Partida Rol por web

Lo que cruje bajo nuestros pasos resultan ser huesos y para que haya tantos muchas criaturas han debido de perecer aquí o desde hace mucho .¿Donde demonios estamos ?Musito entre dientes mirando a mi alrededor intentando averiguar que pasa .La voz del enano llamandome me saca de mis negros pensamientos  dándome una misión y consiguiendo que me centre otra vez .Asiento  y en silencio echo a andar detrás de él .

La elfa avanzaba despacio, no solo por no dejar al resto detrás e ir a la misma velocidad que su compañero enano, sino porque iba preparada para dejar volar una de sus flechas a la menor señal de peligro y así ocurrió.

Al llegar a la nueva zona abovedada de la cueva y mientras Grunt empezaba a dar indicaciones una flecha salió de su arco por instinto. Era un disparo casi imposible¹, pues la criatura se movía con gran rapidez, hasta el punto de que le resultó incierto si había conseguido impactar o no. 

Independientemente del resultado, preparó rápidamente una nueva flecha, aunque creía que la criatura tardaría en mostrarse y oteó el escenario, fijándose en especial en el techo.

- No estamos solos. Aunque solo he visto una por el momento. - susurró a sus compañeros. - Al fondo a la izquierda, una araña gigante como nos temíamos. -

-Regresen a sus posiciones. Lorantha, asegúrate de si el rastro del cuerpo de Jaime va en la dirección en la que has visto a aquella criatura, de ser así avanza rápido hacia ella, no vamos a ponernos a explorar estas cavernas- Dijo Domochievski en voz alta al tiempo que alentaba a todos a avanzar y dejar de dar rodeos. -Todos avancen. Grunt, Alfred y Walter, regresen a sus posiciones y sigan avanzando. Avancen acercándose al flanco izquierdo para tener la pared de nuestro lado. Estén atentos, si vemos al enemigo cargaremos de inmediato. En dado caso Alfred, Walter, Grim y yo iremos al frente; Nathan y Sir Hugo estarán de reserva cubriendo la retaguardia y los demás atacaran a distancia si les es posible. Estén alertas a los túneles laterales, no quiero sorpresas-.

- Lorantha, ¿Puedes convocar algo que nos de luz con tu magia? ¿O alguno de los enanos tiene algún objeto que pueda hacerlo? La lámpara al medio, ya. Y protegida. 

Miró hacia atrás, a los techos, esperando que no saliera nada por ahí. La cosa estaba difícil, se pondría a rezar a su señora, esperando que ésta le protegiera. Aun nada había atacado directamente, así que suspiro y empezó a rezar con la empuñadura en el pecho, invocando los poderes de su diosa.

Podría pasar cualquier cosa, pero con la dama de su parte, se sobrepondrían a cualquier cosa. Ya lo habían hecho antes, lo volverían a hacer de nuevo, juntos.

Sólo una fuente de luz... Eso era todo lo que tenían, y el mercenario ya empezaba a ver que aquello les iba a salir caro. No les quedaba más remedio que echarle un par, y esperar que todo el asunto del secuestro, o algo peor, de Jaime se resolviera de forma fácil. Aunque, en su interior, sabía que no iba a ser así. El mediano tenía facilidad para atraer problemas cada vez mayores. 

Kurt, sin embargo, no dijo nada. No era buena idea manifestar sus preocupaciones en aquel lugar. Simplemente, agarró la ballesta con más fuerza, y se preparó para disparar a la primera cosa que asomara su cara, si es que tenía algo de eso. 

Grim se mantuvo en su posición junto a Melissa presto a ponerse delante de cualquier maldita criatura que apareciera por aquellos túneles. Aquellos humanos estaban asustados sin luz, no estaban acostumbrados a los túneles y habitaciones oscuras subterráneas así que tampoco se lo quería echar en cara. - No tengo ni una lámpara, no pensé que fuéramos a internarnos en los túneles antes de llegar junto a la ciudad enana. - No entendía cómo los humanos no llevaban antorchas si no eran capaz de ver nada ni en la oscuridad de los bosques y siempre estaban a vueltas con la necesidad de luz.

Sin haber visto aún ningún bicho como había dicho la elfa Grim comenzaba a estar nervioso, las criaturas escurridizas de los pasillos subterráneos solían atacar en silencio y era lo peor que uno se podía enfrentar en esos túneles. Martillo en mano y escudo al frente esperó a ver si alguien daba la voz de alarma de alguno de los túneles laterales o de la caverna de enfrente.

Domochievski había ladrado ordenes para recuperar la posición que habíamos llevado antes de entrar a la caverna, con cuidado regresaba a mi posición sin perder de vista el suelo, no quería escurrirme y perder la linterna. Levantaba la lámpara para poder ver un poco mas en la distancia sin mucho acierto por mi parte, pero parecía que el resto de compañeros no podría hacerlo si me alejaba mucho de ellos. ¿Qué les pasaría si me alejara?¿O qué me pasaría a mi si esta se apagara?. Ni una antorcha o otra lámpara...ojala tuviera algo que nos diera un respiro.

- Demonios nunca pensé que las fuera a usar.

Paro un momento y saco de entre mis pertrechos dos velas, no era mucho pero algo de luz daría una vez encendida. Las acerco a la lumbre de la lámpara y se las paso a Melisa.

- No es mucho, pero da algo de luz.

Aunque la elfa hubiera preferido mantenerse en el punto en el que disparó la flecha, el avance del grupo le arrastró sin remedio hacia el interior de la gruta interior. 

En ese punto revisó el suelo en busca del rastro de arrastre que, metros, atrás le había parecido detectar. Sabía que el grupo estaba pendiente de ella, así que esperó un momento antes de indicarles nada. La idea de Domochievski de adentrarse todos en aquella enorme gruta con un montón de puntos de acceso le parecía muy mala, no solo porque desconocían el número y la naturaleza exacta sus enemigos, sino porque además podían ser atacados desde todos los flancos y desde arriba, así que su respuesta al Kislevita se hizo esperar¹.

La única vía segura, en principio, la tenían a su espalda, por el camino que habían venido, pero incluso esa se hallaba comprometida si la cueva tenía más salidas al exterior. Se sentía en la obligación de salvar al mediano, pero el rescate tenía que transcurrir dentro de ciertos parámetros de seguridad, Jaime no era ni de lejos la persona del clan por la que sentía más aprecio, así que no estaba disputa a lanzarse a una carrera suicida en la oscuridad como le proponía el kislevita, ni a arriesgar la vida de cualquiera de sus compañeros, ni siquiera la de Trøjan pensó por un momento, bueno la de Trøjan sí, recapacitó mentalmente. 

Le sorprendió que alguien como Sir Hugo le pidiera que hiciera uso de sus poderes, no era lo mismo que se lo pidiera uno de los enanos, pero casi. Antes de que Walter malgastara las velas, dijo - ¡Magia! - y les tendió las dos antorchas que llevaba entre el equipo que había preparado para aquella expedición para que las prendieran.

La elfa fácilmente encontró el rastro que seguía justo hacia donde había visto a aquella criatura, por ello, tras indicarselos, el kislevita no espero para indicar que siguieran avanzando, aunque no sin dejarle en claro a Sir Hugo y a Nathan que estuvieran atentos a la retaguardia. Y así mismo alertó a Alfred y Melissa para que no dejasen de vigilar su flanco. Aunque cierto era que todo permanecía en silencio, y la máxima amenaza hasta ahora eran esos huesos y lo avistado por la elfa.

Tras llegar prácticamente al lugar del avistamiento, se toparon con que no había rastros de ninguna criatura, aunque no dudaban de que Lorantha la hubiese visto. El camino parecía abrirse a otra bóveda grande hacia el noroeste, que ya podían ver con cierta claridad y parecía vació, aunque una cierta penumbra lo invadía. Según Lorantha, el rastro se adentraba hacia el oeste y se perdía en la oscuridad, quizá pronto encontrarían algo importante o bien otra maldito túnel. Que de hecho la elfa y otros mas ya parecían entre molestos y preocupados por ello; había muchos caminos y era fácil que el enemigo les atacase desde cualquier dirección pues ellos no conocían aquellas cuevas.

-Sigue el rastro Lorantha y no te desvíes- exclamó el kislevita convencido de que su única opción era avanzar rápido y sin detenerse, aunque quizá para aquellos momentos el mediano ya estuviese muerto. -Los demás te seguiremos caminando pero con buen ritmo, no debemos quedarnos estáticos. Estad todos atentos- señaló.

Lorantha había marcado el camino a seguir mientras sacaba de su mochila dos antorchas, eran con mucho mejores fuentes de luz que las velas que yo podía pasar a mis compañeros. Aun no habíamos encontrado nada que nos hiciera suponer que habitaría en estas cuevas pero estaba seguro que pronto lo descubriría. El kislevita decidió animarnos a avanzar antes de que nos sintiéramos muy cómodos en la gruta. Una vez mas en la formación, empecé a avanzar en busca del mediano.

- Esperemos que no se lo hayan comido.

Ya no es solo por la oscuridad ni siquiera por tener que caminar mirando a permanentemente a nuestro alrededor sin saber por donde vendrá el golpe , hay una ambiente de muerte que nos rodea  y ni siquiera la débil luz de las antorchas consigue mitigar nuestros temores .Esperemos que no se lo hayan comido.Dice alguien recordandome porque estamos aquí .Este mediano es un imán para los problemas ..

Seguía a la par que Lorantha, había visto el rastro, una vez que ella lo había mencionado, y lo seguí con la vista. No termino de ver lo que había, pero Lorantha sí y no era bueno. afiancé mi espada y empecé a caminar en la dirección indicada, con la esperanza de no toparme de morros con lo que hubiese en la oscuridad. 

Ya que nadie parecía por la labor, Kurt se decidió a coger y encender una de las antorchas, recurriendo a la llama de la lámpara que ya llevaban encendida. La luz le haría un blanco, sí, pero necesitaban poder ver allí dentro, y cuanto más fácil fuera, mejor. 

El bretoniano miró a la elfa. Definitivamente había hecho magia, porque no había visto esas antorchas anteriormente. Por fin algo salía bien.

-Nathan, si no te importa coge una, y cúbrete conmigo, pero da luz a nuestra retaguardia. Yo te cubriré. Si la flecha no está en el suelo, Lorantha, definitivamente le has dado a algo. Así que todos los ojos abiertos.

Intentando no hacer demasiado ruido siguió avanzando cuidando la retaguardia.

Seguían el recorrido que indicaba la elfa mientras esta seguía diciendo que había visto alguna criatura. No dudaba de aquella muchacha, sin duda aquellas cuevas estaban infestadas y todas las criaturas sabían que estaban alli. Tanto la luz como el ruido de las armaduras delataba su posición y ellos no tenían ni idea de como era la cueva. - No nos estarán esperando más adentro para hacernos una emboscada no? - Esperaba que aquellos bichos no tuvieran una inteligencia mínima y no esperasen para atacar en grupos y así destrozarlos de un golpe. Apretando las manos con las que sujetaba las armas se acercó un poco a Melissa mirando a los lados, si los atacaban tendría que situarse en posición para que la humana hiciera maravillas con su arco antes de que llegaran a ellos.

-No, la flecha no está- dijo la elfa ante el comentario de Sir Hugo, con ello dejando en claro que Lorantha había impactado a algo que había huido, fuese lo que fuese. Así mismo, mientras giraban hacia la izquierda a la nueva bóveda que a su vez daba paso a otro túnel por el que continuaba el rastro, la elfa les hizo saber que había algo en aquella bóveda, la cueva se veía borrosa, como si algo obstaculizará su visión.

No obstante ello no importo al Kislevita quien claramente determinado a avanzar siguió alentando al grupo a hacerlo sin importar lo que pudiese pasar, y así lo dejo en claro en respuesta a las palabras de Grim. -A estas alturas retroceder sería mucho mas estúpido que seguir avanzado. Simplemente estad atentos y sigamos lo que venimos a hacer-.

Pero fue entonces, cuando, justo frente a ellos, hacia el túnel en el que ahora se adentraba Lorantha, se escuchó el sonido claro de el crujir de huesos y rocas ante las pisadas de algo, un ruido similar al que emitía el enano Grunt que aunque pesado era sigiloso, por lo que era claro que no se trataba de alguna bestia o cosa torpe y dura.

El Kislevita había levantado su maza y parecía estar preparado para cargar contra cualquier cosa que estuviese allí, refugiada en la oscuridad, salvo que alguien dijese algo que pudiese impedirlo.

El efecto que enturbiaba la visión de la elfa era algo que le preocupó al instante, por ello, además de forzar su penetrante vista para descubrir el posible origen físico de aquello, recurrió a su percepción extrasensorial por si los vientos de la magia tuvieran algo que ver con aquel efecto. 

Tampoco le dio tiempo a mucho más, pues el crujir al frente de huesos la puso en alerta, era claro que algo grande y pesado se acercaba hacia ellos.

- ¡Cuidado! - advirtió mientras dejaba lista una flecha¹ - no sabemos qué se nos acerca y la caverna a la derecha me da mala espina, si algo nos ataca retroceded hasta la posición Domochievski, ahí podremos hacer una línea defensiva con nuestros flancos protegidos por los muros. - dijo esta última frase en un susurro destinado a sus compañeros de avanzadilla.

Cuando Lorantha ha dicho que la flecha que había disparado no estaba empecé a preocuparme. Domo quería seguir adelante sin importar lo que pasase, eso nos acabará matando. A Lorantha tampoco le gusta la caverna por la que nos movíamos, a mí tampoco. Mis intentos por entrever lo que había más adelante fallaban, puede que debido al cansancio que llevaba, dado que las últimas horas habían sido muy intensas, frenéticas e ininterrumpidas. 

-Yo me ocupo de inspeccionar ese lado.-le digo a Lorantha en voz baja mientras señalo la caverna mencionada por ella. A continuación me pego a la pared de la caverna y me muevo lo más sigiloso posible.