Partida Rol por web

Silvania miró sorprendido al paladín, de no ser quien era habría pensado que mentía.

- Muy bien, pero las auras se pueden camuflar si tu enemigo tiene suficiente poder. Bien, necesitamos saber más. El emperador no tendrá problema en aceptar públicamente su relación con este nigromante, después de todo se le puede ver, según cuentan, acompañado de un demonio (*). Así pues, no es quitarle la protección del emperador al nigromante lo que se busca, sino alguna otra cosa, que también podría ser útil. No mientas esta vez y dinos, qué buscabas y para quien.

Por una vez, Mosest había esperado hasta conocer las opiniones del resto. Estaba claro que la diplomacia no era lo suyo y era consciente de su propia inocencia como para saber que le podían mentir como un bellaco que él no se daría cuenta.

Sin embargo, llegó un punto en el que simplemente no pudo seguir escuchando. Su indignación era mayúscula. Se interpuso entre la mediana y el grupo y comenzó a hablar casi gritando a sus compañeros:

-¡¡Ya os vale, callaos de una vez!!. ¿¿Cómo podéis siquiera pensar en matar a sangre fría a alguien desarmado e indefenso??.  ¿Echar su cuerpo al estanque?. ¡Pero por Gloranai!. Puede que esté mintiendo, no lo sé, yo no entiendo de eso. ¡Pero aún así basta con tomarla como prisionera en nombre de los caballeros de Predemia!. ¡Sí, por si no os acordáis, estamos aquí representándolos!. Y no es parte de su código el matar a nadie en estas condiciones, ni siquiera a un enemigo.-

Calmándose un poco, pero con la misma determinación prosiguió:

-Por mi parte, si estáis seguros de que miente y que puede traicionarnos, tomad mi cuerda y atadla. Será oficialmente nuestra prisionera. Pero si alguien intenta cualquier tipo de violencia contra ella será él el que acabe en el estanque.-

Por su cara y por la forma que agarraba el pomo de la espada, Mosest no parecía ir de farol.

- Si te fijas, muchacha, la cosa no te pinta nada fácil, tu misma te has metido en un callejón sin salida, dices muchas cosas, pero tu lengua suelta tantas mentiras que cuando dices una verdad ya nadie te cree. Pero o bien lo bien lo último que has dicho es mentira, cosa que personalmente creo, o bien tu jefe es un redomado idiota, si cree que puede desprestigiar al emperador, si según es de uso público va acompañado de un demonio. Dinos quien es tu jefe, para que podamos creerte

Mientras el grupo meditaba que debían hacer con la mediana a las mentes de todos volvía lo que los bardos del ejército rebelde cantaban cada noche junto a las hogueras.

- Sabed, hombres libres, que nuestra batalla es justa y que los dioses del bien nos amparan con sus mantos... La locura fue traída a la casa del Imperio por Crisador, al que todos llaman el Caído. Él, que simbolizó la Verdad y la Pureza, regresó de su último viaje corrompido por algún tipo de enfermedad que pudrió su corazón y su alma... Ahora reniega de los dioses que una vez defendio y ha sucumbido a la oscuridad. Pero no por ello ha perdido su valor ni su fuerza. Más bien al contrario: la desesperación de su alma y la arrogancia de su nueva posición lo hicieron más peligroso que nunca. Escuchadnos bien y comprended la terrible verdad: a su vuelta del Ducado de Vogor vino ya con el Mal acechando en su espíritu. Y siendo como era el mentor militar de los dos jóvenes herederos intentó, a espaldas del viejo Emperador Aveganus, corromperlos con promesas de poder y gloria. Pero solo el cobarde Taurus sucumbió, mientras que el noble primogénito intentó advertir a su padre de las telarañas de traición que se urdían a su alrededor...
»Más fue en vano... Aveganus, anciano y débil, no quiso creer a Nicodemo, confundiendo la verdad con la envidia. Debemos perdonar al viejo Emperador, ya que es normal que se le hiciera difícil creer que un heraldo del bien como Crisador hubiera sucumbido ante los demonios. Pero así fue... Y pagó el error con su vida ya que el mismísimo Crisador invocó a los Cuatro Jinetes, los Cuatro Demonios que mataron al Emperador y, en la misma noche, capturaron al primogénito para utilizarlo posteriormente en un sacrificio a deidades impías.
»La ignominia de este sacrificio, gracias a Haron, no se llevó a cabo. Antes de que tal sucediera un grupo de aventureros lograron liberar a nuestro legítimo heredero y, con la ayuda de nuestros actuales líderes, levantaron el ejército que ahora aquí se alza. Un ejército dispuesto a quitarle el velo de los ojos a los Predemses que, errados, piensan que su emperador es un hombre justo que los ha salvado. ¡Mil veces maldito! ¿Por qué entonces tiene una fuerza de Inquisidores que silencian a quienes osan levantar la voz? ¿Por qué ha convocado una estación entera de Juegos Gladiadores para ocultar la verdad de lo que sucede al pueblo, que enardecido con la sangre del Foso no se fija en la sangre que se derrama en sus calles? ¿Acaso nada puede justificar que hordas de orcos avancen ahora sosteniendo el estandarte de Predemia? ¡Nosotros, los gloriosos Predemses, compartiendo campo de batalla y rancho con esos pieles verdes! ¡Con ogros! ¡Con criaturas malvadas! No... escuchad: nuestros ejercito es el libertador de la época más oscura que le ha tocado vivir a nuestro Imperio. Muchos caeremos en la batalla, no lo dudéis, pero no podrán acallar la voz de la verdad... La Historia nos mirará como se mira a los hijos predilectos, aquellos que arriesgan gustosamente su vida para que no se mancille su bandera. ¡Alzad vuestros puños, soldados! ¡Alzadlas y que la luna que ahora brilla sobre nuestras cabezas sea testigo de nuestro valor!

Sí. Era un secreto a voces que Taurus estaba dispuesto a todo para ganar la guerra contra Silvain. Y muchos nobles estaban de acuerdo con él: ¿por qué no reclutar criaturas monstruosas si su objetivo era simplemente servir de carne de cañón para mayores conquistas? Los reinos de alrededor estaban atemorizados. ¡Y motivos tenían! La maquinaria bélica de Predemia, tras décadas de paz, estaba dispuesta a ponerse en marcha de nuevo. ¡Primero Silvain, luego Antaviar entero! Pero una cosa era reclutar orcos y ogros y otra muy distinta alzar muertos vivientes... Nadie, fuera de los ejércitos rebeldes, estaría dispuesto a creer que su Emperador estaba aliado con demonios o nigromantes. Para la gente de a pie aquello eran solo guerras entre nobles que, como siempre, derramaban sin piedad la sangre del pueblo para dirimir sus diferencias...

El pequeño druida escuchó las palabras del paladín y asintió con la cabeza... si, era lo lógico, no hacía falta matar a la mediana y convertirse en alguien tan execrable como a quien combatían... por lo menos mientras esta no los traicionara - Remo, vigila - indicó mientras señalaba a la prisionera y se bajaba de su montura

Con calma tomó la cuerda que Mosest le entregaba y se acercó a la prisionera para atarla - Hagámoslo por las buenas - le explicó - Te das vuelta y pones tus manos atrás para que te las ate. Sino mi compañero tendrá mucho gusto en clavarte sus dientes -

Rómulo quería atarla con cuidado y amordazarla antes de dejar el otro extremo en el arzón de la silla de su montura - Ya conoces las reglas... nos guías, en silencio, y si no hay sorpresas te liberaremos cuando terminemos nuestra misión. Solo queda ver si realmente conoces el camino -

- Disculpad, líder, pero... ¿Es esto realmente necesario? No la veo yo con muchas posibilidades de fugarse, Mosest nos ha confirmado que no es mala, está sola y desarmada... ¿Y quieres usarla de cebo para lo que nos encontremos enfrente? Por qué no le atáis también los pies para que tenga que avanzar dando saltitos? Mejor aún, arranquémosle la lengua por si se le ocurre gritar pidiendo auxilio: que nos señale el camino sacudiendo la cabeza, o mejor aún, guiñando los ojos. Toda previsión es poca, oye.

Robin no lograba entender qué había hecho aquella pobre chica para que el grupo la tratara así de mal. ¡Pero si habían aceptado entre ellos a un ser que levantaba cadáveres, por todo lo que brilla!

Además, el clérigo sentía cierta simpatía por aquellos seres que, pese a las dificultades, trataban de ganarse la vida como buenamente podían; vive y deja vivir era su lema, y que Random reparta suerte. Es dura la vida del truhán cuando no sabes cuál será tu próxima comida caliente ni quién (o qué) te espera tras cualquier esquina

Rómulo mira al clerigo sorprendido. Por un momento no sabe como interpretar sus palabras. Será cierto lo que dice? Será un sarcasmo? Finalmente decide que está hablando en serio y que su silencio previo se debió solo a que quería analizar las reacciones del grupo

- Pues si tanto confiais en ella, supongo que no tendreis problema en haceros responsable. Yo no le creo. Por lo menos no demasiado. Fueron demasiadas mentiras en demasiado poco tiempo. Pero si vos le creeis... bueno - el mediano le lanza la soga al clerigo y comenta - Entiendo que vos os haceis responsable. Podeis ir al frente, con ella y el resto os cubriremos... salvo que alguien os quiera acompañar en vuestro control... o que no le creais y adoptes, como parece más lógico nuestro plan. Tu decides -

El clérigo se encoge de hombros y se acerca al frente, hacia la pequeñaja.

- Eso que dices me parece justo: mi confianza, mi cuello. Está bien: la mediana y yo iremos al frente.

Robin avanzó hasta donde se encontraba Imanthia y, tratando de mostrar su mejor sonrisa, la animó a proseguir.

- Venga, chica: contra toda posibilidad lógica, he arriesgado mi cuello por ti; esperemos que esta apuesta valga la pena...

   - Si lo último que has contado es cierto, entonces tenemos el mismo objetivo, y no te ocasionaremos ningún daño. Te diré mas aún habrás encontrado a unos aliados y unos defensores en nosotros, y no dejare que te suceda nada malo. Por el contrario, si lo que has dicho es mentira ....   -Bhain dejo la frase en el aire, luego cambiando radicalmente de tono y usando uno mas cordial, después de haber dejado las cosas claras.

  - Imanthia, por donde seguimos y con que impedimentos y protecciones nos encontraremos ?

-Ja ja ja ja...estásis sacando lo mejor de vosotros mismossss -la maga disfrutaba oyendo a sus compañeros ideas como atarla con un hechizo de luz en la cabeza, matarla, descuartizarla y esparcir sus restos y cosas por el estilo. Sólo el paladín y el clérigo se mantenían firmes a sus principios morales y religiosos -Realmente estoy sorprendida...en vuestros corazones hay algún punto más oscuro de lo que parecéis aparentar. -Mamá asentía y se frotaba las manos mientras disfrutaba con todo aquello y se dedicó a seguir al lado del enano con una amplia sonrisa. -Si sois capaces de hacer algo así con una mujer indefensa...¡Ahora sí que me siento más tranquila y segura con vosotros!

Después susurro algo al enano -Hay una cuestión que no me cuadra...nos hemos metido por este túnel lleno de huesos y sólo hemos encontrado esta puerta cerrada, que alguien abrió y cerro pues oímos un portazo ¿si alguien abrió aquel dispositivo secreto antes que nosotros y esta puerta de aquí estaba también cerrada o al menos, Gaius tuvo que intervenir para abrirla con sus ganzúas...¿fueron los muertos vivientes quienes pasaron antes que nosotros por aquí? ¿son estos muertos vivientes quienes que ahora yacen aquí esparcidos a quienes perseguíamos? ¿Tan listos son como para activar entradas secretas y abrir portones recios con llave? Te aseguro que de ser así, serían los muertos vivientes más inteligentes de toda la historia...no sé porqué, pero no me cuadra...quizás ella...quizás ella nos observaba escondida...quizás fuera ella a quien perseguimos por el túnel ¿mmmmm mi querido BhAAin?

El mediano asintió con la cabeza y, tras montar en su fiel Remo se colocó tras el clerigo y su protegida. Estaba dispuesto a defenderlo, pese a sus creencias, por lo que mantuvo en su mano la varita que empuñaba hacia unos segundos mientras la rodela y la cimitarra iluminada se ubicaban en su otra mano

Las palabras de la nigromante, sin embargo, lo sorprendieron - Puntos oscuros? - preguntó sorprendido - No, solo prudencia, o acaso si encontrais una víbora... bueno, excepto en el caso de Héctor, que es especial... le dejais la posibilidad de atacaros? No. No es "ser oscuro" velar por nuestra seguridad - se intentó explicar - Y perded cuidado, mientras esteis con nosotros, por lo menos conmigo, y no nos deis motivos para pensar que eres enemiga, estareis segura. Os lo prometo - le aseguró.

Bhain dudo un segundo, pero al fin se atrevió, y alargó su robusta mano hacia el delicado rostro de tez blanquecina de la elfa, y le susuró - Esa es una de las cosas que me hace sospechar de ella, alguien tubo que abrirles la puerta y luego atrancarla, y es evidente que esos sacos de huesos no fueron, asi después de hacer el descarte no queda mucho donde elegir. No me fio de ella, a mi modo de ver puede ser una aliada de Taurus y estar conduciendonos a una trampa.

Pese a la desconfianza general la muchacha no pudo evitar que se notara su relajación ante las palabras de Robin. Por el momento al parecer su vida no corría peligro. Miro serenamente al clérigo:

- Es mi trabajo vivir de las mentiras, pero mi vida nada valdría si no cumpliera mis pactos. El honor entre ladrones, aunque no lo creáis, existe. Nadie puede sobrevivir completamente solo. Te agradezco tu confianza, sacerdote, y haré todo lo posible para no defraudarla.

Después se volvió hacia Mama sonriendo. Evidentemente había llegado hasta sus oídos su cuchicheo para Bhain, pese a que solo había sido un susurro:

- Esos muertos vivientes son demonios inteligentes... Es uno de los secretos mejor guardados de vuestro querido emperador. ¿Sabéis lo que puede hacer un grupo de muertos vivientes inteligentes con las capacidades que tienen estos? No temen a la muerte pues morir de nuevo sería un regalo: liberarían sus almas. Y sin embargo están condenados a obedecer a sus amos hasta que esto suceda... Ningún escuadrón suicida fue nunca tan eficiente. Gracias a los dioses, y por lo que sé, la creación de estos muertos vivientes parece ser complicada y no los tiene a mares, como podría tener zombies o esqueletos. Parece ser que no basta con un simple levantar muertos, sino que requieren algún tipo de infección para nacer en su muerte. Solo por esta información ya deberíais considerar que mi vida vale algo más. No soy una asesina,- dijo mirando a la arquera - soy una espía. Y hago bien mi trabajo.

Por último se giró hacia el enano:

- Para llegar hasta aquí tuvisteis pasar por un amplio pasillo con dos puertas, de los cual arrancaba precisamente el túnel que conducía hasta aquí. La puerta de la izquierda, mirando hacia el sur, conduce a los aposentos. La de la derecha a un salón de recepciones que tiene una salida secreta hacia el exterior. Por ahí fue por donde yo entré. Los pasillos de los aposentos están guardados por alarmas mágicas. Para mi desgracia lo descubrí activándolas.

- Sí -respondió gravemente Silvania- Esa información ya vale tu vida, y más que eso. He visto esa infección hace muy poco.

Silvania sufrió un violento estremecimiento al pensarlo.

- Sí, y uno de nosotros debería ir a comunicarla, si caemos todos aquí y lo que nos acaban de contar no se sabe allí de donde venimos, el resultado puede ser terrible.

Mosest avanzó hasta ponerse al lado de Robin y de la prisionera. Miró al clérigo con orgullo y dijo: -Por lo menos hay alguien que no me ha defraudado. Gracias Robin.

Después, mirando a los ojos a la mediana, continuó:

- No os preocupéis Imanthia, ya que aunque seáis nuestra prisionera, esa condición es sagrada para mí. Defenderé con mi vida la vuestra propia y cuando salgamos de aquí vendrás con nosotros al campamento de los caballeros de Predemia. Si nos ayudáis ahora y vuestra historia es sincera allí os indultarán y podréis seguir vuestra vida sana y salva, o incluso quedaros en nuestras filas. Las habilidades que poseeis siempre son útiles en estos tiempos agitados.