Partida Rol por web

Miro al cuervo sorprendido mientras alzo las cejas. El cabronazo habla. Wow. ¿Por qué nunca antes me han dicho nada? ¿Habré refinado mi magia o sencillamente nunca tenían nada que decirme?

Hum...gracias, le contesto mentalmente.

Kurt se dedica a explicar más o menos todo lo que ha pasado. Guay, me alegra que siempre alguien me ahorre el soltar el coñazo a mí. Sin embargo no quisiera quedarme callado ante esto-No quisiera parecer aguafiestas, pero no me fio mucho de la palabra de ese tío.-hago una pausa. -No me parecería descabellado pensar que el tipo nos esté manipulando para que entreguemos a Natuk sin resistencia.-

Después de esto miro a Rina y digo.-Me gustaría que le echases un ojo a Lia y a Mike. Fueron heridos. Kyara también pero no sé donde coño ha ido.-

Tanto Roxana como Rina respondieron a mis preguntas, y para mi sorpresa y alegría, Natuk ya no pensaba en entregarse. Sin embargo, antes de poder responder comenzó a entrar gente al cuarto. Me sentí aliviada al ver que no habían muerto, pero no dejaba de molestarme que actuaran como si nada, después de pasar de nosotros olimpicamente; sobretodo Nyara, que después de lo que nos había hecho se atrevía a dirigirse a nosotros de aquella forma tan natural. Ni siquiera me puse tensa. En este punto Nyara ya me daba absolutamente igual, eso si, como se volviera a atrever a manipularnos, dudaba que me qedara quieta esta vez. Escuché en silencio lo que los recién llegados tenían que decir, mientras algunos salían y otros preguntaban. Me crucé de brazos, expectante, atenta a todo y sorprendida ante la explicaciónde Kurt. Entonces Christopher habló, comentando parte de lo que yo también pensaba. -C-christopher podría tener razón..., es demasiado oportuno que os denuna forma de comunicaros y os dejen ir. Natuk confía en el doctor, podrían estar amenazando al hombre para colaborar... No me resultaba difícil creer que el doctor quisiera ayudar, pero los soldados... Tuve una idea, pero antes miré a Rina, buscando respuestas. -Borrar nuestro recuerdo de los soldados? Habéis pensado cómo? - pregunté a Rina - Mi idea... - la original y la que realmente me gustaría llevar a cabo - [b]...era volver al pasado y usar el hechizo de resurrección para traer a Natuk con nosotros, pero no sé como podríamos recordar recitarlo cuando volvamos al principio de todo esto... A-alguna idea? Miré a Victoria, esperando encontrar desconcierto en su mirada, y después mis ojos se posaron en Natuk. Es ese profesor quien te hizo tan poderosa? Podría aumentar nuestro poder? - pregunté a la última, pensativa.

Había llegado Roxana, pero no Himiko. No entendía bien lo que significaba eso. Un poco después, Christopher y Elizabeth mostraban sus reservas, aunque Natuk parecía querer comunicarse. No le cuadraba que Christopher estuviera dudando del doctor después de ver su cara. Se veía a la legua que el doctor era un gran tipo. Pero no iba a sobreconfiarse, bien podía ser todo una fachada.

Habían comentado algo de viajar al pasado y usar un hechizo de resurrección, lo cual le sorprendió bastante, dejándole un momento sin palabras. Kurt observó a Natuk.

- Si os parece bien, abrimos el portátil y hablamos con Coleman.

En realidad, si era una trampa seguramente ya la habrían cagado volviendo al castillo. 

Nyara estaba cansada, no solo por el viaje, por enfrentarse a unos soldados y porque su hermana estuviera herida, sino también por tener que soportar las miradas del resto. Generalmente ese tipo de actos le importarían una mierda, pero hoy no era un buen día para ella.   Poco le importaban en esos momentos el portátil o el doctor que podía joderles perfectamente a todos, pero cuando Kurt le dedicó la siguiente mirada de reproche acabó por apretar los puños.

-¿Quieres dejar de mirarme como si hubiera desatado una puta guerra mundial?- le gruñó- Son ellos los que nos han disparado, joder.  Estoy harta.

Para una de las pocas personas en las que confiaba ahora también tenía que ver cómo la juzgaba una y otra vez por un fallo que había cometido. Por ella podían irse todos a tomar por culo un buen rato.  Sin decir más comenzó a alejarse con rumbo a su habitación. Que el resto hable con el puto científico y que nos metan agujas por todos lados. 

Las colas de la kitsune se movieron, ella misma agito su cabeza y se echó para atrás, como si hubiera despertado de pronto. Las piezas iban cayendo una a una, aunque no con completo orden. Rina levanta su mirada, había que procurar tomar las prioridades, los heridos y la protección, además, seguramente los habían seguido, y con el Dragón duermiendo, estaría ella para defender. Chasqueo la lengua y salió a ver a los heridos, Lia y Miki. Y luego, el portátil.

- kiu.. exclamó con cierta molestia - Freeman-san es una buena idea, pero para resucitar hay que haber muerto, y para morir, hay que haber nacido, no sé si podríamos resucitar a Natuk-san si en realidad en ese momento, no habría nacido, incluso, todas las razones de la existencia de ella y sus hermanas, no se habrían dado, porque en teoría, impediríamos que se supiera de nuestra existencia, insisto, el asunto de la causa y efecto es casi insoslayable - llevo su mano a su frente - tendríamos que llevarla desde aquí, al pasado... - dice muy despacio y lleva su mano a su vientre, es una sensación rara, loca- no.. No se me ha a ocurrido, recién dije lo de los recuerdos, habría que investigar, pero... ¡ahh! - exclama mas fuerte al final, y pone sus manos en su cintura.

- chicos, hasta donde sabemos, nos enfrentamos a soldados que no dudaran en atacarnos y apresarnos, llevarse a Natuk-san, y el doctor supuestamente había dejado todo eso y ahora aparece con los soldados que los atacaron...  digo que no los contanten aun,si es que no los han seguido, atendamos a los heridos primeros que se recuperen, ustedes descansen y coman algo, el resto preparemos la defensa... - seria habla mirando a Kurt- luego de eso, lo contactamos, no sabemos si estaremos abriendo una caja de Pandora, si es que ya no la hemos abierto.. - va donde los heridos - si llegan a venir, y no podemos repelerlos entre nosotros,  yo me enfrentaré a ellos, tengo una carta bajo la manga y podria con los soldados pero necesitare que no estén cerca, no quiero que pase lo de Kyoto, con alguno de ustedes ¿vale?- ve las heridas de los chicos, y comienza a usar sus poderes, si queda sin energía, tendría que ir a buscar a Makoto.

- ahora solo digo... de protegernos... Ya han visto lo que pueden hacer, Natuk-san también lo ha visto, por eso... esperemos lo mejor, pero preparemos para lo peor, así podremos enfrentarlos, con algo de suerte mientras curaba a sus compañeros, emitió un suave suspiro, era cansancio - ... luego... lo contactamos... Puede ser nuestra ayuda, pero puede ser aun mas peligroso, ya han pasado por mucho, Natuk-san, aún más, - pasa su mano por el hombro de Lia, y los sellos de su magia aparecen en sus dos manos, mientras va curándolos, a Mike también, ¿si ella hubiera ido, habrían terminado heridos? ¿Los hubiera ayudado mas? Por eso quería ir, con el grupo que se atreviera a salir, apretó los labios - ... Es lo que creo... - se encoge de hombros, siguiendo usando su fuerza en la magia, sintiendo como sus dedos iban entumeciéndose.

Me aparté de la puerta cuando vi la situación que se había desarrollado con Nyara, la chica parecía molesta y era mejor dejarle vía libre. Suspiré aliviada cuando Rina acentuó lo absurdo que podía resultar tratar de resucitar a alguien que no ha existido, avancé entre los demás hasta sentarme en el sitio que dejé; en el borde de la cama junto a Natuk.

─Sí, yo opino igual que Rina. No creo que sea posible resucitar a alguien que aún no ha existido, dentro de lo raro que resulta todo esto, es algo bastante lógico, creo yo─Miré a Natuk─ pero no te preocupes, al final eres tú quien tiene la última palabra y lo sabes ─murmuré esto último a Natuk, aunque cualquiera un poco atento podría haberlo escuchado claramente─.

Posé la mano sobre la de Natuk, con la intención de que ésta se sintiese algo más confortable. A veces parecía que estábamos jugando a elegir el destino de algo en lugar del destino de alguien.

─A propósito ─eché la mirada hacia el resto─ Himiko ha dicho que se reunirá con todos nosotros a la cena. Por la noche. Así que supongo que iré ahora a hacer la guardia diurna... y parece que me he perdido el resumen de la aventura. Bueno. ¿Alguno quiere venir a la guardia?

En teoría iba a ir con Rina, pero la kitsune ahora estaba ocupada atendiendo a los heridos, y sería mejor no molestarla por el momento.

El cazador camina trabajosamente sobre la densa nieve. El viento gélido le golpea el rostro, y le crea escarcha a en ya poblada barba. Sus ojos, protegidos con gafas herméticas, se mantienen a pesar de ello entrecerrados. Sobre sus hombros, cubiertos por el espeso abrigo y las pesadas pieles de animal, carga el botín del día. Un venado, degollado, cuya carne saciará el hambre de los suyos.

La pesada puerta se abre de un empujón. No está cerrada por dentro, no tiene llave. Ya no es necesario. El viento queda atrás, no así la nieve. Pero en este patio la blanca capa adquiere un significado diferente. El cazador va marcas en el suelo, pisadas, y un gran bulto que se va descomponiendo. Un muñeco de nieve.

¡Papá!

El grito no pilla desprevenido al cazador, que se agacha para recibir al pequeño entre sus brazos, soltando al animal abatido a su espalda. Es un crío pequeño, de piel rosada y cabello pelirrojo, que le mira con cariño y admiración. Tras él, una mujer se asoma a la puerta del castillo, haciendo hondear sus cabellos rojizos al salir al exterior a recibir a su esposo.

El cazador se echa la capucha de su abrigo para atrás y se retira las gafas, sonriendo satisfecho con su regreso al hogar.

Y su rostro es...

Soy yo.

Abro los ojos. Estoy en una habitación del castillo, tirado en la cama en soledad. Me he tapado con una manta que me cubre ahora apenas las piernas, y estoy mirando al techo. Me incorporo hasta quedar sentado, rascándome la cabeza perezosamente, y miro el reloj.

Tampoco es que haya dormido mucho, pero bueno...

Rememoro el sueño con una mezcla de tristeza y esperanza. No deja de ser una posibilidad, nada completamente alejado de la realidad que se abre ante nosotros. Si Natuk no realiza el hechizo, ¿a qué más podemos aspirar? A vivir lo mejor posible con lo que tenemos, ¿no?

Me pongo en pie y, descalzo, entro en el cuarto de baño, maldiciendo la locura de todo esto. Natuk está loca, por eso no nos ayuda. Lo que ella tiene en la cabeza no tiene ningún sentido, es el desvarío de alguien que ha perdido la razón hace mucho tiempo. Me miro al espejo, me mojo la cara con agua del grifo y me vuelvo a mirar.

Al final te saldrás con la tuya, ¿eh, dragón? Viviremos aquí, donde cazar y sobrevivir una y otra vez...

Y tras cada caza, regresar al calor del hogar junto a Elizabeth, a consolarlos el uno al otro por todo lo que hemos perdido, por lo que hemos dejado atrás poniendo nuestra fe en una loca.

En fin, resignación...

Me calzo y cojo el abrigo, pero no me lo pongo, lo llevo bajo el brazo. Será mejor ir a ver cómo van las cosas ahí fuera...

Llego a la puerta del cuarto de Natuk frotándome los ojos, con el abrigo en la mano libre casi arrastrándose por el suelo. Necesitaba esa siesta, aunque ahora lo que necesito es despejarme un poco.

Y vaya si lo hago.

¡Vaya! -Exclamo sin pensar al ver de repente tantos rostros que hacía muy lejos de aquí- Estáis vivos. -Lo cierto es que por aquí no se albergaban muchas esperanzas al respecto. Veo algún rostro cansado en exceso, me llama la atención ver un portátil, y desde luego ver a Chris hablando con su pájaro no puede pasar desapercibido. Pero los veo muy enteros, la verdad. Miro a Elizabeth, apoyándome en el marco de la puerta, liberando un bostezo. A saber cuantas cosas me he perdido- ¿Cómo va todo?

Mientras iban hablando Rina se dedicaba a curar a algunos de los allí presentes, tras un rato se siente realmente cansada, pero Natuk le agarra la mano y dice:

- Déjame ayudar, esto si se hacerlo

Tras eso siente como su energía mágica se rellena de nuevo, ya no está cansada, está perfectamente. Mientras hablan Natuk se mantenía callada, parecía que no era capaz de interrumpir lo que decían, como si estuviera acostumbrada a que se hablara de ella en su presencia y no intervenir. Cuando Rox le toma de la mano parece que unos segundos se arma de valor y dice mientras habla despacio y tranquila, parecía que le costaba un poco hablar.

- Profesor... crearme... el es genetista y era el encargado del...proyecto Neo Adaptación Tecnología Unimodular Keel... el Keel es como llaman a la energía mágica...

Se queda callada unos segundos y dice entonces:

- Si es posible me gustaría poder hablar con él, si queréis lo hare lejos de aquí para que no os ponga en peligro 

Podeis ver como vuestras heridas practicamente se cierran, notais una leve molestia pero el efecto de la magia y el spray parece que ha hecho que os cureis

Le agradece a Natuk-san, asintiendo suavemente, - Black-san tiene razón, siempre tú decidirás, pero no quiero aumentar más la carga... - su suave susurro se ve interrumpido por la irrupción de Ben, Rina pon su mano en el hombro de Nakut, y da un ligero paso hacia delant de ella.

-Natuk-san, lo harás, pero déjame preparar todo ¿bueno? Tampoco quiero que vayas lejos, y si vas, voy contigo -se había volteado de nuevo hacia la última.

- creo que es mejor que vayamos todos al comedor, para hablar mejor, buscaré a la gemela que está herida, para poder tratarla, ¿me acompaña Natuk-san? Black-san, apenas termine con los heridos, iré contigo, - se formo una breve pausa, a Ben esperaba explicaciones, - los chicos han sobrevivido, y han traído la forma de comunicarse con el crea... con el padre de Natuk-san, o científico que empezó el proyecto, les estoy pidiendo que me den curar a los heridos y desocuparme para prepararnos para un posible ataque, antes de contactarlo, solo pido un poco de tiempo - sujeto la mano de Natuk para que confiara en ella, una vez mas.

Se me paso ponerlo, el portatil es asi:

Oigo hablar a Natuk con total indiferencia. Esta mujer he decidido que no me importa en absoluto, después de lo que me dijo antes, después de que pisoteara todos mis sueños y esperanzas. No, espero a que alguien me responda, y lo hace Rina, con lo que sólo puedo suspirar.

Aham... ¿Y de qué se supone que puede servir contactar con ese tipo? A los que pretendíamos evitar un genocidio, quiero decir... -El interés que la última pueda tener en reencontrarse con su "papi" no es asunto mío.

Kurt hizo un escueto saludo a Ben cuando entró. Estaba más bien atento a lo que tramaba Rina.

- No sé cómo lleváis el tema de la magia vosotras, pero nuestro intento de pelear contra los militares fue pésimo. Tienen un equipo que les da mucha ventaja. Llevan armadura, rifles con mira térmica. Y añadid el spray que sana heridas. En fin, que no creo que podamos vencerles y si lo hacemos, será a un coste brutal. Y eso para ganar una sola batalla.

No sabía cuál era el as en la manga de la chica, pero esperaba que fuera algo realmente bueno, para poder compensar toda esa desventaja.

- Pero esos militares que trabajan para el doctor, podrían echarnos una mano. O el doctor podría darnos equipo con el que igualar un poco las cosas. Tenemos mucho que ganar, así que yo estoy de acuerdo con Natuk sobre lo de hablar con él. Pero la verdad, cambiando un poco de tema, si estáis hablando de volver al pasado y eso es posible. Resulta que el doctor nos dijo el nombre de la chica que ahora creo que fue la que nos descubrió: Maki Hakase. Nos contó que durante un concierto en el 2014 o 2015, mientras cantaba, provocó una especie de paz mundial, pero fue asesinada al poco. No sé si esto ya lo dijo Natuk, suena a que ya lo sabíais, pero lo cuento por si acaso.

Al escuchar que la chica sabía que había sido creada, tuvo vía libre para comentar los detalles que había omitido antes. Kurt estaba un poco cansado. No llevaba bien toda la tensión que cargaba últimamente. El asalto fallido, los roces con Nyara... su amiga se había marchado, pero no la podía mirar igual después de que casi los llevara a la muerte. Sentía la necesidad de hablar con ella, pero temía que fuera a empeorar las cosas, pues se sentía aún muy tenso.

Se apoyó contra una pared y se echó otra vez la correa del portátil al hombro, ya que parecía que no lo iban a usar aún.

- Pienso que tendríamos que hacer una reunión, escuchar a Coleman y ver qué hacemos para salir de ésta.

Quedé anonadada ante la desidia con la que se pronunció Benjamin, apreté la mano contra las sábanas que cubrían el mullido colchón en el cual estaba sentada. ¿Cómo podía ser tan cretino?

─Qué tipo tan mezquino... ¿Evitar un genocidio? ¡Pero qué va a querer evitar este tío! Lo único que le importa es salir él y su novia con el culo limpio de esta asquerosa situación. Sí, eso es lo que le importa. Egoista, es un patético egoista.

No pude evitar recordar la asquerosa y vomitiva actitud de mi padrastro. Aquellos sentimientos que evocaron mi primer poder surgieron cuando recordé su egoísta y narcisista figura. Pero ahora... ahora todo era peor. El reflejo de aquel hombre era la viva imagen de Benjamin.

─¿Cuánto vale nuestra integridad para este tipo de personas? ¡Nada! ¡No vale nada! Solo se preocupan por ellos, por su bienestar y por todo lo que asegure que esto último se mantenga estable.

Nuestra integridad vale tan poco... pero es todo cuánto tenemos de nosotros. Y no estaba dispuesta a permitir que se la arrebatasen a Natuk. Ni ella, ni yo, ni Benjamin, ni ningúno de los que estábamos allí éramos responsables de, como ya había dicho Ben, el genocidio que ocurrió. Y él parecía estar culpándonos por las decisiones que queríamos o que, mejor dicho, no queríamos tomar. Era una guerra ajena, una guerra que a la vez nos envolvía a todos.

Tomo buena nota de lo que Kurt comenta acerca del equipamiento de los soldados, preguntándome hasta qué punto mis nuevos dones me permitirían desequilibrar esa balanza, pero no digo nada al respecto. Hasta que dice que el doctor ese tiene soldados que podrían ayudarnos. Hasta ahora no me había planteado que pudiera haber más de un bando entre esa gente, pero si es el caso, está claro que no nos sobran unos buenos aliados.

Sobrevivir, de eso se trata.

Parece una buena opción... -Asiento conforme con la idea, aunque tuerzo el gesto cuando nos cuenta el asunto de Maki y parece creer que lo sabemos por Natuk. Esto es la hostia, ya- No nos lo ha contado ella. Ya lo estábamos investigando cuando os largásteis sin decir nada. -Digo con evidente reproche- Tenemos todo lo necesario: donde, cuando, cómo y por qué. Todo lo que necesitamos es ir allí y arreglarlo, pero eso no va a pasar. -Instintivamente se me escapa una mirada hacia Natuk, al recordar sus palabras, ese argumento estúpido como pocas cosas que haya oído- Será mejor no pensar demasiado en lo que pudo ser y no fue. Pero si creéis que ese doctor puede ayudarnos a sobrevivir aquí, por mí de acuerdo.