Partida Rol por web

- Nunca se sabe Konrad, es posible que por la inscripción podamos ubicarla en una cultura prehispánica aún desconocida y eso valdría mucho más que su peso en oro y las joyas que contenga.

- Claro. En este tipo de objetos algunas veces pagan más por lo que representa y la cultura a la que pertenece que el objeto en sí mismo. Bueno caballeros, dejemos el objeto por ahora y centrémonos en el barco. Voy a volver a bajar esta tarde y mañana a ver qué encuentro.

Durante aquella tarde Colin volvió a sumergirse esta vez en solitario. Estuvo casi una hora allí abajo y emergió sin haber encontrado nada. Luego limpieza de equipos y cubierta, todo el material había sido llevado al camarote en el que habíais desayunado. El resto del día lo dedicásteis a nada en particular. Cena, charla y a la cama.

Durante buena parte del día siguiente Colin estuvo sumergido, por la mañana contó que pisó donde no debía y una parte del barco se despeñó por el acantilado. No encontró nada.

Por la tarde se atrevió a bajar a la bodega pero sólo encontró grandes tinajas que no pudo abrir, armas y lo que dijo que eran pertrechos de monta. Por lo que dedujo que allí abajo iban los caballos y el armamento y buena parte de los hombres pero nada más de interés.

Al atardecer se decidió que volviéseis a la mañana siguiente a San Agustín a primera hora. Una cena algo escasa que andábais cortos de provisiones y a la cama.

Al amanecer notásteis desde vuestros catres cómo el barco se ponía en movimiento, una hora después, empezásteis a escuchar gritos en cubierta. Algo pasaba...

El anticuario había pasado gran parte de la noche con la joya. La inscripción que tenía le había absorbido, el hombre sabía que era capaz de leerla, solo tenía que concentrarse y recordar todo lo que había aprendido. Pero al final, cayó dormido sin haber podido avanzar ni un solo paso.

Cuando a la mañana siguiente le despertaron unos gritos en cubierta, una idea de posible traducción cruzó por su cabeza, volvió a mirar la joya para comprobar si era correcta

"Cuando se acerque Azathoth el trono se alzará"

El viejo George había leído esa palabra extraña antes, pero en aquella ocasión había sido en otro idioma.

¿Se acuerdan de las notas en alemán?- Pregunta a sus compañeros.- ¿Se acuerdan de esa extraña palabra? Azathoth. Pues vuelve a salir en este medallón. Aquí pone exactamente que "Cuando se acerque Azathoth el trono se alzará".- pasa a explicar justo después.- Pero sigo sin saber que diantres significa.

- ¿Qué notas en alemán? - pregunto sin pudor o vergüenza. Ignoro de lo que habla el buen profesor. Imagino que en cualquier caso el sacerdote podrá traducirlo cuando regresemos. En ese momento escucho los gritos y saco casi inconscientemente mi revólver del 45.

- ¿Qué ha sido eso? - pregunto a sabiendas de que ninguno de los presentes podrá contestarme. Me levanto y me dirijo a la parte superior para averiguar el origen de los gritos.

Todo había ido bien, demasiado bien. En cuanto el anticuario volvió a pronunciar aquel extraño nombre, Azathot, Konrad fue consciente de que Dios, el destino o quien fuera que se estaba riendo de ellos no les había dado un respiro; solo había dejado que se confiaran. Ese hallazgo relacionaba toda aquella pequeña aventura de buscatesoros con lo sucedido en Garrison. Y no le gustaba una mierda.

- No me joda... -fue lo único que le dijo al anticuario, antes de empezar a oir los gritos- Ah, bien, los gritos. Ya empezamos otra vez con los malditos gritos.

Sacó su revolver y se aventuró a subir a cubierta junto al señor Dillinger

- Prepare su arma, no sea que se vaya a encontrar con marisco del tamaño de un coche ahí fuera -advirtió a Dillinguer- Harper, señor Bangs, no se muevan de ahí hasta que no se lo digamos.

Los dos hombres subieron a cubierta y poco después bajaron para avisar al resto para que subiese con ellos. Al parecer, los gritos eran de uno de los marineros que había avistado algo extraño sobresaliendo del agua, se veía claramente una especie de torre de un edificio emergiendo del agua.

Cuando os acercásteis más se hizo el silencio, lo que emergía del agua era una estructura antigua que no se sabe cómo había aparecido de la nada, o había bajado el nivel del mar recientemente o algo del estilo. Luego vísteis bajo la superficie otra estructura más pequeña apunto de sobresalir y otra más abajo. Parecían tres edificios bajo las aguas. Nadie decía nada, todos estaban con la boca abierta pues no daban crédito a lo que estaban viendo. Después miraron a los dos "eruditos" para ver qué opinaban del complejo sumergido.

- ¿Qué demonios es eso? - pregunto realmente alterado y sorprendido. Jamás había oído hablar de algo así. No me extrañan los gritos de los marineros.

Subo temblando a cubierta con las palabras de Konrad aún resonando en mis oídos. Y al subir... allí estaba.... algo que no debería estar y que ha  surgido de las profundidades tras encontrar la joya con aquel nombre ominoso. Es todo mucha casualidad.

- Señor Bangs, prepárese para lo que le advertimos cuando se nos unió. Esta construcción me da muy mala espina. Y usted señor Dillinger, tiempo habrá de explicarle lo que hemos descubierto en alemán y otros idiomas, de momento bastante tendremos con mantenernos vivos. Comprobad las armas y que Dios nos proteja.

He intentado decir todo esto alejado de la tripulación y de Colin, para no levantar suspicacias que bastante caldeado está el ambiente. Una vez dicho esto me asomo a la borda e intento sacar algo en claro de la construcción.

Al menos no era una de esas gambas gigantes voladoras, pero el que esa torre o lo que fuera hubiera aparecido de repente, justo despues de que hablaran de tronos que se alzan, no tranquilizaba a Konrad en absoluto.

- ¿Que decía que ponía en esa joya, señor Bangs? -preguntó Konrad

Que cuando se acerque ese tal Azathoth el trono se alzará.- Contestó en anticuario, al que no le gustaba mucho repetir las cosas, con una especie de gruñido.

Luego tras pensar unos segundos, el señor Bangs parece atar cabos y le pregunta a Konrad.- ¿No estarás insinuando que ese edificio es el trono del que habla la joya? ¿Verdad?

Al acercaros casi hasta tener las ruinas encima, os dáis cuenta de que no son tres edificios, sino uno sólo cuya parte superior parece bifurcarse en tres torres, pero más abajo puede verse como las tres se entroncan en una sola estructura.
 

La parte superior de la torre que más emerge, está visiblemente erosionada, desgastada, con lo que coliges que la parte superior debe llevar emergida bastante tiempo. Es posible incluso que a tan poca distancia del naufragio esta estructura fue con lo que colisionara el barco y posteriormente se haya ido desplazando hasta su posición actual. Es una hipótesis, pero podría no estar muy alejada.

La parte visible tiene similitudes con la arquitectura azteca y con la maya. No podrías asegurar que fuese de unos u otros, pero también te parece que podría pertenecer a una cultura india diferente, a medio camino entre ambas o puede que incluso anterior. Todo un hallazgo. Merece la pena que esto se sepa, al menos es lo que piensas.

- Bueno, señor Bangs, ayer no estaba, y hoy si. Ha salido como de la nada. Está claro que algo se ha alzado. -respondió Konrad. Claro que lo estaba insinuando. Era algo obvio.

¡Anda la leche! - Aquel viaje iba a reportarle mucho dinero, muchísimo dinero al anticuario, estaba seguro.

¿Ve esos grabados? ¿Esos capiteles? ¿Las formas de esas Torres? ¿Esas caras talladas en la roca? - pregunta al profesor de universal sin querer reparar en el hecho de que como bien afirma Konrad ayer por la noche no estaba el edificio y ese hecho coincidía inquietantemente con la inscripción de la joya.- Es una mezcla perfecta entre características mayas y aztecas. ¿Quién sabe si no pertenece a una cultura anterior de la que provienen ambas?

Lo que está claro es que este descubrimiento va a cambiar todo lo que sabemos de las culturas precolombinas, va a hacernos tremendamente famosos - y ricos - si como pensaba Bangs aquel edificio se había salvado del expolio español la cantidad de oro que contendría su interior los haría enormemente ricos.

- ¿Mayas y aztecas? - pregunto repitiendo las palabras de Bangs. Eso me suena a dinero. Mucho dinero. Aquellos salvajes recolectaban oro, mucho oro de los españoles.

- ¿Por qué no nos acercamos  a echar un vistazo? - pregunto. - Total, vamos bien de tiempo, ¿no? -