzando las verdes puertas de aquel verde local.

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06/03/2018, 11:42
Director

Lo que era una especie de bar o pub sin nada de música fue lo que obtuviste, con el suelo lleno de telas y cojines. Había una barra tan pequeña casi de forma circular que era ridículo. La mujer que estaba en su interior te miró con sus ojos oscuros, su sonrisa agradable mientras la luz verdosa reflectaba sobre todas las joyas y materiales preciosos que la envolvían como una crisálida perfectamente hilada. 

Bienvenido al Absintherie, lugar de descanso y pensamiento o simplemente un lugar donde no ser nada, o desaparecer- La voz era suave y denotaba un acento que no era de allí. Colocó un posavasos de madera simple y encima un vaso de chupito que rellenó con una de las pocas botellas que tenía a mano. Absenta verde. Si te fijabas, las que tenía, eran solo eso, Absenta. Roja, verde, azul, amarilla, blanca, negra y morada. Ladeo al rostro, esperando que te acercases. No había nadie más en el loca.- Aquí vienen almas perdidas, otras buscadas, quizás quiera pensar en algún problema o deshacerse del citado...sea como sea, podrá encontrar respuestas a sus preguntas, o remedios a sus males. 

Tomó un poco de aire con mucha tranquilidad, deslizando el posavasos mas hacia donde tu estabas- La primera va a cuenta de la casa, la segunda...-te señaló el extremo oculto de lo que quedaba del local.- Tendrá que pagarla en el interior. 

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06/03/2018, 17:24
Claro de Luna

Dijo algo por lo bajo, de cuales palabras solo pudiste entender "tomar" "agarrar" y "contar" justo en el momento en el cual la claridad de la plata en lo alto de la oscuridad simplemente te obnubiló por completo. 

Las sombras arremolinadas alrededor, el baile se hizo frenético mientras que la hoja se deslizaba lentamente sesgando el aire. El tiempo parecía discurrir de una forma diferente por sectores, para ti. 

Un chirrido, una forma humana teñida de negro con los ojos sesgados en el frío blanco atravesaron la supuesta divergencia que había, intentando aferrarse con sus dedos largos y sin final a tu hombro, entrando por la piel como si fuese lava ardiendo que quemaba todo lo que tocaba, carbonizando la piel, la fina piel de grasa, el comienzo del músculo mientras olías y deseabas ser tu propio alimento. 

Un gruñido, uno conocido, uno familiar, de aquel que parecía estar despertándose a tu lado te sacó de todo aquello, girando el rostro para mirarlo. Sus parpados se abrían lentamente, la baba le caía por las comisuras de las fauces a medio hacer, hasta podías ver las encías retraidas que blancas por la tensión solo querían romperse. 

Y todo volvió a la normalidad en un pestañeo. 

Clara clavó la hoja en tu hombro, justo donde antes estabas siendo consumida. Tu grito resonó en todo el lugar, rompiendo la realidad como si fuese un espejo que llevaba demasiado tiempo al borde del colapso. Y ya solo estaba el lugar oscuro, con sus malditas velas, y tu dolor insoportable. 

No te lo quites, déjalo un poco más- Te ordenó la mujer. Era fácil decirlo, otra cosa sería lograrlo.*

Notas de juego

*FV dif 8, o el gasto de 1 FV 

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06/03/2018, 18:59
Lu

Las cosas sucedían de forma extraña, deforme y anómala, casi ajena a su comprensión o a su presencia. Y a la vez, en ocasiones, parecía percibirlo con sorprendente claridad, como a través de una de esas gafas que eliminaban los brillos y le daban nitidez a todo.

No pudo decir el tiempo ni lo que pasó, o qué pasó y qué quedó en su mente. Quería seguir las sombras, alejarlas, estrangularlas, con o sin hoja. Con o sin Rabia. Con o sin compañero. Pero seguía ahí, imaginó que luchando a su manera, todavía en aquella forma horrenda y terrible que tan sólo era una abominación de la naturaleza. Una aberración que en su fuero interno sabía que debía destruir con una certeza inusitadamente esclarecedora. Pero, ¿cómo podía?

El grito rasgó su garganta quebrando el silencio, sus oídos y hasta su cordura. Aquello se había vuelto demasiado real e insoportable, y la tensión de todo su cuerpo hizo que temblase rechinando los dientes de dolor. Su mano engarrotada se asió al puñal de la daga, con fuerza, clavando las uñas en la piel y la carne casi como distracción a aquel dolor insufrible del que podría deshacerse de un solo movimiento. Un movimiento que no hizo, que luchaba por evadir porque Clara se lo había ordenado. Pero estaba allí, en esa maldita habitación con velas, viva. Y, joder, dolía infiernos y mareas y océanos de lava sobre la piel, sobre ese punto donde la hoja había abierto la carne, separándola contra natura y contra su voluntad.

Pero era necesario. Insoportable y necesario, y su cuerpo, dolorido y desgarrado a partes iguales, se convulsionó con violencia para vomitar todavía asiendo el puñal esperando el mínimo asentimiento para sacárselo del hombro.

Notas de juego

-1 Fdv. Me quedan 5.

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06/03/2018, 19:27
Claro de Luna

Vomitaste, lo hiciste, y con ello expulsaste la bolsa que tenías dentro notando el sabor de la sangre entre tus labios. 

Sanguijuelas...el suelo estaba cubierto de tu vómito que no eran mas que sanguijuelas que henchidas en su placer estaban gordas y orondas pero con un color verdoso que se iba transformando en algo gris, hasta que lentamente, en sus pequeños estertores se volvieron algo similar a gravilla. 

Clara se acercó y ella misma arrancó el arma mientras humeaba ligeramente. Sin mediar palabra la tiró al pozo de agua, con una habilidad de quien lo ha hecho una y cien veces.- La herida no se te va a curar, no en los primeros días...es el precio- dio la vuelta a la cama, reposo de piedra para ver a tu Galliard- El debe quedarse...el si está enfermo.- Alzó la vista hacia ti- Tenías una perdición intentando colarse, debe de haber estado contigo...un par de meses, quizás menos, o más- Te miró de arriba a abajo, fijandose en tus formas de hominido que habían salido a la luz. 

¿Has perdido a alguien en ese tiempo?- se quitó la rebeca que te ofreció.

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06/03/2018, 19:36
Lu

Lu miró el contenido que ya no estaba en su cuerpo totalmente anonadada, como si no comprendiese que eso acababa de salir de su interior. Y cuando lo entendió, su cuerpo quiso seguir vomitando bilis o lo que fuese que quedase en sus entrañas que pudiese salir por su esófago. Se removió con un grito, que no llegó a serlo de lo desgarrada que estaba su garganta. Quedó como un quejido roto, grave y apenas distinguible de cualquier sonido que un animal podría hacer. Rodó hacia el otro lado, donde no tuviese que ver a Gwilherm, todavía con su cuerpo queriendo rechazar todo lo que acababa de pasar. Le lloraban los ojos... pero al menos no era sangre.

Una perdición. Una puta perdición. Por Tatiana.

Rodó hasta llegar al suelo, sentándose sobre la losa fría con la mano en el hombro. ¿Y qué más daba...?

¿Va a... ? —Le dolía la garganta sólo de hablar. —¿Va a salir de esta?

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06/03/2018, 19:47
Claro de Luna

Te ofreció de nuevo la rebeca- Póntela, estás baja de defensas- la menuda mujer tenía el carácter en la mirada porque su voz era hasta dulce.- Y no solo físicas...-advirtió. La herida no sangraba, pero dolía, era como si te estuviesen echando limón, sal y alcohol a la vez. 

Si sale, no va a ser nunca más como era antes, eso tenlo por seguro niña- Puso la mano en la frente del semihorror que estaba allí mismo, mirando sin mirar al techo, con un gruñido bajo- ¿tiene algún fetiche? ¿Reliquia? ¿Objeto de valor? Porque necesito que me lo traigas- Desde hacía años no le cogía mucho aprecio a las cosas, a no ser que contase ese puf que tanto le gustaba o aquellos gemelos que consiguió en una apuesta allá por el norte del país hacía ya demasiado. Los objetos se rompían, las fotos se habían escondido, o quizás si tuviese algo mas en su cuarto que no sabías. 

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06/03/2018, 19:53
Lu

Lu alargó la mano, cogiendo la puta rebeca. No le podía pasar su chaqueta...

Qué bien. Beware of the flu... pronunció con voz teatrera, tosiendo al final.

Estiró los brazos y tuvo que apretar los dientes cuando el hombro le dio un rampazo de dolor que se extendió hasta el codo, dejándola inmóvil durante varios segundos.

¿Y yo no te valgo? Con lo inútil que estoy lo mismo paso por objeto —se quejó, carraspeando. No se podía estar callada así fuese a echar las entrañas por la boca. Otra vez. Objetos, objetos... Lo que menos ganas tenía era ponerse a rebuscar entre las cosas de Gwilherm a ver qué encontraba. Y seguramente el móvil no valía, aunque nadie se pudiese separar de él. —Tendré que buscar.

Se quedó en silencio, sentada, quieta y sin mirar nada en concreto. ¿Cómo se había ido todo a tomar por el culo tan rápido? Y sonrió. Sonrió de medio lado, enseñando parte de los dientes como si alguien hubiese contado un chiste muy malo del que no puedes evitar reirte, porque es tan malo que no sabes ni cómo demonios se le ha ocurrido. Se volvió para mirarla, con los ojos empañados y aquella sonrisa de haber perdido el norte.

—¿Sabes que los muertos han vuelto?

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06/03/2018, 19:40
Raphel

El lugar era un remanso de silencio y calma, pero tan reducido de tamaño y abigarrado en su decoración que no pude dejar tras de mí, al cruzar sus puertas, la inquietud que traía conmigo.

La mujer, empero, me sonríó y me dio la bienvenida, y yo asentí en silencio agradecido.Un lugar donde desaparecer... podía haber llegado al sitio adecuado?

Me fijé en sus ropas, y en sus adornos. En su voz sedosa y en su acento marcado. Me fijé en su piel bronceada y su sonrisa limpia. Hasta que la vi llenando el vaso y haciendo que el cristal reflejará el líquido verde.

Pensé que todo era una broma, que JP seguía jugando conmigo incluso allí, y la fulminé con la mirada hasta comprender que sólo era una copa, que no había allí nada de lo que ansiaba y que por eso mismo, estaba en el lugar correcto.

Ella acercó el vaso, yo di otro paso más y ya estaba junto a la minúscula barra, oliendo el sabor amargo de la bebida y un aroma más dulzón y fresco de la propia mujer.

Ella volvió a hablarme y me pregunté cual de aquellas almas sería la mía, o si tal vez llevaba conmigo todas ellas: la perdida, la que huye, la que busca y la que duda. Levanté el vaso y bebí despacio, dejando que la garganta me ardiera y el sabor amargo me invadiera la nariz.

Busqué sus ojos sintiendo una humedad nueva en los míos, porque había pagado altos precios aquella noche y estaba dispuesto a pagar más.

Dejé el cristal ahora transparente sobre la madera y me deslicé entre telas, cojines y velos hacia el interior del pequeño salón.

Notas de juego

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06/03/2018, 20:09
Claro de Luna

Solo una mirada que lo decía todo, que te centrases, porque te necesitaba allí y necesitaba algo con lo que poder ayudarlo. Tu no servías. 

Tus últimas palabras y el dolor en la mirada hizo que bajara los hombros- Los muertos siempre están entre nosotros, yo estoy muerta, mi bebe está muerto, tu lo estás para los del otro lado, él- señaló con el índice a Gwilherm- está ya muerto.- Bajó la vista al suelo- sois una gran masa de vida muerta que se va regenerando en una rueca que es caprichosa...- Sabía que no era lo que quería oír, pero lo dijo igualmente.

Los muertos...siempre luchan por lo que tienen aquí, porque más allá del plano terrenal, les espera olvidar, dejar de ser nada. ¿Sabes que hay una ciudad de los muertos? Los fantasmas, entidades, espectros- te volvió a mirar- viven allí, durante días, semanas, años incluso, siglos los que no quieren volver a la vida, porque tienen miedo. Y el miedo, es el poder mas grande que se ha creado nunca. Nada vence al miedo.

 Te pasó un pañuelo de papel que llevaba en un paquetito de clinex en el bolsillo del vestido.- Te traeré algo de ropa, para que puedas salir...solo...no te muevas mucho de aquí, y no te acerques al agua.-Procedió a retirarse. 

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06/03/2018, 20:32
Lu

Quiso decirlo, algo, lo que fuese. Un improperio, un chiste, una palabrota que le quitase hierro al asunto. Algo que no hiciese que la verdad pesara tanto en su pecho y en su corazón. Pero no pudo. Sus palabras se colaron a través de sus oídos, de la herida, del corazón roto y hecho añicos que alguien le había dejado en algún momento de su vida y que no había sabido reconstruir. Quizá habían sido sus ideales, el no ser suficiente, el saber que nunca, jamás, daría la talla para sí misma o para nadie más.

    Él ya está muerto.

Se mordió el labio con fuerza. Con dolor. Con sangre. Pero se contuvo, se lo guardó dentro mientras las palabras chocaban contra ella como bolas demoledoras. Ella también tenía miedo, tanto que no sabía ni por dónde empezar. Pero se equivocaba. Oh, sí. Se equivocaba. Si el miedo no tuviese rival todos estarían ya muertos. Pero no, seguían allí. Seguían luchando por vivir porque en el fondo, escondido, oculto tras toda la mierda, había algo puro y brillante que ni el miedo podía contagiar. Eran las ganas de vivir, aunque fuese en aquel mundo corrupto, podrido y destartalado lleno de luces lumínicas y artificiales donde la Luna ya nunca se veía. Por eso los muertos volvían. Por eso Gwilherm iba a salir de esa, porque había algo más que el miedo y Lu lo sabía.

Dejó que se fuese, restregándose la nariz mientras unas lágrimas gruesas y silenciosas le caían sobre el muslo. No sabía dónde estaba. No sabía qué iba a hacer. A penas comprendía qué había pasado. Quizá su local había ardido. Quizás el resto estuviesen ya muertos a aquellas alturas. Quizá fuesen a arder todos, como había dicho Julián, cuando el agua cayese de los edificios. Y quizá, después de todo, de lo merecía. No sabía nada con certeza salvo una cosa, y es que los iba a sacar de allí con vida así le fuese la vida misma en ello.

Se levantó a duras penas, aferrándose a lo que pudo para asegurarse de que no terminaba de vuelta en el suelo a causa de la flojera que abordaba su cuerpo. Ahora que la tensión se disipaba, el cansancio empezaba a apuñalarla. Pero aguantó, poco a poco, sin darse cuenta de que las lágrimas se hacían más gruesas y continuas, para acercarse a Gwilherm. Sus ojos encontraron de nuevo aquella silueta horrenda, encogiéndosele el corazón una vez más. No les quedaba nada más que aquello. A él y a ella. Y no le iba a dejar así. Las lágrimas emborronaron la silueta, cayendo pesadamente. Quiso decirle algo, aunque dudaba que pudiese escuchar o entender y, de todas maneras ni siquiera sabía qué podía decirle ya que no le hubiese dicho.

Tenía que hacer algo, y ese algo era dejar de llorar y ponerse en marcha.

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07/03/2018, 19:11
Claro de Luna

Te trajo un vestido rojo oscuro con ribetes dorados, largo hasta la rodilla y que de sobra te quedaría ancho. El escote era cuadrado y el corte de tubo, dándole una sobriedad al tejido denso pero bien hilado que igual no quedaba del todo bien con tu aspecto.- Toma- Te lo tendió al pasar al lado tuya- no tengo calzado que pueda dejarte, pero como has venido en coche no creo que tengas demasiado problema...

Necesito que me traigas cosas que el considere importantes, tienen que ser objetos, u animales, pero si son seres vivos...tendré que matarlos- Alzó una ceja circunspecta- pero ya está en un punto donde es su vida o la de otros seres. Es el precio a pagar, sangre por sangre, carne por carne...por eso te he preguntado si teníais una manada, siempre es más fácil así.

- Y...¿Estás segura de querer que no se muera? Aun hay salvación para su alma, poca, pero la hay, pero si logra el cambio...-siseó por lo bajo- bueno, es casi seguro que os acabaréis matando tarde o temprano si no te unes a él, porque el no podrá volver y sus instintos serán los que tengan que ser. A veces el papel de un lider es el de tomar decisiones que no nos gustan, y eres la única que queda de su manada, así que la decisión de avanzar o matarlo, es tuya. 

 

 

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07/03/2018, 19:22
Lu

Lu miró el vestido rojo, cogiéndolo con una mano. En otras circunstancias habría dicho algo, pero no tenía ganas de salir a la calle en cueros o pasar a Glabro. Levantaba sospechas. Aunque, claro, iba cubierta de sangre de arriba abajo, el coche estaba hecho un desastre y ella misma debía de parecer un esperpento de persona. Daba igual en qué forma fuese, sis e cruzaba con la policía las preguntas iban a llover de todas maneras.

¿Cuánto tiempo tengo? Sí. Ya sé. Cuanto antes, mejor, pero dame una estimación —pidió, quitándose la rebeca con cierta dificultad, rechazando ayuda, para después pasarse el vestido por la cabeza e ir a por su chaqueta.

Una líder. Seguro. Ni siquiera sabía si tenía negocio. ¿Y qué más daba?

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07/03/2018, 19:33
Claro de Luna

Unas horas...no más. No creo que pase de esta noche y el amanecer es dentro de tres horas.- Te respondió sin dudar- Puedes salir por el pasillo de allí- te señaló uno, donde ahora si veías la sal...la maldita sal. Es todo recto, no te metas en ningún otro sitio. Saldrás a la parte trasera. 

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07/03/2018, 19:38
Lu

No lo procesó, aunque escuchar debió escucharlo. Pero nada en ella, ni su expresión ni su cuerpo, dejó traslucir aquello o reveló una mínima idea de lo que pasaba por su mente. Tres horas; pues tres horas. Se limitó a asentir, guardarse el móvil y las llaves, y echó a caminar sin mirar atrás. Sin mirar a Gwilherm. Sin mirar las velas o el agua o a Clara. Había un objetivo y uno solo.

No había nada que pensar al respecto.

Más tarde no recordaría bien nada de eso, el trecho desde aquel horror hasta el coche, ni el olor de la sangre ni las luces del tráfico. No recordaría bien lo rápido que iba, ni el estar a punto de llevarse a alguien por delante. Sólo había calma, una calma fría e inmutable que bloqueaba todo lo demás. Nada que no fuese llegar a casa carecía de importancia. Nada que no fuese encontrar algo que salvase a Gwilherm o... Había una cosa, al menos una: aquella camiseta vieja y rota por cien sitios diferentes de la que nunca se deshacía. Era algo. Seguramente no suficiente. Ella sería suficiente, pero no se dejó ir allí. No todavía.

Aparcó mal, casi encima de la acera. No tenía tiempo de esperar a las puertas automáticas. Entró en el portal y después al ascensor para subir, y mientras sacó el móvil para fijar una alarma en una hora. Si no encontraba nada útil en ese tiempo, no había mucho más que pudiese hacer.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Cuando entre paso a lupus y a olfatear, principalmente en su habitación.

NOTA para la tirada al estar en Lupus: Sin embargo, la dificultad de las tiradas basadas en Percepción se reduce en dos y pueden correr al doble de la velocidad humana normal del personaje.