Habías pasado un año en el psicólogo, aquella misión en la selva, haber dejado la Merrick, la decisión de formar una familia, era demasiado, pero ahora estabas más calmado, más centrado. Después de un año de baja en la policia ahora volvias al trabajo, aunque a medio tiempo ya que ahora no estabas solo, ahora tenías a un pequeño contigo, a tu hijo. La madre, una joven francesa había accedido a alquilar su vientre, aunque en verdad no te cobro, solo te pidio algo a cambio, le debías un favor. No tardó mucho en cobrarse el favor, su hermano François Dubois necesitaba de tu ayuda, no te explicó los detalles, solo sabías que ibas a un orfanato, te dio un billete a Francia y la dirección de su hermano
Vas sin armas, ya que es un orfanato
Como se llama el peque?
La última vez que viste a Nathan fue en Rio de Janeiro, lo próximo que supiste de él, es que dejó la Merrick, no lo habías visto durante un año, tu trabajo te había mantenido muy ocupado, la Merrick y tu trabajo de guardaespaldas. A veces te acordabas de él, ya que muchos de tus compañeros no aguantaban tu humor y se marchaban a mitad de la misión, o eran unos novatos...
La Merrick nuevamente te manda una misión, pero vas solo ya que es una visita rutinaria, ir a un horfanato y ver que todo este bien, ir echar un vistazo y volver, escuchando lo que tenga que decir François, ya que él era el cliente. Al ser una misión en un orfanato y algo rutinario, te piden que vayas sin armas, ya que no debes asustar a los pequeños
Agarré al pequeño Jack entre mis brazos mientras espero a que la azafata traiga algo de agua. En un principio había pensando en no llevármelo, pero no quería dejarlo solo. Además, había pensado que el hermano tal vez querría ver a su "sobrino". Sonreí al ver como se babeaba una mano antes de agarrarme un mechón de pelo.
-Apa.
-Mo leana... -sonreí antes de acariciarle el pelo.
Por fin, tras horas de avión, llegamos al país.
Preparé mi maleta mientras refunfuñaba yo solo en casa.
La última vez que me hicieron ir sin mis armas casi acabo en un barrizal enterrado, seguro que caigo mejor a los crios si saco una pistola que si es un caramelo.
Desenfundé el Magnum de Nathan, aquel recuerdo que me había dejado y lo guardé en su caja apretándola en la esponja, luego cerré los dos cierres y la metí en la caja blindada de mi casa. Las otras las llevé al armero de Merrick y recogí el billete de avión y me dirigí al aeropuerto mientras pensaba:
Odio a los franceses con todo mi alma, no se salva ni uno
Jack miró la dirección, después de soltar otra maldición abrio la puerta, se dirigia hacia la oficina de François Dubois, pero en el pasillo en la misma dirección que él se encontraba Nathan, pero no estaba solo, en brazos llevaba a un pequeño de ojos azules, el cual miró a Jack y empezó a reirse
Me quedé parado viendo a Nathan otra vez:
-¿Nathan, eres tu? -me bloqueé- ¿y ese niño?
Me quedé un momento en silencio. No me habría esperado encontrarle ahí... Pero nuestros caminos parecían encontrarse una y otra vez.
-¿Acaso conoces a alguien más así?
El bebé alzó las manos, como si quisiera coger a Jack. Miré de nuevo a mi viejo compañero.
-Es mi hijo.
Perplejo le dije:
-¿tu, tu, tu hijo? no me lo puedo creer, felicidades. ¿no será francés? -se me escapó con cierto disgusto como si me hubiese traicionado de alguna manera-
Me rebusqué, pero no tenía balas para que jugase le niño.
-La madre de alquiler era francesa, pero hace años que no la veo. Me pidió un favor, y me hizo venir hasta aquí.
Mi hijo daba pataditas y miraba a Jack con una expresión de sorpresa.
-Creo que quiere tus gafas.
-¿Madre de alquiler? ¿eso no estaba prohibido?, bueno, igualmente felicidades, al menos es mas guapo que el último que adoptaste en Sudamérica, jajajaja.
Di un paso hacia atrás cuando el niño me miraba mucho.
-Esto hay que celebrarlo. Vamos a tomar algo en cuanto termine un recadito por aquí.
-¿Te refieres al recado de Merrick con Dubois?
Alzo las cejas, colocando al bebé más cómodamente, y más cerca de Jack. Finalmente, alzó las manos y le quitó las gafas a Jack. Casi había olvidado que tenía los ojos verdes.
Entrecerré los ojos. Jamás me acostumbraría a la luz tan rápidamente.
-¿Otra vez prediciendo?, debería haberlo visto venir. -señalé le niño con cara de sufrimiento, no se sabía si mas por las gafas que por el niño- Que no me las rompa, a ver si se va a cortar con los cristales.
Entrais en la sala de reuniones pero no veis a monsieur Dubois, pero si a una niña pequeña de unos cuatro años, sentada en una de las sillas, esta apoyada en la larga mesa de la sala de reuniones, dibujando. Podeis ver por la mesa dibujos infantiles, colores y folios en blanco. La mayoria de los dibujos son garabatos, el resto, unos cuatro, representa una hoguera con alguien dentro quemandose, gente bailando alrededor y un monstruo debajo de la hoguera que dibuja con su larga mano algo en la frente de la persona quemada. Al fondo se ve un castillo, en lo alto de una montaña
Observas que el humo que sale de la hoguera son letras, pero están escritas en frances y al reves
tirada de frances (inteligencia), al no tenerla la dificultad es el doble
Aguanté un respingo. No me esperaba ver a la niña ahí, y mucho menos haciendo esos dibujos tan... ¿Me habría llamado por ella?
-Hola, pequeña. ¿Sabes dónde está el señor Dubois? -miro más de cerca el dibujo.- ¿Qué estás dibujando?
Motivo: Francés
Tirada: 1d20
Dificultad: 10-
Resultado: 12 (Fracaso)
Miré la niña y los dibujos ojeando alguno mientras levantaba la hoja para verla.
-Por cierto, ¿qué demonios haces aquí Nath, y por qué quieres ver al mismo tipo que yo?
-Ya te lo dije. Un favor. -el bebé estaba realmente movidito aquel día. Lo dejé en los brazos de Jack, y pareció calmarse ahí. El bebé miró a Jack antes de intentar ponerle las gafas con las manitas, algo inútilmente.- ¿Por qué lo preguntas?
Nervioso le dije:
-A ver si se me va a caer Nathan. -dije muy serio y lo apreté con fuerza- no creo que sepa hablar, así que cuéntamelo tu.
-¿Que te cuente el qué? ¿Cómo se llama mi hijo? ¿Por qué estoy aquí? Ya te he dicho que la madre me pidió un favor, y aquí estoy. No me ha dicho en qué consiste el favor.
El bebé parecía feliz a pesar de la torpeza de Jack.
Le escruté con la mirada y le pregunté:
-¿Y como se llama el cachorro de Nath? -saqué un paquete de fisherman's friend - igual quiere un caramelito.