Partida Rol por web

La ruina del Hombre

Días de música y sombra (Nactas, 2 de Numa del 471 d.T.)

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26/05/2008, 18:19
Director

El camino pasó cerca de la muralla, en la calle cuyo lateral protegía el muro de piedras y guardias, sobre un adarve por el que podían pasear dos hombres. Al otro lado, casas, inmensas o sólamente muy muy grandes. Las calles que las separaban estaban todas empedradas, y había buena distancia entre ellas. También eran de piedra, al menos la mayor parte de ellas, ya que alternaban algunas buena madera, mampostería, y alguna de ellas incluso la piedra pulida y brillante que los ricos mercaderes traían de lejos, el llamado mármol. Todas tenían un buen jardín con árboles y arbustos. Los techos eran de techa dura, de muchos colores, y había cristal en las ventanas, algunas con postigos para poder abrirlas, sobre todo en los pisos más altos. Todo eso podía verse gracias a la iluminación de la calle, con antorchas y farolas ornamentadas.

Finalmente, entre ellas llegaron a un lugar en el que estaban otros hombres. Había varios guardias y dos personas que, por su porte, picaban espuelas más altas. Uno era conocido, incluso en la penumbra. Era el señor Peloreon. Una joven estaba a su lado, con aire pensativo. Jorgall entre ellos. Todos discutían al amparo de una figura recostada junto a una pared.

Notas de juego

A partir de ahora, por favor, postea en "Como de un sueño, despierta...". Te posteo también allí para que sigas el hilo.

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15/06/2008, 13:35
Director

Un viento soplaba en la cercanía a las murallas del castillo. Había movimiento en la plaza junto cuando el escudero se había adelantado. Miró hacia atrás y vio que del Vatinheir salía como si fuera la furiosa meada de un toro una río de gente que se esparcía por la plaza y tomaba dirección hacia el palacio. Era el fin de los oficios, el momento ahora del baile y la celebración.

A pesar de haber buena luz en la plaza, era difícil distinguir a nadie en concreto a esa distancia. Todos eran señores, eso seguro, hombres ricos y poderosos con sus mujeres y sus cábalas.

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15/06/2008, 18:53
Trevor

Trevor dudó un instante sobre la forma de actuación a utilizar, pues parte de sí mismo le decía que debía esperar a que toda aquella multitud pasase delante suya, siguiendolos después para llegar hasta las puertas del palacio.
Quizá incluso pudiese discernir alguna figura que se asemejase a la descripción del Principal Amryyrr, aunque lo dudaba mucho y tenía grandes probabilidades de equivocarse en sus deducciones.

Así pues, finalmente decidió apretar el paso para mantenerse siempre por delante de la nobleza, ya que tenía un poco de ventaja y unas piernas rápidas que le ayudarían a conseguirlo.
Si llegaba con algunos segundos de diferencia, puede que los guardias que se encontrasen frente a las puertas, pudieran darle las indicaciones pertinentes para encontrar a la persona que Jorgall le había encargado.
Puede que incluso supieran indicarle si estaba entre aquella multitud.

Sin más preámbulo, el escudero comenzó la ascensión a paso rápido y decidido.

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19/06/2008, 20:21
Director

Llegó frente a las amplias puertas de entrada al patio del palacio, custodiadas por varias parejas de guardias. No eran jóvenes, sino que parecían a hombres veteranos que lo miraron con desconfianza y una cierta aprensión. Pronto uno de ellos acercó una antorcha al rostro del escudero, hasta hacerle entornar los ojos, y preguntó sin miramientos.

- ¿Quién eres, tú? No es frecuente ver mozalbetes explorando por la calle ante sus señores.

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19/06/2008, 21:45
Trevor

El rostro del escudero se vió obligado a girarse hacia un lado para intentar evitar tanto el calor del fuego como la intensa luminosidad de la llama, llegando incluso a alzar una de sus manos para interponerla entre la antorcha y sus ojos.

Me envía el Principal Jorgall - respondió finalmente, sintiendose incluso sorprendido de que su voz no temblara....algo estaba cambiando en el escudero, quien sabe si era por el simple hecho de saberse en el lugar adecuado o porque poco a poco se estaba comenzando a cansar por la forma que tenían los miembros de la guardia de tratarle - que me ha encomendado la misión de informar al Principal Amryyrr acerca de un asunto de gran importancia.

Según las palabras surgian de su boca, el cuerpo del escudero había ido adquiriendo su altura total, obligándose a sí mismo a no encorbar los hombros ante aquel hombre - Es necesario que lo localice con la mayor premura. ¿Podrías indicarme dónde se encuentra?

A sus espaldas comenzaba a percibir con claridad las voces de aquella multitud que le seguía los pasos, y que en breves momentos le daría alcance, complicando la conversación con el hombre de la guardia.

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22/06/2008, 20:37
Guardia

El guardia sonrió.

- Vaya, veo que tu polla mea bien alto, si tienes ese trato con los principales. El "principal" - pronunció con cierta sorna - Amryrr está en su despacho, en la planta de abajo, junto al Jardín de la Lluvia...el más cercano al barranco y la muralla. Ten cuidado en lo que dices. Anda muy atareado y no creo que le guste escuchar algo que le interrumpa. Y si no quieres más, lárgate rápido, que aquí se acercan señores de verdad y estás en su camino.

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22/06/2008, 20:52
Director

Trevor vio cómo la oleada de nobles y señores se acercaba a las puertas custodiadas. Algunos ojos ya se fijaban en él sin mucho interés, los colores aún se movían entre grises por las sombras, y los susurros llegaban más altos aunque indistinguibles unos de otros como truenos en la distancia. Delante de él, atravesando la entrada, el patio cercaba el magnífico palacio, con varias puertas pequeñas de entrada así como otras más grandes. Había una al final, donde el palacio se atrevía a acercarse más a la muralla, y junto a la que, en lo alto, una torre apuntada señalaba, como si fuera una confirmación.

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24/06/2008, 21:48
Trevor

No era la respuesta que habría esperado del guardia, pero al menos le dejaban pasar sin ninguna complicación. De hecho parecían tener ganas de quitársele de encima para poder agasajar a aquellos que llegaban de una forma más adecuada que el tratamiento que él había recibido.

Trevor pensó en demorarse unos momentos para poder contemplar de cerca a todos aquellos nobles que se acercaban mientras él hablaba con el guardia, pero sabía lo que encontraría en las miradas de aquellos que nunca habían tenido que soportar las penurias de la pobreza....desprecio y desinterés.
Aquellas miradas le habían perseguido toda su vida, cada vez que alguien de alta cuna recorría el camino cercano a la que había sido su casa, como si aquel muchacho que se encontraba al borde del camino, no fuese sino otra alimaña más con la que había que cruzarse si se quería viajar.

No, esta noche optaría por continuar su camino y renunciaría a poder apreciar los detalles de aquellas ropas tan caras. Por no hablar de las espadas que empuñarían aquellos nobles, con su delicada orfebrería.

Sin pensárselo más, giró en redondo y comenzó a caminar en la dirección que le habían indicado, con la torre como guía.

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28/06/2008, 23:04
Director

El palacio tenía muchas entradas, según pudo ver Trevor. La mayor parte de ellas eran puertas de madera negra y brillante metal, como la de la muralla, custodiada por esos guardias, gruesas, fuertes, de confianza sin duda ante un ataque. Mientras subía le pequeña pendiente que le acercaba al palacio, vio los edificios anejos a la muralla, trasteros o establos, o talleres, quizá. Estaba oscuro, aunque había luces en las paredes y guardias con antorchas encendidas que paseaban por el patio. Dos de ellos habían visto entrar al escudero y no dejaron de seguirlo con la mirada mientras se acercaba. Cuando llegó a la puerta, otro de los guardias que patrullaba le hizo parar.

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28/06/2008, 23:08
Guardia

- ¡Chico! Ya veo que te han dejado pasar en la puerta, pero se han reído de ti, me parece. Cerramos las puertas a desconocidos a la puesta de Sol, aunque yo tengo una cierta idea de quién eres...el escudero de ese caballero errante, ¿no? Un hombre con un blasón como el suyo no es difícil de distinguir...quizá porque lo normal es que todos sean mucho más ostentosos.

Te puedo llevar con tu Señor, si es lo que quieres, pero si, como parece, llevas otras intenciones, tendrás que darme algo que me haga cambiar de opinión.

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30/06/2008, 21:22
Trevor

Ciertamente iré con mi Señor - respondió el escudero, mirando fíjamente al guardia que había detenido su avance, interponiendose entre su destino y él mismo - pero eso deberá ser más tarde, pues ahora debo encontrar al Principal Amryrr y transmitirle cierta información que me ha encomendado el Principal Jorgall.

Sabía que sus palabras no serían suficientes para franquearle el paso, y que aquel guardia necesitaba alguna prueba física que corroborara sus palabras...y disponía de ella, entre sus ropas portaba la llave que podría abrirle aquellas y otras puertas, en forma de un papel ahora ya bastente arrugado.

Rebuscó entre sus prendas hasta encontrar el objeto que necesitaba, y se lo tendió al guardia para que pudiera comprobarlo - Aquí tienes una misiva escrita de puño y letra del propio Principal Jorgall, donde se indica que se me debe prestar toda la ayuda posible para llevar a cabo mi misión.

Sin nada más que hacer por el momento, Trevor esperó la respuesta del guardia.

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03/07/2008, 23:53
Director

El guardia miró directamente el sello, añadió un "coño", y asintió con ganas.

- Sígueme, y no hagas ruido ni molestes. Esta noche es verano.

El guardia abrió la puerta y le llevó por un largo pasillo que se truncó en un cruce hacia la derecha. En la esquina de ese cruce el escudero vio el primer esbozo del patio arbolado, uno de tantos que formaba el aromático interior del palacio. Al finalizar el nuevo pasillo, algo a oscuras por los pocos hacheros que había encendidos, una puerta avisó de la llegada al destino.

- Espera aquí - ordenó el guardia.

Entornó la puerta y entró unos intantes, que permitieron a Trevor ver titilar las llamas de las antorchas, dibujando contorno y sombras juguetonas por la bóveda de crucería, con arcos apuntados breves, pero hermosamente terminados.

- Entra - le sorprendió la voz. El soldado había salido y dejaba la puerta entornada.

Cuando Trevor entró le recibió un despacho amplio pero austero, con unos pocos muebles en las paredes alejadas y una mesa central, rodeada de antochas en las paredes y dos ventanas al fondo, altas cerca del techo que parecía inalcanzable. Tras la mesa, un hombre corpulento estaba sentado en una silla con amplio respaldo. Vestía lo que parecía una brillante cota de mallas negra, como el resto de su atuendo, incluso la barba poblada y la rala cabellera, ya escasa. Sólo un brillo claro en los ojos y una banda blanca, cruzada, igual que el capitán Jorgall, rompía la negrura que lo identificaba. Sus ojos relampaguearon y su voz bramó.

- ¿Qué quieres, chico? Dicen que traes referencias importantes...

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07/07/2008, 22:39
Trevor

Y allí se encontraba, frente a frente con el Principal Amryrr, y nada más verle Trevor supo que aquel hombre no le gustaba en absoluto...tal vez era debido a los comentarios que Jorgall había dedicado a ese hombre, pero el escudero presumía que había algo más, algo que conseguía despertar la antipatía casi al instante.
Quizá fuese por la forma de hablar, en la cual se mostraba una prepotencia que podría ser innata o cuidadosamente entrenada desde hacía muchos años, pero el efecto era, sin duda, el que aquel hombre buscaba.

Señor - dijo Trevor tras tragar saliva de forma bastante sonora, pero consiguió continuar con una leve inclinación de cabeza - me envía el Principal Jorgall para comunicarle ciertos sucesos que han tenido lugar.

Y el escudero repitió nuevamente las palabras que había dirigido minutos antes a Jorgall, Hans y dama Ydhûn, añadiendo también lo que había visto cuando estaba con ellos.
Quizá fuera porque ya había pasado algo de tiempo desde lo ocurrido en la taberna, pero el caso es que Trevor consiguió relatar lo sucedido sin ningún temblor en la voz, mostrándose claro y preciso en los detalles.

Cuando terminó de relatar la historia, se mantuvo quieto esperando la reacción de Amryrr, e internamente satisfecho de sí mismo.

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08/07/2008, 22:55
Director

El Principal no ocultó un gesto de hastío, un bufido incluso mientras apretaba con sus grandes manos la madera tallada de los apoyabrazos y miraba a uno y otro lado de la mesa, absorto en un pensamiento que, sin duda, no le aliviaba.

- Grandioso, por la Voz. No tenemos aquí ya suficientes problemas... Tengo a la mitad de la guardia diurna levantada y sospechas en cada pasillo. El palacio debe rodearse de esplendor para que todos estén contentos, y mientras tanto, las sombras nos devoran. Mil maldiciones del norte nos caigan... ¿significa eso que el capitán va a disponer de los hombres de la muralla del palacio? Si es así, será mejor que los solicite en persona, porque no puedo prescindir de ninguno en estos momentos.

Se calmó después de permanecer un momento en silencio.

- Bien, bien, de acuerdo. Habrá que rehacer algunas cosas. Si no tienes nada más que hacer, escudero, puedes irte. Cuando salgas, avisa al guardia que te ha traído. Estará por el pasillo. Dile que le reclamo. Luego vete a dormir o a donde te plazca. Menudo día de mierda...

Después de eso, el hombre no dio más señal de reconocer al escudero, como si ya no le interesase su presencia allí. Se detuvo en una hoja en blanco, tomó tinta y una pluma de cárabo y comenzó a escribir algo, con el rasgueo armonioso al ritmo del parpadeo de las velas que lo acompañaban.

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09/07/2008, 22:11
Trevor

Muy bien, señor - respondió antes de realizar una leve reverencia y salir por la puerta que le había dado acceso a aquella estancia hacía tan sólo unos minutos.

En cierto modo se sentía algo defraudado, pues parecía ser que sus tareas habían terminado, lo cual le dejaba en una situación algo incómoda...sin saber lo que hacer ni a donde dirigirse.
Salió al pasillo sumido en sus pensamientos, pero se rehizo rápidamente cuando localizó al guardia que le había llevado hasta allí, cosa que no fue difícil, ya que se encontraba muy cerca de la puerta.

El Principal reclama tu presencia - le indicó cuando pasaba a su lado en dirección a la salida de la torre, y dejándole de prestar atención casi al instante....poco le importaba que le hiciera caso o no.

En pocos segundos se encontraba bajo el cielo estrellado de aquella noche veraniega, y no pudo evitar que sus ojos se dirigieran al firmamento, disfrutando de aquel momento de tranquilidad tras un día repleto de secretos, misterios y peligros.

¿Qué podía hacer ahora? Seguramente debería presentarse ante Sir Alesian, pero este debía estar disfrutando de los festejos de palacio, lugar al que estaba completamente seguro de que le impedirían acceder.
Y se encontraba demasiado cansado para vagar de un lado para otro sin un objetivo fijo.

Quizá lo mejor sería que fuese a descansar, pues sus energías estaban disminuyendo por momentos. Ahora que todo se encontraba en calma se daba cuenta de lo verdaderamente cansado que se encontraba, por lo que la decisión fue fácil de tomar.

Con paso lento y tranquilo se encaminó al lugar que le había servido de alojamiento la noche anterior.
Quizá el nuevo día traería nuevas aventuras para el escudero, pero por ahora se encontraba satisfecho.

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21/07/2008, 17:44
Director

Notas de juego

Trevor pasa a la escena "Días de música y sombra (Fajssel, 3 de Numa del 471 d.T.)