Partida Rol por web

Gaius, como era costumbre en él, se mantenía a la espera sin hablar apoyado en una de las paredes colindantes a la conversación. Cualquiera que pasara por allí diría que el asunto tratado no iba con él, pero realmente el asesino no perdía ni una palabra ni gesto de todos los interlocutores.

Hacia ya algún tiempo se tuvo que batir en un juego de cartas barriobajero que consistía en farolear y hacer apuestas, no con tus cartas, si no con las del adversario. El truco consistía en sacar los patrones de conducta de los otros jugadores, para saber cuando mentían o no. A Gaius le encantaba ese juego.

- Miente – espetó el humano a sabiendas de que claramente alguno de sus compañeros también se había dado cuenta – No discuto que has pasado tiempo en esta celda, salta a la vista – aclaro mientras señalaba su aspecto – pero la forma que llegaste aquí es claramente muy distinta ¿verdad? -. Un silencio acompaño a su pregunta.

- Si por mi fuera…haríamos que fueras más comunicativa o incluso seguiría mi máxima: sin testigos – finalizo Gaius mientras hacia un claro gesto de echar mano de una de sus cimitarras, aunque se detuvo a medio camino – agradece mi amabilidad a mis compañeros…

Arthedain contempla, impasible, el intercambio de pareceres. y al final, dice sentenciosamente: "Estoy con Gaius, es mejor no dejar testigos... vivos de nuestra presencia aquí.

"Por otra parte, aún muerta podría delatarnos si cae en manos del nigromante. Hhhmm, podríamos echar su cuerpo al estanque por el que pasamos antes, o bien trocear el cadáver y separar los trozos para que no la puedan alzar de entre los muertos. ¿Qué opinas, Mama?"

Rómulo movió la cabeza arriba y abajo, sin muchas ganas de llegar a los extremos que proponían sus compañeros, pero sin ganas, tampoco, de intervenir en defensa de la mediana.

Manteniendo su cimitarra iluminada en alto, para iluminar el lugar, en la misma mano que la rodela, sacó con calma una varita de su cinturón y con su mejor cara de nada, se encogió de hombros al comentar - Eso de mentir nunca da resultado - Luego si, procedió a mirarla fijamente y añadir - quizás si os decidierais a decir la verdad, podríamos analizar la posibilidad de liberaros. Pero parece que no resultais muy convincente - Con una sonrisa en los labios esperó la respuesta de la mediana, atentó a interrumpir cualquier acción que considerará peligrosa para el... o para el resto de los presentes con un varitazo.

El clérigo estaba de lo más sorprendido con las sugerencias del resto de miembros del grupo.

- Claro que también podríamos arrancarle la lengua, los ojos y las manos para que no pudiera comunicarse con nadie, y así no haría falta matarla... ¡¡¡¡Es que nos hemos vuelto todos locos o qué!!??

Robin da una vuelta sobre sí mismo, tratando de captar la atención del grupo.

- ¡Pues claro que la pequeñaja miente! ¡Yo también lo haría si me encontrara con un grupo de gente fuertemente armado dentro del castillo de un nigromante! La verdad, mentir me parecería lo más sensato. Ahora calmémonos todos: si algo se aprende siguiendo la Senda de Random es a distinguir a un mentiroso, y ella es una mentirosa, sí, pero no estúpida: no atacará a un grupo tan numeroso ella sola.

Tras otra teatral media vuelta, Robin se encara a la niña sin sentirse amenazado.

- Y en cuanto a ti, puedes mentirnos, faltaría más: estás en tu derecho. Pero probablemente sería mejor para todos si nos contaras la verdad.

Bhain se acerco a la mediana. Sabemos que estás mintiendo, a mi modo de ver podrías ser incluso lady Timbelton en lugar de Imanthia tal como afirmas ser, y ser tu la que que esta traicionando al Rey de Silvain. Si aún estas viva es gracias al sacrificio que tus hombres, ya que no tengo ninguna duda de que eran tus hombres. Ellos se sacrificaron por ti, creo que ese sacrificio merece que te de otra oportunidad, pero te advierto que no me gustan las mentiras, asi que mas vale que ahora nos lo cuentes todo, asi puede que salgas viva de este lugar. No me gusta la gente que hace pactos con nigromantes, y te he oído claramente que tienes uno con el, asi que tu decides, hablas y vives, o te callas y mueres junto a tus hombres en este infecto lugar. Y si por un segundo estas considerando que no sere capaz, te dire que ahora mismo te considero un enemigo.

Bhain estaba furioso, arto de juegos y de mentiras, las mentiras y engaños le había costado la vida a su padre, y que el fuera un marginado. Miro a la mediana con la misma furia que en su fuero interno sentía hacia si mismo. Sus nudillos estaban blancos a causa de la fuerza con la que apretaba el mango del arma.

La muchacha mantuvo durante unos segundos su rostro lloroso. Luego miró alternativamente a Robin y a Bhain, como si intentase buscar en ellos a un caballero salvador. Pero finalmente su mirada se posó en el resto del grupo y vio que al menos uno de ellos no bromeaba en absoluto... La mirada llorosa se volvió fría como el acero y su voz sonó ahora firme y decidida:

- Te equivocas enano, no eran mis hombres. No he mentido en la parte en la que ellos eran prisioneros y me han salvado la vida con un honor que difícilmente pagaré... Por lo demás no existe ningún Lord Timbelton ni yo me he perdido por casualidad en esta pútrida ruina repleta de muertoso vivientes. Estaba buscando información sobre Zoltheus y su relación con el Emperador. El Gremio de Asesinos no ha aceptado el encargo de pasarlo a cuchillo porque el mismísimo emperador lo paga de sus arcas... Eso es un rumor a voces, pero el pueblo necesita pruebas para convencerse... Así que acepté el trabajo para proporcionar un bien para el pueblo. ¡Para vuestra causa!- leyendo la inmutabilidad de los rostros que la observaban pronto cambió de registro de nuevo para reirse abiertamente antes de continuar - Jajaja, vaya... No colará, me imagino... No. No buscaba un bien mayor. Simplemente mi amo sabía que si conseguíamos pruebas reales de la vinculación de Zoltheus con el gobernante el Imperio retiraría su protección. Y entonces los asesinos podrían realizar su trabajo, incluso más alegremente ya que habrían cobrado dos veces.

Una sonrisa desafiante permanecía en el rostro de la muchacha:

- Ahora eliminad pruebas si queréis, pero yo tengo algo que os puede hacer falta: sé como llegar a los aposentos de Zoltheus. Evidentemente la primera vez me ha salido mal: no basta con llegar, hay que saber que hacer una vez allí. Pero vosotros parecéis bastante dispuestos a la tarea... Incluso podríais cobrar un estipendio adicional por hacer algo que, evidentemente por vuestra presencia aquí, ibais a hacer gratuitamente.

- Tres historias en dos minutos... debe ser alguna especie de record - comentó el pequeño druida mientras seguía dudando sobre la veracidad de las distintas historias que la desconocida iba hilvanando, una tras otra y cambiándolas a medida que detectaba incredulidad en las caras de los presentes

- Queda por ver si hay una cuarta... o quizás una quinta - completó tan poco convencido como unos minutos atrás - Obviamente acceder a los aposentos de ese tal Zoltheus suena interesante... si fuera lo que quisiéramos hacer. Claro que... - Rómulo continuaba apuntando a la cambia-historias con su varita, sin perderla de vista - Si realmente las cosas fueron como dices... en alguna de sus versiones..., queda ver porque supusiste que tenías un trato con el nigromante e intentaste convencer a los esqueletos explosivos de ello -

Tras una pausa agrego - NO, sigues sin convencerme, si no tienes una historia más convincente deberíamos dejarte encerrada... o quizás alguno prefiera una solución más permanente - se encogió de hombros sin que su varita dejara de apuntarle.

- He agotado mis recursos.- dijo la muchacha sentándose en el catre y apoyando su espalda en la pared - Lo último es verdad. El trato que tengo con el nigromante es lo único que me mantiene con vida hasta el momento: él quiere conocer el nombre de la persona que me ha contratado y que tanto interés tiene en verlo muerto, así como un mensajero para contactar con él. Será mi última baza para salir de este embreado. Prefiero, por supuesto, agradecerle la hospitalidad a ese hechicero y de paso vengar las muertes de mis compañeros de celda. No soy ningún angelito, pero sé apreciar a quienes tienen un corazón más noble que el mío.

Miro fijamente a Gaius mientras añadía:

- Si me vais a dejar aquí os deseo suerte en vuestra misión, sea cual sea. Si me matáis espero que algún dios os maldiga como es debido, ya que a vosotros nada malo os hice. Pero si queréis más cuentos tendréis que salir a pedírselos a un bardo.

No queda ya nada de la mediana lloriqueante que al principio representaba ser...

- Una asesina contratada para cargarse al nigromante... eso suena interesante. Tal vez puedas pagar tu vida con información. A mí no me interesa quien te contrató, sino el camino que dices que ya has hecho una vez.

Creo que esta vez dice la verdad. -descubriste alguna prueba que vincule a Zoltheus con el monarca ? - El enano no se fiaba, esa chica había demostrado no tner escrupulos, y que para conseguir lo que quería no le importaba mentir, o hacer tratos con el que fuera. Si le daban la oportunidad les traicionaria tambien a ellos

Mamá se había colocado a un lado de la sala, en un rincón entre sombras escuchando todo lo que allí se decía. Ante la propuesta del elfo de descuartizar a la pequeña desconocida, Máma soltó una amplia sonrisa y asintió en silencio, pero mostrando su rostro a la luz para que ella pudiera verla, ver que estaba conforme con la idea.

-Si algo tiene nuesssstra nueva amiga es inteligencia...no debemos descartar la posibilidad de su oferta, pero me preocupa que pueda llevarnos por el camino equivocado...no es la primera vez que nos traicionan: recordad nuestra visita con aquel gnomo amigo de Bhain...alguien nos había seguido...como alguien nos siguió antes de entrar en esta sucia academia. Creo que nuestra presencia aquí no es un secreto o al menos no es tan secreta como nosotros desearíamos. Esta pequeña amiga pudiera jugarnosla más adelante, pero tampoco me parece razonable descartar la posibilidad de que nos guíe así sin más, sin comprobarlo...nonono...no estaría bien dejar escapar la ocasión de atajar nuestro camino porque sospechemos de una lengua tan vivaracha como la de aquesta muchacha...mi opinión es que la registremos de pies a cabeza y después nos guíe hasta el lugar que dice.

- Yo no iba a matar al nigromante,- contestó Imathia a Silvania - solo tenía que encontrar las pruebas para que el Imperio optase por quitarle su protección... Otros acabarían el trabajo. Si lo hacéis vosotros mi amo os recompensará, por supuesto...- volviéndose hacia el enano añadió:- No pude recopilar esas pruebas porque Zoltheus me sorprendió antes de finalizar mi misión.

- Hay cosas que dices que no encajan con lo que ahora sé. Naturalmente no te diré cuales, pero, o sigues mintiendo, o te mintieron a ti. Ya has demostrado ser capaz de tener dos caras. Por lo que a mí respecta, no tengo ninguna prueba de que no hayas matado tú a estos hombres, o hayas guiado a esos muertos vivientes para que los matasen. Cuando se miente tanto es fácil suponer que sigues mintiendo. Desde luego, mucha confianza no ofreces. Yo opto por matarla, o en el menor de los casos, quitarle todas sus armas, componentes de conjuro, venenos u objetos mágicos que pueda tener y llevarla atada de manos y con la cuerda sostenida por uno de nosotros. Es tan de fiar como una víbora que retrae la cabeza antes de intentar morderte. Has acertado en una cosa, nosotros tampoco estamos aquí por casualidad, como ves entre nosotros hay un clérigo y un paladín, y una asesina veterana como tú sabe lo que eso significa: no estamos del lado de un nigromante maligno. Eso podría convertirte en nuestra aliada temporal si realmente quieres esas pruebas, pero siendo tan poco de fiar... la pregunta es como podemos saber nosotros que no eres una subalterna de ese nigromante dispuesta a llevarnos a una trampa. Tendrás que ser más convincente y darnos alguna prueba clara.

"Palabras, palabras, palabras", interrumpe Arthedain. "Hablas demasiado, muchacha, y con cada nuevo circunloquio pones más a prueba nuestra paciencia."

"Sigo opinando que nos será más útil muerta que viva. Los muertos no muerden", suspira, reflexivo.

La muchacha se encogió de hombros, no parecía demasiado amedrentada. Mostró sus manos desnudas y la poca ropa que llevaba y que difícilmente ocultaría un arma:

- No tengo nada que alegar a vuestra desconfianza ni nada que añadir a mi historia. Miró a Arthedain y luego a Mosest:- Puede que sea una mentirosa y una ladrona, pero no soy una asesina ni una amenaza para vosotros. ¿Permitirás que me maten sin ningún tipo de piedad cuando pido clemencia por mi vida?- luego se volvió hacia Robin - Lo mismo te digo a ti, sacerdote. Siempre he adorado a Random pues la vida de aventurero no conoce más que el riesgo y el azar. ¿Dejarás que me maten a sangre fría por simple desconfianza? No parecéis ese tipo de gente.

Miró a sus compañeros de celda inertes en el suelo:

- No los he matado yo, y quizás su muerte deba reacaer sobre vuestras conciencias. Esos muertos vivientes vinieron aquí con la intención de acabar conmigo porque vuestra presencia los apresuró, de lo contrario no tendría sentido tanta precipitación... quizás sabían que yo podría serviros de ayuda para llegar a su amo y decidieron por tanto eliminarme para no ser una amenaza.

- No cuela tratar de hacer caer la culpa sobre nosotros. Dinos un nombre ¿Quién te contrató?

EL druida se estaba cansando. Muchas palabras y pocas seguridades "Cuanto más fácil es relacionarse con animales" se decía a si mismo antes intervenir - Si, di algo que tenga valor - la increpó antes de comentarle al resto - Yo tengo una cuerda, y si quieren que la llevemos... adelante. Sin embargo no le tengo confianza. Ya está intentando echarnos la culpa -

Tras pensarlo un momento más añadió - Es más, no creo que esos muertos vivientes sean lo suficientemente inteligentes como para pensar un plan como ese... y sus intentos de controlarlos parece que tuvieron éxito. Después de todo, a ella no la mataron, solo a sus compañeros. No, es muy poco creible -

Mirando a sus compañeros y esbozando una sonrisa terminó diciendo - Aunque si realmente quiere ayudar se me ocurre que podría ser nuestra luz - con una sonrisa explica su idea a quienes lo acompañan - puedo conjurar una luz en su cabeza y la hacemos marchar, atada por la cuerda y amordazada, para que no pueda dar la alarma, delante nuestro. Así nos guiará y si cae en una trampa... bueno, solo demostrará que no conocía el lugar y nos está mintiendo, como suponemos. Porque de que está aliada con el nigromante no tengo dudas - esbozó su plan y lo justificó - Si no quiere avanzar, la matamos... después de todo, no defendió a sus compañeros de celda por los que tanto llora. Si realmente consigue llegar a los aposentos del nigromante y no nos traiciona en el camino... bueno, supongo que la podremos dejar ir. Incluso hasta me disculparía - reconoce, sin creer que esa situación se pueda llegar a dar

Con su varita aún preparada, Rómulo esperó la respuesta de sus compañeros, esperando que aceptaran el plan que evitaba matar a la mediana... excepto que no quisiera colaborar.

Mosest se concentró en la muchacha durante unos instantes. Luego contestó a la impaciencia de los demás:

- No detecto ningún aura de maldad en ella...