Al escuchar las palabras de Ion, Hardestadt se dirige enfurecido hasta él, su rostro se aproxima hasta el del prisionero sin dejar apenas espacio para que el aire circule. Hardestadt abre su boca dejando ver sus grandes colmillos a la vez que ruge como si de un felino se tratara.
-No juegues conmigo, maldito bastardo. Quizá en tu vida mortal ostentaras algún cargo, pero aquí vales menos que la vida de un mísero animal. Acabaría contigo si no creyera que aún me puedes ser de utilidad. -le dice en un tono afable.
Luego se posiciona a su lado, como si quisiera susurrarle algo al oído.
-¡Aquí mando yo! -le grita.
Da media vuelta y empieza a alejarse, luego de repente se gira y golpea la cara de Ion con su puño, dejándolo inconsciente.
A partir de ahora, desactivad a Ion en los mensajes, va a estar algún tiempo inconsciente.
Parece que el sacerdote sabía lo que pasaría con Ion. Se limitó a convertir su boca en una fina rendija por donde ninguna otra palabra saldría, y a maldecir para sus adentros.
Me pregunto que habrá tras la muerte. Las voces solo me hablan del futuro, no del otro plano. Ellas nunca se callarán...
Caminando el angel de la vida le pareció oir pasos tras él, algo lo derribó y su última visión fue cómo el mortal al que custodiaba le arrancaba las alas estremecidas... (Las voces)
Callaos de una vez! Grita Asier para si mismo y cerrando los ojos con fuerza. Jadeante miraba despues a la anciana...Haz que se callen por piedad...
Sonrío solo para mis adentros, al ver lo sucedido con el tal Ion. Una boca grande te lleva a eso.
Me quede observando a Asier, transido por la locura al parecer.
Quien sabe lo que nos depararía el destino cruel al que estabamos atados. Quizás la locura de Asier nos parezca una buena salida de este infierno.
Tudor piensa en responder a las insensateces de Asier, pero el trato recibido con Ion le recuerda la vez que él mismo fue golpeado y permanece en silencio.
Salgamos o no de ésta, nunca recuperaremos la cordura...
Los ojos de la mujer se abren y cierran ante la conversacion quedandose algo atonita ante las palabras, luego de unos segundos se reincorpora.. Esta muy claro Hardestalt que tu mandas!.. Ahora, De que te sirvo muerta, si viva tampoco podria haceros daño. Sere tus ojos donde los tuyos no pueden mirar, Tus oidos donde no podeis oir, Sere tu boca donde no podeis Hablar, Dennos una chanse y juntos eliminaremos a ese Giovanni y a su pequeña cuadrilla.. Exclama la callada mujer que parece haber recuperado la cordura despues de un largo sueño, su mirada esta difusa, su rostro ya no es mas que el de una condenada mas al destierro y a la no muerte.
Se ve centrada y decidida y observa los ojos de Hardestalt de manera especial, como si fuese a traspasar la carne casi cadaverica entre la inmundicia de su ser, hasta las mismas entrañas del hombre que tiene enfrente.
bien entonces... como podriamos salvarnos...que les podriamos ofrecer... por mi les puedo ofrecer casi todo... menos mi alma que es de Dios... o de los infiernos.. como van las cosas
Hans observa a sus compañeros mientras espera que pase algo en claro, mientras tanto observa uno por uno todos los detalles de la sala y a los que en ella se encuentran.
Quiero hacer una tirada de percepcion para ver si veo algo, Algun distintivo, algun escudo, algun signo que haya visto antes.
Tambien quiero una descripcion de los que en la sala se encuentran una linea valdría.
Hardestadt clava sus ojos durante algunos segundos en los ojos de Irina, después sin decir nada se da media vuelta y regresa hasta el centro de la sala, allí esperan el resto de vástagos.
-¿Pero por qué iban los conspiradores a fiarse siquiera de estas patéticas criaturas? Si yo fuese el traidor Claudius Giovanni, acabaría con ellos apenas cruzasen mis dominios. -dice Hardestadt.
-¿Y qué si lo hace? Si mueren, muertos están, y vosotros no perdéis nada que no perderíais de matarlos vosotros mismos. -replica Durga Syn.
-He podido ver que estos indignos neonatos tienen un importante papel en nuestros enmarañados planed. ¡Mirad, este huevo ha sido puesto al amanecer! -dice mientras saca un huevo de gallina con un floreo.
Durga pasa el huevo por encima de la cabeza de cada uno de vosotros y luego hace que lo beseis. Después casca el huevo derramando su contenido en un pequeño tazón. Incluso Hardestadt parece sorprendido al ver sangre brotando del inocente huevo.
-No soy una inexperta en las artes de mi gente, y puedo deciros que esto es una señal de que estos pollitos están destinados a tener un papel en este largo y sangriento drama. Qué papel exactamente, aún está por verse... ¡pero se les debe permitir que lo interpreten!
-Tus adivinaciones gitanas no han fallado nunca, pero no me fío del todo de ti. De todas formas, el tiempo avanza, y estoy cansado de esto. Será mejor que no te equivoques en un asunto tan crucial, anciana. Que así sea: perdonaremos la vida a estos miserables neonatos para que puedan rastrear como perros a quienes violan las Tradiciones de Caín.
Hardestadt se vuelve hacia vosotros y os clava su escalofirante mirada a cada uno mientras habla:
-En esta noche de 5 de abril de 1444, declaro anatema a Giovanni y sus compañeros de conspiración! Nunca más recibirán socorro de otros chiquillos de Caín. ¡Serán perseguidos hasta el fin del mundo, y allí donde sean encontrados se les quemará por su sacrilegio!.
Gopea su puño envuelto en un guantelete contra la palma de su otra mano.
-¡Y vosotros seréis nuestros perros! Perseguiréis a vuestros padres y madres, destruyendo a quienes ilícitamente os dieron la no vida. Y si no lo hacéis, os uniréis a vuestros progenitores en el anatema... ¡y ni dios ni demonio de la Estirpe o el ganado os salvará de mi cólera!
Hardestadt se gira y sale de la estancia, seguido por sus compañeros.
Durga Syn se queda la última, una vez se han marchado, os sonríe diciendo:
-Espero que justifiquéis mi fe en vosotros. Volved y contadme vuestros esfuerzos.
Después se va, dejandoos solos.
Un momento después, entra Roderigo con dos criados.
-Bien hecho, muchachos. -os dice mientras empieza a quitaros las cadenas. Me alegro de que no os hayan matado. Temí no volver a veros cuando os llevé a aquel sitio infernal. Ahora, vamos a asearos un poco.
Se nos había olvidado poneros una descripción de los vástagos que había en la sala. Aquellos que han hablado tienen su descripción en la ficha.
-HARDESTADT.
-Una mujer rubia y pequeña, de estrechos ojos azules y rasgos afilados.
-Un joven moreno y delgado de cabello castaño y revuelto y ojos grandes e inocentes del mismo color.
-CAMILA
-JOSEF
-RAFAEL DE CORAZÓN
-DAMA FANCHON
NOTA: Durga Syn es la anciana que encontrásteis en la posada El Cordero Rojo, le cambiamos la foto por una más decente.
No observas ningún escudo ni distintivo que hubieras visto antes, aunque por el castillo has podido ver algunos escudos de armas desconocidos para ti.
Irina siente como el joven afloja sus cadenas y se siente libreada.. respira ondo al saber que su propia muerte o destruccion ha pasado por el medio de su rostro y le ha sonreido.. Se reincorpora, La dama se acerca a la anciana y exclama..
Gracias Anciana Has Salvado Nuestras Condenadas No Vidas, Ahora.. Quiero Que Me Expliques Cuales Son las Bendiciones De La Maldicion Impuesta En Nosotros Los Condenados..
En Su Rostro Figura Algo Muy Extraño, La Maldicion parece Haber Hecho Un Efecto Fuera De Lo Comun En La Mujer. No Es La Misma De Antes, Su Rostro Representa A Una Bestia Cautiva Convinada Con Un Ansia De Sabiduria Mayor Ahora Que Conoce Este Mundo Extraño Que La Confunde. Pero A Su Ves La Llena Intriga.. Cuantos Casos sin resolver.. . . .
Supongo que no sabemos utilizar nuestras disiplinas porque sino la cosa ubiese sido un poco mas facil ajjaja aunque sea un poco..
Una vez liberado de mis cadenas, alzo las manos, observándolas, mientras una leve sonrisa cruza mi rostro. Hemos sobrevivido a otro día... ¿O debería decir, noche? Muy bien, seré tu perro, pero cuando ésto acabe, prepárate. Si no me equivoco tengo toda la eternidad para matarte....
Sigo a Roderigo a donde quiera que me lleve...
- Además del baño, agradeceríamos algunas explicaciones: fuego, día, sangre... ese tipo de cosas, ¿verdad, compañeros?
pregunta Grigore diciendo el plural, como señalando la superioridad numérica del grupo frente al traidor Roderigo
Escucho a Grigore pedir la sangre de Roderigo, y niego con la cabeza.
-Déjalo. Ha hecho lo posible por nosotros. Recuerda que pidió piedad, que ha sido mas que lo que han hecho otros. Roderigo,-le pregunto, volviendome hacia el,-¿podrías conseguirnos...sangre, si es cierto todo esto de los vampiros? Yo me siento muy débil, y creo que los demás están igual.
La astucia no es un arma que esgriman algunos miembros de este grupo... ¿qué quiere ahora, atacar al cochero? Va a conseguir burlar a la muerte para lanzarse otra vez a sus brazos.
Gracias por tu ayuda Roderigo, sin ella probablemente no estaríamos aquí. No me gusta tener que pedir nada dada nuestra situación, pero Robert está en lo cierto, estoy perdiendo la razón por momentos, me cuesta pensar con claridad, algo... siento como si el hambre me invadiera...
Cuando Asier es liberado se lleva las palmas de las manos a las muñecas acariciándolas y enrojecidas por los grilletes.
Su torso yace desnudo, lleno de heridas y multitud de cicatrices de flagelo en su espalda, aún conserva el corte en la mejilla de la vieja Durga. Aequam memento rebus in arduis servae mentem Susurra para si.
Para él este momento sigue siendo un tránsito hacia su vida cainita; es como si su alma tratara de amoldarse en un nuevo cuerpo que aún le viene pequeño. Debilitado y aún sin motricidad suficiente, se agarra a Roderigo en un intento por no caer de bruces. Dios te bendiga con su gloria infinita.
Se incorpora despacio y observa de nuevo a sus compañeros, los cuales dieron el salto a la inmortalidad de una forma parecida. Por vez primera su rostro muestra algo parecido a la piedad cuando se acerca al decrepito Robert Camus, al que dedica la señal de la cruz con su mano ensangrentada. Per signun crucis de inimícis nostris líbera nos, Deus noster. In nómine Patris, et Fílii, et Spíritus Sancti. Amen