Partida Rol por web

Año 1241, las tierras de Transilvania han soportaron la invasión de las hordas mongolas, que barrió la tierra, arrasándolo todo a su paso. Aunque los mongoles se retiraron al cabo de un año, el Rey de Hungría, Bela IV, perdió mucha influencia en los salvajes confines orientales.

Pero en los dos últimos años el ambiente reinante recuerda mucho a la invasión mongola. El terrible clima ha devastado la tierra. Ventiscas, tormentas de nieve, inundaciones, sequías, desprendimientos y avalanchas han hecho de la agricultura un negocio arriesgado en el mejor de los casos. Con la ruina de las tierras, cada vez más campesinos se congregan en las ciudades con la esperanza de encontrar aunque sea el trabajo más miserable y salvar a sus familias de morir del hambre.

1314 primavera

Presentes en los hechos: Aymée Plushenko, Javier Ruiz, Miroslov Tomovic y Shileman Bogenhein

Varios años han pasado desde que la cuadrilla se reunió para presenciar el juicio de Elicanor y Shelinan. Los años han pasado inexorablemente, con la rutina su paso se acelera. A principios de primavera coincidiendo con el mejor momento para viajar por los maltrechos caminos Trasilvanos, un antiguo amigo del grupo el nosferatu Zelios propone una reunión, al parecer tiene una información importante que trasmitir al grupo. Tras los respectivos saludos e intercambios de noticias Zelios saca un grueso tomo encuadernado en cuero marrón, sus páginas son de pergamino, cosidas con hilo grueso. Al parecer es tratado eclesiástico sobre varias religiones paganas, el libro habla de los antiguos dioses de eslavos y valacos. En algunos lugares, la podredumbre se ha abierto camino, estropeando las páginas; en otros, el agua ha corrido la tinta y borrado pasajes enteros. Pero aún queda bastante para sacar algo de información sobre Kupala:

...Svarog, Byelobog y, sobre todo, el dios-demonio Kupala, cuya estirpe lleva la locura a la misma tierra. Con su oscuro corazón desgarrado, se dice que el demonio descansa bajo los Cárpatos, embrujando la tierra y extendiendo la corrupción entre todos a quienes alcanza su terror. Se susurra que el demonio duerme, reuniendo fuerzas para alzarse en terrible cólera cuando despierte. Su abrasadora maldad puede verse en la creación de la legendaria flor de fuego sagrada de Kupala, de color rojo sangre, con la que los hechiceros pueden atar o liberar demonios.

El culto dedicado a este odioso espíritu ofrece sacrificios al demonio, asesinando niños por su sangré pura e inocente, que el demonio consume. Así fortalecido, la corrupción de Kupala se extiende todavía más, llevando la locura a su paso. Los temblores de tierra, las tormentas que destruyen hogares y cosechas, los huracanes que arrasan campos y bosques, todos hablan con la voz del demonio. Quiera Dios que descubramos...

El resto de la sección acerca de Kupala es ilegible. Justo cuando comenzáis la discusión sobre el pasaje, un criado abre la puerta y trata de anunciar apresuradamente un visitante.

Tras el criado, sin esperar a que se le reciba de la forma adecuada, entra un hombre alto y musculoso, con una enmarañada barba roja y una revuelta melena del mismo color. Sus ojos azules parecen relucir de poder. Viste una túnica marrón y calzas con jarreteras cruzadas al viejo estilo. Sobre la túnica lleva una coraza romana bastante descuidada, y una lanza en la mano izquierda. El criado parece perturbado, balbuciendo, ¡Perdonad, mi señor, pero no he podido hacer que espere! Reconocéis sin dificultad en la figura del visitante al mismo hombre que os increpo frente a las puertas del castillo de familia Toht.

Apoyando su lanza en el suelo, y señala con un dedo mugriento.

¡Escuchad!

¡Aunque os avisé hace tiempo, no habéis hecho nada por impedir el despertar del demonio!

¡El primer signo se ha cumplido y todavía esperáis!

¿Permaneceréis ociosos mientras el corazón de la tierra es arrancado de su pecho sangrante? ¿No veis que la noche eterna está casi encima de nosotros? Se remueve, y con él, los antiguos gruñen en sus lechos de piedra, su hambre ansiando nuestra vitae. La pérdida de una tierra santa, la ruptura de una orden sagrada, y la caída de un poderoso mago. La señal ha llegado, el primer signo de los que llevan a la negrura y la muerte eterna. Estáis en el torbellino. Quedan siete más; lo que no puede ser impedido debe ser transformado. De vosotros depende la redención o la destrucción.

 ¡No me falléis otra vez!

Tras decir esto, cae entre convulsiones al suelo, con una espuma sanguinolenta saliendo de su boca mientras se retuerce con espasmos que romperían la columna de un mortal. Al cabo de unos momentos, deja de moverse, se sienta y mira a su alrededor confuso. No parece reconocer a los personajes ni tener idea de lo que les ha dicho.

Al pregunta por la naturaleza de los signos que ha predicho. Aunque sabe que hay más, dice que algunos son tan vagos que aún no ha podido entender qué significan. Los signos, tal y como él los conoce, son:

“Y llegará la pérdida de una tierra sagrada (presumiblemente el Levante, conocido como Tierra Santa por generaciones de cruzados y perdido en 1291), la ruptura de una orden santa (la caída de los Caballeros Templarios en manos de los Inquisidores y quemados en la hoguera) y la caída de un poderoso mago (no puede distinguir claramente de quién se trata)".

Octavio se marcha esa misma noche, y Zelios casi a continuación tras esperar un tiempo prudencial para no coincidir con el vampiro profeta.

El mensajero es un hombrecillo vestido con pieles y que lleva una bolsa sellada, entrega la bolsa diciendo. Os traigo saludos de mi amo, que me ordenó entregaros esto. Confía en que actuéis según sus deseos. Debo esperar vuestra respuesta y volver con ella.

Saludos a todos:

Recordareis esta pequeña señal que accedisteis a honrar. Os pido ahora que me ayudéis como yo os ayude a vosotros. Tengo la firme esperanza de que lo que os voy a pedir no sea demasiado costoso.

Me ha sido dado a saber que un antiguo conocido mido llamado Goratriz, viaja hacia Transilvania. Ha sido convocado a la capilla Tremeré conocida como Ceoris, una fortaleza que descansa en los Alpes Transilvanos. Esta solo es esta tierra hostil, donde tantos de mis compañeros de clan querrían hacerle daño.

Así os hago mi petición. Id a Timisora, a la cripta bajo la Capilla del Santo Sepulcro, donde mis agentes se aseguraran de que espere vuestra llegada. Aunque son inteligentes, carecen de los poderes y resistencia de los Cainitas. Proteges a Goratrix en estas peligrosa tierras y escoltadle hasta la capilla. El conoce el camino y se le ha ordenado comparecer. Non querría verle caer ante mis hermanos Tzinisce eso sería demasiado misericordioso para alguien como él. No, con vuestra ayuda no escapara de responder ante los ususpadores.

Espero que me hagáis comprendido claramente. Os ofrezco mi gratitud, si aceptáis vuestra deuda estará saldada

Con afecto.

Myca ViKos.

Todos tenían una deuda de gratitud con Myca después del suceso del Castillo de familia Toht y la ciudad de Zara, menos Shliman que acepto en seguirlos viendo la gran oportunidad de conseguir favores que se le presentaba. El mensajero hace una profunda reverencia y parte a informa a su señor de la respuesta afirmativa.

Zelios presente mientras leéis el mensaje exclama ¡Perfecto! Es una maravillosa oportunidad para que también me ayudéis a mí. ¡Ceoris, por supuesto! ¡Esto hará descansar al demonio!

Explica rápidamente que ha descubierto la razón tras su esquema de castillos construidos por toda Transilvania y las tierras de los alrededores.

Aunque no estaba seguro de ello cuando diseñé y construí mis queridos castillos, estaba construyendo una red geomántica. Mi reciente viaje a Egipto me ha enseñado muchas cosas. La mayoría de las fortalezas están sobre líneas de poder que llevan consigo el tremendo poder de la Tierra. Unidas mediante ciertas runas, pueden formar una red de poder capaz de atar a Kupala, el terrible demonio que habita y corrompe estas tierras. Por eso he venido esta noche: quiero grabar las runas en los muros de este castillo y los demás que diseñé. Cuando haya acabado con las Siebenburgen, sólo quedará por marcar la fortaleza de Vintila Basarab, y una que yo sabía que tenía que existir para equilibrarla en el esquema. Debe ser Ceoris.

Deberías acceder a esta petición, aunque sólo fuese para poder grabar las runas en Ceoris. Os las enseñaré. ¡Es una suerte! Mi esquema quedará completado y el negro corazón del demonio atado y paralizado en su lugar. ¡No tendremos más de esas terribles tormentas! Para ser sinceros, siempre sospeché que mis creaciones eran anclas en un mar de caos.

Los símbolos que pide que graben son muy parecidos a la escritura cuneiforme de las tablillas descubiertas en el Paso de Tyuta. Con la clave se puede traducir que se trata de señales de protección y atadura, y también para elevar el poder de la tierra. Otro patrón de runas parece actuar como punto de enlace para recibir poder.

El viaje hasta Timisoara es duro el sequito se afana por mantener el ritmo pero los caminos empiezan a embarrarse con las lluvias primaverales. Los relámpagos dibujan líneas dentadas en el cielo y el viento aúlla sin cesar, penetrando hasta las capas más cálidas.

Una vez en Timisoara se pueden encontrar rápidamente la Capilla del Santo Sepulcro, es la única iglesia de piedra de la alcea. Cerca de la iglesia hay una posada llamada "El Cisne de Oro", donde los criados aguardar el regreso de sus amos.

Los "agentes" de Myca se hacen evidentes cuando el grupo se acerca a la pequeña iglesia de piedra, varios hombres de armas vestidos al estilo de Constantinopla vigilan la entrada, algunos sentados en el interior del pórtico, y otros apostados en lugares estratégicos alrededor de la iglesia. Los guardias miran a los personajes pero no les impiden el paso.

Un gran alivio recorre el cuerpo de los vampiros al comprobar que  no tienen ningún problema para entrar en este supuesto terreno sagrado. 

La entrada a las criptas se sitúa debajo del escueto altar. Una sola antorcha ilumina la estancia de piedra. En un rincón oscuro cerca del fondo de la primera cámara de la cripta, parcialmente cubiertos por las sombras, se sientan dos hombres de piel morena, vestidos al estilo de los turcos y con cuchillos curvos en sus fajas.

Uno de los hombres de piel morena se acerca cuando entráis, hace una leve reverencia y dice Bienvenidos. Soy Husayn al- Fatin. Si deseáis refrescaros, la posada contigua puede serviros. Comprenden nuestras necesidades especiales. Cuando hayáis descansado de vuestro viaje , mi aprendiz y yo os conduciremos a la sala donde os espera vuestra carga. El grupo declina la oferta, quieren acabar cuanto antes la misión que les ha sido encomendada. Husayn asiente, entra en otra sala y vuelve con una joven atada y amordazada. El grupo pregunta para que es la joven y el “turco” dice que es para alimentar la carga.

Ambos “turcos” llevan a la mujer y al grupo a la habitación donde está el Tremere. En la sala solo se ve una caja de madera. Si me permiten, Husayn abre la caja. Dentro hay un hombre de estatura superior a la media y peso normal; está afeitado, su pelo es castaño oscuro y sus ojos color avellana. Tiene la nariz ancha y fuerte, y una boca generosa. Algunos podrían considerarle apuesto. Vestido como un noble de la corte francesa, parece a la vez formidable y erudito. Algo en las líneas de su cara indica una naturaleza cruel y egoísta. Sus ojos miran con fijo odio a cualquiera que se incline para contemplarle. Goratrix tiene una estaca clavada en el pecho.

Lamentablemente, debo liberarle, explica Husayn, pues mi contrato lo especifica así. Espero que su necesidad de sangre le mantenga ocupado el tiempo necesario para explicaros por qué estáis aquí. Sería una lástima que os hiriese antes de saber cuál es vuestra misión.

El grupo ve el destino de la joven y trata de salvarla primero proponen alimentar a Goratix con su propia sangre pero Husayn les advierte que pueden acabar diabolizados; luego ven la opción de separar a la muchacha del vampiro a mitad del beso, pero Husayn vuelve a advertir de los peligros de esto (Goratix podría no estara saciado y atacar a cualquiera del grupo).Viendo que no hay más remedio decide entregarla a las fauces de Goratrix

Antes de quitar la estaca Husayn habla a Goratrix.  Aquí están los que garantizarán tu paso franco en adelante. Mi contrato se ha cumplido. Id en paz. Tras esto, arranca la estaca del pecho de Goratrix y empuja a la chica hacia el famélico Cainita.

Una vez satisfecho su deber, Husayn se despide, marchándose con su aprendiz. Los hombres de armas dejan también claro que su tarea ha terminado: su intención es volver a Constantinopla tan rápidamente como puedan.

Goratrix se alimenta hasta desangra a la joven por completo. Acepta la compañía solo con una condición que no le vuelvan a estacar. El grupo acepa la condición siempre que no intente escapar, el Tremere les comunica que no puede escapar, está llamado a Ceoris mediante un ritual y hasta que no ropa ese ritual tarde o temprano tendrá que encaminarse a la capilla.

Goratrix habla de sus penalidades, explicando que sólo quería gobernar con eficacia en Francia por eso intervino en la política mortal. Pero que el resto del clan y sobretodo ese “buenazo” de Etrius no apoyaban sus métodos de manipular al ganado y que sienten envidia de sus progresos.

El tiempo se hace todavía peor cuando los viajeros llegan a los Alpes Transilvanos. Cada día es una batalla por hacer que los carruajes sigan caminos borrados por la lluvia, y cada noche un esfuerzo por encontrar cobijo. Las posadas y aldeas son escasas y están muy lejos unas de otras.

Goratrix sigue tentando al grupo para que le dejen marchar ofreciendo enseñarles Taumaturgia, revelarles dónde dejó un botín de gemas y joyas en Buda-Pest, y contraer una gran deuda de gratitud con cada uno de ellos. Pero todas sus proposiciones caen en saco roto y el Tremere se resigna a seguir el camino que se le ha impuesto.

Una noche, cuando los viajeros llegan a la pequeña aldea de Alceditz, el tiempo es tan malo que uno de los caballos se viene abajo. Hay una posada cerca, con una enseña que representa a un ciervo en pleno salto. 

En el interior, calentado por las llamas del hogar, se sientan varios personajes con tabardos que llevan el blasón de la Orden Teutónica. Aunque no hay nada que parezca amenazador, se muestran nerviosos y vigilantes. Cuando entran el grupo y sus acompañantes, los caballeros observan todos sus movimientos.

Tras observarles durante largo tiempo a los caballeros y tras las observaciones de algunos miembros del grupo donde insinúan que los caballeros guardan algo de gran valor. Goratrix piede que se acerque un poco para hablar en privado. Sé lo que están vigilando esos hombres, y conseguirlo valdría nuestras vidas. Habréis oído historias del fabuloso tesoro de los Caballeros Templarios: desapareció de su preceptorio de París cuando los miembros de la orden fueron arrestados en Francia. Pero algunos Templarios escaparon, y deben de ser ellos. ¡Ayudadme a conseguir ese tesoro y tendremos el mayor poder que se haya visto en este mundo! ¿Os gustaría seguir siendo inmortales, pero poder caminar a la luz del sol sin miedo a la aniquilación? ¿Os gustaría poder dirigir naciones y destrozar a vuestros enemigos?

Ayudadme, os lo suplico. No lo lamentaréis.

Tras varias insistencias Goratrix se ve obligado a revelará la verdadera naturaleza del tesoro Templarios: el Arca de la Alianza. Cree que con el arca podría romper el vínculo con Tremer y escapar.

El grupo tentado de tener un objeto de tan inmenso poder planea robárselo a los templarios. Para ello planean sacar de dos en dos a los caballeros Teutonicos y asesinarlos en silencio. Justo cuando van a dar inicio al plan aparece un antiguo amigo, Eyolf Ivarson. Nadie pregunta que es lo que ha traído al bárbaro vikingo a la posada, pero rápidamente es incluido en el plan.

Mediante el uso de disciplinas consiguen atraer a dos caballeros a una emboscada, los caballero n pueden hacer nada ante el poder de los vampiros pero luchan con bravura, uno de los caballeros huye y avisa sus otros compañeros que acuden rápidamente en auxilio de sus camaradas. Por un momento parece que la superioridad numérica de los caballeros pone en apuro a los antiguos cainitas.

A los pocos minutos comienza a sonar una campana, sus rápidos tañidos indican que es una señal de alerta. Alertados por la campana, dos docenas de Tremere y sus hombres de armas llegan poco después, ante el abrumador poder de los brujos el combate se detiene.

Una tenebrosa figura se materializa ante el grupo como surgida del aire, no es más que un torso envuelto en una capa negra que parece no tocar el suelo y una cabeza, la figura carece de boca, y retuerce el cuello para mirar a su alrededor como un consumado depredador en busca de una presa. De espesas cejas y oscuros ojos penetrantes, el pálido rostro revela una naturaleza inhumana. Aunque sus facciones parecen tranquilas, incluso casi aburridas, la intensidad arde en sus ojos. Un aura palpable de poder apenas contenido crepita en el aire que le rodea. Varias figuras envueltas en túnicas se adelantan de entre las sombras, reuniéndose tras la primera, traen arrastras a Goratrix, el cual ha intentado escapar desesperadamente durante el caos del combate.

El monstruo mira a Goratrix, que se tambalea hacia atrás, quedando inmóvil. Con pánico en sus ojos, Goratrix susurra Tremere...

Los mortales incluyendo los ghouls y los caballeros que no han huido se postran ante el siniestro mago cuando éste les mira, cayendo después inconscientes. Por último, Tremere contempla al grupo, que se sienten como si un ácido les quemase por dentro. Pueden notar que su sangre se calienta hasta el punto de ebullición. Sobreponerse al miedo que causa la mirada del ser es una tarea titánica. Sienten como su piel se funde y gotea, y como sus huesos se rompen. El dolor se combina con el ardor en los oídos a causa del aumento de la presión y la licuefacción de sus ojos. Vomitan parte de la sangre de sus sistemas y se sienten aplastados bajo el peso de la mortalidad mientras caen, agonizando. Mientras sentís que abrirse vuestras cabezas y cómo rebusca en los pensamientos, recuerdos y secretos más profundos mientras  son arrancados en masa. Justo antes de morir en indescriptible agonía, cada uno siente el candente desprecio del Antediluviano por su débil existencia.

Cuando abren los ojos de nuevo, recuperando la consciencia, se dan cuenta de que no se han movido. Tremere se limita a mirarles, y todo lo que sienten es un dolor en la cabeza, como si sus pensamientos hubiesen sido examinados, desechados y vueltos a poner en su sitio.

Tremere hace un gesto a Goratrix, diciendo ¡Sígueme! Éste mira suplicante a los personajes y después se tambalea hacia adelante, forzado a obedecer. El maestro de los Usurpadores se vuelve de nuevo y mira por última vez; a continuación le da una orden a uno de sus acompañantes, un hombre rubio y más menudo. Pregúntales su precio, Etrius. Págales. Etrius se inclina ligeramente mientras su superior sale hacia la noche.

Con la marcha del gran mago desaparece el aura de miedo que bañaba la zona.

Etrius se queda atrás con unos pocos ghouls. Pregunta por el precio del trasporte de Goratrix. Javier Ruiz se adelanta y pide si puede grabar las runas de Zelios, Etrius se niega, diciendo que conocer el camino a la capilla significaría su muerte. Pero Javier Ruiz vuelve a insistir, el usurpador accede a aprender las runas y grabarlas personalmente en las murallas de Ceoris... siempre que su magia no suponga un peligro ni interfiera con las protecciones ya existentes.

Una vez alcanzado el acuerdo, Etrius abandona el pueblo con sus ghouls. Tras recorrer unos metros, se desvanecen en las sombras.

Cuando vuelve la calma al pueblo los personajes recuerdan el tesoro que guardaban los Caballeros Tetonicos. Nadie impide que lleguen a la habitación ocupada por los caballero e ella solo hay un cofre con refuerzos de hierro de aspecto bastante sólido, tras reventar los candados por la fuerza. Dentro hay una caja labrada algo más pequeña, con patas y bañada en oro. Figuras aladas decoran su parte superior, esta contiene varias tablillas de marfil con la misma escritura cuneiforme que se parecen a las vista en la clave del paso de Tyuta, aunque hay sutiles diferencias, y la traducción carece de sentido.

Al volver de su viaje a los Alpes, encontráis  una carta de Zelios aguardando vuestro regreso:

Saludos:

Espero que hayáis concluido satisfactoriamente vuestro asunto. Aunque sé que esperabais descansar tras el viaje, debo pediros un favor. Habréis notado que el tiempo empeora cada día. La tierra tiembla y temo que nuestras montañas se vengan abajo si esto no acaba pronto.

Creo que estos fenómenos se deben a los forcejeos de Kupala, que intenta frustrar nuestro planes de atarle. Aun queda un castillo por marcar, el del voivoda Tzimisce Vitila Basarab. Vacilo pediros que emprendáis de nuevo tan arduo viaje, pero debo hacerlo. El castillo esta en las montañas de Bihor, a algunas millas al norte de Alba Iulia. Cualquier lugareño podrá deciros como encontrarlo.

Aunque me ocuparía yo mismo, debo viajar con prontitud a Europa Occidental. Os pido que completéis por mí nuestra protección geomántica.

Id al castillo del voivoda y convencedle para que os permita grabar las runas. El fin de las lluvias mostrara que habéis tenido éxito.

 

Os lo pido por el bien de todos nosotros.

 

Zelios, Maestro Constructor.

 

El grupo se enfrentan otra vez a los caminos que cada vez están en peor estado, esta vez en dirección a Alba Iulia. Las instrucciones de los lugareños les llevarán a una estrecha senda de montaña, al final de la cual hay una fortaleza de numerosas torres, con una sola ventana iluminada, las demás están a oscuras. 

Al llamar a la puerta un retorcido ghoul, lleva una vela, y os conduce hasta la sala iluminada que se veía desde fuera. Hay un joven sentado en la sala, aparentemente un noble de acuerdo con sus ropas. Tiene el pelo rubio pálido y los ojos verdes. Levanta la mirada del pergamino que estaba leyendo cuando el ghoul hace pasar al grupo. Bienvenidos a mi hogar, dice, poniéndose en pie y acercándose a sus invitados. No suelo recibir visitas. Espero que no estéis decepcionados por el recibimiento. ¿Vosotros sois...? Deja que la pregunta flote en el aire. Rápidamente el grupo coge la indirecta presentándose dando a conocer su misión, que  vienen en busca de Vitila, el señor del castillo, para que les permita grabar unas runas de protección mientras le muestran la carta de Zelios.

El joven exhala un lamento, al parecer deprimido. Por desgracia, dice, mi sire Vintila no está ya con nosotros. Ahora so soy el amo. Es lamentable, pero su vitae era de la mejor. No he probado nada igual desde entonces. Los Cainitas actuales tienen tan mala crianza, tan poco... gusto..."

Manteniendo la distancia del grupo, dice Pobre abuelo, le devoré. Su sangre era de lo más puro, pero él era débil, tan débil..."

Pareciendo sacudirse la melancolía, Dragomir llama a su ghoul para explicarles que fue lo que paso. Entusiásticamente, hace que todos se sienten y que el ghoul encienda varias velas más. Cuando Dragomir les da la espalda por un momento, el ghoul se acerca a los personajes y les hace una señal para que le sigan la corriente; acto seguido, se tumba sobre una mesa como si durmiese. Dragomir se vuelve hacia los espectadores y dice Ahora debéis juzgar la verdad que vais a presenciar. Sed amables, pues tenemos muy pocos visitantes...

Dragomir se acerca al ghoul, inclinándose sobre él y acariciándole el pelo con ternura. Abuelo, llama suavemente, es la hora de cenar y tengo hambre. El ghoul no se mueve. Dragomir dirige una mirada implorante a los personajes, y después se vuelve hacia el ghoul. ¡Abuelo! Repite con más premura. El ghoul sigue quieto. ¡Debo alimentarme! casi grita el torturado Tzimisce. Tras decir esto salta sobre el ghoul, abriéndole la garganta. Rápidamente separan al ghoul de Dragomir.

Dragomir lanza una salvaje carcajada y después rompe a llorar, gimiendo Abuelo, abuelo... Pasados unos momentos, parece recobrarse. Ahora, dadme vuestra sincera opinión. ¿Había verdad en esto? El grupo evita dar una respuesta concluyente.

Finalmente Dragomir, da su permiso para grabar las runas. Les contempla mientras lo hacen, bajo una lluvia torrencial e infernales relámpagos. Al grabar la última runa, la lluvia disminuye y acaba por detenerse. Poco a poco, las nubes empiezan a abrirse. El viento afloja hasta convertirse en un murmullo, y el aire se calienta apreciablemente.

El cambio en Dragomir es igualmente milagroso. Frente a su distracción y frágil cordura, ahora se muestra centrado y atento. Los invita a pasar al interior, enviando al ghoul en busca de ropas limpias y secas. Una vez cambiados y secos, muestra un genuino interés en su conversación, resultando tener una amplia cultura. Dragomir es a la vez ingenioso y solícito, y ordena a su ghoul que abra varias habitaciones interiores y prepare las camas para que sus invitados puedan descansar durante el día.