Partida Rol por web

Tras acabar nuestro encuentro romántico, tan lleno de pasión y amor, era hora de acomodarnos y dejar listo el campamento, fue todo tan espontaneo que tampoco tuvimos tiempo más que de hacer una hoguera y poco más. Me siento amado, pleno, lleno de alegría y se que ella también, mi Diosa me a calado hasta los huesos y el alma. Siento que nuestras vidas están unidas de por vida. Si mi amada Diosa, debemos dejar todo listo para cuando lleguen Jamn y Quyen. Hablo con dulcura...sonrío y no dejo de mirarla aún así de levantarme y moverme para poner todo en orden, no puedo perderla de vista ni un segundo... Estarán bien? y si no vuelven?? Por un momento me preguntaba si les habría pasado algo, tampoco se cuánto a pasado... 

Escupo a un lado. La jejé espanta la caza. 

Contengo el impulso de ensartar al pájaro parlanchín. Cuando vuelva a mi isla y me pregunten cómo es el mundo les diré que hasta los pájaros hablan demasiado. 

-Esta noche comer serpiente. 

Alcanzo a Jamn a duras penas. Avanzo con el arco preparado para disparar pero veo que la amenaza no es tal. La tensión desaparece al momento y me echo a reír con alivio.

¿De dónde te has escapado viejo diablo?¿Quién te ha enseñado a hablar?

De todos modos tengo cosas importantes que hablar con Jamn y no me entretengo más con el loro.

- Jamn. Eso que vimos en la gruta es una amenaza para todos. Podría acabar con nosotras y con todo el reino sin dificultad. Lo que vimos no podía escapar porque alguien lo había encerrado. No sé cómo, no sé cuánto poder habrá hecho falta. Pero ni siquiera pudieron acabar con aquello, tan solo atraparlo. ¿Es eso Plukanka? Seguro que habrá más aunque sean menos temibles. No podemos dejar que hagan su voluntad, hay que cazarlos y acabar con ellos.

No se me escapa que la mujer de trapo era Plukanka y quería que yo liberase lo que hay en el cofre. Pero tengo la intuición de que si ese portal está entretejido con hebras, tal vez pueda sellarlo. Y pretendo hacerlo esta noche. Quizá no guste al destinatario del cofre pero, ¿cómo dejar Plukanka suelto?

Jamn está siempre tensa. Pero ahora pienso que quizá es debido a la gran responsabilidad que conlleva enfrentarse a aquellos horrores.

El pajaro alza el vuelo y hace un rodeo en el aire para llegar a Quyen evitando a Jamn

Entonces sus garras se posan suavemente en el hombro de la Bruja

Brrr... Viejo Diablo aprender

Aprender sólo ...pbbrrrrr

Su pico juguetea entre el pelo de Quyen. Parece hambriento

Gustar mujer blanca

PPRrrbrrrr

Gustar a Viejo Diablo

Si si si ...gustar... pbbbrrrr

-Jamn dejar isla para detener plukanka. Nada bueno.

Por primera vez, examino a la jejé con algo más que altivo desprecio. No deja de ser una jovenzuela inexperta pero parece que la carga sobre sus hombros es pesada. Al fin y al cabo, no soy la única lejos de casa a su suerte enfrentada a un mundo extraño y hostil frente a un enemigo abrumador y extraño. Puede que, después de todo, no seamos tan distintas.

Es decir, salvando la parte de la piel de color enfermizo, el pelo revuelto de cualquier manera y la escandalosa falta de higiene.

-Plukanka muchas formas. Siempre tiene esclavos. Encontrar esclavos y eliminarlos. Si plukanka quiere caja, mantener lejos. Tú saber qué hay dentro.

No es una pregunta. Los jejé están malditos por haber sido tocados por los malos espíritus pero de su desdicha vienen también algunos dones como la visión del Otro Mundo o la clarividencia. Seguro que ella ha mirado dentro de esa caja.

-Volver. Mañana día largo.

Miro al pájaro con desagrado. Una vez oí una historia sobre un loro que alcanzó el paraíso a base de repetir las oraciones que oía recitar a las sacerdotisas. Me habría gustado ver la cara de las Antepasadas al verlo llegar.

Parece que le gusto a Viejo Diablo. Y realmente después de las bofetadas de realidad de los últimos días, es algo que me sube el ánimo. Todavía me queda una ración en la mochila y le ofrezco un poco de comida al loro. Si quiere venir con nosotras, no seré yo quien lo impida.

-Volver. Mañana día largo.

Asiento con la cabeza y camino detrás de la amazona de vuelta al campamento mientras juego con el nuevo miembro de la expedición.

Quyen y Jamn regresan al campamento

Lo hacen con las manos vacías. Al parecer no ha habido suerte con la cacería pero...

...¿Que es ese bulto colorido que trae la bruja sobre su hombro?

¿Un loro?

Ya lo creo que si. Un puto loro parlanchín que no para de decir improperios. Es como si tuviera el síndrome de Tourette.

Pbrrrr brrrpp...

¡Perra gorda y pálida! ¡Ni si quiera los perros sarnosos se aparearían contigo!

...Pbrrrrrrrr

Esa última "lindeza" se la dedica a la Valkiria mientras la mira con sus ojos de pajarraco torcidos.

Después picotea algo de la comida que Quyen le ha brindado y se lo agradece acariciándo su cuello las plumas de su cresta.

- No digas eso loro sinvergüenza, Athena es una luchadora bendecida por Vesta.

Me encojo de hombros ante el insulto del loro.

-Es un poco malhablado, pero me resulta gracioso cuando no insulta a nadie.

El aire huele a sudor y a pasión desatada. Frunzo el ceño con cierto asco.

Termino la serpiente que quedaba. No está reciente pero todavía se puede comer. Mañana sin falta habrá que conseguir algo.

Después de cenar, preparo un lecho de musgo no lejos de la hoguera. Me duele la cabeza y estoy de mal humor. Espero que al amanecer lo vea todo un poco más optimista.

Sonrío ante el "pollo", estaba claro que no estaba gorda, era el maravilloso contorno de sus caderas y que, desde luego, alguien sí se aparearía con ella, así que la valkiria, con buena autoestima, no se enfadó en absoluto, pero no terminaba de comprender el porqué Quyen le daba de comer.

- Anda un bicho que habla....Nunca he comido nada que se exprese por sí mismo... No hace falta que lo alimentes, no le va a dar tiempo a cebarse, si quieres lo desplumo yo..., el fuego está encendido... - entendía que no se acariciaba la cena antes de ser engullida, porque el animal era para eso...¿no?

Veo a Jamn comer parte de la serpiente y me temo lo peor -...¿No es para comer Quyen?.... - si mi amiga dice que no, lo respetaré, pero adiós a la tierna pechuga que se adivinaba bajo tanta pluma....

Una vez tenemos el campamento listo y todo en orden, aparecen Jamn y Quyen, espera Quyen viene con un loro?...Las miro con las cejas fruncidas y extrañado, no entiendo que vengan con las manos vacías, pero si con un loro y que encima insulta a mi amada? de eso nada... Controla ese pico o te desplumo aquí mismo, pájaro estúpido!!! Serás la cena claro que sí!! Le digo señalando con mi dedo indice implacable, no voy a permitir que nadie le falte el respeto a mi Diosa y menos aún un jodido loro parlanchín. Pero Quyen que demonios haces con un loro?? 

Ya es tarde y debemos descansar porque mañana nos espera un día largo, lo presiento... 

La luz del día no dota de mejor aspecto al pantano. Bajo el sol de la mañana el calor es aún más agobiante y el hedor húmedo se vuelve casi insoportable. Buscando la mejor ruta para salir de la maldita selva, camináis con dificultad a través de los charcos poco profundos que se forman aquí y allá hasta que, de repente, escucháis algo en los arbustos cercanos y...

...La selva escupe un pequeño un hombre de piel oscura que nace brotando del follaje. Está casi desnudo aparte de un taparrabos, y se le ve absolutamente aterrorizado.

Os mira con asombro y tartamudea: —¡Está detrás de mí!.

Un par de latidos de vuestro corazón después, un rugido profundo sacude la tierra. La jungla literalmente explota en una lluvia de hojas y ramas cuando una terrible bestia salta desde los matorrales. Tiene la forma y el color de una enorme pantera negra, pero su tamaño es descomunal. ¡Es grande como un buey!

—¡Oh no! —el hombre de piel oscura grita—.  ¡El Azote de Asgorath!

¡La bestia de pesadilla ruge y se abalanza sobre vosotros!

Escucho movimiento. Algo corre hacia nosotros. Instintivamente pongo una flecha en mi arco y apunto en la dirección en la que viene el sonido.

Cuando aparece el hombre de piel oscura emerge de la espesura a un par de metros de mí, estoy a punto de atravesarlo de un flechazo. Me tiembla el pulso, he estado a punto de matarlo. Bajo el arco un instante para respirar y centrarme. Antes de que pueda volver a levantarlo, aquella bestia aparece con un poderoso salto y cae sobre mí.

Un extraño, Quyen lanza una flecha y es entonces cuando le veo. Aquella magnífica criatura sale de la espesura de entre la jungla y encara al grupo con clara intención de atacar, no voy a permitir que dañe a Quyen, cojo mi lanza con fuerza e intento empalarla con ella, contra aquel ser debemos estar todos juntos, correr no es una opción.

- ¡Atacadle!....- chillo al resto de mis compañeros de viaje sintiendo por primera vez miedo. Esperaba que aquel ser no dañase a Kurdran -...¡Herrero, caminar juntos y morir juntos!....- era una manera de decirle, que si le pasaba algo desearía morir a su lado, para la valkiria, ambos eran uno y temblaba solo de pensar en perderle.

Es una fuerza de la naturaleza desatada. No puedo sino admirar sus movimientos.  

Salto a un lado para flanquear a la bestia. Clavo la lanza con todas mis fuerzas. Es como apuñalar una pared pero estoy casi segura de que he tocado carne. Antes de poder retorcer la lanza, la bestia me aparta con un golpe casi casual de sus garras. 

Despierto de forma plácida estirando los brazos hacia el cielo y sonriendo, hace tiempo que no me siento tan pletórico, disfruto mientras Athena sigue en mi pecho. El calor y el olor nos despierta a todos prácticamente de forma instantáneo mucho más rápido de lo que lo hace la luz. Recogemos el campamento, todo parece estar en orden hasta que un extraño aborda nuestra tranquilidad... Pero qué??  Corre asustado hacia nosotros exclamando que algo viene detrás, se le entiende perfectamente a pesar de su raza, y justo entendemos el porqué... Una criatura tan colosal era digna de tenerle miedo y a la ves de mostrarle el respeto que se merece... Increíbleee que magnífica bestia... Estoy asombrado pero no pienso morir hoy, y todos les atacamos para no ser devorados... Por su puesto mi Diosa... hasta la muerte juntos!! Ahhhh!!! Corro con todas mis ganas y ataco a la criatura...