Partida Rol por web

Apreté la mano contra las sábanas que cubrían el mullido colchón en el cual estaba sentada, negué con la cabeza y cerré los ojos a la par que agachaba la cabeza. Un sin fin de pensamientos, opciones, y tal vez salidas para aquella situación corrieron por mi mente como un río que se desbordaba. Pero la conclusión final solo tenía una palabra; injusticia.

Me impactaron las palabras de Benjamin, y acepté la solución que planteaba Kurt. Por ahora parecía viable, tal vez aquel hombre pudiese darnos más soluciones, o tal vez fuese una trampa... pero a fin de cuentas tendríamos que correr riesgos.

La mirada que Benjamin lanzó a Natuk fue un detonante perfecto.

─¿Tú no lo entiendes? ─clavé mi mirada en Benjamin, hablé con tono serio y podría decir que desafiante─ ¿Eres incapaz de entender que ella es igual de inocente que tú y que yo? Ni tú, ni yo, ni ninguno de los aquí presentes somos nadie para obligarla a nada. No podemos hacer que evite el genocidio, no podemos pedirle que se sacrifique sin más. 

Me levanté de la cama, quedando de pie. Según hice ese movimiento el mismo humo negro que comenzó a cubrirme en la cueva, cuando Liz me ayudó a liberarlo, comenzó a emerger de entre mis ropas. Se expandía por el suelo como una niebla translúcida, imparable, apestosa, densa y vomitiva. Apenas me percaté de esto, mi mente estaba exhausta. Exhausta y furiosa.

─¿Crees que no sabemos cómo has tratado a Natuk, Ben? ¡¿Vamos, qué le has dicho cuando estaba aquí sola?! ¡¿No eres tan valiente?! ¡Adelante, vuelve a pronunciar esas palabras delante de todos! Le recriminaste sus decisiones, y fuiste cruel con ella. Ben. Dime ¿quién te crees que eres para tratarla así? ─me acerqué paso a paso a Benjamin─ No vuelvas a tratarla así ─sentencié, mientras me planté firmemente delante de él─. Nunca.

La niebla oscura avanzó a mi paso, empujando el aire que no era nocivo contra las paredes, expandiéndose por toda la habitación, volviéndose más densa y desagradable cuanto más violentas y cortantes se volvían mis palabras. Fruncí el ceño, mis sentidos se centraron en aquel odio que me corroía por dentro, inevitable e ineludible.

Me sorprende la reacción de Roxana, pero no mucho más allá de abrir los ojos con desconcierto. Dice que ya sabe todo, pero lo que quiere es ¿que lo diga? Veo cómo la niebla que ha aprendido a crear se expande a su alrededor, y me corroe la duda de si esto es por falta de control de sus poderes o si realmente tiene intención de utilizarla.

Esto es genial...

No tienes ni puta idea, Roxana. -Le Digo cruzando los brazos, muy serio, dejando de apoyarme en el marco de la puerta- ¿Que si no puedo entender que no se quiera sacrificar? Yo vine aquí precisamente para decirle eso, que lo entendía. Lo que no entiendo es que diga que sacrificarse ella no le importa, y que si no lo hace es únicamente por preservar el recuerdo de las niñas que sacrificaron para crearla. ¿Recordar una crueldad vale más que evitarla y que la vida de cientos o miles de personas? Puede que tú lo entiendas, Rox, pero yo no. -Echo una mirada a su alrededor, a toda esa nube negra y tóxica- ¿Qué vas a hacer, matarme por ello? Empieza cuanto antes, ya que eres tan compasiva...

Iba a responderle a Kurt, ahora comprendia que el doctor tenía soldados aparte, o eso aprecia haber entendido, había que sopesar las opciones, y aunque ella y Roxana habían sugerido hablar con el doctor, y Natuk quería hacerlo, era lo que se haría, solo insistía en preparar todo si las cosas se descontrolaban, pero las cosas se descontrolarían antes, y todo gracias a Benjamín.

- ya... basta los dos, Foster-san, si no logras comprender eso, es porque no comprendes lo inmoral que es exigirle a alguien que niegue si existencia y su historia, - replica en el acto, y se pone delante de Natuk - Black-san, ya deja eso cariño, no vale la pena, - vuelve sus ojos contra Foster - si tienes ganas de frentarte a alguien, hazlo conmigo, pero no es el lugar ni el momento, Black- san, lo mismo para ti, ni tú ni yo permitiremos que se trate a Natuk-san como una cosa, ella es una persona,  y que ha pasado demasiado como para actuemos sin límites, las razones que ella tiene, sin completamente válidas... ni siquiera es el miedo a la muerte, y el no dar se cuenta de eso, es ser un miope, lo que le pedimos a ella es negarse así misma, es hacer que todo lo que le pasó, no valió la pena, y ni siquiera eso, es... simplemente que no existió. - sus colas se agitaron.

- Chicos, cuando salieron, seguimos investigando, y supimos lo que nos han contado, sobre la primera, sobre Maki, y se encontró un hechizo que nos hace viajar en el pasado, pudiendo evitar la muerte de ella, o evitar esos hechos, pero hacerlo sería retroceder a un punto en que ni siquiera nosotros existiríamos como lo que somos, ni mucho menos Natuk-san... es decir, todo lo que hemos vivido hasta ahora, no existía, porque cambiaríamos, un hecho en el pasado, y crearíamos una nueva realidad, es lo que le expliqué a Lia-chan... pero un hechizo así solo podría ser hecho por un ser como Natuk-san, ella es distinta a nosotros, su fuerza mágica no tiene límites, y podría desencadenar esa fuerza, pero como dije, sería negarse así misma, y ella ya ha dicho que no quiere hacerlo, por lo que han escuchado... y ustedes ahora han conseguido la forma de contactar al doctor, así que no es necesario recriminarles nada, ya la han pasado mal y como vienen, es prueba de ello, ni es necesario decirles nada... solo ahora, tomar lo que tenemos, trabajar con esto, y seguir adelante, intentar hacerlo en conjunto, porque a menos que encontremos una salida mejor, estaremos juntos bastante tiempo...-  suspira, y extiende su mano a Roxana.

- ven conmigo, cariño... si gastas energía en esto, no tendrás después energía para usarla en cosas provechosas,, lo mismo va para ti Foster-san, hasta cierto punto comprendo tu frustración, y las de las demás chicas, pero no permitiré que se torture más a una persona, o se le haga pasar por más pesares y crueldades, si hablaban tanto de la humanidad, entonces pónganlo en  práctica - ahora lanzaba una mirada seria a Elizabeth, que la había acusado de hacerse pasar por Kitsune, siendo que no lo era, pero ahora sus colas demostraban lo contrario, pero eso también le hizo comprender su propia naturaleza, es dualidad con la que debía trabajar.  

- chicos, vayan a descansar por favor, y comer, Himiko-sama nos quiere a todos a la cena, y seguramente ahí hablaremos, y sobre el doctor, si ustedes dicen que no quieren hacer daño... y nos puedne ayudar con el enfrentamiento... pues confió en su criterio, pero sólo dejénme curar a la gemela, e ir a esperarlos afuera - inclina su cabeza en forma muy reverencial, para pedirle eso - ¿vamos? -  le pregunta de nuevo a Roxanna, esperando  haberla convencido. de evitar un enfrentamiento. 

Natuk agradece el comentario de Rina sobre que ella decidirá y que no desea aumentar la carga sobre ella con un asentimiento y una mirada agradecida, la chica sentía que podía confiar en ella y en Rox ya que les habían mostrado bastante comprensión hasta el momento, incluso le habían hablado de la pequeña Rina, esa niña misteriosa que se parecía tanto a Rina, entonces escucha la pregunta de Ben mirándole de reojo pero Kurt empieza a contar lo sucedido con la que ella llamaba la primera, tras su comentario dice tímidamente:

- Si... ella es la primera, me crearon usando su ADN a mí y mis hermanas...

Una conversación empezaba a darse, la forma de hablar de Ben era un poco agresiva para Natuk la cual empezaba a sentirse incomoda, entonces fue cuando Rox reacciono y empezo a hablarle, la densa niebla que había por el suelo empezó a extenderse, por suerte de momento no alzaba mucho pero todos empezaban a sentir nauseas, aun soportable, era como oler intensamente a alcantarilla, a huevos podridos, podían aguantarlo pero realmente no sabían si mucho tiempo más.

Mientras sucedía esto Rina comienza a hablar, Natuk permanece con la cabeza agachada sin decir nada, parecía realmente presionada y algo cohibida con lo que estaba sucediendo, entonces Rina pretendía marcharse Natuk le mira y dice:

- Puedo? acompañarte?

¿Torturar?

Me giro hacia Rina, sin comprender. ¿Ahora discutir, levantar la voz y cabrearse es un acto de tortura? ¿Es que en este castillo estamos todos locos? Porque empiezo a pensar que aquí hay gente que se ha fumado el humo este de Roxana y ha perdido neuronas.

Lavate las orejas, Rina, porque parece que no has oído o entendido una mierda de lo que he dicho. -Y no es la primera vez, por cierto- Seguid a lo vuestro, de verdad, ojalá os vaya muy bien...

Me giro y salgo de la habitación, completamente consciente de estar rodeado de imbéciles.

Las palabras de Rina mellaron en mi, rompiendo sistemáticamente aquella burbuja de ira en la que estaba envuelta.

Observé como Benjamin abandonaba sin más la habitación ante mis acusaciones y las de la Kitsune. Eso tan solo me hizo enfurecer más, apreté los puños con rabia, la mandíbula y ladeé ligeramente la cabeza apretando los ojos y cerrándolos.

De no haber sido por las palabras de Rina desconozco hasta dónde podría haber llegado, pero ninguno de los allí presentes debía pagar ni mi enfado ni, bajo mi punto de vista, las impertinencias de Benjamin hacia Natuk.

─Basta... ─recé, con voz templada─ basta, Roxi.

Tomé la mano de Rina, y aquella humareda que había empezado a ascender vertiginosamente en cuanto a volumen se detuvo. En pocos segundos la apestosa neblina se disipó completamente formando una pequeña sombra humeante que giraba a una rápida velocidad debajo de mi. Segundos después no quedaba ni rastro.

─Yo... lo siento por los demás ─eché una mirada panorámica al resto de mis compañeros─ me disculpo por esto que habéis tenido que ver... y bueno, lo siento.

Me sentía incómoda después de lo ocurrido, y no era para menos. No estaba del todo segura si había perdido el control de mis poderes o si por el contrario realmente había querido ponerle contra las cuerdas. Fuera como fuese, ya estaba hecho.

─Creo que será mejor que vaya a hacer la guarda...

Sentencié esperando una respuesta por parte de Rina, para saber si al final iban a venir ella y Natuk o, por el contrario, se quedaban.

Cada vez entendía menos, y es que empezaba a preguntarme si Natuk era capaz de manipular a los de su alrededor de alguna forma. Ni siquiera intervine en la discusión entre Roxana y Ben, ni siquiera cuando Rina se metió. Estaba de acuerdo con todo lo que decía Ben, aunque como de costumbre no compartía sus formas, asi que simplemente quise hacer un apunte cuando terminaron de hablar.

Natuk es igual de inocente que nosotros, si, igual que toda esa gente que ha muerto y podíamos haber impedido que así fuera. Y que hay de Himiko? Ella no es también inocente? Os parece bien que todo su sacrificio haya sido en vano? Humanidad... Ja. Ni siquiera somos solo humanos, hasta eso olvidais. Está en juego nuestra extinción.

Hablé con calma y seguridad, exponiendo mi postura, y en una rápida reacción sostuve a Ben del brazo un momento, susurrándole algo antes de que saliera. Tras ello me dirigí a Kurt, que era quien parecía tener las cosas más claras. Paradógicamente mi mayor esperanza se encontraba ahora en el otro grupo.

V-vosotros habéis estado con el Doctor entonces? Supongo que no perdemos nada por hablar con él... C-contad conmigo.

Agarré a mi novio del antebrazo, suponiendo que su huída se debía a no querer empeorar las cosas, pero temía qué pudiera estar pasándosele por la cabeza.

No hagas ninguna tontería... Da igual el dónde o el cuándo, estaremos juntos... - susurré con aire resignado, cada vez más convencida de que volver a nuestro tiempo iba a resultar casi imposible.

Me asomo a la puerta de la habitación, con gesto descompuesto, y hago un gesto a Elizabeth, sin mirar a nadie más. Evitando sus rostros, de hecho.

Liz, ¿tienes un momento?

Le indico el pasillo, para que hablemos fuera.

Esperé la respuesta de Kurt y volví a sentir la puerta de la habitación. Era Ben, que dirigiéndose únicamente a mi me pedía un momento.

A-ahora vuelvo... - dije a los presentes, saliendo al pasillo a ver qué quería Benjamin.

Me doy cuenta inmediatamente de que he interrumpido una conversación. Pero creo firmemente que, sea lo que sea que Liz estuviera comentando con Kurt, no es ni tan importante ni tan urgente como esto.

Salimos al pasillo, y trato de apartarnos lo más posible de la habitación y de cualquier otra puerta desde donde alguien pudiera oírnos.

C-creo que... h-he hecho una tontería. -Confieso, avergonzado, hundiendo la cabeza entre los hombros mientras cruzo los brazos sobre mi pecho. No en posición decidida, más bien al contrario, como si me abrazara, buscando darme consuelo- B-bueno, no me parecía una tontería en realidad, pero he metido la pata, me parece. No lo se. No lo se... -Me quedo callado un instante, reuniendo el valor para contar aquello que quizás me moleste a mí más que a ella- H-he ido a hablar con Himiko. Una vez que el hechizo no hay intención de hacerlo y que nos estamos planteando quedarnos aquí y defendernos, creí que lo justo era hablar con la dueña del castillo. A fin de cuentas, estamos aquí de prestado. -Sí, parecía lógico en mi cabeza- Quería ver si realmente nos permitiría quedarnos aquí con ella. -Que listo soy, olvidando el modo en que perdió su humanidad- Y no se lo ha tomado muy bien, no se cómo no lo vi... -Miro alrededor, por si hubiera alguien escuchando, y me acerco más a mi novia, susurrando- Dice que el hechizo se realizará con su consentimiento o sin él, insinuando que por la fuerza si es preciso. Que sólo se necesita su energía, nada más... -Me aparto de Liz, avergonzado de lo que he provocado, aunque me esfuerce en racionalizarlo. Si nuestro plan inicial era hacer que todo esto no se haya producido, ¿que importa la inmoralidad de algo que en realidad no sucederá? Pero esos galimatías, esas paradojas temporales, no me hacen sentir mejor conmigo mismo- Me ha dicho... Me ha ordenado avisar a todos de que quiere vernos en el comedor.

Además, está bien claro cómo se lo van a tomar los demás. La vampiresa se ha enterado por mí, pensarán que lo he hecho a propósito, que era lo que buscaba. Me culparán de lo que pase.

Aunque no tanto como yo mismo.

Ben comenzó a explicarse con visible dificultad, nervioso, o quizás temeroso; seguramente ambas cosas. El temor también podía vislumbrarse en mi mirada, y es que al decir que había hecho una tontería se me pasaron decenas de posibilidades por la cabeza, pero ninguna como aquella. Ahora Himiko lo sabía. Nosotros habíamos corrido riesgos, pero ella los había sufrido en sus carnes, de manera literal.

Retiré mi mirada hacia un lado cuando Ben terminó, cerrando los ojos y emitiendo un profundo suspiro. Cualquier cosa podía suceder ahora, pero, realmente era tan malo que Himiko se hubiera enterado? No me sentía bien con la idea de forzar a Natuk, pero se había convertido en la única opción para volver a nuestro tiempo. O no?

Me acerque a Ben, apoyando mis manos en sus hombros.

Iba a enterarse tarde o temprano, al menos lo a hecho de tus labios, quién sabe como reaccionaría sino... Ella tiene derecho a saberlo, puede que más que ninguno de nosotros... - subí la mano por su cuello en una caricia, tratando de tranquilizarle, aunque no podía ocultar la incertidumbre en mi rostro. - Hagámos lo que ha pedido, y preparémonos para cualquier cosa... - bajé mi otro brazo y sujeté su mano suavemente.

Eso de volver al pasado era bastante grande y de dudoso resultado. Kurt lo estuvo pensando hasta tener serias dudas de que pudiese funcionar, seguramente lo único que harían sería aplazar el desastre. Escuchó lo de la explicación de Natuk, que sí que parecía bastante irreal. Kurt seguía apoyado en la pared. Se había tapado la nariz cuando Roxana invocó ese humo. Se había sorprendido al verla tan agresiva y luego, cuando ella se disculpó, él simplemente asintió. Resultaba que todo el mundo se estaba volviendo agresivo, incluso él había caído en esa dinámica. Deseó poder salir de allí y refugiarse aunque fuera tarareando una de sus canciones favoritas. Pero estaban en mitad de una crisis. Un descanso, de todas formas, no vendría mal, si era corto.

Elizabeh le había dado su apoyo. El joven asintió, un poco abstraído de lo que sucedía.

- Gracias Liz, cuento contigo. 

Se tenían que juntar si querían sacar algo en claro. Estaban prisioneros en ese castillo, al borde de la muerte. Habían encontrado a Natuk, pero no había escapatoria. Si querían sobrevivir, tenían que encontrar una salida. ¿Era el Dr. Coleman una posibilidad? Ahora mismo parecía la única opción, viendo que no podían viajar al pasado.

- Bien, Rina, esperaremos a la cena.

Y no sabía a qué se dedicaba la chica, pero parecía segura y había intervenido cuando hacía falta, así que Kurt tenía confianza en ella.

- Nos vemos luego.

Dijo despidiéndose del grupo que se iba a hacer guardia. Luego, prestó atención a Christopher y Lia.

- Creo que tendría que hablar con Nyara, pero no sé qué decirle. Me temo que tendré que guiarme por la improvisación.

Verla apartar la mirada y suspirar me rompe por dentro. ¿La he decepcionado? ¿Otra vez?

Pero pronto se me acerca y pone sus manos en mis hombros, dándome su apoyo. Un escalofrío me recorre la piel al contacto de sus manos, aunque mi rostro se llena de calor al oír su voz apoyando mi decisión, valorando lo que ha pasado como inevitable y la menos mala de las opciones.

Me acerco a ella y me abrazo a su cálido cuerpo, agradecido por tener conmigo a la chica más maravillosa del mundo. Cada vez estoy más convencido de que me hundiría sin ella. Pero siempre sabe sacarme a flote.

No se qué haría sin ti, cariño... -Le digo antes de soltarla y darle un beso- Vamos.

Sujeto su mano y nos acercamos de nuevo a la habitación de Natuk.

Con Liz de la mano, me acerco de nuevo al cuarto de Natuk, permaneciendo en el quicio de la puerta sin entrar. Mi gesto esta menos desencajado que antes, aunque aún hay indecisión e incertidumbre.

Himiko quiere vernos en el comedor. -Digo escuetamente, antes de añadir- A todos.

Me giro e invito a mi novia a alejarnos cuanto antes y acudir a la llamada. No tengo ganas ni intención de dar más explicaciones.