Partida Rol por web

La ruina del Hombre

Días de música y sombra (Nactas, 2 de Numa del 471 d.T.)

Cargando editor
04/02/2008, 18:41
Tabernero

- Atento a ese, cojo. Se llama Argyyll, y viene demasiado borracho y parece incluso que tiembla. Ese o está enfermo o algo peor. Siempre ha sido un cliente reservado, pero ha podido pagar. Hoy come y bebe como si fuera un oso, el hijo de puta. Asegúrate de que aflora los dineros como debe, o veremos qué tal limpias cuando acabe la noche.

Cargando editor
04/02/2008, 18:46
Director

Los rumores de la noche, por lo demás, eran variados.

Un hombre mayor hablaba de cómo se había cruzado con un tipo sin pantalones y con una pierna sangrando. Era joven y estaba lloroso, y le costaba caminar. Algún mozalbete idiota que había metido la polla en mal agujero, y se había llevado una caricia del cornudo, muy seguramente...y que diera gracias. Al ver la cojera de Trevor hubo algún comentario jocoso que arrancó bastantes risas del grupo que se apiñaba.

Otro, ya con dificultad por la bebida, hablaba de que la muralla era por una vez más segura de este lado que del otro, porque al fin la verdadera naturaleza de los nobles había desembocado en locura, y se contaba que se mataban unos a otros en la noche.

Otro más contaba la historia de un bardo que se volvió loco y mató a todos los suyos, y se los comió vivos, y luego compuso una canción que cantó a voz en grito en medio de la plaza del Mimbre, con la boca y las manos llenos de sangre aún, hasta que los guardias, alarmados y horrorizados, lo abatieron a flechazos, pues no se atrevían a acercarse a él.

Y así fue discurriendo la noche, llena de olores densos y fétidos. La pierna comenzó a doler pasado un tiempo, y Trevor cojeaba aún más por el roce de la espada, y no tenía que fingirlo. Incluso creyó que el filo podía haberse movido un poco y podía haberle producido algún corte.

Cargando editor
04/02/2008, 18:49
Sava

La sava asintió con gravedad. No había asomo de duda en su rostro ni en sus ojos azules.

- Comprendo. Sin duda vuestro padre es un hombre valeroso y sabrá tratar el trance.

El vendaje está ya fuerte. Si aún queréis ver a nuestra Primera, decidlo y os acompañaré a su presencia. Si no, por favor, regresad mañana por la mañana y volveré a ajustaros el vendaje y a aplicaros unas curas. Debo decir que os recuperáis bien.

Cargando editor
04/02/2008, 22:50
Hans Peloreon

El joven Hans asiente silenciosamente a las palabras de la bondadosa y generosa mujer. Seca sus extraños ojos con el dorso de su mano rezando no haber evidenciando el suceso... ni dejar evidencias. Con porte forzada a recuperarse.

-. No será preciso mi señora, no ahora... no hoy.- Le dice mientras le mira a los ojos con gran gratitud. -. Vos, con vuestra escucha, me habeis colmado de consuelo y dado fuerzas más allá de unos vendajes. No sabría como agradecéroslo... por favor, pedidme lo que querais y si está en mi mano os lo entregaré con la misma generosidad que me brindasteis hoy.- Espero una respuesta que llegó en forma de silencio. -. Pensároslo bien, mi señora, os lo pido. Hacédmelo saber en cuanto os decidais. Mañana volveré por la mañana como decís. Sabed que será un placer y honor veros de nuevo Noova. El joven Hans esta vez no pudo ocultar su rubor acentuado por la luz de las velas. Se lleva la mano a la nuca... rascandose nervioso la zona y ojos esquivos. -. Discúlpeme doblemente mi señora, no suelo ser tan descortés... y quizás, no haya pronunciado bien su hermoso nombre.- Sin saber en dónde meterse continuó con voz temblorosa. -. Bueno... debo irme... es de noche y tras lo acontecido no es muy prudente demorar mi marcha. No hace falta que me acompañe recuerdo el camino. Buenas noches, mi señora.- Termina por decir a la par que se gira hacia la puerta deseando desaparecer. Ésta es abierta sin dificultad y el joven la atraviesa para descubrir, tras un cómico momento de indecisión, que... no era del todo cierto que supiese el camino.

Sus ojos asoman por el quicio de la puerta y por encima de unas mejillas ardientes que jamás conocieron tal rubor. -. Creo que es mejor alternativa disfrutar de su grata compañía... hasta la salida...-

Cargando editor
07/02/2008, 00:02
Trevor

En un principio, Trevor se sentía animado por cómo su idea había funcionado y podía moverse con total libertad escuchando a unos y a otros, llegando incluso a tener que esquivar algunos pescozones que soltaban los clientes....por suerte la mayoría estaban demasiado borrachos como para acertar a su objetivo, pues de otra manera sin duda se hubiese retirado con un fuerte dolor en la nuca.

Según pasaron los minutos primero, y luego las horas, los brazos comenzaron a pesarle...y de la pierna donde llevaba escondida la espada mejor no hablar...estaba convencido que mantendría la cojera durante unos cuantos días después de pasar ese mal trago....y lo peor es que no estaba consiguiendo nada de utilidad, nada que pudiese llevarle a Jorgall con el orgullo del trabajo bien hecho....estaba perdiendo el tiempo allí, pero él solo se había metido en una trampa que ahora se le antojaba dificil de rehuir...tendría que seguir sirviendo hasta encontrar la oportunidad idónea para desaparecer.

Cuando el tabernero le llamó la atención acerca de aquel cliente que se mantenía apartado, el escudero no pudo evitar tener un sentimiento instantáneo de repulsión hacia aquel hombre, que más parecía un animal por la forma en que engullía...y sin embargo se veía obligado a acercarse a él, así que tragó saliva y prefirió no dejarlo para más adelante.

Con la cojera aún más marcada que cuando entró en el local, caminó tambaleante hacia el tal Argyyll, intentando hacer memoria por si reconocía el nombre...aunque eso tendría que esperar, pues el hombre se había percatado de su presencia - El tabernero me envía para ver si quieres algo más, y también para preguntarte si te encuentras bien....pareces agotado - Durante un instante había estado a punto de decirle que parecía enfermo, pero quizá se lo hubiese tomado como una ofensa, por lo que cambió la última palabra en un instante.

Cargando editor
07/02/2008, 19:14
Director

La sava amplió un poco su sonrisa, que no pasó de ser tierna y casi maternal a pesar de su evidente juventud. No hubo rubor en sus mejillas y pareció no haber comprendido ni tan ligeramente el sentido de las palabras del Peloreon, o quizá los comprendiera demasiado bien.

Asintió ante la petición de acompañarle a la salida y eso hizo, dejando que les envolviera el pasillo oscuro y fresco que cada vez tenía menos luz que recoger, y que estaba más triste y gris. A pesar de ello, olía bien.

En el quicio de la puerta ella se detuvo y siguió con la misma sonrisa de ojos azules, pero no dijo nada.

Fuera, seguía el mundo moviéndose a su sabor. En la misma tarde, casi noche ya. Había pasado un tiempo desde que entrara, o no había sido muy consciente de la hora, y en ese momento llegó el hambre para él.

Fue entonces cuando escuchó las primeras campanadas de aviso. Tocaban oficios vespertinos, los más importantes, y se esperaba que todo hombre de fe y de bien estuviera presente para que el mismo custodio le bendijera y guiara con sus palabras. Habría dos sonidos más, más profundos, que avisarían de la inminencia del comienzo. Sin duda estarían todos allí, y después de ello, aunque no estaba seguro, la cena y el baile darían rúbrica a un día de festejos y alegría...para otros.

Cargando editor
07/02/2008, 19:28
Director

- Dame de comer - dijo como una súplica, escupiendo pan y vino -. Joder. Tengo un agujero en el estómago. Hijo de puta. Me ha rajado bien y se ha ido...joder...pero no duele...qué hambre...

¡Quieres dejar de mirarme y servirme! - explotó, pero luego se retorció de dolor en el estómago -. Por favor...tengo mucho hambre.

Su mirada era de un verde enfermo. Apretaba su estómago con vehemencia con los brazos, y sólo los separaba para llevarse algo a la boca. Tenía ropas oscuras, de forma que no se podía ver nada bien con la poca luz. Además, todo olía a sudor, a vino, a calor y a vómito.

- Dame pan, coño. O lo que tengas - volvió a decir.

Cargando editor
08/02/2008, 13:16
Hans Peloreon

Una vez fuera, el joven noble se encontró con que el día estaba punto de expirar y la noche renacer... aquello que los hombres llaman Ocaso. La fresca brisa primaveral mecen sus castaños cabellos despejando su rostro, en el cual destaca unos ojos de distinto color: verde y cobrizo... que son a la vez dos miradas y, a la vez, una... Entornánndolos hacia la joven Sava se despidió de ésta con ellos y unas palabras, todo ello acompañado de una cortés inclinación.

-. Las noches pueden ser eternas cuando suspiras por lo que te espera a la mañana siguiente.- Fluye de los labios de un adulador e irreconocible Pelóreon. -. Podeis tener certeza de que así será la mia. Buenas noches, mi Señora.- Las tripas del joven noble quisieron entonces cobrar protagonismo haciendo acto de presencia con un sonoro rugido... avivando con ello el rubor de las mejillas de nuestro protagonista.

Guiado por el oportuno sonido de las campanadas, que parecían aclamarle como a uno más, decidió prolongar el molesto ayuno y acudir a los oficios vespertinos, siendo criado en la Fe, como tenía costumbre hacer siempre que no tuviese impedimento alguno... quizás aún llegase a tiempo.

Cargando editor
09/02/2008, 09:30
Trevor

Apenas podía soportar permanecer a tan poca distancia durante más tiempo, así de horrible era el olor que se desprendía de aquel cuerpo enfermo y demacrado....sin duda ese hombre se encontraba a las puertas de la muerte aunque él mismo no lo supiera...el escudero había conocido la muerte y la enfermedad y la muerte demasiado de cerca como para dudarlo.

Ahora mismo - respondió alejándose un par de pasos caminando hacia atrás, sin apartar la mirada del tal Argyyll - voy a decírselo al tabernero.

Se giró sobre sí mismo y se encaminó hacia la barra lo más deprisa que pudo, llamando la atención del que ahora era su jefe con el gesto de una mano.

Dudo que puedas cobrar lo que te pertenece de ese Argyyll - le comentó señalándolo de forma disimulada con un gesto de la cabeza - pues se trata de un hombre enfermo....incluso desvaría un poco. En mi opinión creo que, antes de que acabe la noche, te encontrarás con un cadáver sentado en ese rincón.

Trevor creía cada una de las palabras que estaba diciendo, y para él, si a aquel hombre le quedaba poco tiempo de vida, lo mejor sería que sufriera lo menos posible - Ah, y solicita algo más de comer para aplacar su dolor.

Cargando editor
11/02/2008, 19:24
Tabernero

- Argyyll siempre paga. No me jodas ni me la juegues, que te saldrá mal. Dale lo que pida, pero si muere, que no se entere nadie. Déjale como si durmiera la mona y que nadie se le acerque. Luego le cogeremos el dinero y ya veremos qué hacemos con él. Ahora sigue.

Cargando editor
11/02/2008, 19:30
Director

El tabernero se ocultó para llenar una jarra y se la entregó a Trevor con un guiño divertido. Olía a cualquier cosa menos a vino.

Trevor siguió sirviendo a todos y a Argyyll en particular. No era normal. Estaba comiendo como siete personas y no era un hombre robusto. Sin embargo, su aspecto era cada vez peor, y cada vez era más difícil entenderle.

Entonces uno de los hombre le miró y se quedó blanco.

- Un apestado - dijo.

Y la palabra se propagó como la enfermedad.

Apestado...apestado ¡Apestado!!!!!

Los hombres gritaron primero y se movieron después. Unos estaban tan borrachos que sólo trastabillaron y se golpearon antes de caer al suelo. Para alejarse de Argyyll, uno empujó a otro, y este golpeó a Trevor, quien no pudo evitarlo por la espada pero no cayó, sólo se dio contra la pared.

Desde allí vio lo que se avecinaba. Todos se dirigieron hacia la puerta aunque el tabernero apareció con un palo grande cogido con las dos manos. Las mesas se volcaron y varios comenzaron a pelear.

Trevor miró a su izquierda y se encontró con la mirada verduzca de Argyyll, que no parecía dolorido ni cansado ya...sino ansioso.

- Tengo hambre...mozo. Dame de comer...

Cargando editor
11/02/2008, 19:33
Director

Al pasar cerca de la plaza su camino le llevó junto a la muralla, pues estaba mejor iluminada e incluso olía bien, quizá por ser la calle, le habían dicho, de orfebres y artesanos que manejaban buenos materiales y gustaban de trabajar en casas con bellos jardines, pequeños pero olorosos. A su lado pasaba cuando la luz de la entrada de la muralla le mostró que los soldados se arracimaban junto a lo que parecía una mujer hermosa, que se movía y forcejeaba asustada, intentando alejarse de uno de los guardias que la retenía, mientras otros se dirigían con presteza a la dirección a la que ella parecía querer dirigirse.

Notas de juego

Por favor, siguiente post dentro de: "Como de un sueño, despierta..."

Cargando editor
11/02/2008, 21:37
Hans Peloreon

Notas de juego

Esperando apertura de nueva escena:" como de un sueño despierta...". Aun no visualizo la escena en mi menú. Un saludo.

Cargando editor
12/02/2008, 06:18
Trevor

El muchacho se encontraba ahora prácticamente solo junto a Argyyll, pues todos los demás intentaban huir despavoridos para encontrarse con que la puerta estaba cubierta por un tabernero furisos y armado con un palo...nadie se iría de allí sin pagar, o al menos eso es lo que intentaba el dueño del local.

Trevor miró a ambos lados de la barra buscando con la mirada algo que pudiera llevar a la mesa de aquel cliente tan especial para poder saciar aquel hambre tan extraña....una hogaza de pan y los melocotones que aún sobraban de aquellos que le habían sido ofrecidos al entrar...sí, eso debería bastar, pues no encontraba nada mas en ese instante.

Despacio, con su pronunciada cojera, el escudero se aproximó hasta la mesa donde los ojos ansiosos le esperaban...ahora era el momento de preguntar o no lo sería nunca, pues en ese instante nadie le prestaba una mínima atención.

Aquí tienes - le dijo al enfermo colocando los comestibles que traía, si podía llamárseles así, sobre la mesa...y entonces se escuchó pronunciando la pregunta - ¿Quién te ha hecho esto?

Cargando editor
18/02/2008, 19:24
Director

Notas de juego

Ok, ya estás. Postea en la nueva escena a partir del último post que te he puesto aquí, por favor.

Cargando editor
18/02/2008, 19:48
Director

El hombre se abalanzó sobre los platos como si su vida dependiera de ellos, o al menos su cordura, pues había dejado de apretar la herida del vientre con la mano para ayudarse a comer con ambas, y Trevor vio con horror cómo un chorretón de sangre saltaba como un escupitajo carmesí hasta el suelo. El hombre se quejó levemente, pero no dejó de tragar, apretando los dientes amarillentos y medio podridos con una rabia enferma. De repente sus movimientos se hicieron demasiado rápidos y enérgicos para la herida que lo estaba desangrando. No había ninguna duda. El hombre se sentaba en un charco de su propia sangre, y no le importaba.

Gruñó ante la pregunta de Trevor sin dejar de comer, y farfulló con los ojos fijos en él mientras tragaba con dificultad.

- Unf tipfo con unf cufchillo. Mef rajfó bienf y mef llamóf monstruof el muyf hifoputa. Ñam Ñam. Fue efta puta tarfde. Junfto a la plafa del fcereal. Joder...dame más comida.

No había nada a mano, y el hombre parecía impaciente. Había vuelto a agarrarse la tripa sanguinolenta mientras la gente detrás pugnaba por salir. Sus ojos se habían vuelto algo más verdes, como un légamo podrido o una hoja joven que caía al suelo antes de tiempo y perdía su brillo y su pureza.

Cargando editor
18/02/2008, 22:59
Trevor

Aquello se estaba complicando hasta tal punto que el joven escudero comenzaba a ver que no tenía salida, con un hombre herido de muerte y con unos ojos que parecían expresar que él sería su siguiente comida, y con el tabernero enfrentándose a golpes con todos los clientes que querían huir de lo que creían que era un apestado....pero lo hacían sin pagar.

Trevor miró a su alrededor, en búsqueda de algo más de comida que pudiese entregar al moribundo, pero al mismo tiempo buscando alguna salida alternativa del lugar, pues había perdido demasiado tiempo allí para no sacar nada de utilidad....¿qué podría decirle a Jorgall? ¿Que un hombre había aparecido moribundo en una taberna de mala muerte?...Eso sucedía a diario en lugares como aquellos, donde si te descuidabas eras un blanco para alguien aún más pobre que tu....no, no tenía nada de utilidad para el capitán, tenía que irse de allí y pronto, pues lo que era seguro es que la taberna quedaría desierta a partir de ese momento, y el tabernero le obligaría a limpiar, hacíendole perder aún más tiempo.

Necesitaba aquella salida....una puerta trasera, unas escaleras que llevaran a la planta superior donde seguro que habría alguna ventana por la que deslizarse....lo que fuera.
Segundo a segundo, Trevor comenzaba a desesperarse.

Cargando editor
19/02/2008, 19:12
Director

Trevor nunca supo cómo era Argyyll antes de haber sido herido. Quizá fuera un buen hombre. Al menos pagaba, o eso decía el tabernero, y podría tener buenos hijos y una mujer amante y obediente a quien hiciera feliz por las noches.

Sin embargo, lo que se levantó de allí chorreando sangre difícilmente podía ser siquiera un ser humano. Escupía una baba verde cuando sus ojos desesperados no encontraron más comida a mano. Hasta que posó su mirada en uno de los hombres con los que el tabernero forcejeaba y se abalanzó sobre él.

Se le echó encima como si fuera un trozo de comida y él llevara días sin probar bocado. De un mordisco le arrancó la oreja y desgarró parte de la cara entre gritos y alaridos de dolor y ansia.

El tabernero dejó de luchar y se echó hacia atrás cayendo al suelo, con los ojos aterrados. Los demás, al ver la escena, se apretaron contra la puerta y alguno salió incluso por el pequeño hueco de la ventana...

No, no salió. Quedó atrapado y pataleó desesperado mientras Argyyll terminaba de convertir en sangre el rostro de su borboteante víctima. Le había comido los ojos.

Cargando editor
20/02/2008, 18:21
Director

Notas de juego

Hay un hueco (como el espacio de una puerta) tras la barra que supuestamente lleva a una despensa. Es oscuro y no has visto apenas nada, pero ahí está. De la sala, sólo la puerta aún con gente, una ventana donde el otro ha quedado atorado y ese hueco, claro.

La mayor parte de las antiguas tascas no tenían lo que se dice una gran ventilación :D

Cargando editor
20/02/2008, 22:57
Trevor

Lo que había considerado una pérdida de tiempo se había convertido en una pesadilla...aquel hombre insaciable había encontrado otra manera de aplacar su hambre, algo que, por lo que había observado Trevor, era prácticamente imposible y que sin duda convertiría aquella inmunda taberna en una espiral de muerte y abominación.

El conjunto de clientes habían decidido hacer algo por fin a la vez...y no se trataba de enfrentar a aquel que los atacaba, sino a volverle la espalda e intentar huir de sus manos convertidas en garras, y sus dientes transformados en una cruel arma de despedazar y devorar...de esa forma quizá alguno se salvase, pero desde luego la mayoría perecería en el intento entre los más atroces dolores.

El escudero miró a su alrededor buscando una posible vía de escape, y sus ojos se posaron sobre el hueco que daba paso a lo que él creía que era la despensa...quizá allí estuviera la salida, y si no era así, ya no le quedaría otro remedio que enfrentar a aque ser, pues ya no podía considerársele hombre, en un combate a vida o muerte.

Intentando pasar completamente desapercibido, Trevor buscó la forma de deslizarse hasta aquel hueco mientras el sádico cliente daba cuenta de los nuevos manjares que había encontrado...ya no intentaba simular cojera, aquello había quedado relegado a un segundo plano...la nueva misión erar sobrevivir.