Partida Rol por web

Tras haber espantado a aquel insecto de su nariz con un ligero fastidio se dió la intromisión de aquella criatura. Casi todas las de esa índole eran impredeciblemente violentas, así que dió a entender con un disimulado gesto de la mano que se quedaría a la espera de ver lo que acontecía.

No creo que de esto vaya a salir nada bueno.

 Cuando vi aquel enorme ser aparecer ante nosotros, no supe como reaccionar. Decidi esperar a ver como se desenvolvia con nosotros, para intentar tratar de deducir su naturaleza. Si se mostraba violento no dudaria ni un segundo en entrar en combate con el, pero... el tono de voz que tenia y la, digamos timidez con la que se desenvolvia, hicieron que volviera a envainar mi espada. Eso si, siempre atento por lo que puediera pasar.

Las palabras de Garren me parecen acertadas y asi se lo hago saber con un gesto de cabeza... Acto seguido miro hacia el ogro esperando su respuesta.

Parece amenazador pero por otra parte nos pregunta amablemente.

Saco la flecha que ya tensaba en mi arco manteniéndola en la otra mano mientras consulto con la mirada a la Reina de Linfa.

Alguna cosa debe saber sobre este ciclope, no es que pase muy desapercibido.

Quedo a la espera de lo que ella indique o su respuesta a Garren.

Madre Santa... Tropieza el campesino al retroceder por la sorpresa ante semejante criatura, un perro de dos cabezas o lo que sea, un dragón y ahora esto. No es tanto el olor que emana, ha estado en lugares más apestosos, pero la imagen de un guerrero enorme, muy enorme con una espada tan grande, sorprende al pobre campesino y trastabilla al retroceder.

Se queda ahí en el suelo, medio acostado con la cabeza levantada, sin terminarse de decidir entre levantarse o quedarse así.

El uniojo se fija en el único que se ha dignado a hablarle, un tipo bastante grande y fuerte que porta un hacha. Se acerca un poco más a vosotros ("25 metros") con unos andares torpes y pesados y os dice:

- Estoy buscando a Nanak, hace semanas que ando tras él. Es un gran perro de dos cabezas. ¿Lo habéis visto?

Su voz os seguía sonando tímida y bobalicona, como si se tratara de un gran osito bonachón y malholiente.

La reina, que permanecía en tensión, se relajó un poco al comprobar que el recien aparecido no tenía intenciones inmediatas de atacarlos. Incluso parecía una criatura pacífica, a pesar de su imponente altura y complexión.

-Saludos criatura del bosque. Soy la reina Tyaeda Euduedil de la ciudad de Linfa. No he tenido noticias recientes de que se hubiera visto a ese perro, Nanak como lo has llamado , por estos bosques- a pesar de hablar con calma por dentro algo preocupaba a la reina. Conocía a ese perro, creía saber de qué criatura se trataba y no le gustaba nada.- ¿Por qué lo buscas?

Opto por guardar la flecha para propiciar una escena amistosa.

Realmente su perro se limito a proteger la casa donde estaba éramos nosotros los intrusos. Pero para explicárselo sin que el dolor le haga atacarnos hacen falta las habilidades dialécticas de la corte.

-Así que Argos era su mascota...esto tiene mala pinta, estoy seguro de que si se entera de que lo hemos matado...arremeterá contra nosotros. Podemos tratar de hacerle entrar en razón, pero dudo que un ogro se base mediante el uso del razonamiento...Por otra parte podriamos mentirle y hacerle creer que los que asesinaron a Argos fueron los hombres de Aberbuck...seria una buena estrategia y conseguiriamos a un nuevo aliado, pero la verdad es que yo no tengo experiencia en mentir...- hago reflexiones para mi

Miro a Agrael y a el resto del grupo, para ver como reaccionan, veo que Bernat se guarda la flecha en su carcaj, y espero a que el ogro responda a la pregunta de Tyaeda para saber si realmente Argos era su mascota o no.

Una de las pocas cosas buenas que dejó hechas Kashya: vaporizar a ese can a modo de que no quedara nada. Hubiese sido un inconveniente bastante importante que se pusiera furioso al encontrar lo que fue de el. Lo siento por esta criatura, pero no podemos retrasarnos por él.

Una fugaz mirada fue dirigida al resto. Sabía cual era la opción mas conveniente para todos. Claro que siempre estaba presente lo que pensaran los demas, pero ¿desde cuando la guerra era justa?

-Ayer vi a un animal como el que describes dirigiendose al este -lo mas lejos posible de Linfa, Loarrus y nuestro camino- deberías apresurarte, te lleva ventaja.

 Cuando el uniojo pregunto por Argos volvi a portar mi mano disimuladamente lo mas proxima de la empuñadura de mi espada. La cosa podria ponerse fea, si llegara a descubrir lo que le ha pasado a su mascota. 

Todo son miradas de complicidad entre los componentes de grupo, hasta que porfin Aurea toma la palabra para intentar llevar al uniojo lo mas alejado posible de las tierras de Loarrus.

No me meto en la conversacion, dado que intuyo que si todos empezamos a asentir ante las palabras de Aurea, seguramente el uniojo podria sospechar de que algo estamos ocultando.

-un momento...hay algo que aquí no me cuadra. el Ogro afirma ir tras el desde hace un par de semanas, y nosotros lo matamos ayer... que es realmente Argos para el? -

-Pero...Nanak es tu mascota? o que es para ti?- pregunto, con tal de aclarar un poco la situacion

Matamos su mascota, o no, nos hará trizas. El sudor comienza a caer como chorro por los costados del rostro de Sergi, ahora sabe que tiene que seguir en el suelo y disimuladamente irse alejando de el alcance de tan gran criatura, si la mascota le hizo tanto daño al grupo, el dueño sería terrible y más con lo equipado que está.

El uniojo sigue fijándose en Garren de manera bastante curiosa pero ahora también toma contacto visual con Aurea y Tyaeda ya que han sido otras de las que se han dignado en hablarle. Se queda pensativo durante unos segundos y después os contesta:

- ¿Así que lo habéis visto ir hacia el este? Y no, no es mi mascota ni la de nadie, es demasiado peligroso para eso, hay que encontrarlo antes de que haga daño a alguien.

¿Y hasta le puso nombre a algo que considera peligroso? Hay algo que no termina de cerrar.

Por su parte no iba a retractarse de lo que había dicho, esperaba que nadie mas lo hiciera. En breves esperaba que se marchara al este y pudieran continuar sin tropiezos. Ya había estado bien de distracciones.

Parece que después de todo no era la mascota, y quería darle caza seguramente para acabar con el

-Está bien, pues te hago saber, que hace unos dias me encontré cara a cara con Nanak. Nanak me atacó con tal de darme muerte, pero quien acabó muerto fué el. Ya no podra hacer daño a nadie, así que es inutil que sigas su busqueda- Le digo al Ogro.

La reina miró a sus compañeros. Ellos parecían saber algo del perro de dos cabezas que asolaba los caminos pero ninguno se decidía a hablar. Hasta que Aurea tomó la palabra. Vaya, es una suerte que no esté por aquí. Aliviada por no tener que cruzarlo la reina estaba dispuesta a continuar su camino, más el ogro y Garren siguieron conversando. ¿Cómo hace unos días? ¿No lo habían visto ayer? Meneando la cabeza ante la mentira, nuevamente se puso en guardia. Si la criatura notaba que todo había sido un engaño y se enfadaba, podían pasarlo muy mal.

 Las palabras de Garren llegaron a mis como una declaracion de guerra ante el uniojo. No daba credito a lo que Garren acababa de hacer. A parte de decirle cual fue exactamente el destino de aquel endemoniado animal, afirmo haberlo matado el mismo. Pero si solo tenia que seguir la corriente de las palabras de Aurea, no tenia ni que hacer, ni que decir nada mas.

Mi mirada se dirigio hacia Garren enfurecida, intentando hacerle saber que posiblemente nos habia metido en un gran aprieto. Reaccionando rapidamente, empuño mi arma fuertemente, esperando la reaccion del uniojo.

Piensa rápido. Era poco probable poder reaccionar correctamente para llevar de vuelta el asunto a buen cauce. Dudaba que aquel ser tuviera suficiente temple como para intentar pensar que ella y el barbaro daban versiones diferentes porque quizá uno no conociera la de otra o algo así, y le daba la impresión de que ahora mismo intentar explicarselo iba a ser en vano. Solo quedaba esperar. Habría que tener bastante suerte para salir de esto sin una lucha o algo similar.

¿Pero porque? Si Garren se lo hubiera dicho cuando pregunto por primera vez pero ahora que Aurea lo encaminaba lejos de nosotros…

Observo la reacción de Agrael también con preocupación. Es del último que esperaba que apoyara a Garren en lugar de a Aurea.

Por mi parte permanezco con una cara de desconcierto nada engañosa sin tomar las armas por si aun se pudiera reconducir la situación sin derramamiento de sangre.

Las cosas se complicaban, o eso parecía, unos decían una cosa, otros otras. Solo resta que no se confunda el cíclope y comience a repartir espadazos para aclarar sus ideas. Pero las cosas eran más que claras para Sergi, retroceder de a poco para ponerse a salvo aun que sea del primer golpe.

Quizás se canse de matar gente cuando le toque recibir su castigo por haberle mentido. Quizás...