Partida Rol por web

-.Volveré atrás a por RossEspero que no me maten gracias a vosotros.Avanzo hacia atrás buscando a Ross a una distancia suficiente como para no ser alcanzado por los guardias y trato de avisarle.Vamos Ross sigueme,tenemos un plan.A lo mejor podemos guiarles hacia la trampa,espero que no nos traicionen en estas condiciones.

-Te cubro las espaldas- la cara de Shin denotaba una concentración extrema y al mismo tiempo una tranquilidad inquietante.-Recuerda tercera cueva a la izquierda y avanza un poco.

Shin se adelantó por las alcantarillas y alcanzó rapidamente a Roxo.

-Tu y yo por aqui-Agarró a Roxo y lo dirigió a una salida diferente antes de la bifurcación-Aqui- Comenzó a subir una escalerilla lo suficientemente amplia para que los dos cupieran arriba, incluso si alguien se asomaba por esa bifurcación la posición elevada oculta por el arco del tunel impediria que fueran vistos facilmente, sin contar la oscuridad de la alcantarilla-Cuando pasen de largo los seguimos y los atacamos por la espalda en la bifurcación- Shin echó una mano dentro de la manga de su gabardina y sacó una segunda daga- Es un prestamo, espero que sepas como usarla-Shin demostro claramente su confianza en Roxo con aquel acto, esperaba que esa confianza no fuera traicionada.-Si nos separamos nos encontraremos en la taberna los tres muertos esta noche,aunque esperemos que no llegue a ello.

Tras decir esto ambos se quedaron en silencio, esperando que los guardias pasaran de largo sin que les detectaran para poder seguirlos sigilosamente. Shin demostró una tranquilidad absurda, en su cabeza solo habia un objetivo,matar.

-Jaste coge esta vela, enciende en el "kuce ", espeo que tengáis- Dijo antes de que Shin le arrastrarse.

Cuando Shin le entregó la daga Roxo le mostró algunos trucos sorprendentes, que aprendió a hacer cuando su padre estaba con los ladrones, no sólo servían para ganarse algo de dinero y comida, si no que también eran perfectos para despistar y muy precisos

-Me se defende, a pate es mejo una daga que un palo, pegales con un palo a una amadua de la guadia solo conseguiia que se riesen de nosotos cuando se rompiese tas el pimer golpe, además con una daga haba que apunta a las juntas paa una mayo eficiencia po la espalda sea sencillo y se como hacelo-Roxo subió y se oculto junto con Shin.

"Aun recuerdo como debía cortar los bolsillos y bolsas de la gente para que no se diesen cuenta." Roxo esbozo una sonrisa para el aquello resultaba muy divertido

Mientras sigo en mi carrera desesperada por despistar a los guardias, solo soy capaz de mirar hacia adelante. "No sé si estarán muy lejos o a punto de cogerme, pero no puedo distraerme en este momento. Cuando llegue al bosque ya me preocuparé de esas cosas."

De pronto veo a Mordeim en medio del camino haciéndome señales para que entre con él en la alcantarilla. "¿A qué se debe que insista en que entre con él ahí dentro? Aunque los demás no están por ninguna parte, igual tienen algo preparado, ya que salían de allí... Bueno, no tengo un plan mejor." No estoy muy convencido de entrar a ese lugar, pero parece mejor que nada, así que entro a las alcantarillas corriendo detrás de Mordeim. "Veamos a ver qué pasa..."

Parecía un plan perfecto atraparles por ambos extremos y, mientras les distraían por el frente, atacarles por la espalda. Roxo y Shin aguardaron en silencio, vieron pasar por el recodo a Mordeim y Ross;  detrás de ellos los soldados pasaron corriendo, a muy poca distancia.  

Se levantaron y les siguieron, el tiempo era oro, había que actuar con rapidez, Shin se movio sigilosamente como una sombra, pero Roxo no tenía tanta costumbre para ello y sus pasos por las alcantarillas resonaron a causa del agua del suelo. Ya estaban todos en la intersección  pero los soldados al encontrarse con el grupo se percataron de Roxo y Shin a sus espaldas , aun seguían rodeados, pero no habían recibido el primer golpe por sorpresa, tan rápido como pudieron se colocaron en posición defensiva, dos personas mirando al grupo de Jaster, Ninya, Ross y Mordeim y uno mirando a Roxo y Shin. Ya habían desenvainado. La tensión era palpable, el combate… Inminente.

Me centro en un guardia,intentando alejarme lo máximo posible del campo de acción del otro.Trato de flanquear al guardia de la izquierda y situarme en una zona en la cual no me vea para asestar un garrotazo a la parte de atrás de sus piernas para que Roxo o Shin lo trituren a cuchilladas.

Durante todo el tiempo Roxo no paraba de mirar a aquel soldado, buscando un punto débil donde poder golpear e intentando posicionarse en el flanco contrario al de Shin, intentando en todo momento realizar un ataque de forma segura

"Tendríamos que haber ido al "abujero" o haber salido corriendo, si no fuese por que necesito a Jaster con vida yo ya no estaría aquí"

Hinazuki escuchó la voz de alguien llamando a Kalida. Se acercaba. Desenfundó la espada instintivamente y se giró para descubrir a una pequeña niña que se agachaba para abrazar a Kalida. No parecía haber reparado en su gesto, por lo que se limitó a guardar la espada en su funda. Parecía que aquella niña conocía a Kalida, aunque Hinazuki no sabría decir si Kalida la conocía a ella. Se limitó a observar la escena, preparada para cualquier cosa.

Kayo no parecía conmovida ante la escena que se presentaba ante ella. Se limitaba a observar a Serara.

“No vas a llevarte a Kalida a ningún sitio sin mí”.

No contestó a Serara cuando afirmó haberla visto en la plaza cuando ocurrió la pelea. Apretó fuertemente el puño contra el mango de su espada y tragó saliva. Asintió, o eso parecía. Pasaron unos eternos segundos hasta que la voz de Hinazuki rompió el silencio.

-Soy Kayo Hinazuki, sub-oficial de la segunda división de la Inquisición, bajo la orden directa de su altísimo Magnus. ¿y tú, quién eres?- le preguntó a aquella niña. No pasó por alto que no mencionó que no pertenecía ya a la Inquisición.

-Esta chica está bajo mi protección. Aléjate despacio y no tendremos problemas- dijo con un tono más serio.

Mi objetivo no es el de causar mucho daño, sino que me centro en intentar inmovilizar a los enemigos para facilitar la labor de mis aliados al golpearles

La pelea comenzó. El primero en hacer su movimiento fue Jaster, raudo, al ver la situación, inicio el combate. Habían perdido el ataque por sorpresa, solo quedaba atacar lo mas rápido que pudiera. Se deslizo hasta colocarse ante el mas cercano de los soldados e inicio un ataque con los puños. Sus manos cortaron el aire pero antes de que estas tocaran al soldado se distinguió un brillo metálico saliendo de las mangas de su abrigo. Un grito de dolor se escucho por todo el túnel, si había alguien cerca lo escucharía claramente.  El soldado sangraba del abdomen, en su armadura ahora se veían dos pequeños huecos, parecidos a los que podría haber hecho un cuchillo cortando mantequilla. En la penumbra únicamente iluminada por una pequeña vela apoyada en el suelo, los mas suspicaces podrían haber visto cierta expresión de lastima en la cara de Jaster.

 El soldado que miraba a los chicos que habían intentado  emboscarles distrajo su atención de estos un momento al oír el aullido de su compañero. Intentando aprovechar esta distracción desplazándose como una sombra Shin ataco con su daga intentando lacerar una de las extremidades de su oponente, pero en un atisbo de buena o mala fortuna el soldado recordando que estaba en un combate volvió su atención hacia el y consiguió esquivarlo.

El combate se realizaba a velocidades inmensas, Ross, aprovechando la apertura creada tras el ataque de Jaster, sujeto al soldado herido para que Mordeim lo golpease, pero ,en un atisbo de voluntad e intentando recuperarse de las dos incisiones que le habían provocado, el soldado consigue zafarse y esquivar el ataque de Mordeim.

Todo el túnel se lleno de pronto  de destellos plateados, choques de aceros y fintas. Bailando con la muerte. El combate era frenético, pero visto desde los ojos de un espectador, sucedía de forma pasmosa. Todo eran quiebres, estocadas y garrotazos. Hasta que un nuevo grito se escucho. Shin, en un estupendo truco, había engañado a su rival, amagando un golpe al abdomen y provocándolo finalmente en una de las piernas de su rival.

Esta fue la rotura de la posición de los soldados. Viendo a su compañero herido en su espalda, uno de los que se enfrentaba en el frente,  reculo para intentar ayudarle lo que provoco un hueco en la defensa de su compañero mas cercano, siendo golpeado una vez mas por los puños… o armas de Jaster  y apaleado por Mordeim.

Lleno de furia e intentando ayudar a el único compañero vivo cargo contra los dos chicos, pero no lo suficientemente pronto, ya que estos ya le habían propinado un par de golpes al malherido guerrero. Llego, y su espada bajo con furia sobre el más cercano. Su espada bajo por todo el torso de Shin dejándole abatido, sin aliento y sorprendido. ¿Después de tanto… todo acabaría así?

Cayo al suelo y las aguas empezaron a teñirse de un carmesí iluminado únicamente por los reflejos de una vela, que empezaba a extinguirse igual que la vida del muchacho.

Jaster ignorando los dolores que le torturaban en el abdomen a causa de sus heridas anteriores al combate hizo su último movimiento, cogió la espada de su rival caído y la lanzo como si fuera una jabalina al guerrero herido. La espada atravesó al soldado por la cabeza hasta que la empuñadura freno el movimiento.

Al ver a Shin en el suelo Roxo se esforzó todo lo que pudo en abatir al último soldado, aun que ya pocas fuerzas le quedaban para atacar.

Su prioridad era matar a aquel soldado e intentar salvar a Shin de alguna forma

Ya había caído uno de los nuestros, pero aún se lo oía respirar. "Tengo que evitar que le rematen, no pienso permitir que nadie  de los nuestros muera delante mía" Mi objetivo es sujetar al último guardia, antes de que pueda darle a ese chico el golpe de gracia

.-Hay que evitar que maten a Shin,si cae uno de nosotros tan rápido será el fin, trato de atizar al guardia y llamar su atención para proteger a Shin

¡Soi Serara! ¡Amiga de Kalida!- Exclamo las palabras en lo que intentaba ser un tono igual de formal que las había pronunciado Hinazuki, parecía que se lo había tomado como un juego.- No me vo a alejar, esta heria, no lo ve? Si etaba bao tu protecion no la ha cuidado ben

“¡Hinazuki! Asi que ese es su nombre…” Despeje mis pensamientos, parecía que las cosas no iban bien, si esto seguía así quizá… borre lo que paso por mi cabeza y corrí hacia ellas, me posicione entre ellas y después de mirar a Serara me voltee hacia Hinazuki y la abrace, No podía hablar pero quizá captara mis movimientos y lo que quería decirle. En mi abrazo mi mano se desplazo hacia la empuñadura de su espada, donde se encontró con su mano y hice una breve pulsación de fuerza para indicarle que no desenfundara. Alternativamente eleve la cabeza para mirarle la cara. Esperaba que viera en mi rostro una expresión que le indicara que no era enemiga, pero todo lo que le mostré fue un rostro algo lloroso con una súplica implícita en la mirada.

-Tranquilidad tranquilidad... Por lo que se ve, aquí todos estamos en el mismo bando. -dijo Kobato para tranquilizar a Hinazuki aunque en realidad ella pensaba que solo era fachada para hacer notar su autoridad a la nueva chica.

-Mi nombre es Kobato y también soy amiga de Kalida.-dijo dirigiendose a Serara- Encantada. ¿De qué os conocéis Kalida y tú?- preguntó con curiosidad.

"Quizá ella si me pueda contar algo..."