Partida Rol por web

La tormenta de arena

II. Lo que se esconde entre la arena.

Cargando editor
01/10/2015, 09:39
Dr. Emelien Leblanc

Las afirmaciones del coronel Galindeu hacen que vuelva mi atención de nuevo a la tormenta.

No veo nada detrás de la tormenta, aunque quien sabe lo que debe haber más allá, quizá algún tipo de edificación. Más inexplicable me parece el hecho de que una tormenta que parece un fenómeno relacionado con el viento se muestre tan… estática.

Pero la reacción del teniente Lacroix me saca de mi ensimismamiento.

¿Retirada? Es cierto… la tormenta parece no moverse pero entonces ¿de qué huimos?

Opto por subir de nuevo al caballo a la espera de los acontecimientos. Mis pertenencias están bien aseguradas en cualquier caso.

- Deberíamos examinar el fenómeno más de cerca.

Me doy cuenta de que lo he dicho en voz alta cuando veo a algunos soldados girarse hacia mí, y me siento tentado de añadir alguna explicación, pero decido no hacerlo.

Cargando editor
06/10/2015, 12:48
Guardián

Los hombres de las primeras filas comenzaban a recular cuando lo inesperado sucedió. La pared de arena que se hallaba frente a la expedición, salió impelida con una violencia difícil de describir. A la vez que surcaba la superficie del desierto, rugía como si los mismos demonios del infierno se hubieran escapados de su celda de llamas eternas. Muchos de los hombres permanecieron erguidos con la mirada perdida ante aquel fenómeno extraño y sin explicación, otros, simplemente cayeron de rodillas ante el aluvión terrible que se avecinaba mientras entonaban una lacónica oración.

La tropa se desarboló presa del terror. Los soldados montados a caballo, dieron media vuelta a sus monturas y salieron cabalgando como almas que lleva el diablo. En su huida, atropellaron a varios de sus propios camaradas, dejándolos maltrechos sobre la tierra de aquel lugar abrasador. 

Aquel ejército, había sido derrotado por una fuerza desconocida y abrupta. Un poder primigenio sacado de un manuscrito prohibido.

Todo sucedió demasiado rápido. El contingente más avanzado fue engullido por la masa de polvo, mientras se desencadenaba un macabro coro de gritos de terror y dolor, pero aun así, la mayor parte de los hombres hacían esfuerzos titánicos por salir vivos de allí...

 

Notas de juego

NOTA GUARDIÁN: Empezamos a dar por saco. Todo el mundo tirada de cordura. 

Cargando editor
06/10/2015, 13:42
Jean-Baptiste Lacroix
- Tiradas (1)

Notas de juego

OOps! Fallo :( antes de escribir, espero que me digas la cordura que he perdido, no sea que este un poco loco...xD

Cargando editor
06/10/2015, 23:20
Abeillut Sadar

El horror se apoderó de Abeillut al ver aquella masa de arena avanzar hacia él y el resto de la armada. Sus quejas y temores quedaron ahogados por el aullido infernal de la bestia, y por el grito desgarrador de la masa de soldados que se retiraba ante la presencia de una fuerza que no podían comprender ni enfrentar. Nada quedaba en aquel instante de la humanidad, la racionalidad o la superstición siquiera, pues todos estos sentimientos habían sido sustituídos por la certeza de la muerte yla desesperación por vivir.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Vaya tirada xD.
 

Cargando editor
07/10/2015, 10:52
Dr. Emelien Leblanc

El inesperado suceso me llena de espanto, haciéndome olvidar el caballo, mi equipo y el mundo a mi alrededor. Tengo que huir, pero mis piernas no se mueven, y apenas soy capaz de hacer otra cosa que encogerme en el suelo como un ovillo. Siento ganas de gritar, y de pedir ayuda pero mi garganta parece estar llena de arena y seca como el desierto. Cierro los ojos, incapaz de enfrentarme a lo que está sucediendo.

- Tiradas (1)
Cargando editor
07/10/2015, 14:37
Dominique Vivant

De golpe la masa de arena se abalanza sobre nosotros, pero intento convencerme que aquello tiene una explicación racional. Un fenómeno atmosférico cambiante. Intento cubrirme el rostro lo mejor uq epuedo mientras espero que la ola de arena pase.

Solo es arena, Dominique, tápate o acabarás masticando arena una semana.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Racionalismo al poder!!

Cargando editor
07/10/2015, 14:34
Jean-Pierre Barraud

Todo sucedió en un instante: de pronto, la pared de polvo y arena se les vino encima con una súbita intensidad.
Los hombres intentaban huir despavoridos, tropezando los unos con los otros.

Barraud sintió como el miedo más atroz le atenazaba el alma y se encontró a sí mismo girándose sobre sus talones e indicando entre gritos e improperios a sus hombres que se retirasen.

- Tiradas (1)
Cargando editor
08/10/2015, 12:49
Guardián

Las arenas no tardaron en apresar al gran contingente de la armada francesa. La expedición, fue engullida por la nube polvorienta, mientras el ruido de hombres pidiendo clemencia y los llantos de terror, confluían como una obra de teatro satánica y perturbada. La oscuridad se hizo en un lacónico instante, propagada por la terrible tormenta de arena. 

Ya en el interior, resultaba difícil abrir los ojos, pero la inquietante sensación de que algo inhumano y extremadamente gargantuesco se movía entre las filas de aterrorizados hombres, obligaba a todo el que se hallaba en el vientre de aquel fenomeno a intentarlo una y otra vez. La gente corría y tropezaba cayendo al suelo. El griterío se mezclaba con la tos descontrolada de aquellos que aspiraban la arena. Muchos de esas personas morirían asfixiadas, pero poco se podía hacer sin poder ver. Las miles y miles de motas de polvo, impactaban a una velocidad endiablada contra los cuerpos, hincándose en la piel como si de una ducha de afiladas espinas o agujas se tratara. A los pocos segundos de estar en el interior de aquella terrible ventada, la piel escocía e incluso quemaba.

Por fin conseguís abrir los ojos, y entre un velo dorado o amarillento, producto quizás de la abundante niebla en movimiento, se puede apreciar como una masa informe de tentáculos titánicos, acecha a los hombres cegados, mientras los caza y los estruja. No existe nada conocido en la tierra similar a tan espantosa criatura. Su portentosa fuerza, le permite quebrar los cuerpos de aquellos pobres supervivientes que no habían muerto de pavor o ahogados en la turbulenta arena. 

Pensáis que sólo es producto de tan estresante situación, del calor o de la falta de aire puro, pero el ente ruge con un bramido brutal, escalofriante y demencial.

¡¿Cómo era posible que un ser de dicho calibre aguardara escondido en aquellas tierras baldías?! ¡¿De dónde procedía?! ¡¿Por qué quería destruirlos?! ¡¿Era tal vez un castigo divino?!

La monstruosa criatura prosiguió su avance, anunciado por el sonido de los huesos crujir, el gemido desconsolado del miedo en su expresión más primaria y el olor a muerte...

- Tiradas (10)

Notas de juego

NOTA GUARDIÁN: Seguimos interpretando. Luego me encargaré de revisar si alguno está loco, aunque creo que todavía no. Interpretar libremente...

PERSONAJE

P.VIDA

CORDURA

ESPECIAL

Jean-Baptiste Lacroix

11/11

73

 

Charles Duvalier

12/12

59

 

Abeillut Sadar

10/10

35

 

Emelien Leblanc

9/9

33

 

Eugène Descoteaux

10/10

71

 

Dominique vivant

11/11

49

 

Jean-Pierre Barraud

15/15

78

 

Cargando editor
08/10/2015, 20:35
Jean-Baptiste Lacroix

El teniente estaba ordenando a los dragones retroceder como le había dicho el general, cuando de repente el caos se desata. La tormenta estática empieza a moverse a una velocidad endiablada y en un momento los rodea. El ejercito se descontrola los dragones empiezan a retroceder, algunos pasando por encima de la gente que va a pie, sin miramientos. Que hacéis!?!? Aaron mantén a la tropa unida!... Bastian! No deje... de repente se atraganta, la arena empieza a golpearles por todos los lados. Merde! Poniéndose el pañuelo en la boca, se da cuenta de que es imposible organizar a las tropas...el ejercito esta en desbandada... Y entonces de la nada empiezan a salir tentáculos aplastando a los soldados que tiene delante como si fueran de papel...que es...ESO!?!?!?! El impacto es fuerte, pero de momento, el teniente consigue reponerse.

Gerrard! Es lo único que puede pronunciar a su soldado más fiel, que se mantiene a su lado. Le golpea en el hombro y le hace señales para que le siga. Mi principal misión era mantener a los civiles a salvo no? Pues vamos a por ellos...si es que aun queda alguno con vida.

Espoleando el caballo, Lacroix y Gerrard empiezan a cabalgar hacia donde estaban el grupo de civiles.

Notas de juego

Luego me encargaré de revisar si alguno está loco, aunque creo que todavía no. 

Pues por ahí hay algunos que han perdido 5 o más puntos de cordura... 

Cargando editor
08/10/2015, 20:59
Guardián

Notas de juego

NOTA DM: Ya ha sido revisado... Esas tiradillas de IDEA para Dr. Leblanc, Abeillut y Padre Descoteaux... Es mejor que la falléis.

Cargando editor
08/10/2015, 21:08
Dominique Vivant

En un primer momento es imposible ver nada. La arena quema con su roce y todo es confusión. Los soldados gritan, todo es un caos... Y cuando parece que es posible destaparse para poder respirar, como si fuera un respiro en medio de la tormenta, asomo la cabeza y veo algo imposible. Una cosa imposible. Una especie de pulpo gigante en medio del desierto.

Me vuelvo a tapar con la ropa para no seguir viendo algo que no puede existir.

Esto debe ser producto de mi imaginación. Ha de ser eso. El calor, la excitación... Sí, claro.

Aunque por precaución sigo sin mirar, ignorando que esa cosa está matando a soldados. Como si al taparme dejara de existir.

Cargando editor
08/10/2015, 22:27
Dr. Emelien Leblanc

Me limpio la arena de los ojos mientras escucho los gemidos más o menos ahogados a mi alrededor. Pero volver a ver solo sirve para horrorizarme aun mas. Siento ganas de tirarme al suelo, de gritar, pero sigo un impulso distinto. Por primera vez en mi vida ignoro las peticiones de auxilio a mi alrededor, incapaz de pensar en otra cosa que alejarme de este lugar tan rápido como pueda.

Corro. Corro tan rápido como puedo. Abandono mi maletín y no miro atrás, corriendo prácticamente a ciegas, incapaz de pensar con claridad.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Pues yo no he fallado.... :-/

Cargando editor
09/10/2015, 12:04
Eugène Descoteaux

El padre Descoteaux contempló horrorizado la tormenta de arena que engullía a las tropas galas y tratando de retroceder caminando hacia atrás cayó de espaldas al suelo y rebuscó rápidamente en su zurrón hasta que extrajo de él un libro grueso de tapas negras y con la cruz dorada gravada en su portada, sin duda se debía tratar de la biblia. Aferrado al sagrado libro del cristianismo alzandolo como si le sirviera de escudo mientras recitaba oraciones en latín el clérigo se incorporaba tratando de trepar hasta el lado opuesto a la tormenta de arena, movido por la locura y el miedo. 

- Tiradas (1)

Notas de juego

Idea he sacado 63, así que la fallo ya que tengo 55 (lo he puesto en modificador sin querer)

Cargando editor
09/10/2015, 16:18
Jean-Pierre Barraud

La columna de hombres se vio inmersa en el interior de la nube de arena. Barraud trató de taparse la boca con el pañuelo, pero de nada sirvió. Los pulmones le ardían con cada bocanada de aire que inhalaba. Pero la falta de oxígeno no fue lo peor que experimentó; entre el polvo levantado, pudo entrever una enorme amalgama de tentáculos de terrible aspecto. Al principio atribuyó la visión al sobresalto sufrido al ver que la tormenta se les echaba encima, o incluso al hecho de haber estado caminando bajo el abrasador sol durante la treavesía.
No obstante, la informe aglomeración de extremidades se abatió sobre algunos de los hombres que allí se encontraban, destrozándolos.
Con el terror reflejado en sus ojos, Jean-Pierre corrió despavorido siguiendo a los hombres de su regimiento, intentando hallar una salida de aquel infierno de arena.

Cargando editor
10/10/2015, 12:00
Abeillut Sadar

¿Qué era aquella criatura inmensa? ¿Qué prodigio del inframundo había salido al encuentro de la compañía napoleónica para arrasarla y dispersarla para siempre? La mente de Abeillut volaba y se retorcía, tratando de resistir la irracionalidad que la invadía, luchando por evitar partirse en dos y dispersarse por los ríos de la locura. Algo parecía cobrar sentido, por irracional que pudiera parecer, debajo de toda aquella imposibilidad. Mientras el bereber se cubría el rostro y la arena le golpeaba, mientras los hombres morían ahogados a su alrededor o aplastados por aquella inmensidad, una conjunción de pensamientos tomaba forma en su mente. O quizá simplemente la locura...

- Tiradas (1)

Notas de juego

Pues la paso xD. Ya me dirás.

Cargando editor
13/10/2015, 12:13
Guardián

La situación no tenía visos de mejorar. Aquella criatura era la misma expresión de un terror desaforado y sin control. La arena giraba alrededor de ella, mientras todos se teñía de ciertos tonos gualdos. Los rugidos, aterradores sin duda, se sucedían como si intentara comunicarse con todos aquellos desafortunados parias que estaban allí y se disponían a morir estrujados entre sus tentáculos plagados de miríadas de apéndices oculares. 

Tras rato luchando contra aquella fuerza inquebrantable, la energía de los que se hallaban en aquel epicentro de furia terrible comenzó a mermar. La criatura seguía avanzando hacia ellos sin descanso, aunque lentamente. La vista pareció acomodarse al remolino de arena que oscilaba alrededor de tan pavoroso ser, dejando entrever un detalle tan imposible como desgarrador...

La arena sobre la que se aposentaba dicho ente, circulaba de forma concéntrica alrededor de aquel monstruo, gravando en la tierra un conjunto de esferas similares a planetas, estrellas y lunas... ¡realmente terrorífico!

Finalmente, el ambiente en dicha nube se hizo irrespirable y uno a uno, fuisteis perdiendo la consciencia. Un velo de oscuridad se ciñió sobre cada uno de vosotros en lo que parecía ser los últimos instantes de vuestras vidas. Aquella criatura increíble estaba ya demasiado cerca...

...............

 

Despertáis tirados sobre las arenas del desierto. Por suerte o azar, despertáis de aquella terrible pesadilla. Quizás todo fuera un sueño, pero... ¡¿Dónde está el resto de la expedición?!...

Poco a poco, el ruido de voces de otros supervivientes resuena en la explanada de tierra arenosa. Con trabajo, otros miembros de la columna emergen de la arena, dejando a la vista los cuerpos sin vida de muchos otros soldados que no tuvieron tanta suerte. El rostro de los muertos se muestra descompuesto por una fascies de dolor y miedo. Sus mandíbulas parecen desencajadas, mientras que su mirada de ojos hinchados y rojizos indican el inimaginable horror que vivieron en su último suspiro.

De la magnífica expedición sólo quedaban unas cuantas personas: Duvalier, Vivant, Leblanc, Lacroix, Barraud, Descoteaux y Abeillut, Galindeau y Van Haal...

El resto estaban o muertos... o desaparecidos.

- Tiradas (2)

Notas de juego

NOTA GUARDIÁN: Los que hayan sacado la tirada de idea, estarán histéricos durante 29 rounds de combate. Actualmente no computarán porque no hay combate. Pierden un punto en su Cordura máxima y ganan un 1% en Mitos de Cthulhu.

¡¡Seguimos!!

Cargando editor
14/10/2015, 10:52
Jean-Pierre Barraud

Barraud boqueaba desesperadamente en busca de oxígeno, pero en el interior de la nube de polvo no quedaba aire, tan sólo había angustia. Los pulmones le ardían, y de repente, todo fue oscuridad; una agradable oscuridad que venía a alejar todos los males y penurias de una vida colmada de dolor.

No obstante, la vida floreció de nuevo en él y despertó aturdido en mitad del abrasador desierto.
No sin cierta dificultad se puso en pie y pudo comprobar cómo el suelo estaba sembrado de cuerpos inertes, todos ellos con un terrorífico rictus impreso en el rostro.

Poco a poco, pudo ver cómo otros daban también señales de vida y comenzaban a su vez a levantarse. Jean-Pierre pudo contar menos de una decena de hombres...entre cientos.
Las sienes le martilleaban provocándole un agudo dolor, y de pronto, el recuerdo de lo vivido acudió a su mente como un flash de lacerante inspiración. ¿Qué demonios era aquello que habitaba en el interior de la tormenta? ¿Había sido aquello lo que había acabado con la vida de sus camaradas?

Entre la multitud vislumbró cómo entre los que seguían con vida se encontraba el doctor Leblanc. Sin saber bien por qué, este hecho le alegró en gran medida. Era la única persona con la que había compartido más de dos palabras seguidas con cierta coherencia. Con paso vacilante, se aproximó a su posición para interesarse por el estado del buen galeno.

Mientras avanzaba, se percató de que ni siquiera había tenido un pensamiento para el Coronel o incluso para el General. Se suponía que su obligación primera era para con los mandos superiores. Sin embargo, descubrió que la suerte que hubiese corrido Duvaquel no le importaba en absoluto. Con una leve sonrisa dibujándose en sus labios pensó que aún quedaba un resquicio de humanidad en su corazón, que no era del todo una marioneta...

Cargando editor
15/10/2015, 07:15
Dr. Emelien Leblanc

Abro los ojos y se me llenan de azul celeste, y tardo un instante en darme cuenta de que estoy tendido en la arena. Cierro los ojos un instante, y con leves movimientos compruebo si tengo algo roto, pero apenas comienzo a hacerlo el horror de lo ocurrido vuelve a mi mente en forma de terribles imágenes, y los vuelvo a abrir con espanto.

Entonces veo a Barraud de pie, acercándose, y el espanto desaparece para dejar paso a una sensación de inmenso alivio y alegría. Esta vivo.

- Jean-Pierre - las palabras salen de mi garganta con un tono agudo. Toso varias veces expulsando la arena de mi garganta mientras trato de levantarme confiando en que no haya nada roto. - ¿Estás bien? ¿Qué ha ocurrido?

Las palabras brotan de mi boca atolondradas, y para cuando me doy cuenta de mi falta de decoro ya es tarde para arreglarlo.

Cargando editor
15/10/2015, 14:51
Dominique Vivant

Despierto... La quietud reinante contrasta con... Con algo frenético, imposible, que mi mente se resiste a recordar. Sí, recuerdo, pero no quiero recordar. Aquello no puede ser más que producto de un estado de conciencia alterado. Una alucinación. No puede haber pasado de verdad. No existen los monstruos.

Miro a mi alrededor y todo está sembrado de cadáveres... Y débiles voces de los que despiertan de esta pesadilla. Observo el reencuentro de Barraud y el doctor.

Ya no tendrá que preocuparse por la peste.

Es el extraño pensamiento que cruza por mi mente. Un pensamiento absurdo si se tiene en cuenta lo vivido.

¿Qué te pasa, Dominique? Estás loco... No, no estás loco.

Me incorporo y me sacudo la arena de mis ropas, de mi pelo.

Asco de arena...

Recojo mis enseres, sin saber muy bien que hacer, por lo que al final me decido por acercarme a los dos expedicionarios que veo en "plenas" facultades.

 

Cargando editor
15/10/2015, 21:53
Jean-Pierre Barraud

Tambaleándose por la debilidad que aún sentía en su cuerpo y por el cúmulo de sensaciones que se agitaban en su cabeza, Barraud llegó hasta la posición de Leblanc, quien quiso interesarse por su estado.
- No voy a mentirle -sonrió - He estado mejor. ¿Y usted, se encuentra bien?
Jean-Pierre miró a su alrededor contemplando la inmensidad del mar de arena con todos aquellos cuerpos destrozados. Era terrible pensar que la gran mayoría de vidas se habían perdido en tan sólo unos momentos.
- No sé qué ha pasado. Ni siquiera sé si quiero pensar en ello, ha sido espantoso. De momento debemos ayudar a los que aún conservan la vida. Si me lo permite, le ayudaré a auxiliarles. Usted sabrá qué hacer.

El joven buscaba con la mirada a aquellos que parecían moverse. Cuando divisó al primero, le hizo una seña al doctor para que se aproximara. Pero antes de ponerse en marcha, le puso una mano en el hombro y añadió: - Me alegro de verle con vida, de verdad.