Partida Rol por web

Dai Dai, una vez hubiera terminado de cobrar la recompensa, pensó que no había mucho tiempo para permanecer ociosa. Quería hacerse un nombre en la colonia y dejar atrás su pasado; quizás ponerse al servicio de un shogun o o samurai prestigioso, o hacer fortuna y ganarse un renombre con trabajos peligrosos.

Dedicó los siguientes dias para recabar información sobre las autoridades del lugar, sobre quienes estarían interesados en adquirir los servicios de una ronin. Preguntó en los bares, a los hombres de armas locales. Si para ello tuviera que gastar algunos kokus invitando a bebida o sobornando a un guardia, no tendría reparos en hacerlo.

En la capital siempre había rumores , y había diferentes formas de encontrarlos y saber cuales eran los indicados . Tras un par de días pagando copas , invitando a comidas y algún que otro soborno , escuchaste algunas cosas que podrían resultar interesantes . 

En el poblado eta a las afueras de la ciudad , habían muerto un enterrador y un recogedor de estiercol , lógicamente ningún samurai le prestaría atención a esto y solo te enteraste por medio de un yoriki que tenía tratos con unos gaijins que se dedicaban a ayudar en sus labores , ellos son los únicos que se han preocupado por el tema y están lejos de saber algo . 

Por otra parte , parece haber aparecido un ronin perfectamente vestido , perfumado y con equipo verdaderamente impecable , sin duda o es rico o trabaja para alguien con mucho dinero ; parece tener algo que ver con un gaijin que estaba buscando a una samurai . 

El último rumor pareció interesarle a Dai Dai sobremanera. Al fin y al cabo, si fuera a dedicarse a ayudar a etas, no conseguiría contactos reseñables y seguramente quienes conocieran de tales 'hazañas' creerían que ella no valdría para otra cosa. El secreto, pensaba ella, estaba en hacer contactos rápido, y que fueran los adecuados.

Puso empeño en dar con ese ronin y también en la samurai a la que buscaba, si acaso era alguien en particular. Seguramente trabajaba para un daimyo importante. Era su oportunidad para caer en gracia a un noble y así dejar atrás su vida de penurias.

La última pista sobre el ronin es procedente de esa misma mañana en el mercado . 

Será mejor dar con ese ronin...

Dai Dai se empeñó en buscar al ronin del que tanto hablaban. Con suerte, lograría caerle en gracia y conseguir un buen trabajo, más digno de sus aspiraciones.

Tras preguntar a algunos mercaderes , encuentras a uno que estaba cerca en aquel momento y te da una descripción de ambos ronins . 

Hombre alto , de cabellos largos y negros como la noche , de rostro afilado ; portaba una armadura ligera y un daisho bastante relucientes , ropa limpia y no sabía si era de buena factura pero al menos lo aparentaba . 

La mujer era de estatura media , el daisho era de buena manufactura y bello , tanto el kimono como el pelo eran de color rojo , sin armadura ya que solo estaba haciendo algunas compras de verduras . 

Ambos rondaban las 20 primaveras en mayor o menos grado . Además cree que la ronin ha estado tambien esta tarde por el mercado y puede que aún esté ; sobre el ronin desapareció de igual manera que apareció , parecía tener un tono muy formal para una conversación entre ronins . 

Poco más había que saber. Dai Dai peinó el mercado, empeñada en dar con la susodicha mujer. Se fijó en todas aquellas que fueran acordes con la descripción.

Tras buscar por el mercado durante un rato , acabas encontrando a alguien con la descripción de la chica la cual se está despidiendo de un gaijin . Para tu sorpresa resulta ser Ameko . 

Dai Dai abrió los ojos como platos. ¿Era Ameko? Vaya, vaya... Así que tiene buenos contactos. Interesante.

Algunos culparían a su suerte por 'perder' el tiempo de esta manera, cuando resulta que ya conocía a la persona que buscaba. Otros, sin embargo, veían en la confirmación de lo que era un rumor jugoso, una gran oportunidad.

Desde luego que lo era. Seguramente tendría ya cierto camino allanado.

Se acercó a ella, sonriente. Hizo una breve inclinación: la cortesía primero, ante todo. La ronin se había ganado su respeto tras aquella primera aventura que compartieron e hizo hincapié en tratarla como un igual.

- Saludos, Ameko-san. Vaya coincidencia, no esperaba encontraros aquí. Esta ciudad es más pequeña de lo que parece, ¿no creéis?

Sonrisas, halagos. Dai Dai se mostró como una persona atenciosa.

- Dicen que las palabras se las lleva el viento; vuelan y se esparcen por todos los rincones. A mis oídos llegaron alabanzas y elogios de vuestras gestas. No se habla de otra cosa por aquí.

Cuando me encontre a Dai Dai sonrei levemente, para luego inclinarme con suavidad. Cambien el peso de mi paquete para acomdarme a mirar a mi compañera ronin.

-Me alegro de verte Dai Dai-san ¿como te encuentras?- pregunte con tono suave.

Mi expresion se torno un poco confundida.

-¿Gestas?, quizas os encontreis en un error, no he hecho nada que merezca tal renombre-

Dai Dai sonrió con un gesto juguetón, ladino.

- No es eso lo que dicen, Ameko-san. Es más, fui testigo de vuestro arrojo contra aquellos gaijin. Aunque por lo visto, parece que se recuerdan algunos rostros mejor que otros...

Hizo un gesto desdeñoso, quitándole importancia mientras mantuvo aquella expresión amable que adornaba su rostro.

- Pero claro, ¿quién no recordaría a una hermosa mujer de cabellos rojos como el fuego?

Y se echó a reír. Hizo un pequeño gesto, quería ofrecerse a compartir el peso de las compras.

- Me encuentro mejor. Tuve tiempo para recuperarme de mis heridas y descansar. Pero alguien como yo no puede guardar reposo mucho tiempo. Hay mucho que hacer en esta ciudad; ya tendré tiempo para pasar mis dias descansando cuando envejezca.

- A eso poco puedo hacer yo realmente- conteste a lo de que algun rostro se recordaba mejor que otro.

Sonrei levemente tras de arrugar levemente para contener la risa.

-Supongo que el fuego atrae consecuencias y no todos las conocen, pero no es algo que me ataña demasiado- comente como chiste.

"Un gaijin es un gaijin ni importa cuanto traten de comportarse de otro modo, si trata llamar mi atencion esta perdiendo su tiempo"

Negue suavemente cuando se ofrecio a llevar mi carga un Kimono apenas era pesado, solo que queria ensuciarlo.

-Comparto esa energia Dai Dai-san, mas me encuentro en diversas tareas para continuar la busca de sustento. Por ahora no me urge demasiado sino habria acudido a Kasuga-sama; siempre tiene algo para las espadas sin señor; en esta cuidad somos afortunadas- comente con un encogimiento de hombros- ¿y vos habeis tenido suerte?, no digo que compartais la tarea solo saber si la habeis encontrado.

- Oh, lo cierto es que precisamente buscaba algo en lo que ocuparme. Y no me importaría compartir mis hallazgos, Ameko-san. Quizás otros piensen lo contrario, pero considero que cuanto más  ofrezcamos a esta ciudad, más rápido podrá prosperar.

No insistió al ver que Ameko rechazó su oferta de llevar las compras. La pesadez era igual de maleducada que la falta de cortesía.

- De hecho... - frunció los labios un instante, pensándose lo que iba a decir a continuación. - Pienso que todo nos resultaría más sencillo si compartiéramos con frecuencia nuestros hallazgos. Nunca he creído en la bondad de los 'lobos solitarios'. Si descubro algún rumor interesante, tened por seguro que os diré algo.

Hice un leve gesto de asentimiento ante sus palabras.

-Tienes razon, en este momento bueno yo he oido algo sobre un incidente por aqui cerca con unos eta, dudo que saquemos algo de provecho de ello y estoy pendiente de un trabajo ¿conoces la lengua yodotai?, por que algo pueden pagar esos gaijin por que se les enseñe nuestra lengua y modales- comente- si te interesa ese ultimo puedo pasartelo, ahora mismo estoy bien.

Alce la vista para mirar a ojo que momento del dia era.

"Tsk es tarde, deberia volver ya"

-Me parece bien cambiar informacion sobre trabajos, si me entero de alguno mas te enviare un mensaje o te buscare. Siento ser descortes Dai Dai-san pero tengo que marcharme-

- No, no conozco esa lengua.- Yotsu, en realidad, no sabía mucho de los gaijin. Ni tampoco tenía demasiado interés; todos eran iguales, y que ella supiera, poco tenía en común con los Unicornios.- Pero hablaré con Kasuga-sama, y... os diré si me entero de cualquier cosa. Contad con ello.

Asintió al ver el gesto de Ameko. Sí, se hacía tarde... Ya tendrían más tiempo para hablar.

- Por supuesto. Espero veros pronto.

Y acompañó sus buenos deseos con una leve reverencia.

- Que los Kamis estén de vuestra parte, Ameko-san.

-Es facil encontrarme en el saltmontes cojo-

Sonrei a Dai Dai y me incline para despedirme.

-Que os guarden tambien y guien vuestro camino-

Tras despedirme me encamina a casa para poner a buen recaudo el nuevo kimono para que no se ensuciase.

Dai Dai sonrió para si. Una vez se hubiera marchado, partió en busca de Kasuga-dono. ¿Quizás allí podría encontrar mayor fortuna?

Fuiste directa hacia el Kyuden de los clanes menores , estaba como siempre , con guardias relajados ya que era quien contrataba más ronins . Cuando preguntas por Katsuga Setsuna sama , los guardias te comentaron que no se encontraba disponible ya que estaba cerrando unos tratos , sin embargo podías hablar con cualquiera de sus subordinados que se dedicaban a hablar con los respectivos clanes* . 

Dai Dai asintió, agradecida, y buscó a uno de los subordinados como le indicaron. En cuanto encontrara a uno de ellos, quiso transmitirle el siguiente mensaje.

- Mi nombre es Yotsu Dai Dai, y está entre mis mayores intereses el servir a esta ciudad. Por ello busco saber en qué les podría ser útil. Sé luchar, lo he demostrado hace poco en un encargo realizado bajo el auspicio de Kasuga-dono. Desde que sea una tarea honorable, tienen mi mente y manos a su servicio.