Partida Rol por web

Richard sobrevuela la ciudad sin problemas, saliendo a la zona de la periferia en poco tiempo y siguiendo por el aire la carretera indicada. Os dais cuenta de que el sitio queda bastante alejado como para venir andando. Ante vuestros ojos el lago McKenzie, con sus oscuras y gelidas aguas en esta época del año, una basta extensión de agua rodeada de colinas y pequeñas zonas boscosas de pinos y vegetación cerrada.

Una rápida mirada os basta para descubrir que no todo el terreno es igual, ligeramente más alejada del lago, y formando parte de una de sus bifurcaciones situadas en la cola del mismo se extiende una amplia zona pantanosa, que como no podía ser de otra forma esta cubierta de restos de la nieve caida estos dias y hielo. Desde el aire es facil distinguir el cruce del que hablaba la carta, al acercaros observais un punto diminuto punto negro que parece tenter vida no muy lejos de la señal.

El inglés aterriza suavemente con Lilith en los brazos justo después de comprobar desde el aire que se trata de Alan, el velocista, que para variar ha llegado el primero a la cita y esta apoyado en un arbol degustando un cubilete con pollo frito y algún tipo de salsa. Al ir a dejar a Liliht en el suelo Richard se da cuenta de que esta completamente helada, tiene escarcha en el pelo y las manos tan frias como un tempano de hielo.

Por su parte Alan ya lleva un par de minutos allí, no le costo demasiado encontrar el sitio siguiendo la única carretera que lleva a la base militar, y por lo tanto la zona pantanosa. También ha pasado mucho frio en su "viaje" pero, a eso ya empezaba a acostumbrarse hoy. 

Pues si que habéis tardado, ¿eh? ¿Queréis un poco de pollo? ¿Café? Está recién hecho y calentito. Les digo a mis amigos mientras me meto una pata de pollo en la boca.

Lillith pone los pies al suelo y se lleva la mano al pelo... retirándose poco a poco la escarcha... mientras también se quita un moco congelado que le había quedado bajo la nariz.

Ha-a-ace u-u-un p-p-oc-c-o de ff-fr-frío... ¿n-n-no...? - intenta esbozar una sonrisa, pero enseguida se arrepiente al notar la tensión del frío de sus mejillas.

Se lleva las manos a ambas mejillas, aun tiritando de frío... y cierra los ojos, por un momento parece que se concentre... así un segundo, dos, tres... empieza a dejar de tiritar, pero sigue sin moverse un ápice. Las palabras de Alan... parece ignorarlas... pues sigue sumisa en aquella postura que dura un par de segundos más.

De repente, pero, abre los ojos y estira los brazos. - ¿Quién dijo frío? : D - Haciendo la señal de victoria con los dedos de la mano izquierda al mismo tiempo que una estelectita se le cae del pelo hasta el suelo, donde se deshace.

Mira a Alan y vuelve a sonreir inocente y angelicalmente. - Soy vegetariana.

Y tu, hombre de acero... ¿quieres un poco de café? Le digo a la máquina cuando aterriza.

Tras aterrizar en la zona designada en medio del estruendo que provocan los jets de mis botas, dejo en el suelo a mi pasajera y contemplo a Alan. El cual, ya nos espera.
Veo que nuestro compañero ha adoptado ciertas comodidades para amenizar su espera. Y, tras mi mascara de metal, sonrio.
A pesar del cuidado tanto con la altitud como con la velocidad que he llevado, Lilith parece haber ocurrido un poco de frío.
Me aproximo a ambos mientras que, con un leve zumbido, la mascara de metal con los sensores ópticos, se retira hacia arriba de mi rostro.
Siento la incomodidad del viaje Lilith. Afortunadamente, no ha sido por demasiado tiempo. Aunque he de admitir, que no puedo competir con la velocidad de Alan.
Me aproximo otro par de pasos y añado.
Ya he tomado esta mañana una taza de Te y un café. Recuerdalo. El capuchino en la cafeteria. De momento, no necesito nada mas. Aunque, naturalmente, agradezco tu ofrecimiento.
Dicho esto callo esperando al par que faltan del grupo.

Podeís deducir que la señal de la zona pantanosa que os ha servido como referencia para volveros a encontrar e ir todos juntos a la finca que nombraba la carta esta un poco alejada de la misma, y se accede a ella por la sinuosa carretera custodiada de pinos que teneís delante.

Richard y Liliht han podido ver desde el aire que por lo menos teneís tres o cuatro kilometros más hasta que podaís llegar a algún sitio. La zona mas cercana a esta precaria carretera está completamente desolada, no parece que por aquel lugar haya demasiado movimiento de coches o personas.

¿Habéis visto algo por el aire? Digo, si queréis me adelanto a investigar, así, una pasadita rápida. Les digo al maquina y a la chica vegetal.

Nos separan unos tres o cuatro kilómetros de algún lugar con vida humana - responde Lillith a Alan, sin dejar de sonreir y mirándose las puntas de su cabello.

Sonríe divertida y mira a Alan.

No soy tan rápida como tú, pero te sorprendería lo mucho que puedo llegar a correr : D

¿Si? Te creo y me gustaría ver que tanto puedes correr... pero eso en otro momento, no sea que esto también sea una trampa y nos caiga la del pulpo en cualquier momento. Le digo sonriente a la chica del pelo rosa mientras pienso un poco.

Dime, ¿cual es tu animal preferido? ¿o te gustan todos?

En este momento, se escucha un graznido... Lillith levanta la mirada y seguidamente levanta también el brazo... una urraca, blanca y negra se posa en su brazo y le deja un brazalete metálico plateado, sin ningun valor en la mano, y suelta un graznido de alegría. La pelirrosa sonríe divertida.

Buen trabajo, Míster - dándole un dulce beso en el pico.

Mira de nuevo a Alan - Él es Míster, y es mi compañero de batallas... pero no tengo ningún animal favorito, todos son bellos a sus maneras... y yo me aprovecho de sus atributos - y sonríe, divertida.

Hola Mister. Digo acercando la mano al pico del pájaro blanquinegro. ¡Craaaac! ¡Craaaaaaac! ¿Mister quiere un poco de pollo? ¿Sí? ¿Mister?

Después miro a Lil con una sonrisa.

Guapo el bicho... ¿se porta bien?

Es un animal, una urraca... me gusta que se porte como quiera. - la urraca grazna - Y viene conmigo porque él quiere, no porque yo le obligue.

Lo mira al ver como le ofrece un poco de pollo, y aunque sigue sonriendo no tarda en añadir:

No deberías acercarte tanto a él, le gustan las cosas brillantes... - levanta la mano libre y señala los ojos del chico. - ^^

¿Urraca? Bueno eso... ¿quieres pollo urraca? Y no te acerques a mis ojos... soy bastante más rápido que tu, amigo o amiga picudo. Le digo sonriente.

La urraca grazna, mientras Lillith le sonríe y hace el movimiento con la mano para que vuele.

¿Cuánto rato vamos a esperar? - dice acercándose al árbol y apoyándose en él tranquilamente.

En silencio, escucho a mis compañeros sin prestar demasiada atención.
Pues me dedico a observar el entorno. Es un lugar algo desapacible y sin demasiados accidentes en el terreno.
Una posición, bastante limpia.
Me giro ahora a mis compañeros y digo.
Esperar. Es algo que me gusta poco. Pero al menos, hemos de hacerlo hasta que se presenten los dos miembros del grupo que faltan.
Dicho esto, vuelvo a mirar alrededor.
Hay unos tres kilómetros de distancia hasta nuestro objetivo. Y esta zona es, como podéis ver, bastante llana. Por tanto, estoy seguro de que si alguien ha estado observando, habrá podido detectar la llegada de lilith y mia.
Y agito la cabeza en un breve gesto de preocupación.
Lo que quiero decir, es que ahora mismo, podemos estar siendo observados. Recomendaría un cambio de posición hacia algún otro lugar que no sea tan evidente. Pero creo que es nuestra obligacion esperar a los que faltan. Al fin y al cabo, a eso nos comprometimos.
Dicho esto, no puedo evitar hacer una leve mueca.
Claro que también es posible que me este preocupando en exceso yo. Pues aquellos que nos citaron, nos dieron la elección de presentarnos o no.

De pronto, en una de las sinuosas curvas de la carretera ante veís por primera vez el lago McKenzie, con sus oscuras y gelidas aguas en esta época del año, una basta extensión de agua rodeada de colinas y pequeñas zonas boscosas de pinos y vegetación cerrada.

Una rápida mirada os basta para descubrir que no todo el terreno es igual, ligeramente más alejada del lago, y formando parte de una de sus bifurcaciones situadas en la cola del mismo se extiende una amplia zona pantanosa, que como no podía ser de otra forma esta cubierta de restos de la nieve caida estos dias de nieve y hielo.

Al cabo de unos minutos allí está, el famoso cartel y un poco más allá las tres figuras de vuestros nuevos y extraños compañeros

Después de esperar más de 1 hora en el dichoso cruce y que no haya pasado prácticamente nadie exceptuando un par de camiones militares y algunos granjeros el ruido de las ruedas aplastando las pequeñas piedras de la carretera llama vuestra atención. Un mercedes gris se acerca por el oeste y aminora un poco la marcha al acercarse al cruce.

El mercedes de Hektor avanza por la carretera y llega hasta la altura de los tres compañeros.

La ventanilla se abre y Hektor asoma un brazo y la cabeza mirando a los tres.

-¿Subís?- entonces repara en que Richard seguramente le fastidiaría la tapicería.- Mmm, tú... puedes ir por tus propios medios, supongo...

Primero las damas. Digo abriendo la puerta y dejando que pase primero Lillith al Mercedes.

Vaya coche que tienes, H. Pensabamos que nos venían a buscar de algún lado... y resulta que eres tu.

Observó llegar el Mercedes con una ceja arqueada y miró a Adam, luego negó con la cabeza.

Iré con Richard si no os importa.