Partida Rol por web

Seiji recuerda su curso de operaciones urbanas y dice rápidamente pero en tono bajo

Equipo, hay que tratar de entrar por la zona de carga, seguramente será la menos cuidada, si podemos deshabilitar al guardia de la camioneta y tomar su traje, estoy muy seguro que los otros piratas no notarán mucha diferencia. Luego podemos utilizar técnicas ninja de extracción de alimentos para tomar los ingredientes, bajo el cubierto del disfraz. Y recuerden, esto tiene que durar 5 minutos o menos, si no, no llegamos con el pedido.

Keboi asiente al instante, comprendiendo y aprobando el atisbo de plan trazado por su compañero de equipo. Parecía un hombre experimentado el tal Kurosawa. O al menos mas preparado que él. Keboi no había dejado de observarlo durante todo el viaje, atento a sus movimientos y reacciones, tratando de averiguar todo lo posible sobre él...

- Este trabajo será coser y cantar... Aunque nunca he entendido el porqué de esa expresión. No se que tienen que ver actividades como coser y cantar con hacer algo rápido y con éxito, pero claro, yo no he inventado la frase hecha...- Mientras toda esa verborrea sin sentido ocupa el espacio entre los ninjas de la furgoneta, Keboi va sacando los prismáticos y los utiliza para tener una vista mas detallada del pirata, así como para tratar de calcular la distancia que los separa. En su equipo contaba con una cerbatana y varios dardos que podría utilizar para solventar el primero los problemas, pero para ello necesitaba saber si los pequeños proyectiles podrían llegar hasta el objetivo sin desviarse o perder fuerza... Y por supuesto, saber si podrían atravesar la capa de mugre y roña que cubría la piel del pirata.

Lupo asiente mientras con delicadeza apoya sus cuchillos de cocina sobre el muslo.

-El sabio maestro Muguruchi decía: a veces las palablas sel sólo tontas palablas, pequeño aplendiz. -Contesta, intentando imitar el acento del venerable anciano- Bien. Iré el último y yo seleccionaré los ingredientes cuando hayáis limpiado el camino. Al fin y al cabo no podemos entregar la deshonorable bazofia que preparan los bucaneros de Pizza Pirata, así que tendré que darle un toque especial Ninja Burger según nuestras técnicas secretas. -Alza los cuchillos, que brillan a la luz tenue de la furgoneta- Y si la cosa se tuerce también puedo ser letal y silencioso...

Has levantado un punto interesante, Lupo.Tu sabes mejor que nosotros sobre cuales ingredientes obtener. Entonces este es el plan: Yo os acerco lo más posible para que el disparo de la cerbatana de Keboi sea certero y luego Lupo se infiltra y remueve los ingredientes adecuados, todos a favor digan "Hai!"

A través de los binoculares, casi puedes percibir el ondulamiento del aire alrededor del apestoso pirata. Tiene un aura de sucia malignidad. A parte de eso, puedes ver que lleva un sable al cinto, un par de dagas en las botas y un loro de un color verde chillón en el hombro. Por su forma de moverse parece que está esperando a alguien.

Más allá del vehículo de reparto, detrás de la esquina, distingues lo que parece un par de botas, como si alguien estuviera sentado a la sombra. Seguramente la entrada de empleados está por ahí.

- Perfecto, es una presa fácil. - Anuncia Keboi con voz cautelosa, como si se encontrara él solo en la furgoneta. - Oh... - Añade cuando repara en la presencia de sus compañeros - Digooo ¡Hai! - Guarda los prismáticos y mira a los otros dos ninjas con un amago de sonrisa bajo la máscara.

- Ese sucio pirata tiene un loro en el hombro. Voy a elmiminar primero al animal y luego al pirata en unos segundos. Seguro que el pajarraco es mas inteligente que su socio y da la voz de alarma en cuanto esa rata sin honor caiga inconsciente... Menudo zoo, ¿eh? - Explica al tiempo que carga el primero de los dardos en la cerbatana, con tono despreocupado - Parece que está esperando algo o a alguien. Es más que posible que tengan un reparto pendiente... Malditos bastardos vagos y pulgosos... - Niega con la cabeza mientras comienza a bajar la ventanilla del vehículo, solo lo justo para asomar la punta del pequeño tubo - Lupo, la puerta de entrada está mas allá de la furgoneta de los piratas, tras la esquina. Yo iré el primero, para ocuparme de los posibles problemas. Tu registra mientras tanto la furgoneta, por si no hiciera falta llegar a entrar en el local.

Coge una bocanada de aire... y se preparar para lanzar el primero de los proyectiles cargados de tranqulizantes.

- Por cierto... Va armado hasta los dientes. Sable al cinto y dos dagas en las botas, por avisar y tal...

- Calculo unos 50 metros hasta el objetivo, vigilante - la voz de Iroshi parece preocupada - Seguro que tu entrenamiento te permite acertar a una persona a esa distancia, pero el loro es pequeño... será un disparo difícil.

Seiji deja rodar el carro para que no haga ruido, lo deja en neutral y abre la puerta para bajarse y empujarla desde el marco... servirá de cobertura y distracción a la vez mientras nos acercamos...

¿Pero qué está haciendo? Sitoi no puede evitar una mirada de incredulidad mientras ve a Kurosawa dejar la furgoneta en punto muerto y bajarse por la puerta del piloto para empujarla y acercarla así al pirata que esperaba en su respectivo vehículo. Eso de acercarse sin hacer ruido estaba muy bien... Para objetos de tamaño reducido. Pero hasta el mas idiota de los piratas podría ver una furgoneta acercándose a él desde treinta metros de distancia...

Keboi no le da mas vueltas. Kurosawa era el conductor, él sabría lo que hacía. Y si no lo sabía, le tocaría a él limpiar el desastre como buen Vigilante que era. Solo esperaba que Lupo fuera mas disimulado a la hora de actuar...

Cuando se encuentran a menos de veinticinco metros del objetivo, Keboi se lleva la cerbatana a los labios toma una gran bocana de aire y, tras apuntar durante breves segundos, la libera de forma explosiva enviando el pequeño proyectil cargado de tranquilizantes hacia el loro verde chillón que descansaba sobre el hombro del pirata. No ha terminado el proyectil de llegar al objetivo cuando el ninja ya está cargando otro dardo en la cerbatana, dipuesto a repetir el tiro en caso de fallo o a cambiar de objetivo y neutralizar al bucanero.

A los 25 metros, Seiji se vuelve a montar y frena la camioneta, saca su SOCOM con silenciador en caso de que los piratas se pongan revoltosos.

Sólo quería asegurar que le dieras al blanco, no quedar a la vista de todos.

Acercando la furgoneta en punto muerto, Seiji consigue que el disparo de Keboi sea más sencillo. Asako sopla por la cerbatana y el proyectil impacta en el desafortunado pájaro que cae redondo al suelo. Justo en ese momento el pirata, que estaba bostezando aburrido, se percata de la furgoneta gris y negra con el logotipo de Ninja Burger. Sin ver siquiera cómo cae su mascota, saca el sable oxidado de su cinto y grita.

- ¡Aaaaarrrrrrrrh! ¡Sabandijas de ojos pequeños, llevaréis mi espada como si fueras un pincho moruno!

- ¡Oh, oh! Se acabó la entrada sigilosa. Seguro que el resto de la "tripulación" se habrá alertado con ese grito. - Tecleando frenéticamente, continúa - En la lista de empleados de Pizza Pirata hay siete repartidores, dos cocineros y el jefe, pero seguramente no estarán todos a la vez... espero. Preparáos para el combate.

El maldito y sucio pirata se había dado cuenta de la existencia de una furgoneta de reparto del Ninja-Burguer -y eso que Ninja-Burguer no existía- acercándose hacia él muy lentamente. Y aunque el disparo al loro había sido perfecto... Bueno, un vehículo de ese tamaño llama bastante la atención y resultaba bastante sencillo fijarse en él, aunque se fuera una rata apestosa llena de legañas y costras.

El Vigilante del equipo tendría que encargarse del estropicio consecuencia de la acción de Kurosawa... Y mas tarde tendría unas palabras con él.

Con el nuevo dardo cargado en la cerbatana, lo impulsa por el tubo con una nueva bocanada de aire explosivo para hacerlo llegar hasta el maldito bucanero. Si conseguía dormirlo, quizá aún tuvieran una oportunidad de hacer el trabajo de forma limpia.

Seiji dispara su SOCOM silenciada para callar al estridente pirata

Casi al mismo tiempo, Keboi y Seiji disparan al pirata que corre hacia vosotros. La bala impacta en el hombro del mismo, haciéndolo girar y soltar su sable que cae ruidosamente a la acera. El dardo se clava en su cuello y lo acompaña en su caída hasta el duro suelo. El pirata hediondo parece fuera de juego, sin embargo, dos piratas más giran la esquina con los sables y trabucos prestos, mientras otro, con gorro de chef y dos loros a los hombros, sale por la puerta principal con un enorme cuchillo de cocina en la mano.

Yo los distraigo! Lupo! espera que salgan detrás mío y te infiltras, recuerda llevar el loro. Usa la herida del hombro como excusa para entrar.

En ese momento, para distracción de los piratas, Seiji arranca la furgoneta y espera que Lupo salga y se esconda. Apenas se baje su compañero, arranca a una velocidad de unos 40 Kph, suficientemente lento para que intenten alcanzarle los piratas.

- No hay honor en el asesinato innecesario - Murmura Keboi mientras siente crecer en su interior un fuerte desagrado por su compañero. Su actuación estaba siendo excesivamente violenta y muy poco disimulada. Esperaba sinceramente que al final del reparto le cantaran las cuarenta. O incluso las cincuenta, que se las merecía.

En el interior del local podían haber todavía seis piratas mas. Tres de los repartidores estaban a la vista. Al igual que uno de los cocineros. Solo quedaban otro cocinero, el jefe y cuatro repartidores mas. Sería muy raro que todos estuvieran allí dentro, así que Lupo se encontraría con pocos problemas. Sin embargo no podía decirse lo mismo de Kurosawa. Si seguía adelante con su plan, acabaría agujereado como un colador pirata. Es decir, con muchos agujeros y todos muy feos.

Obligado a dividir su atención para proteger a sus compañeros, Keboi espera a ver que hace el chef ninja para situarse en la mejor posición entre uno y el otro y servirle de apoyo a los dos.

-Esto es una innecesaria carnicería, camaradas, pero no podemos echarnos atrás ahora. -Dijo Lupo mientras comprobaba por última vez que sus cuchillos estaban en orden y afilados. Luego, repasó mentalmente la lista de ingredientes que necesitaría y saltó con sigilo de la furgoneta, justo en el momento en el que los tres piratas salían del local. Ocultándose entre las cajas y los coches aparcados cerca, Lupo intentó pasar desapercibido mientras se acercaba progresivamente hacia la puerta del establecimiento. Sólo esperaba que la táctica tan poco silenciosa de su equipo funcionara, y que no se encontrara en el interior a otro grupo de belicosos bucaneros...

¿Matar? yo sólo quiero que llevemos ese pedido... estos manes están más locos que una cabra.

Seiji les muestra a los bucaneros el 4 en binario y arranca la furgoneta, y con la otra mano maniobra por la calle para pasar en frente a 40 Kph, una velocidad a la cual una persona podría tratar de alcanzarlos pero a menos que sea un velocista olímpico, no podría alcanzar.