Partida Rol por web

La conversacion con Maki aunque me habia aliviado mucho. Casi me habia dejado con mas interrogantes que respuestas. Aunque algo tenia claro si Maki decia que Himiko era nuestra mejor aliada es que lo era.

Saber que podia hablar con Maki con solo llamarla al menos me hacia tener menos sensacion de soledad.

Sin mas que hacer aqui me dispuse a salir con el amuleto guardado en el bosillo del pantalon

Kyara entró en el Laboratorio buscando algo que pudiera servirla para ver si ella tenía magia, algún libro adicional o algo así. Tenía que hacer acopio antes de que los imbéciles destrozaran el castillo y estropearan lo que podría ayudarla para salir a buscar a la Última.

Tras un rato la afroamericana encuentra un par de botes que le llaman la atención, en los cuales hay una etiqueta en ingles que pone “paralizante”

Tras un par de minutos buscando encuentra una cajita de madera que tiene dibujado una especie de sello en su parte superior, al tocarlo se da cuenta que tiene una especie de energía a su alrededor

Sin dudarlo un segundo, cogió los botes de paralizante y los guardó en el chaquetón, seguro que tenía un buen uso para ellos, y después se guardó la caja sellada. Intentaría abrirla o estudiarla más tarde, pero por el momento ya tenía lo que le interesaba.

Entré en el laboratorio y cerré la puerta tras de mí, apoyándome sobre esta mientras dejaba escapar unas pocas lágrimas; pero solo unas pocas. Debía tranquilizarme, ser práctica, y es que había cosas que no tenían solución por mucho que una quisiera.

Me limpié los ojos y observé el lugar. Era la primera vez que estaba allí y no tenía muy claro por dónde empezaría a curiosear de no tener un objetivo tan concreto. Bueno, en realidad eran dos, pero lo primero era dar con ese hechizo.

Me acerqué a los libros, viejos tomos llenos de polvo cuya simple imagen ya irradiaba misticismo. Empecé a curiosear estos, tratando de encontrar aquello que nos llevaría al pasado.

La pelirroja se puso a buscar un rato, había toda clase de libros y pergaminos, la mayoría escritos en chino antiguo y en latín, algunos incluso en griego o en idiomas que no entendía, tras un rato encontró un cuaderno de aspecto viejo, tenía las hojas amarillentas y medio desgastadas , con cuidado lo abre y puede leer en una de las paginas

...y así es como todo se inicio, parece que la forma de arreglarlo todo tiene que ver con esa cantante, la chica realmente no era consciente y no fue su culpa, por lo que he podido averiguar su poder no era el de influir a la gente, su autentica esencia es la magia, sin embargo, por algún hecho, seguramente traumático su poder se manifestó de esa forma, tengo que conseguir averiguar qué fue lo que paso realmente ya que así podremos hacer que los chicos puedan solucionarlo... pero que puedo hacer... realmente tenemos poco tiempo antes de que los soldados lleguen al castillo y me encuentro realmente cansada, tanto mi magia como la de Beni no es ilimitada y la mirada de esta al futuro la ha dejado muy cansada y debilitada, creo que no quedara más remedio que usar la magia que nos queda para levantar el hechizo de protección, lo que importa es que puedan llegar a la fecha correcta, me da pena de la pobre Himiko, pero, si todo sale bien todo esto no será nada, ni siquiera un recuerdo...

Es la primera vez que entro en este lugar. Nunca me trajeron aquí la otra vez, no tenía sentido. Aunque la esencia de todas las criaturas sobrenaturales sea contener energía mágica, no todos la manipulamos como tal. Mi esencia de dragón es instintiva, física, no a través de hechizos.

Abro la puerta asomándome al interior, no sin dudas, pero decidido a acudir junto a ella. Y allí está, sola, ocupada. Tanto, que parece que podría molestarle mi presencia. Me pidió que no la siguiera, no puedo olvidarlo. Pero tampoco puedo ignorar lo de siento que debo hacer.

¿E-Elizabeth?

Terminaba de leer aquel fragmento del cuaderno cuando sentí la puerta abrirse, sin embargo continué hasta el final, girando entonces la cabeza para ver de quién se trataba; a la vez que Ben pronunciaba mi nombre.

Me hubiera gustado recibirle con una sonrisa, pero ahora mismo me era imposible. Le miré a los ojos y tendí mi mano con la intención de que la agarrara, y al hacerlo le acerqué a mi lado, señalándole aquella parte del viejo manuscrito.

-Mira esto… - le señalé, dándole un beso cerca de la sien al agacharse a leer. – No es el hechizo, pero podría ser importante.

...y así es como todo se inicio, parece que la forma de arreglarlo todo tiene que ver con esa cantante, la chica realmente no era consciente y no fue su culpa, por lo que he podido averiguar su poder no era el de influir a la gente, su autentica esencia es la magia, sin embargo, por algún hecho, seguramente traumático su poder se manifestó de esa forma, tengo que conseguir averiguar qué fue lo que paso realmente ya que así podremos hacer que los chicos puedan solucionarlo... pero que puedo hacer... realmente tenemos poco tiempo antes de que los soldados lleguen al castillo y me encuentro realmente cansada, tanto mi magia como la de Beni no es ilimitada y la mirada de esta al futuro la ha dejado muy cansada y debilitada, creo que no quedara más remedio que usar la magia que nos queda para levantar el hechizo de protección, lo que importa es que puedan llegar a la fecha correcta, me da pena de la pobre Himiko, pero, si todo sale bien todo esto no será nada, ni siquiera un recuerdo...

" (...) por lo que he podido averiguar su poder no era el de influir a la gente, su autentica esencia es la magia, sin embargo, por algún hecho, seguramente traumático su poder se manifestó de esa forma, (...) "

Volví a releer, aún había esperanza, puede que no tuviéramos que matar a la chica. Entonces si, con ese pensamiento en mi mente, sonreí.

Entro en el laboratorio tímidamente, preparado para ser rechazado pero dispuesto a enfrentarme a ello como hice en las celdas. Sin embargo, no resulta ser necesario. Me mira, seria, y estira la mano hacia mí, en clara petición de que me acerque. Tomo su mano con ternura, dejando que me acomode junto a ella, mirándola con una tenue sonrisa, hasta que me hace un gesto para que lea unas anotaciones, remarcándome incluso una parte concreta.

Pero, esto... -Comienzo a decir, releyendo otra vez, incrédulo- ¿Piensas lo mismo que yo? -Pregunto alzando la vista hacia ella, y entonces lo veo. Su sonrisa. Claro que piensa lo mismo, no tenemos que matarla, sólo tenemos que impedir que sufra ese incidente traumático, y la magia no se manifestara de esa forma. Todo se solucionará, sin derramamiento de sangre.

Sin pensarlo, en un arrebato, le doy un fuerte beso en los labios a mi novia, abrazándola acto seguido con mi brazo libre.

Las cosas van mejorando.

Mi rostro pareció ser suficiente respuesta para Ben, y de repente me plantó un beso en los labios, dándome apenas tiempo a reaccionar; de manera que me limité a abrazarme a él cuando separó sus labios de los míos.

Finalmente le solté, quedándome cerca, con una de mis manos apoyada en su hombro.

-Es una buena noticia, así no tendremos que… - me costaba hasta decirlo. – Tenemos que averiguar qué podemos hacer por ella, pero para eso necesitamos ese hechizo.

Cogí el cuaderno y lo coloqué donde lo encontré, mientras le hablaba a Ben.

-¿C-cómo han quedado las cosas por ahí abajo? – pregunté terminando de colocar algunos libros. – Hay una cosa que…

Me volví nuevamente hacia Ben, acercándome a él.

-Himiko ha dicho que Katherine le contó lo de la cantante hace tiempo… Si llegó a conocer a Himiko la durmieron después que a nosotros… Eso será porque ella es necesaria, ¿No? Si estuvo allí tendrá información importante, quizás sepa esa forma de impedir el trauma… - elucubré en voz alta. – Encontremos el hechizo y hablemos con ella. – dije con decisión, tomando suavemente su mano un momento.

Lamenté volver a soltarla, pero no había tiempo que perder. Retomamos la búsqueda, ya no sólo entre libros, sino en todo aquel lugar donde se pudiera haber guardado algo de aquel tipo.

Tras un rato buscando no encuentra nada mas, todos son pergaminos y libros en chino antiguo, latin y griego que no entiende

Nos separamos de nuevo, pero siento que este abrazo y todo lo que significa me llenan de nuevo de energía y esperanza. Las cosas van a salir bien, estoy seguro, lo lograremos.

Todo, lo lograremos todo.

No me he quedado lo suficiente como para averiguarlo, la verdad. -Respondo a su curiosidad acerca de cómo han quedado las cosas en el comedor- Les he dicho que venía aquí y que nos encargaríamos del hechizo, y que se encarguen ellos de lo demás. Si quieren hacerlo, bien, y si no, ya lo haremos nosotros cuando terminemos aquí.

Elizabeth se gira de nuevo hacia mí, tras colocar algunos libros en sus estantes. Comenta algo que le ronda su lista cabecita, y es que mi novia aún me sorprende con su gran inteligencia y perspicacia. Supongo que hacemos buena pareja, ya que complementa tan bien mis defectos con sus virtudes. Me pregunto si será recíproco...

Pero que lista eres... -Le digo con una sonrisa, dejando claro que estoy de acuerdo con sus pesquisas- Venga, busquemos...