Partida Rol por web

Parece q son objecto magicos. Deberia estudiarlos mas profundamente...

Aunque intentas  descubrir que es lo que realmente hacen dichos objetos, poco mas sabes de que son mágicos. Lo cierto es que cada uno de ellos , tanto las armas como las armaduras tienen pinta de ser objetos comunes dentro del mundo mágico. Usados por héroes de antaño y en otros tiempo pero que mantienen su  aspecto indemne.

El silencio se vuelve apoderar de la sala donde los aventureros descansan, aunque se rompe de vez en cuando con algún irreconocible sonido , casi inaudible. Mientras Jerra inspecciona meticulosamente los objetos encontrados en los baúles, el resto de compañeros descansan e intentan recuperar el aliento después de esta pelea con los kobolds.

Los aventureros  solo intercambian miradas. Clevor  descansa en un rincón después de ver cerca la muerte, mientras  su compañero wilden se lame las heridas y se desclava las pocas flechas que aún pendían en su armadura. Tormenta  se mantiene alerta,  sin perder de vista las escaleras por donde había escapado el ultimo kobold. Shana por su parte tambien descansa un poco mas aliviada que el resto de sus compañeros.

Alumbrados por un fuego  encendido por el druida, los aventureros descansan en una de las esquinas de la habitación, cercana a las escaleras y prudentemente a cubierto.

Poco a poco por las rendijas de la pared el cielo nocturno se hace poco a poco mas claro, la ventisca y el frío nocturno dejan paso al rocío de la madrugada. Se escuchan a lo lejos el piar de los pájaros despertándose para comenzar un nuevo día....

Por extraño que pareciese,  del piso superior apenas llegaban ruidos o sonidos, como si  los asaltantes kobolds hubiesen desaparecido...

Me pongo en pie, reconfortada tras el descanso y bastante aliviada. El sonido de los pájaros hace olvidarme por un momento de las dificultades que hemos sufrido en las últimas horas, pero rápidamente vuelvo a ponerme alerta.

- Bueno compañeros, es el momento de subir ahí arriba y machacar a los kobolds que sigan con vida. Vayamos con cuidado para no caer en más trampas.

Clevor había descansado con siestas cortas, trataba de dormir continuado pero el entrenamiento recibido sobre descansar en zona de guerra lo mantenía siempre alerta y con la mano sujeta a su espada. Ya estaba acostumbrado a dormir con la armadura de escamas durante varios días seguidos, por lo que no se tomó el trabajo de quitársela. Entre sueños le seguía dando vueltas al misterio de quién controlaría a los Kobolds que pululaban por la torre. Estaban bien armados y contaban con trampas mágicas que ya habían usado con efecto devastador sobre su cuerpo.

Sentado junto a la fogata calentaba los músculos y masticaba la ración de carne seca y algo de pan duro con especias. Estiraba sus miembros lentamente mientras comprobaba las correas de su armadura. Cuando esto termine tengo que pasar por un buen herrero...

Cuando hubo llegado el día la voz de Shana le dio ánimos e hizo que se pusiera de pie inmediatamente.

Bien dicho Shana, hay que terminar este asunto de liberar la torre. Adelante.

Cogió el espadón que habían sacado del cofre y se lo cruzó en la espalda, aprestó su escudo y fiel espada y se dirigió a la escalera por donde había huido el único kobold superviviente de la última batalla.

Con el baston en mano, comienza a seguir a Clevor...

El druida   se apresuró a adelantarse a su compañero humano para revisar las escaleras no sin antes llevarse a su mochila  la gema de color rojo. olisqueó la madera de la estructura, revisó con sus  manos el pasamanos, y los primeros escalones,levanto la vista para  intentar ver algo extraño en la penumbra. Finalmente anunció al resto de sus compañeros:

- Por lo que parece,las escaleras están libres de trampas .y no parece que al final de ellas nos esperen acechantes los kobolds.-

Acto seguido, Tormenta  se metamorfoseo en una  ágil pantera de color azabache que con sus ojos expresivos,hacia señas para seguir avanzando...

Kettenbar también había dormitado levemente mientras el resto de sus compañeros recuperaban las fuerzas,pero cuando sus compañeros comenzaron a moverse el fue el ultimo en hacerlo. Mientras observaba como  sus compañeros se abalanzaban a las escaleras el por su parte recogió con parsimonia la poción curativa del baúl así como la armadura completa. La miro detenidamente durante un largo rato, mientras Tormenta anunciaba  que el camino estaba libre de trampas y sorpresas.

Finalmente, con cierta dificultad, el wilden se coloco la armadura dejando la suya en el suelo. Extrañamente no la sintió pesada e incluso le parecía mas manejable. Cuando  el resto de sus compañeros comenzaron a moverse, Kettenbar   se colocó su escudo en su brazo izquierdo y avanzó hasta las escaleras.

Después de un descanso merecido, le grupo de aventureros comenzó a subir las escaleras, después de que el druida la inspeccionara de manera meticulosa. El primero en subirlas fue Kettenbar lleno de confianza tanto por las palabras de su compañero druida como la nueva armadura que tenia sobre su cuerpo.

La luz del día se colaba por las rendijas dibujando un extraño  panal luminoso en el suelo de la habitación , que permitía ver con mas claridad. Al cabo de unos cuantos peldaños , Tormenta, transformado en una sigilosa pantera siguo con pasos cautos a su compañero wilden. Este ultimo, cuando llego a la mitad de las escaleras y la penumbra le ocultaba en parte, giró su mirada hacia atrás y gesticuló para que el resto avanzase....

Tanto Clevor como Jerra  se acercaron a las escaleras y, después de ver como sus compañeros  se aventuraban a subirlas, poco tardaron a seguirles. Así mismo, lo hizo Shana...

Clevor notó como sus compañeros estaban más enérgicos y decididos, no lo demostró de ninguna forma, pero eso le daba mayores esperanzas. Trató de acelerar el paso para subir a la par de Kettembar mientras hacía planes para posibles tácticas en caso de algún nuevo combate o emboscada. Sus pasos sonaban pesados y metálicos en la escalera y su rostro parecía tallado en piedra y extremadamente concentrado.

Uno a uno con pasos firmes y seguros, los aventureros que habían llegado  a la torre para liberarla de una infestación de Kobolds, iban subiendo al segundo piso de  la nombrada torre. Al llegar  todos vieron un amplio pasillo  con una magestuosa  alfombra en el suelo de un color rojizo y ribeteada con  hilo dorado. las paredes parecían tener mucho mejor aspecto que las del primer piso,mas limpias, lisas  y sin rendijas por donde  se colase los primeros rayos de sol de la mañana. En lugar de esas rendijas tan poco estéticas, unos ventanucos en los mas alto de la pared dejaban pasar  la luz del sol. De repente, al fondo del pasillo, escucharon varios gruñidos y silbidos. estaba claro que aquel Kobold que había huido ,había alertado al resto de sus congéneres para defender  el botín reunido en la torre.

Los aventureros consiguieron ver en la penumbra a cuatro kobolds que se apresuraban a  tensar sus arcos. estas alimañas parecían defender una puerta de madera blanca que estaba cerrada y, supuestamente; algo de gran valor se ocultaba detrás de ella....

Clevor estaba preparado para un nuevo enfrentamiento, su cuerpo descansado se lo pedía, era una cuestión de hábitos. En el momento que avistaron a los goblins esperándolos en formación de batalla, supo que esta vez el asunto iría a favor de su grupo. Era el tipo de intuición que había cultivado luego de tantos años de afinar sus habilidades entre los suyos.

Debemos avanzar y no permitir que el ataque a distancia de las criaturas nos provoque tantos estragos como antes. Esta vez no nos han emboscado y estamos todos. Kettembar será nuestra cuña para romper su formación.

Flexionó sus miembros inferiores y sintió el acero forjado sobre la ropa acolchada que cubría su cuerpo curtido, el dulce morder de los pesados ropajes de guerra, eso lo animó y le adelantaba parte de la exitación que estaba llegando. Pronto su acero probaría nuevamente carne Kobold. Kettembar, avanza raudamente hacia los arqueros y no les permitas acosarnos con sus flechas... susurró a su compañero, dándole ánimo e indicaciones.

Antes de comenzar nuestra ascensión al segundo piso de la torre, tomé la armadura de pieles y me la coloqué. Una vez preparada, avancé junto a mis compañeros y llegamos al piso de arriba. A lo lejos podíamos observar las siluetas y los gruñidos de varios kobolds. Esta vez os hemos pillado! pienso al verlos.

El wilden como un acto reflejo  adelantó su escudo en cuanto vio a los kobolds preparándose para la inminente batalla. Enarboló su espada y adelantó su pie derecho para saltar al combate, justo en el momento en el que Clevor le indicaba la estrategia a seguir.

La respuesta del wilden fue un meneo de cabeza asintiendo  a las sugerencias del humano....

En su forma felina, Tormenta avanzó a la par de su compañero wilden, gruñendo  de forma intimidatoria hacia los kobolds. Su  oído agudizado escucho el susurro de Clevor  que anunciaba a Kettenbar la estrategia a seguir.

Quien se hubiese fijado en el rostro de la oscura pantera se daría cuenta de que el felino esbozaba una sonrisa mientras desaparecía entre las sombras....

La maga genasi   se puso en guardia rápidamente al ver a los kobolds y observar que sus compañeros no habían caído en una nueva encerrona. Apretó el nuevo bastón en sus manos y comenzó a susurrar sortilegios  para disponer de ellos en la inminente batalla...

Una vez mas, aunque esta vez los aventureros no habían caído en la emboscada, los kobolds habían reaccionado antes que ellos. Los cuatro kobolds se mantuvieron  en su posición  y lanzaron sus  flechas inflamables contra los mas cercanos. Así pues, al ver como el wilden  se acercaba con pasos firmes para obtener una posición mas clara para embestir al grupo de reptilóides, las flechas de estos  silbaron en su dirección.

Kettenbar, al ver como los proyectiles iban directamente hacia el, levantó inconscientemente el escudo al aire donde  se estrellaron tres de ellas. Sin embargo la mas rezagada consiguió colarse entre las juntas de la nueva armadura del wilden, que solo se  cobro unas pequeñas gotas de la sangre del aventurero. En un diminuto destello parecía como si  la herida  comenzase a  quemarse pero , fue extrañamente sofocada.....

Tormenta, transformado en pantera  aprovecha el momento y avanza entre las sombras, acechando a los kobolds que parece no haberse dado cuenta de su presencia.