Partida Rol por web

Lido quiere hacer la primera, ahora volbera, discutidlo a su regreso, pero bajito.
Digo tajante mientras me tumbo para dormir una vez acabada mi comida.

-¿Ah si? ¿Lo ha dicho? Vaya, mmmmmgr -refunfuña- Nunca escucho demasiado lo que dice ese pequeñajo... Bueno, pues despertadme a la tercera guardia, o cuando os dé la gana, total, va a molestarme igual que me corteis el sueño.

Aram terminó de comer en ese momento y se dispuso para tumbarse para dormir.

- Pues claro que quiero la primera guardia! - digo a Aram a quien habia escuchado al regresar ya de recoger ramas para leña. Cuando veo que Aram decide irse a dormir empiezo a acomodar la leña traida a la fogata con tranquilidad.

- Bien, pueden dormir tranquilos, porque yo estare vigilando - digo con intencion de darme a resarcir por el resultado de las ultimas luchas, "Vaya que si me ha ido mal contra los lobos y los orcos, no he matado nada aun!", y me acomodo en mi puesto de guardia.

Mientras hacías tu guardia a duras penas luchando por no quedarte dormido, lográste distinguir en la entrada de la cueva una figura que merodeaba por el lugar, de aspecto humanoide y más pequeña que un humano. Pero el sueño se apoderó de tí antes de poder dar la alarma y la figura se desvaneció en la noche.

La noche fue pasando, y los aventureros uno a uno iban haciendo sus guardias, algunos con más dificultad que otros para mantenerse alerta.

Los primeros rayos de luz de la mañana asomaban entre los árboles y entraban en la pequeña cueva iluminándola lo suficiente para que el grupo empezase a prepararse para partir de nuevo, después de haber desayunado.

Jacobus despertó y desayuno junto a sus compañeros, su ánimo en aquella mañana fue mucho mejor que las precedentes y dijo mientras recogía sus enseres: 

—Hablando de eso —dijo Careus con un bostezo—, anoche me pareció ver a alguien en la entrada de la cueva. No llegó a entrar, pero tened en cuenta que ahora alguien sabe que estamos aquí.

Seria algun excursionista perdido,- Bromeo mientras preparo algo de desayuno.-Lo mejor sera proseguir el camino cuanto antes.

Me desperezo con tranquilidad en la improvisada cama que habia tendido al lado del fuego...

Mientras me quito el sueño de encima para pasar al desayuno, escucho como Careus cuenta sobre la posible visita nocturna, "Estos paladines, se piensan que todo el mundo es buena gente"

- Que mas nos puedes contar sobre lo que viste Careus? - le digo mientras aseguro mi espada en preparacion a una posible emboscada a las afueras de la cueva. "Nunca se sabe que se puede encontrar afuera"

Mientras espero alguna respuesta de Careus, me acerco con cuidado a la entrada de la cueva, pero con discrecion, como si no le diera importancia alguna a la visita nocturna. Sin embargo, estoy buscando algun peligro o huella.

Mientras la mayoría del grupo ya desayunaba Aram seguía aún tumbado, perezoso de levantarse, molesto por los rayos de sol que empezaban a iluminar la cueva. Pero en el momento en que Careus mencionó que vio algo, el enano abrió los ojos sobresaltado y se levantó.

-¿Cómo?¿Viste algo?¿Qué dice este de excursionistas?¿Por qué no nos avisaste?- increpó al paladín- Malditos orcos, ¡si es que al final nos habrán seguido!

Y mientras decía esto se ponía de pie ajustándose bien su camisote de mallas y mirando hacia el exterior de la cueva.

Cuando sales al exterior todo parece en calma, no escuchas ni ves nada fuera de lo normal. Avanzas un poco estudiando el terreno y compruebas que cerca de la cueva hay unas huellas, pequeñas y presumiblemente de algún ser bípedo.

—He de admitir que cuando llegó el cambio de guardia estaba tan cansado que ni siquiera lo recordaba. A ver, era... —hizo un esfuerzo ímprobo por recordar más información de la noche anterior— recuerdo que era demasiado bajo para ser un orco. Un enano o un mediano tal vez. Quizá Lido que salió a mear por la noche —bromeó.