Partida Rol por web

Al ver cómo destrozas a Hank, Yelv trata de apartarte de él de un empujón.

Jefe! Una retirada a tiempo no es una batalla perdida! Larguémonos!

- Chico, todavía estás a tiempo de hacer lo correcto. - le digo cuando se me avalanza.

Quizá por tu confianza, quizá por el apoyo de los dioses, quizá por la indecisión de Yelv, el empujón del bandido apenas logra moverte. Sin embargo, Hank aprovecha la distracción para recoger su brazo del suelo y alejarse de ti.

¡Esto no ha terminado aquí, Menelpar! ¡Larguémonos Yelv! ¡Joder! ¿Dónde se habrá metido esa rata traidora de Tasha?

- ¡No podréis esconderos de mí! Toda la ira divina caerá sobre vosotros.

Osea que Tasha... A ver si sigue por aquí.

Intentas detener a Hank, pero como experto ladrón sabe zafarse y escapar como es debido. En apenas unos segundos te quedas sólo.

Me dirijo de nuevo al carruaje de forma amigable como si no hubiese pasado nada con Hank y sus secuaces.

¿Será Galatea Tasha?

Para tu sorpresa, ni Galatea ni su carro están donde habíais quedado. Seguramente Galatea estaba compinchada con Hank y sus secuaces, pero no se te ocurre cómo o en qué momento les ha pasado información sobre ti...

Eh, pasmao, vas a entrar?

Una mujer muy alta y fornida, goliath seguramente, sujeta la puerta a medio abrir de la taberna. Su expresión deja ver que no entiende que haces ahí pasmado, pensando.

Maldigo a esta gente que no sigue el camino de la rectitud. No debo olvidar sus caras y acabar con ellos si los vuelvo a ver....

- ¿Eh?... - miro hacia arriba, a los ojos de la goliath.- Sí, sí... Muchas gracias, bendito y glorioso día.

Pues venga, que para mañana es tarde - la mujer te acompaña a entrar, "guiándote suavemente" con la mano.

Al notar la fuerza en mi espalda planto el pie derecho con fuerza para contrarrestar y que no me lleve por delante. Giro la cabeza y le digo:

- Ey, calma señora. ¿Tanta prisa tiene usted? Yo también busco a alguien.

Como que también? Quien te ha dicho que busco a alguien? 

La mujer te engancha de la pechera y te levanta un palmo del suelo. Su ceño fruncido es un claro aviso de que si no eliges bien tus próximas palabras podrías acabar hecho picadillo.

Quien eres?

Me revuelvo un poco, pero viendo que no tengo éxito me resigno y me quedo colgando cual muñeco.

- Señora, esa prisa que lleva usted sólo puede ser por qué sea una borracha y quiera hidromiel urgentemente antes de que la resaca ataque o por qué esté esperando a alguien y llegue un poco tarde. Dada su porte, fuerza y determinación la bebida no parece algo que le preocupe ahora mismo. - pongo cara determinar mi explicación y prosigo - Ahora, si me suelta, nos podemos presentar como los dioses mandan.

Sin cambiar la expresión lo más mínimo te baja lentamente hasta el suelo.

Te lo advertiré una única vez - la mujer te agarra de la pechera con más fuerza mientras se acerca su cara lentamente hacia la tuya -. No. Me. Llames. Señora - se aleja y yergue a la par que te suelta -. Es más que evidente que aún estoy más que de sobra en edad fértil. Simplemente no he encontrado hombre digno de yacer conmigo. Y te adelanto que tú no eres digno - te señala acusatoriamente con el dedo -. Pero admiro que no te hayas echado a llorar ante mi intimidatoria presencia. Soy Niveka "Rompepiños" Maniblithia - su expresión se relaja un poco al tiempo que te ofrece la mano para estrechártela -. Pero puedes llamarme Niveka.

- Perdone Niveka, en mi tierra es un apelativo formal, no era mi intención ofenderla. Mi nombre es Menelpar ... - ahí va - de los mil dioses, pero puedes llamarme Menelpar simplemente.

Le hago una pequeña reverencia.

- Tal fortaleza solo puede venir de un dios antiguo, déjeme adivinar - me llevo la mano a la barbilla y pienso unos segundos mientras miro al cielo - ¿Silvanus?

Silvanus es un dios mediocre al que alaba la gente mediocre - responde la goliath con gesto de desagrado -. Mi fuerza y la de mi pueblo viene del poderoso Helm, alabada sea su vigilia y protección - Niveka alza la mano hasta la altura de ojo, mostrando el dorso.

- Ohh Helm, claro, como he podido fallar. - vuelvo de nuevo a una pose pensativa - ... "Nunca traiciones tu confianza. Vigilante. Párate, espera y observa atentamente".... Grandes palabras del Vigilante que cualquiera debe seguir. - le sonrio con complicidad esperando entablar una amistad.

Que bien me caen estos seguidores acérrimos.

Citas a Helm con precisión. Bien hecho. Ven tomemos algo en lo que esperamos.

La taberna sigue como la dejaste antes del enfrentamiento con los bandidos, a excepción de que no está Galatea y un colorido zumo aguarda sobre la mesa que escogiste.