Partida Rol por web

Borgar se baja de un trago la mitad de su jarra mientras espera a que la Isolda termine su arenga.

-A ver, a ver. No nos precipitemos-responde intentando poner freno al entusiasmo de la joven-Me parece bien intentar averiguar qué ha pasado con Garm, pero yo estaba pensando más bien en ir a hablar con las autoridades locales que en asaltar la prisión. Al menos, de momento. Si la ocasión lo merece, no tendré reparo en echar mano de mi hacha, pero aconsejo mesura, no nos vayamos a meter a lo loco en algo de lo que luego podamos arrepentirnos. 

Había estado atento a una conversación que estaba teniendo lugar en una mesa cercana, una conversación ciertamente curiosa, al parecer deseaban juntar un grupo para salvar al viejo Garm, una idea interesante sin duda pero con sus contras por lo que decidió, sin que nadie le invitara unirse a la conversación levantándose y dirigiéndose hacia la mesa ajena —No he podido evitar escuchar vuestra conversación mis señores… y señora— Dijo con esa falsa educación que le tocaba usar en casos como aquellos —En primer lugar ¿Realmente creéis que es sabio discutir un tema tan… Peliagudo en un lugar como éste? Podrían haber guardias escuchándoos, o gente peor— Dijo para acomodarse en la silla.

Miró una a una la cara de todos los miembros de aquella mesa a la que se había auto invitado, ciertamente le daba igual lo que pensaran de sus modales, después de todo lo vivido no estaba para preocuparse de si sus modales eran o no los correctos —¿Y realmente creéis que vale la pena liberarle por la fuerza? Me explico, se convertiría en un fugitivo y, en caso de volver a atraparlo, se le castigaría con la muerte, y más si han muerto guardias en el proceso— Dijo volviendo a mirar a sus compañeros  —Creo que deberíamos investigar la historia que contaba antes de su muerte— Propuso ocultando una media sonrisa —Si le han arrestado por esta historia debe ser por alguna razón, quizás fuera real, quizás haya molestado a alguien poderoso que pueda tener control sobre la guardia, quizás si resolvemos ese enigma la liberación de Garm venga por sí sola— Sus compañeros parecían prometedores, valientes y buenos luchadores ¿Lo eran de verdad?

Cuando el halfling oyó el nombre del Viejo Garm en boca de la desconocida dama, tragó saliva y se acercó a la barra buscando a Tom. 

—¿Qué es eso de que vayan a ir en auxilio del viejo? —se cuestionaba mirando las embobadas caras de los que atendían a las palabras y a la lascivia que lsolda de Calerianne provocaba en la gentuza que poblaba "La Sirena"— ¿Hidalgos? ¡Meh! ¿de dónde se habrá escapado esta? Y para terminar de arreglar la noche: anda por aquí ese ladino de Vnakar. Aquí huele a reunión en la entreplanta... ¡con lo que me gusta subir y bajar por esas carcomidas escaleruchas!

—Señor Bragantes —le chistó al patrón de la taberna para que bajase su oreja hasta su afilada lengua—, ¿sacamos las antorchas y las horquetas de la despensa ya, o esperamos a que la turba nos hunda "la nave"?

-No, no y no. Nada de liberarlo por la fuerza, salvo que no quede otro remedio-replicó el enano ante la insistencia de Drake-.

-Respecto a si es el lugar adecuado para hablar de este tema, dudo que haya en todo el pueblo mejor lugar que este para ello. Éste era el hogar del viejo Garm. Aquí todo el mundo lo aprecia y lamenta lo que está pasando. Y en cuanto a la guadia, olvídalo. Nunca se acercarían por aquí y si así fuese, los reconoceríamos. Este pueblo es lo suficientemente pequeño como para pasar desapercibido.

La muchacha se detuvo en su perorata al fijarse en la expresión de Borgar, con la horrible sensación de que lo estaba haciendo rematadamente mal. Miró en su derredor a su improvisada audicencia mientras su ánimo volvía a marchas forzadas a la realidad, y al punto los colores se le subieron aún más a las mejillas cuando cayó en la cuenta del ridículo que estaba haciendo. Eres tonta Isolda, siempre lo has sido, no tienes un ápice de sentido común, siempre lo decía madre y tenía razón, no soy un general arengando a la tropa y este no es el salón de un castillo dónde se reunen nobles caballeros, ¿pero, qué  me pasa?

Se mantuvo silenciosa y tensa durante un interminable segundo, pensando como podría salir del atolladero dónde se había metido. Sin duda Borgar tenía razón, se había dejado llevar por el exceso de entusiasmo: ¿Es que nunca aprenderé?, y además...¿de veras creen que quiero asaltar la cércel?...cielos, solo quiero presentar una queja al burgomaestre...¿porqué seré tan metepatas?...me siento mareada....

- Caballeros....señores marineros y soldados.... - con la angustia fluyendo por su mente como un veneno líquido fluye por el organismo, sentía que las palabras huían de su mente - yo solo... - Miró al suelo insegura temerosa de que las lágrimas afluyeran a sus ojos: Isolda, arriba, eres ua doncella guerrera, eres la hija de Atreo, no puedes echarte a llorar en público como una muchacha asustada...- clientes de la Sirena Alegre, solo quiero deciros...que el que quiera acompañarnos, debe saber...solo esto, que somos gente honrada y perseguimos un fin noble, que expondremos nustras quejas justa y honorablemente, pero....hay un camino, un camino seguramente peligroso que se abre ante nosotros, quizá nuestros pasos nos lleven al peligro, ¿no habrá un solo compañero que camine a nuestro lado?....

Finalmente, terminado su discurso se bajó de la silla con cuidado sin apenas mirar a nadie y sintiéndose totalmente estúpida. Pudo espiar momentáneamente a los dos hombres que se habían unido a la mesa de Borgar y Leon y pensó para sus adentros: vaya, al menos he logrado llamar la atención de esos dos, quizá ellos quieran ayudarnos. Y, echando un último vistazo al guerrero de la barra, inició la marcha de regreso a su mesa.

-¿de dónde salió esta muchacha? está para encerrarla...espero que hayan sido unas pintas de más.- Se le veía perplejo y atónito mientras la señorita en un arranque de heroísmo desmedido soltaba tal perogrullada. 

-Y yo que pensaba que ésta sería una mesa "normal".-

Aún atolondrado por tal verborrea y pasados unos segundos. - No sé exactamente en qué andan metidos, ¿un torreón en un pantano? ¿un mal acechando? ¿un asalto a la cárcel?, sea cuál sea el cometido,siempre en aras del bien y la luz, mi espada estará a vuestro lado. Eso sí, no duden ustedes que, si en algún momento se desvían del lado luminoso, no temblaré en ajusticiarles.-

- Por cierto jóvenes, como bien dice Borgar, el uso de la fuerza y las armas debe quedar como último recurso- dijo mientras cogía su jarra de hidromiel y la acercaba al enano, esperando lo mismo de él a modo de brindis.

Señora somos espadas de alquiler no entendemos de honor ni de linajes, más he oído que seremos bien pagados es vos hija de un capitán, contad con mi espada...

Uno de los capitanes que estaba sentado en una mesa junto a cinco marineros se levanta.

Parece vos un juglar más que una guerrera, os atrevéis a venir a nuestra taberna a alistar a soldados para una noble causa y seguir las leyes que han metido en barrotes a un hombre bueno y compañero nuestro. Escupe al suelo.

Iremos a la cárcel y mataremos a aquellos que se interpongan en nuestro camino, y empezaremos matando a todos aquellos que estén a favor de la ley en esta posada empezando por ti. 

Ves como desenvaina su cimitarra y te señala llevando una armadura de cuero como protección, a su vez los cinco marineros con las mismas armas y armaduras se levantan y sacan sus cimitarras mirando con ojos asesinos.

El otro capitán sentado en otra mesa con otros cinco marineros os mira.

No intervendremos si vemos que es una lucha justa seis contra seis, si vemos que atacáis más entonces también será nuestra guerra.

Desenvaina también su cimitarra llevando una armadura de cuero lo mismo hacen los cinco marineros.

Los clientes de la sirena salen corriendo de la posada, pronto veis que la oratoria de Isolda ha dado su resultado los cinco soldados desenfundan sus armas esperando la orden de Isolda.

Os da tiempo a todos de levantaros y blandir vuestras armas y escudos mientras veis el local que se va vaciando quedando sólo vosotros y los marineros. 

Drildoc ésto es una locura si salen de aquí  para acometer tales fechorías nos cerrarán la taberna, debemos de impedirlo.

Salgo corriendo hacia la barra...

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Borgar echó mano de su hacha y su escudo y se puso en guardia, expectante. 

-¡Henry, deja de hacer el idiota!Realmente quieres morir hoy aquí?

El enano no cabe en sí de asombro.

La situación se vuelve tensa por momentos, Isolda siente el corazón acelerarse y la adrenalida fluir a borbotones, el miedo se une a la rabia que provoca la hostilidad. La muchacha respira hondo tratando de controlar la respiración y entrar en un estado de calma controlada. Mira a un lado y a otro viendo a los soldados que se han ofrecido a ayudarla.

Da un paso al frente mirando a ambos lados llama a sus nuevos compañeros:

- ¡Rowyn!, ¡soldados!, ¡a mi!, ¡formad en línea a mi lado! - dice señalando a ambos lados mientras empuña la lanza y embraza el escudo - formad una empavesada los que tengáis escudo, los que no lo tengáis manteneos en reserva en segunda línea. ¡Por los dioses, no os separéis, cubríos unos a otros!- Supongo que estos hombres sabrán como formar una línea de combate básica.

Entonces da un paso al frente colocándose por delante de sus compañeros e interpela a sus agresores en estos términos: - ¡Capitán Every!, detened esta locura, permitid que intente deshacer este entuerto a mi manera. No os olvidéis de esta acción solo puede conducir a un sacrificio estéril. Sin duda sois hombres valientes, no desperdiciéis vuestras vidas en una pendencia absurda. - mientras habla piensa: No puedo creer que esté ocurriendo esto, ¿qué les pasa a estos?, yo solo quiero ayudar, ¿de dónde procede este odio?.

- Os lo advierto, no consentiré ningún derramamiento de sangre, os ruego que no me desafiéis. Por favor, solo quiero ayudar a un hombre honrado prescindiendo de la violencia.

Mientras habla mira a Every directamente a los ojos intentando mostrarse conciliadora.

- Mas os lo advierto, si pretendéis seguir adelante, sabed que no consentiré que esparzáis el caos por esta noble villa, ni que useis la violencia contra hombres inocentes como los guardias que custodian la prisión, que solo cumplen con su obligación...¿queréis mancharos las manos con la sangre de hombres honrados?, ¿hombres como vosotros, simples trabajadores?...y vos capitán Black Bart...¿pensáis apoyar esta locura? si estos hombres persisten en su actitud será una carnicería y muchos de vuestros hombres no vovlerán al barco, ¿como gobernaréis vuestro navío en estas condiciones, cómo podréis salir a la mar a hacer fortuna?

- Os propongo una cosa, si no logró mi propósito volveré aquí a daros cuenta de mi intento y entonces, si queréis, lucharemos y que los Cielos imparciales juzguen quien debe vencer y quien debe morir, pero....si no obstante os empeñais en luchar......

- Entonces ven, Capitán Every, ven - Exclamó con voz potente mientras entraba en guardia, el escudo embrazado frente a ella, el pie derecho retrasado, el pie izquierdo alineado con el cuerpo en dirección al enemigo, el cuerpo perfilado y las piernas ligeramente flexionadas, con la punta de la lanza asomando fieramente desde el escudo - ven y comprueba tu mismo si soy un juglar, que mi lanza tiene unas canciones estupendas que quiere cantarte - su rostro habia adoptado un rictus feroz abandonada toda expresión de dulzura y con una siniestra sonrisa en los labios y un brillo audaz en los ojos que imponía respeto

- ¡Rowyn, soldados, esperad a mi orden para atacar!, no estará de más abreviar la vida de esos perros, pero prefiero que la sangre no corra si no es imprescindible.

- ¡eh, tú, rata inmunda! no hables así a la señorita y no hagas de esto un derramamiento de sangre inútil. Aquí nadie va a ir a matar guardias, ni a gente inocente. El viejo saldrá de ésta, en cuanto demostremos que todo fue un error. - le dije a Henry mientras me ponía de pie y echaba mano a mi espada para estar prevenido ante cualquier inminente ataque.

—¿Nos cerrarán? —meditó el halfling acerca de lo que le había asegurado Tom Bragantes—¡Ahora también es mía "La Sirena"...!

Viendo cómo el ambiente empieza a caldearse, Drildoc coincide con su jefe y ve con buenos ojos el refugiarse acurrucado tras la barra, por lo que, a cuatro patas pone pies en polvorosa hacia allí.

Mira a Isolda te cortaré esa lengua y se la daré de comer a los puercos *sonrisa* después mira a Borgar y a Edrik ¡hacerlos callar muchachos! Me acerco al clérigo y lo ataco bloqueando su movimiento hacia abajo.

Pirata 1 se dirige a Edrik y lo ataca.

Pirata 2 se dirige a Borgar y lo ataca bloqueando su movimiento hacia fuera.

Soldado 1: se mueve hacia abajo entorpeciendo el paso por ese lado.