Partida Rol por web

La ruina del Hombre

El resto del día (Nyormel, 4 de Numa del 471 d.T.)

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31/03/2013, 16:30
Redd

Aunque reticente, el guardia borró paulatinamente la sonrisa del rostro en cuando constató que las miradas graves de ambas mujeres sostenían la suya misma.

- Peeee...pero... - lograba balbucir -... ¿qué decís? ¿vos...?

Redd buscaba algún tipo de esperanza en Jayrah. Al no encontrarlo, su voluntad se quebró totalmente.

- Si eso que dices es cierto, chica... señora - añadió de refilón a Jayrah -. Puedo conseguir una carreta, no es digno de un señor, pero cubierta y conmigo en ella, nadie preguntará y... ¿no te choteas de mí, chica?

Se puso a la tarea sin esperar respuesta, y en tras un momento de espera, las mujeres lo vieron llegar con un burro atado a un carro de dos ruedas, algo estrecho para que el fardo entrase estirado, pero al menos, provisto de algunas cajas y mantas con las que fácilmente podría hacerse un buen escondite.

Guiadas por ambas, llegaron al lugar y él, con una de esas mantas, bajó hasta donde lo habían dejado, una vez en presencia del cuerpo ahogó un chillido bastante infantil y, aún con la boca abierta, se apresuró a taparlo y a echárselo al hombro con ayuda de las mujeres.

Redd, aunque ya un hombre, no estaba agraciado con la complexión del Donner, que fuerte y recio como era amenazaba con derramársele a ambos lados, a cada pequeño paso, cada vez que el guardia tomaba aire como un pez asfixiado fuera del agua. Ayudado por las mujeres y subiendo las escaleras de piedra boqueando y jadeando a dolorosos gritos, fueron capaces entre todos de colocarlo en la carreta. Habían atraído con el forcejeo la atención de varios, pero al fin, y seguramente viendo que un guardia se encargaban, dejaron hacer, que la mayoría eran sirvientes y tenían bien aprendido aquello de: oír, ver, callar.

Cuando por fin el joven, que tenía la piel de la cara tan tensa y roja como su pelo, recobró su voz natural y su respiración le permitió hablar, se dirigió a las mujeres sin preocuparse por lo ridículamente agotado que debía parecer.

- De...acuerdo... al castillo. ¿Pero dónde? Podemos entrar... hasta el recibidor de mensajeros...antes de que alguien nos pregunte. ¿A quién buscamos? No podré subirlo sin... sin una explicación por el interior del palacio.

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07/04/2013, 11:13
Jayrah Ydhûn

El esfuerzo no sólo había agotado al joven guardia, también las muchachas, incluso Iluubra, la más acostumbrada a cargar con trabajos de peso, estaban sofocadas y resollando.

Jayrha sabía que el hombre a quién debían llevar al Donner para intentar devolverle su conciencia y estado normal era el Señor de Nyrr, pero jadeando como estaba dejó que fuera la sirvienta la que aclarara este punto al chico. 

Sólo comentó, entre soplidos:

-No... creo... que nadie... detenga... al Donner... aunque... parezca...  eh... indispuesto...

En cierto modo el noble parecía beodo, cosa que no despertaría suspicacias, ni provocaría preguntas indiscretas temiendo entrometerse indebidamente.

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14/04/2013, 12:46
Iluubra Senra

Notas de juego

Ey, un momento... ¿mi señor no está allí? Le dejamos junto al cuerpo y no recuerdo (ni leo) que dijera que él se marchaba. ¿Dejó el cuerpo ahí solo, sin vigilancia? Porque Iluubra reaccionaría de forma muy distinta si así hubiera sido.

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19/04/2013, 22:03
Director

Notas de juego

No, no, en absoluto. El donner está ahí tirado en la carreta cubierto por unas mantas. Lo que creo que dice Jayrah es que incluso aunque lo vieran dentro del carro, nadie les iba a detener, ya que se trata del Donner.

Es decir, Jacobo, el donner está en el interior de la carreta, igual de inconsciente-o-sabe-Dios-qué-más que antes. No habéis llamado la atención aún de nadie importante y la carreta está dispuesta. Redd te mira. A pesar de todo, te echa un vistacito, el muy salido.

Eso sí, el tiempo me ha vencido. No he parado. Ya posteo a mi vuelta la semana que viene cuando tú pongas tu respuesta, ok?

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20/04/2013, 12:09
Jayrah Ydhûn

Notas de juego

Creo que Jacobo pregunta por el de Myrr. Cuando fuímos a buscar ayuda dejmos al donner con él, porque no podímos trasladarlo solas. Y en tu post has dado por sentado que al llegar al cuerpo exánime éste estaba solo, no estaba el de Myrr. Por eso Jayrah ha pensado que era a él a quien Iluubra querría llevar primero al donner, una vez ya en el Castillo.

Pero Jacobo dice que si el de Myrr lo ha abandonado, su reacción será distinta.

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26/04/2013, 22:44
Iluubra Senra

Notas de juego

Exacto, eso es. Nos fuimos a buscar ayuda dejando a mi señor con el cuerpo y al volver mi señor se ha pirado. Eso es lo que raya a mi pj, de ser tal cosa cierta.

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02/05/2013, 08:31
Director

Notas de juego

Vaaaale, cierto, sí. El cuerpo del Donner está solo y Midoirn de Nyrr no estaba con él. Perdón por la confusión y por no haber dejado clara constancia de esta ausencia.

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05/05/2013, 10:49
Iluubra Senra

Al llegar al lugar y encontrarse con el cuerpo ausente de vigilancia, Iluubra sintió un escalofrío, perceptible para cualquiera que viese su postura rígida y cómo se mordía el labio. Miró a su compañera. -No podemos moverle sin mi señor, ¿verdad? Imagina... las explicaciones...-

De nuevo como aquella primera noche. De nuevo la terrible oscilación entre el aparente interés, el quizá falso compañerismo hasta la indiferencias, quién sabe si el desprecio... o hasta la traición.

-Quedad aquí un momento.- dijo la criada volviendo a la entrada de la alcantarilla para asomarse siquiera unos pasos y lanzar a la oscuridad el nombre de el de Nyrr...

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07/05/2013, 12:58
Jayrah Ydhûn

Jayrah simplemente asintió. El compromiso que tuviera la muchacha con su Señor era cosa de ella, y la comprendía. No era algo natural que el de Nyrr hubiera dejado el cuerpo del Donner sin vigilancia a menos que algo grave hubiera ocurrido. O que estuviera lo bastante cerca como para acudir al primer indicio, o llamado.

Esperó. Junto al noble exánime, junto al joven guardia que resollaba, esperó.

 

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07/05/2013, 21:05
Director

Casi en el mismo momento en el que Iluubra se adentraba en lo oscuro, la silueta conocida del noble Mydoyrn salió a su encuentro. Con un brazo fuerte la aferró y en sus ojos, ella creyó por un momento que más vacíos de lo habitual, se percibía una leve exasperación.

- ¿Qué haces volviendo, chica? Éste no es lugar seguro. Acabamos esto y llevemos al donner de vuelta al palacio. Y chitón, que ya montamos suficiente escándalo con tus modales de frutera.

Antes de cerrar la puerta tras él, a Iluubra se le hizo evidente que el de Nyrr echaba un último vistazo a la oscuridad, casi como si se despidiera de un tierno amante... hasta más tarde.

Regresaron junto a la carreta.

- ¿Éste es de fiar? - dijo señalando con cierta discreción a Redd -. Lo conozco, joder, y habla por los codos con tal de saberse atendido.

El aludido bajó la cabeza, azorado, incapaz de soportar la mirada del noble. Éste enarcó una ceja.

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14/05/2013, 00:05
Iluubra Senra

-Es un bocazas, sí. Pero tenemos un acuerdo. Nos conocemos y digamos que nos debemos un favor. Gana mucho si nos ayuda y si quiere que él y yo sigamos siendo amigos, cerrará la boca. Si es que eso es más importante para él.- Iluubra le sonríe como solo saben sonreír las chicas de pueblo un día de fiesta local con un vestido nuevo.

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15/05/2013, 16:37
Director

El trayecto de vuelta hasta el palacio era corto, pero el trago de saberse transportando a un donner inerte, oculto dentro de una carreta, lo alargó como la última noche de un condenado a muerte.

Por indicación del mismo noble, esquivaron a los grupos de soldados, incluso a los sirvientes y frÿlles que pasaban por allí, sin ningún destino aparente, pero sí apresurados. El lugar que el de Nyrr buscaba era la entrada principal, ni más ni menos, el pasillo que permitía el paso de caballos hasta un gran portón, libre, por la naturaleza del túnel, de una buena cantidad de ojos indiscretos. Los guardias les dejaron pasar y, una vez en la puerta, Mydoyrn reclamó la presencia del buen Coraar. Hubieron de esperar un buen rato, pero el viejo mayordomo apareció, con su inevitable vestimenta roja y su sonrisa benévola. Sin permitir que diera más saludo del debido, el de Nyrr se adelantó para hablarle al oído. Lo que le dijo dejó el semblante del anciano más blanco que de costumbre, pero se apretó los labios y despidió a los guardias. 

- ¡No puede ser! Nuestro señor... ¿qué hacer con él?

- Imaginaba que tú sabrías qué hacer, viejo. Yo no entiendo de remedios para los que se quedan como estatuas.

El anciano permaneció un momento pensativo, tapándose la boca con una mano como único gesto que revelaba la angustia que sentía al constatar, tras retirar las mantas, que allí tendido estaba el donner, inmóvil, como si su espíritu hubiera abandonado su cuerpo.

Notas de juego

Bueno, podéis aportar algo o no hacerlo. En estos posts vuestra ayuda será apreciada, pero ellos en principio podrán reflexionar por su cuenta, así que os daré unos días, por ejemplo, hasta el Domingo, y si no habéis añadido nada, entenderé que dejáis el asunto en sus manos ;).

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17/05/2013, 16:50
Iluubra Senra

Notas de juego

Yo imagino que saber de frutas y verduras y conocimiento de la naturaleza 3 no me sirve de nada para esto, ¿verdad? Si es así, yo me espero. No me suena nadie que yo conozca o haya conocido en el palacio que pudiera ayudar. Creo.

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21/05/2013, 19:36
Director

El noble clavó los ojos en el mayordomo, quien se removió inquieto, mesándose la barba y abriendo y cerrando muchas veces la boca, sin decir nada.

- Venga, viejo. Algo sabrás. No me dirás ahora que nadie ha acudido a ti para que le ayudases a ocultar algo.

- Mi señor, esto no es exactamente.

- Déjate de peros y piensa, demonios.

- Sólo se me ocurre una cosa. Envolverlo en un tapiz y llevarlo donde el Principal Jorgall. Ahora no está en su despacho. No sé dónde estará, pero en su despacho no. No está lejos, pero habría que pasar por un par de jardines y... una vez allí, cuando volviera podríamos...

- De acuerdo - convino el de Nyrr sin pensarlo mucho -. Di a un par de los tuyos que descuelguen un tapiz y lo traigan sin preguntas. Luego entre los dos...

- Pero mi señor, yo estoy viejo... y...

- Deja de quejarte y haz lo que te he dicho. Vosotras, quiero que una encuentre al Principal Jorgall y haga que vaya a su despacho, pero que aún tarde un poco, no queremos que nos vea con el Donner dentro de un tapiz enrollado. Una o las dos, en fin. Decidid vosotras.

Notas de juego

Pues decidid quiénes vais a buscar a Jorgall, y quién, o las dos, y por dónde propondríais buscar.

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08/06/2013, 09:46
Director

Notas de juego

Chicos, decidme al menos quién va a dónde. Yo haré post inmediatamente con ello.

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08/06/2013, 10:25
Jayrah Ydhûn

Notas de juego

Yo, que ya os dije que me he perdido muchísimo en la trama de la partida, me reitero en mi intención de pegar a mi pj como una lapa a Iluubra, que parece que está mucho más en el ajo que ella. Y no la perderé de vista ni un segundo, ni jarta vino!!

:)

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10/06/2013, 19:41
Iluubra Senra

Iluubr asiente y hace un gestodeferente a su compañer para que abra el paso como el corresponde, pero tan pronto salgan de la vista de su señor toma de nuevo las riendas. Como hiciera horas antes, busca con quién hacerse la neva y despistada con un asunto más banal, quizá sobre un regalo para el Donner en la que su señor requiere la opinión del principal. Algo así, que parezca casual pero para el que se pueda requerir a un hombre de alto nivel. Siempre acompañada de Jayrah, cuyo mejor aspecto podría hacer pensar a quienes encuentren que el encargo reviste la importancia suficiente para no marearla.

Notas de juego

Lo siento, creía que había respondido y también estoy un poco perdido. A día de hoy no recuerdo quién es ese principal Jordall, pero le buscaré, sea quien sea. ;)

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14/06/2013, 16:33
Director

Fue quizá la suerte o una suerte de destino inextricable, que atravesados unos pocos pasillos, mientras Iluubra tomaba la iniciativa y buscaba ávidamente a quien preguntar, un hombre con una banda blanca de principal se cruzó delante de ellas. La imagen de Jorgall era la del que guardaba dentro un secreto que casi no lograba refugiar en su interior. Atendió a la llamada de las mujeres y, con ojos muy abiertos, les dijo que avisaran a los suyos de que iría inmediatamente al despacho. Al mismo tiempo, dio la orden a un soldado que llevaba a su lado de que avisara al frÿlle Casyyr.

Las mujeres regresaron y vieron al esforzado noble cargando un tapiz. El viejo Coraar, a su lado, procuraba no revelar los nervios que la situación le generaba.

El trayecto, como si de una leyenda antigua se tratase, se hizo larguísimo y en cada recodo, tras cada jardín, entre las columnas, esperaban encontrar dificultades, tanto humanas como sobrehumanas, visto lo visto. No hubo nada de eso, finalmente, con las piernas doloridas y temblorosas, incapaz de hablar y sudando por el esfuerzo, el noble de Nyrr se colocó frente a la puerta del despacho del principal Jorgall, siguiendo las indicaciones del mayordomo Coraar, quien llamó.

Al abrir la puerta, un fryllë ya mayor, con el rostro apergaminado, pero rezumando energía por todo su cuerpo, hizo cerrar la puerta e instó al noble a colocar su carga sobre la mesa del despacho, que el principal había limpiado de papeles sin ningún cuidado, repartiendo legajos, libros y rollos de pergamino por el suelo, alrededor.

Entre todos, desenrollaron el tapiz y el cuerpo inerte del Donner se reveló para espanto del Principal.

El donner parecía un hombre mucho mayor, debilitado por una larga vida de esfuerzos, de pelo blanco, quebradizo y más largo del que recordaban, y una barba que se enredaba como pelusa bajo la nariz aguileña.

Notas de juego

Ahí va el post :).

Podéis añadir algo, si queréis. La semana que viene, por fin, acaba la cosa. Ya os agradezco muchísimo de antemano la paciencia y el esfuerzo de haber seguido hasta el final.

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15/06/2013, 18:28
Casyyr

- Lonnegahr - maldijo el fryllë -. Todo habría sido mucho más fácil si no hubierais sentido la necesidad de dejar indefenso a Rannedh, todo ello por escuchar a las voces equivocadas. En fin, a lo mío.

El hombre pasó ambas manos por los tatuajes de su rostro y cogió el polvo ocre de un pequeño tarrito, lo metió en un vaso, introdujo en él un líquido que parecía vino y lo agitó sin mucho cuidado. Luego añadió una pequeña piedrecita que hizo que el líquido bullera. Con evidente dificultad, como si le quemara en la mano, lo metió dentro de una ampolla de un vidrio finísimo como ninguno de los demás había visto nunca. Acercó el extremo a la nariz del Donner y lo introdujo por una narina primero, donde descargó la mitad del contenido, y por la otra después. Al retirarse, el fryllë estaba sudando.

El hombre se sentó un instante y empezó a toser, ante la mirada extrañada de los nobles. Sólo el mayordomo, por costumbre o por una comprensión mayor, lo atendió, sirviéndole algo del vino que el Principal tenía en el despacho, sin pedir permiso a éste y sin recibir por ello ninguna recriminación. Mientras el sacerdote se recuperaba, el cuerpo del Donner seguía tendido, sin moverse, como un cuerpo disecado.

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15/06/2013, 18:35
Jorgall

- Lonnegahr ha hablado. No hemos tenido tiempo de ser considerados con su cuerpo, y parece que sus adicciones lo hacían más vulnerable. La maldición de este palacio estaba delante de nuestras narices, oculta a plena vista, pero no nos culpes de la muerte de nadie, porque si Rannedh no hubiera actuado como un loco, no lo habríamos tratado como tal - el principal señaló a Jayrah y al hombre de Nyrr -. Muchas familias han sufrido las consecuencias. Todas ellas podrán interponer su denuncia a la justicia, pero ya me dirás qué se les va a contestar. Cuando el Mal azota la tierra, ¿a quién se mira? A los dioses, sacerdote. Así que tú dirás, no yo.

Notas de juego

Lo dicho, si queréis añadir alguna cosa, adelante. En pocos días completo y explico todo ¡¡Al fin!!