Partida Rol por web

¡Basta Juzaburo!, no es momento ni lugar para esos comentarios

Reprendió al samurai de la que se encaminaba a ver al embajador

Cuantas veces tengo que decirte que trates con respeto a los otr.....

Poco a poco, cuando se acerca, la expresion de Ikitomi cambia y se convierte en una cara en camino entre la preocupación y puro pánico.

Lo siento, maestro, tiene razón

Dirige su montura hacia Kasikago, visiblemente turbado.

Lo siento de veras mi señor, la tensión y la adrenalina hacen de mi lengua algo más incontrolable de lo que ya es de por sí. Ruego acepte mis disculpas, pues ahora tenemos algo más importante de lo que ocuparnos

Mira hacia Ikitomi.

¿Qué ocurre maestro?

¡Demonios!, ya ha empezado. Manteneos lejos del gaijin, es un nemuranai de la sombra... algo complejo de explicar, tenemos que esperar la ayuda de Shiba.
Mientras dice esto, un hilo de sombra viaja por el suelo lenta pero inexorablemente, y se comunica con las sombras del exterior.

Entonces debemos aguantar

Yunosuke limpió la sangre de bestias que aún quedaba en su cortacinchas y lo guardó a la espalda. Dirijió su mirada a sus muchachos y luego a los presentes. Estudió el entorno.

-Hemos de encontrar la manera de retener a esos bastardos arriesgando el menor número de vidas posible... quizas sea posible cerrar las puertas del palacio y atrancarlas con algunos troncos de aquellos árboles- dijo.

Silencio

-Lo siento, pero he de ir a batallar junto a mis hombres, no quiero que piensen que les abandono en el peor momento. Además, no quiero que se lleven todo el mérito- Una leve sonrisa apareció en su rostro. -Si tenéis alguna idea mejor, bienvenida sea. Tenéis todo mi apoyo, si me necesitáis llamadme, mi nombre es Yunosuke, Shinjo Yunosuke, del Clan del Unicornio-

Se alejó del grupo y se dirijió hacia el combate desenfundando su cortachinchas.

-¡¡Muchachos, sed valientes, luchad con honor y no retrocedáis!! Estoy aquí con vosotros y no cejaré en mi empeño de castigar al mal. ¡Luchad!, ¡¡Luchad!!, ¡¡¡Luchaad!!!-

Tras mirar con desden a Iuchi Juzaburo por su comentario, acepto sus disculpas formalmente. "Alguien que se preocupa por hacer comentarios de este tipo, no puede ser un samurai honorable... alla el" -penso-.

Las lineas resistian el continuo embiste enemigo, reforzadas y alentadas por las palabras de Shinjo Yunosuke. Decidio tomarse un pequeño respiro... Observo a sus fatigados compañeros.

Mientras sonreia al verles, se percato de las palabras de Agasha Ikitomi y de como una sombra comunica con el exterior "Que brujeria es esta??!!!" --Grito señalando la sombra.

Tras entrar en la formación de cuña, observar un breve instante la sala principal y saludar brevemente a los conocidos que hay alli...

- Saludos Mirumoto Kiyomori... parece que ultimamente mis espadas estan siempre a vuestro servicio...

Drashi Bugón se da la vuelta y se coloca entre las lineas defensivas, pero en esta ocasión intentando ayudar a aguantar en la defensa el mayor tiempo posible, no tanto matar puñaos...

Decido hacer caso de las palabras de Agasha Ikitomi, y tras un breve vistazo me mantengo alejado del embajador gaijin que hasta ahora pensaba que estábamos protegiendo, y que ha resultado ser.... lo que sea que se suponga que es!

Me concentro de nuevo en la batalla por la defensa de las puertas del palacio, mientras observo las nuevas fuerzas que se han unido a nosotros.

Tienes una ligeras nociones sobre lo que puede ser un nemuranai de la sombra. Se denomina nemuranai a los objetos cuyo espíritu interior ha despertado, confiriéndole diversos poderes según el grado del espíritu. Generalmente se trata de kamis de algún elemento que habitan en el objeto y despiertan por algún motivo desencadenante.
Lo normal es "poseer" los nemuranai, no "ser" un nemuranai.
Un nemuranai de la sombra es un objeto en cuyo interior habita un espíritu sombrío (como un kansen o incluso un oni o algo peor). No tienes ni idea del efecto que produce "ser" un nemuranai

Shinjo, Kong y Drashi Bugon: Formais junto a los ashigaru y samurais en la línea de defensa.
Shinjo: ordenas a tus hombres que hagan una denfesa en pasadas: 10 hombres forman una línea a pie que retiene al enemigo y la caballería hace pasadas devastadoras. La estrategia funciona a la perfección y tus hombres aguantan sin bajas durante este tiempo. Sin embargo, desde la posición de tu montura puedes ver la inagotable cantidad de enemigos que siguen y sabes con certeza que no aguantaréis mucho más.
Kakita Kasikago: estas exhausto, así que descansas un tiempo, no te unes a la lucha pero puedes caminar y esas cosas.
Matsu Kolin Kakota Chori: supongo que te unes a la defensa.
Veis como Kiyomori va a ayudar a Bokkai e Ikitomi se pone a rezar enfrente del embajador pero ligeramente alejado.

Matsu clava la katana en el suelo.

Sin duda una batalla gloriosa. Pero la victoria está servida. Encantado de haber luchado a vuestro lado.
Mi nombre es Kolin Kakota Chori, Matsu.

Kasikago-sama, necesito que busques en el palacio un saquillo de polvo de jade y algún saco de arroz, es urgente. Por cierto, ¿qué ha sido del gobernador y los guardias? no los veo por aquí

Kakita Kasikago continua observando a la sombra y al gaijin intentando descifrar las palabras de Agasha Ikitomi

Tienes una ligeras nociones sobre lo que puede ser un nemuranai de la sombra. Se denomina nemuranai a los objetos cuyo espíritu interior ha despertado, confiriéndole diversos poderes según el grado del espíritu. Generalmente se trata de kamis de algún elemento que habitan en el objeto y despiertan por algún motivo desencadenante.
Lo normal es "poseer" los nemuranai, no "ser" un nemuranai.
Un nemuranai de la sombra es un objeto en cuyo interior habita un espíritu sombrío (como un kansen o incluso un oni o algo peor). No tienes ni idea del efecto que produce "ser" un nemuranai.
En cuanto a lo que te dice Ikitomi, probablemente sea para hacer algún ritual, pero no tienes conocimientos amplios de magia como para saberlo, y dado que estás ante algo sumamente extraño, no sabes qué pretende hacer.

Respondiendo a Agasha Ikitomi y mirandole a el y a la sombra, le dijo:

"No tengo la menor idea... ya deberian estar aqui los guardias y no conozco el estado del gobernador... hemos estado muy ocupados defendiendo la puerta..." -- respondio-- "No obstante, ire a por lo que pedis e intentare averiguar algo." -- le dijo a Ikitomi mientras abandonaba el patio dirigiendose a la sala donde poco tiempo antes habia estado tomando el te tranquilamente.

"Vosotros encargaos de la puerta y avisadme si necesitais ayuda!! No obstante intentare volver lo antes posible!"

Se gira hacia la batalla y grita
Drashi Bugon, acompaña a Kasikago al interior, no es bueno ir sólo a ninguna parte viendo como está el asunto.

-Sera un honor acompañaros mylord Kasikago, aunque creia que en el interior del palacio estabamos seguros, al parecer solo estan atacando la puerta principal...

/me se rasca la cabeza...

- Os sigo...

Observó al horizonte y pudo ver claramente lo que le esperaba: muerte. Una muerte honorable, a fin de cuentas, pues lo haría defendiendo aquello que él consideraba bueno, pero muerte al fin y al cabo.

Miró a sus hombres, aquellos que hasta hace dos días eran perfectos desconocidos unidos por una causa común que, por aquel entonces, no parecía ser del todo cierta. Vio su determinación, su valentía y entrega, dispuestos a dar la vida por el compañero que acababan de conocer.

En muy poco tiempo habían pasado muchas cosas.

La amenaza resultó ser real y ahí estaba él, Shinjo Yunosuke, del clan Unicornio, metido en lo más profundo del problema. Si había una solución, saldría de alguno de los hombres que le rodeaban.

Kakita Kasikago, con su porte y orgullo, tan típicos del clan Grulla, seguramente resultase ser un duelista casi imbatible. Su voz infundía confianza, demasiada quizás, pero invitaba a la conversación. Lo miró detenidamente, estaba embadurnado de sangre de pies a cabeza y no había manera de distinguir cual era suya y cuál de sus enemigos.

-¿Cuánto tiempo llevará aquí luchando contra semejante marejada de enemigos?- pensó.

-Desde luego, su determinación lo ha mantenido con vida, pero está exhausto.- Le vio alejarse hacia el palacio.

Su mirada se paró en Hiruma Kong, un samurái del clan del Cangrejo, bravo como pocos. Seguramente Hiruma estaba más acostumbrado que él a estas cosas, puesto que su supervivencia, y la de todos los demás clanes, en general, dependía del saber cómo acabar con las fuerzas del malvado Fu Leng. Luchaba bravamente, a pesar de que se le notaba algo cansado y magullado.

Drashi Bugón caminaba en pos de Kakita Kasikago en dirección a palacio.

-¿Para qué querrán un saco de arroz?-

Hacía diez minutos que se lo había encontrado en medio de la ciudad. La causa pareció unirles. Shinjo aún no salía de su asombro al recordar cómo había peleado en la carga para entrar en el patio interior. Su destreza con las espadas era envidiable, se notaba que era un Dragón en estado puro. Comienzó a danzar alrededor de un grupo de 4 samuráis que se encontraban rodeados en un baile macabro de muerte: bloqueó la lanza de un trasgo con una cruz invertida y le dio una patada en la cara. Seguidamente le habían atacado dos ninjas, uno por cada flanco. Sin que Shinjo supiera bien como, consiguó bloquear el ataque del uno con su espada derecha y esquivar el shuriken que el otro le había lanzado, rajándole la cara con el arma libre… no recordaba más, puesto que él también tenía que luchar.

Y por último estaba Kolin Kakota Chori, un berserker de armas tomar con un ono en la mano que acababa de clavar en el suelo. Resultó ser un samurái del clan León, pero poco más podía añadir con tan pocos segundos de conversación.

Sonrió.

-Esto promete ser tremendamente divertido.-

-¡¡Animo muchachos, hay para todos!!-

Su Cortacinchas bajó y partió en dos a un asqueroso goblin.

La oscuridad empieza a ser casi total. Os cuesta veros unos a otros y el desconcierto entre los hombres es palpable. Comienza a hacer cada vez más frío, ligeros copos de nieve empiezan a caer sobre vuestras cabezas como un aviso de el frío que viene de arriba.

Algo brilla en el centro: como caido del cielo, un monje se posa delante del embajador gaijin, ahora perfectamente visible bajo una luz que parece la del sol pero que no proviene de él. Notais como los kami regresan a lugar: el viento sopla, las hojas se mueven, las llamas de las antorchas se avivan y todo tiene más color y vida en general. Os sentis ligeramente reconfortados y algo mejor.

La oscuridad os rodea pero estais dentro de un circulo de luz que emana del monje. Kyomori ha desaparecido, al igual Kuni Bokkai. El resto de soldados se encuentra peleando contra un ejercito enemigo inagotable pero inactivo totalmente, mientras que Agasha ikitomi sigue rezando delante del embajador junto al monje.