Partida Rol por web

La última de los vuestros

Exterior: Cascadas

Cargando editor
20/04/2015, 19:30
Director

Las cascadas sema heladas no son demasiado grandes, sin embargo, parece que el rio que tiene el agua helada baja por una zona del bosque que aun no habían explorado. El lugar está rodeado de arboles y tiene un pequeño claro en donde un ciervo esta tranquilamente o al menos en apariencia bebiendo agua

Cargando editor
20/04/2015, 21:12
Benjamin Foster

El camino que tomamos, o más bien la dirección bosque a través, nos lleva hasta las cascadas de las que hablaban. Ni rastro del lobo, pero al menos no nos hemos perdido. Y a lo lejos, bebiendo tranquilamente, veo con cierto desasosiego lo que podría ser comida.

Pero no veo que realmente lo vaya a ser.

Nos echo un vistazo. No tenemos pinta de cazadores. ¿Realmente alguno de nosotros tiene la más remota idea de cómo cazar a un ciervo? Porque lo que es yo...

A ver, ¿con qué contamos? Dos lanzas, que con lo irregulares que son dudo que sirvan para ser lanzadas, más bien para empalar a la fuerza. Mis garras, que sólo podré usar si me acerco lo suficiente. Y Makoto... sigo sin tener claro como funciona lo que sea que es capaz de hacer.

Makoto... Antes dijiste que lo que hacías era una cuestión de percepción. ¿Crees que podrías aparecer por allí y asustar al ciervo en esa dirección? -Le digo señalando la zona. Teniendo en cuenta que está junto al agua, y dudo que pretenda huir nadando, lo mas probable es que siga la orilla- Si nosotros tres nos escondemos por allí, vendría hacia nosotros... ¿Cómo lo veis?

Cargando editor
21/04/2015, 01:25
Makoto Yuchi
Sólo para el director
- Tiradas (1)

Motivo: Garras de Oni

Dificultad: 15

Habilidad: 5+6

Tirada: 1 5 9

Total: 5 +5 +6 = 16 Éxito

Cargando editor
21/04/2015, 01:45
Makoto Yuchi

Por primera vez des de que habíamos iniciado la búsqueda pude sonreír con franqueza. En parte por el hallazgo, que me llevó a fijarme en T.J. con agrado.

Cuando el americano dijo que le había parecido escuchar el remor del agua le tomé por loco... este chico es una caja de sorpresas

Y en parte porque a medida que pasaban los días mi complicidad con Benjamin no hacia sino aumentar. Era capaz de leerme el pensamiento incluso sin Elizabeth.

Le miré con mezcla de concentración y entusiasmo antes de fijarme de nuevo en aquél ciervo. Su tamaño era generoso, no podíamos desaprovechar aquella oportunidad.

- Creo que seré capaz de darle una muerte limpia, rápida y sin sufrimiento des de las sombras. - dije mirando en la dirección donde el animal se encontraba.

Entrecerré los ojos fijándome en nuestra presa y, mientras medía mentalmente la distancia, las uñas en mis manos se oscurecieron tomando el color negro de la obsidiana a la vez que crecían volviéndose duras y afiladas cuchillas.

- Cerrad sus vías de escape por si sobrevive al ataque - miré a los chicos y luego al animal - no podemos fallar - mi tono era serio. No sé que iba a ser de Rina si no se llevaba un bocado a la boca pronto.

- Creo que podríamos abarcar su posible huída aprovechando que está aquí el amigo de Christopher - le di unos cariñosos golpecitos en la cabeza al can - Quizá Ben y Victoria en un extremo y T.J. y el perro por el otro - ya habíamos visto antes la valentía y obediencia fiel del can. Era un dignísimo apoyo.

Usé los brazos para señalar las zonas que parecían ser las únicas posibilidades de escape del ciervo si me detectaba. Como Ben había señalado, la parte próxima a la orilla era la más probable.

- No tenemos tiempo que perder, podría irse en cualquier momento - una vez en campo abierto iba a ser casi imposible poder darle caza.

Esperé a que mis compañeros se colocaran en aquellas posiciones o en las que ellos estimaran más oportunas.

Cuando estuvieron listos avancé con extrema cautela.

Caminé hacia el ciervo avanzando como un predador, agachado y suavizando el peso de mis pisadas evitando el ruido por completo. Llegado el momento, el mágico humo me envolvió en absoluto silencio haciéndome desaparecer de la vista de presa y compañeros y traté de colocarme en el ángulo que me permitiera realizar un golpe limpio al cuello del animal.

Le oía respirar inocente y relajado. Cuánto más me acercaba más triste se me hacía la situación, pero era una cuestión de supervivencia.

- Tiradas (2)

Motivo: Entrar en las sombras

Dificultad: 12

Habilidad: 5+6

Tirada: 1 7 10

Total: 7 +5 +6 = 18 Éxito

Motivo: Sigilo

Dificultad: 0

Habilidad: 5+9

Tirada: 1 2 7

Total: 2 +5 +9 = 16 Éxito

Notas de juego

Lo dejo abierto a lo que el Máster y los Compañeros decidan hacer antes de ejecutar ninguna acción decisiva.

Cargando editor
21/04/2015, 12:00
Benjamin Foster

Makoto me sorprende por partida doble. En primer lugar, cree que sería capaz de cazarlo él sólo. Bueno, al menos, intentarlo, darle el primer golpe, y que nosotros le cubramos más que nada en caso de fallo. Dado que el factor sorpresa es lo que más me preocupaba, la verdad es que su plan me gusta más. Lo que no termino de comprender es...

...justo lo que me sorprende inmediatamente, cuando unas largas cuchillas surgen de sus dedos.

¡Garras! -Exclamo sin levantar la voz, sorprendido, con una amplia sonrisa- Vaya, ya no me siento tan especial, jeje. -Le guiño un ojo a Makoto, moviendo los dedos de mis manos, que he traído en forma de garras todo el camino por si nos encontrábamos algún imprevisto sorpresa. Me giro para mirar a Victoria- ¿Lista? Pues vamos por allí, podemos rodear la zona campo a través y situarnos en ese extremo, por si el ciervo corre hacia esa salida al bosque.

Empiezo a caminar, tratando de no hacer ningún ruido desde la distancia que pueda alertar al animal.

Cargando editor
21/04/2015, 15:50
Director

Makoto se acerca sigilosamente al animal, parece que este no termina de darse cuenta de la presencia del chico que por fortuna se ha colocado en contra del viento de forma inconsciente ya que no entraba dentro de sus planes y el ciervo parece que ya no solo no le ve sino que no le huele ni le escucha.

Todo estaba preparado, la situación era de una calma tensa justo antes del comienzo de la caza, todos estaban en sus posiciones preparados para cazar

Notas de juego

Id haciendo todos la tirada de ataque con cuerpo a cuerpo o a distancia seun useis uno u otro

Cargando editor
21/04/2015, 16:25
Makoto Yuchi
Sólo para el director
- Tiradas (1)

Motivo: Ataque - caza

Dificultad: 0

Habilidad: 6+9

Tirada: 1 2 10

Total: 2 +6 +9 = 17 Éxito

Notas de juego

Acabo de darme cuenta que no sé como debería tirar el daño xDDDD

Cargando editor
21/04/2015, 16:30
Benjamin Foster

Alcanzo el punto que le comenté a Victoria, agazapados tras unos matorrales cubiertos por tenues capas de nieve caídas de los árboles. Le hago un gesto para que permanezca junto a un árbol, que le ofrece más cobertura, y camino unos metros más hasta un promontorio bajo de rocas.

No se donde está Makoto, pero podría actuar en cualquier momento, de forma que afianzo los pies y me dispongo a correr si es necesario, dejando que mi cabeza sobresalga apenas lo justo para ver al animal entre unas matas que crecen entre las piedras.

- Tiradas (1)

Motivo: Ataque con garras

Dificultad: 0

Habilidad: 13

Tirada: 1 4 10

Total: 4 +13 = 17 Éxito

Cargando editor
21/04/2015, 21:12
Victoria 'Vicky' Silva

 Tras otra larga, fría y cansada caminata, exhalo un suspiro de alivio al ver que nuestros esfuerzos han sido recompensados cuando contemplo al animal, sorprendida por nuestro hallazgo no solo del ciervo, si no del fantástico lugar para la caza y el abastecimiento de agua. Rápidamente me agacho, esperando no ser vista por éste. Todo parece ir según el plan, no comeremos lobo, pero sí ciervo... ¿Comeremos ciervo? Pensándolo mejor, volvíamos a tener un problema, porque estaba segura de que no tendría fuerza ni puntería como para alcanzarlo siquiera con la lanza, y Ben era un hombre-lagarto-asesino, no un hombre-lagarto-asesino-Flash.

 Afortunadamente los chicos plantean una alternativa que parece muchísimo más efectiva que mi plan de quedar en evidencia fallando aparatosamente el lanzado de la improvisada pica.

 El corazón se me empieza a acelerar cuando compruebo lo que Makoto es capaz de hacer, haciéndome consciente de que no solo podría herir a quien quisiera cuando quisiera, como posiblemente puedan hacer el resto de nuestros compañeros, si no que además podría hacerlo sin que pudiéramos llegar a alcanzar la más mínima sospecha. La emoción de la caza próxima tampoco ayuda a mi nerviosismo, incluso a pesar de que parece que mi participación será mínima en ésta, si no nula.

 -Está bien.- Acuerdo en voz baja con el plan que proponen los chicos, nerviosa e insegura, y asiento a Ben y Makoto cuando me asignan mi parte, tratando de ponerme seria y firme. Se trataba de nuestra comida, de sobrevivir, no podíamos permitirnos dejarlo escapar, y mucho menos por que por nervios fuera capaz de dejar caer la lanza al suelo a la hora de la verdad, como una niña asustada.

 Llegué hasta la zona que me indicaron los chicos, esperando a que Makoto realizara el esperado movimiento maestro y cubrir las salidas del animal para salir a la acción en caso de que su técnica resultara no ser tan maestra.

- Tiradas (1)

Motivo: Ataque con lanza

Dificultad: 0

Habilidad: 8

Tirada: 2 3 10

Total: 2 +8 = 10 Éxito

Cargando editor
22/04/2015, 19:32

- Soy el puto Rambo, colegas. - Dijo cuando llegaron al claro de la cascada, pagado de si mismo. Se acababa de lucir como un campeón y, qué cojones, era para estar orgulloso. Después del día de mierda que llevaba era un lujo sentirse realmente útil. Sobretodo por haber podido hacer algo que los chavales mágicos no habían podido hacer. ¡Un jodido punto para los normies!

Pero si el agua era un descubrimiento de puta madre el ciervo multiplicaba su hazaña por diez. Comida rápida en formato salvaje. Los demás veían un animal mas o menos inocente, él veía un chuletón que aún no sabía que iba a acabar en su estómago al final del día.

Se desplegó como los demás, con la lanza en ristre sujeta con las dos manos, echándole de vez en cuando una mirada al perro que les había dejado el friki de los móviles y que no era ni de coña un chucho normal, esperando que no se le fuera la cabeza y le soltara un mordisco porque si. 

Nunca había cazado nada más de alguna que otra rata con veneno y trampas ni mucho menos utilizado una lanza de madera improvisada. Seguramente su exceso de confianza le llevaría a cagarla estrepitosamente...

- Tiradas (1)

Motivo: Ataque con lanza cuerpo a cuerpo

Dificultad: 0

Habilidad: 9

Tirada: 1 2 6

Total: 2 +9 = 11 Éxito

Cargando editor
23/04/2015, 15:40
Director

El grupo estaba en tensión, todos preparados para cazar al ciervo, cuando Makoto se acercaba el animal parecía algo inquieto, no podía verle pero era como si algo le dijese que no estaba bien, pero para cuando iba a moverse ya era tarde, el ataque de Makoto es realmente bueno y una gran cantidad de sangre sale del costado del animal, este grita con fuerza y se desplaza alejándose del lugar, el resto de chicos estaban preparados para recibirle, todos tensos, pero es Ben el que ve la ocasión mas clara para atacar al animal, con furia le clava las garras, el resto de chicos se acercaban con las improvisadas lanzas y golpean al animal, este parece que no puede resistirse más, Vicky incluso ha roto su lanza por la fuerza que ha tratado de darle al golpe.

Apenas un par de sonido guturales por parte de la bestia y cae al suelo entre algunos espasmos muerta sangrando por las heridas en especial por la causada por Makoto

Cargando editor
23/04/2015, 17:07
Benjamin Foster

Apenas tenemos tiempo para reaccionar. Por el pequeño espacio que me reservo para observar al animal, veo que se mueve inquieto, sin saber el motivo, justo antes de que la sombra de Makoto aparezca de la nada a su lado, propinándole un fuerte golpe en el costado que le desgarra la carne. El animal sale corriendo, y yo olvido mi escondite al darme cuenta de que no pasará exactamente por donde nos encontramos Victoria y yo.

¡Ahora! -Le grito a la chica, mientras salgo de detrás del promontorio y corro tratando de interceptar el camino que toma el ciervo. Con la respiración agitada y la adrenalina por las nubes, me interpongo entre el ciervo y dos árboles por los que pretende escapar, saltando hacia él con mis garras por delante, dispuesto a agarrarle y que no se escape. Mis garras se clavan en su cuello y su lomo, desgarrando a su paso y dejándome aferrado a él. Pero el ciervo es grande y aún conserva fuerzas, y en el último instante se detiene y se gira dispuesto a escapar en otra dirección. Agarrado a su carne, me arrastra con él en su carrera, aunque esta se detiene un instante cuando Victoria clava su lanza en su pecho. El animal se frena, pero el impulso es tal que la propia lanza se parte, quedando una gran parte de ella clavada en su carne. El ciervo continúa corriendo, arrastrándome y haciendo que el impulso y la fuerza que hago por no caerme le desgarren más y más con cada nuevo salto. Apenas abro los ojos lo suficiente para ver a Makoto junto al agua, tratando de llegar a nosotros, y a T.J. que ha recorrido buena parte de la distancia que le separaba de nuestra posición y se lanza a la carga contra el ciervo. El impacto, no por esperado, es menos duro. La lanza de T.J. se clava en el lateral del pecho del animal, insertándose hacia su costillas y desgarrando todo a su paso. El ciervo trata de evitarlo en el último instante, levantándose sobre sus cuartos traseros y alzándome con él justo cuando T.J. le golpea.

No se ni cómo llego al suelo, pero termino ahí, tirado sobre el cuerpo del ciervo. Abro los ojos, parpadeando, salpicado de una mezcla de polvo, pelo de animal y sangre. Veo a T.J. en el suelo, sujetando aún la lanza clavada en el cuerpo del ciervo. El perro de Chris llega poco después, junto a Makoto, y oigo a Victoria a mi espalda. Miro al ciervo, que da sus últimos estertores antes de perder la vida definitivamente, y noto mi respiración acelerada que comienza a relajarse.

Sonrío, por muchos motivos. Lo hemos logrado. Es una pequeña victoria para nosotros, algo de lo que sentirnos orgullosos. Además, lo hemos hecho en equipo, colaborando entre nosotros y complementándonos. Esta noche habrá carne para todos, y podremos cenar y saciar nuestro hambre. Todos lo necesitamos. Los ánimos crecerán, la gente se pondrá más contenta con esto, todos estaremos más relajados.

Pero hay algo más.

Es algo que me gusta y me aterra al mismo tiempo. Es algo que me dijo mi reflejo oscuro en la cueva, aquel en quien corro el riesgo de convertirme. La emoción de la caza, esos instantes corriendo tras mi presa y deseando abatirla... me ha gustado, lo he disfrutado realmente. Él me lo dijo, es parte de mi naturaleza. Soy un depredador, mis armas naturales, mis habilidades, tienen como función principal y natural causar daño, matar. Miro las heridas del animal. La más grave es la que le ha causado Makoto en el costado, como deja claro la gran cantidad de sangre que sale de ahí, pero me fijo principalmente en mis garras clavadas aún en su carne. Ha sido peligroso, pero también emocionante. Y lo he disfrutado. ¿Es bueno que sienta esto? ¿Qué disfrute matando, aunque sea a un animal, con mis propias manos?

Mi sonrisa desaparece al pensarlo. No, no puedo ser así. No me convertiré en alguien como él. Además, él lo dijo, que mi naturaleza implique estar diseñado para matar no significa que no tenga la posibilidad de elegir mis motivos. Proteger, uso mis armas para proteger. Este ciervo debía morir, porque Liz y el resto de mi gente pasan hambre. Nada más.

¿E-estamos todos bien? -Pregunto, aún sobre el ciervo, mirando alrededor- Buen trabajo, Makoto, estás hecho todo un ninja, jaja ¡Uff! -Saco mis garras de la carne del animal, con un sonido bastante desagradable, y me aparto de él, limpiando mi rostro con la manga de mi camiseta de manga larga. Al ver la suciedad en ella, pongo cara de asco- Y vosotros también, chicos, buena puntería con las lanzas. Tendré que hacerte otra, Victoria, la tuya ha quedado un poco inservible...

Supongo que las próximas lanzas podríamos hacerlas con punta de hueso o de cuerno de ciervo, no se. Pero eso ya cuando regresemos a la cueva, antes tenemos que llevar la pieza hasta la cueva...

¿Se os ocurre algo con lo que podamos atar las patas delanteras y traseras entre sí? -Pregunto, cansado- Enganchadas a un palo lo bastante largo y resistente, podemos ir cargándolo entre dos... -Echo un vistazo alrededor, fijándome de nuevo en el agua del que abrevaba el animal- ...aunque antes deberíamos beber algo, ¿no? Nos espera un duro camino de vuelta...

Cargando editor
23/04/2015, 19:59
Director

Ben aun se notaba agitado, notaba su vista un poco nublada incluso y fue cuando se dio cuenta, veía a sus compañeros de forma extraña, era como si los chicos emitiesen calor, como si alrededor de ellos hubiera un aura que les rodeaba y les hiciese resaltar sobre la nieve, realmente era extraño, poco a poco fue notando como los chicos adquirían una tonalidad rojiza mientras que el fondo y sobretodo la nieve la iba adquiriendo azulada. Fue cuando se dio cuenta, no muy lejos de allí vio algo que le llamo la atención, era una figura bípeda sin duda que parecía caminar por el bosque, a lo lejos y el podía verla

Apenas duro unos momentos, pero realmente fue extraño, de nuevo la visión volvió a ser normal, sus compañeros y todo tenían su tonalidad igual a la de siempre

Notas de juego

Ves algo similar a la imagen

Cargando editor
23/04/2015, 20:04
Director

Todos podeis ver como durante unos momentos los ojos de Ben se ponen rojos (como en la imagen que ha puesto el) para desaparecer apenas unos momentos despues

Cargando editor
23/04/2015, 20:19
Victoria 'Vicky' Silva

 Tras el ataque de Makoto, me alarmo al ver que la criatura sigue viva.

 Escucho la orden a la ofensiva de Ben, que me me tensa aún más. Esto no se parecía nada a las pocas cacerías a las que asistí con mi familia, con rifles y escopetas. Tenía su emoción cuando mi padre o mis hermanos acechaban a los animales con armas de fuego, pero siempre había tenido la certeza de que con un arma así, nadie corría riesgo de sufrir una embestida, cornada ni patada, nada que ver con esto. El respeto que sentía por estos animales se convirtió en miedo.

 Aprieto los dientes y contemplo, asustada y con las pulsaciones por las nubes, como Ben se abalanza sobre el animal, que incluso tras este segundo ataque literalmente bestial es capaz de seguir avanzando. Estaba sangrando a borbotones, se volvía lento, gemía de dolor y le faltaban las fuerzas. Por supuesto era incapaz de analizar o pensar en todos estos factores con el casi bloqueo mental y físico en el que me encontraba, concentrando toda esta información únicamente gracias al instinto primario en algo mucho más simple: Estaba débil. Era la única oportunidad que alguien débil como era yo podría aprovechar para actuar, para ser de alguna utilidad. 

 Derrochando adrenalina y con la respiración acelerada, siento y obedezco el impulso de correr hacia el animal a la ofensiva cuando veo que acorta distancias conmigo y cargo hacia él, con los brazos y los puños engarrotados por la presión que yo misma ejercía sobre la lanza que mis manos envolvían y sentían casi como una extensión más de mi cuerpo.

 Cierro los ojos cuando estoy a punto de atacar a la presa, asustada, adelantando con fuerza los brazos y dejando que mi impulso junto con la firmeza con la que ahora agarraba mi arma hicieran todo lo demás. Sólo era capaz de centrarme en la caza, de sentirla, los instintos primarios, la supervivencia. En ese momento, para mí sólo existíamos el ciervo, mi lanza y yo.

 Exhalé con fuerza y abrí los ojos de par en par cuando sentí la lanza introducirse en el cuerpo del animal, paralizándome por un segundo cuando el ciervo se detiene, volviendo en mí misma y en lo que estaba pasando. Lo miré a los ojos entonces, con los míos asustados, suplicándole con la mirada que no me hiciera daño, como si el animal pudiera siquiera entenderlo.

 Aun no se da por vencido, y es entonces cuando volviendo a avanzar rompe con un impulso mi lanza, que agarro con más fuerza aún si cabe como si fuera la única esperanza a la que aferrarme, mientras grito y retrocedo con prisas, tropezándome un par de veces, pero sin caer, casi de milagro. Probablemente más tarde recordaría todo esto con orgullo, o sintiéndome una drama queen.

 T.J. se acercó entonces para acabar definitivamente con la vida del animal mientras yo contemplaba la escena desde la distancia 'prudente' que había retrocedido, paralizada y agarrando lo que ahora no era más que otro simple palo contra mi pecho, tratando de tranquilizarme. La mirada rojiza que por un momento percibo en Ben no ayuda, pero sí que lo hace el concluir la caza.

 Bajo el palo y me acerco a los chicos cuando me siento un poco mejor. Escucho entonces a Ben, sin mediar palabra alguna respecto a lo que dice ni contestar siquiera a lo del agua, incluso con la sed que tengo, sintiéndome aun un poco aturdida. 

 -Po... Podemos irnos ya, ¿No?- 

Cargando editor
23/04/2015, 20:59

- Joder... - Susurró una vez se puso en pie, jadeando por el esfuerzo, mojado a partes iguales por la nieve que se le derretía en la ropa y su propio sudor. Cada vez que exhalaba una nubecilla de vapor se formaba frente a sus labios. Tenía el pelo pegado a la cara, salpicaduras de sangre por toda la ropa y la mirada acerada. - He visto ajustes de cuentas menos sangrientos que esta matanza, joder... Solo nos faltaría meterlo en un maletero y echarlo al mar... Sois... - Dijo refiriéndose a Makoto y Ben, que tenían las manos ensangrentadas hasta el codo - Somos... - Se corrigió al momento, las lanzas improvisadas seguían clavadas en el cuerpo blando y muerto del animal - Unos putos fuera de serie. Que se jodan los niñatos del libro ese de mierda. ¿Nos pintamos ya marcas tribales? ¡Ja! -  Se estaba conteniendo en su entusiasmo. Y lo hacía únicamente porque Rina les había advertido sobre lo peligroso que podría llegar a ser joder al bosque. Si por él fuera, estaría dando saltos alrededor del ciervo y gritándole al bosque que ya le podían ir dando por culo. A lo mejor hasta echando una meada para marcar su territorio. 

Joder, se sentía vivo. Se sentía poderoso. Aquel bicho debía pesar, ¿qué, ciento setenta kilos? y se lo habían cepillado sin apenas esfuerzo. Vale que Makoto era un jodido ninja invisible y que Ben había estado colgado de la bestia como un jodido jinete de rodeo con las zarpas hasta la muñeca en su cuerpo, pero coño, podría haber sido mucho peor. Hasta la boliviana había hecho su parte como una puta maestra de la caza. Pero los ciervos no eran cosa de broma, eran los putos reyes del bosque. Y no solo por los cuernos, sino por la mala leche que se gastaban. 

Sin embargo, algo fallaba. Aquello no sentía como una victoria. Para él si, claro, para T.J. ese había sido el puto mejor momento de sus últimos meses. Incluso había descargado la rabia que le había entrado por el camino. Si no se liaba a patadas con el ciervo pensando en sus padres solo era porque se lo iban a comer... Pero Ben y Victoria eran harina de otro costal. No se le había escapado el cambio en Ben. Había durado solo unos segundos, unos instantes en los que los ojos del chaval se colorearon de un rojo intenso, un rojo sanguinario. Se le notaba en la cara, intentaba enterrarlo a base de fuerza de voluntad, pero se le notaba en la cara. T.J sabía que había disfrutado matando al ciervo, que había disfrutado cada puto segundo en el que tuvo las zarpas en su interior, en el que había volado sobre la nieve sujeto al animal, en el que la sangre le había salpicado la cara y chorreado por sus brazos. Había disfrutado cuando la vida del animal se apagó con su última exhalación... Y después de eso lo que le quedaba era una lucha interna entre su parte mas salvaje y la parte con la que abrazaba a Liz. Menuda putada debía ser para él tener querer ir de bueno por la vida y tener una jodida bestia salvaje encerrada en lo mas hondo. 

- Tío, lávate la cara y las manos. No creo que quieras tocar a tu novia con esas garras llenas de sangre - Le dijo - Vamos todos a lavarnos la cara y las manos, que menudo desastre. - Pasó la mano por la espalda de Vicoria y la empujó suavemente pero con firmeza en dirección al lago. Ella era el segundo problema, parecía mucho mas afectada por lo que habían hecho que Ben y le estaba jodiendo el momento de gloria - Y luego ya veremos como nos llevamos de vuelta al ciervo al campamento ¿De acuerdo? Llevamos todo el puto día sin comer, no creo que por un rato mas nos vayamos a morir...

Cargando editor
23/04/2015, 22:33
Makoto Yuchi

Tras borrar un pequeño instante de duda al verme frente al animal totalmente inconsciente de lo que estaba apunto de acontecer ejecuté la acción con velocidad y precisión, pero con cierta lástima. Nunca antes había matado a un animal, ni mucho menos a ningún hombre.

Su sangre caliente me salpicó al salir a borbotones de su costado; el ciervo malherido trató de huir, pero el trabajo de mis compañeros fue espectacular.

No esperaba de Victoria esa iniciativa ni ese ímpetu, y el entusiasmo y la energía que demostró T.J. una vez habíamos dado caza al ciervo, aliviaron mi sentimiento de pena inicial. El brutal golpe de Benjamin fue decisivo, sin embargo, no pude evitar reparar en la peligrosa expresión que se dibujó en su rostro y transformó su mirada y percibí en él esa sensación que ya había visto antes en la Kitsune.

Sed de sangre.

Miré con cierta preocupación a mi amigo, en silencio, durante unos segundos. Luego bajé la vista para observar mis manos completamente ensangrentadas.

Veía el líquido escarlata recorrer mi antebrazo hasta llegar a los dedos y las gotas de sangre caliente caer, manchando la nieve frente a mis pies. Cerré las manos y las abrí de nuevo, varias veces, hasta que la conversación de mis compañeros me devolvió a la realidad.

- Vicky tienes razón, no vamos a perder tiempo aquí. Aprovecha mientras preparamos lo necesario para transportarlo y bebe un poco. Lo hiciste bien - levanté mi dedo pulgar como signo de aprobación, pues la chica parecía algo consternada.

Así que alcé la cabeza y, tras mirar a mi alrededor, me acerqué en silencio al riachuelo para hundir las manos en el agua y limpiar toda esa sangre. El tremendo frío del agua contrastaba con la temperatura de la sangre aún caliente del animal. Una vez limpio, formé una cazuelita con mis manos y bebí de aquella fresquísima agua transparente.

- ¿Crees que aquellas raíces que cuelgan ahí - estaba señalando bajo el techo que se formaba en la cascada nos servirían para atar al ciervo?

Las raíces solían ser flexibles y resistentes, con un poco de suerte quizá nos servirían.

Mientras me acercaba hacia el lugar para comprobarlo, me surgió una duda.

- Ben, ¿crees que podrías llegar a dar filo a parte de la cornamenta? Con suerte podríamos fabricar un par de cuchillos - alcancé algunas raíces para tratar de cortarlas con las afiladas garras - siempre existe la opción de intentar darles filo con una piedra plana.

Cargando editor
24/04/2015, 05:54
Benjamin Foster

Hablo medio aturdido por la cacería, por lo que me hace sentir, más por olvidar esas preocupaciones que por necesidad. Pero eso no me alivia. Al contrario, mi visión se nubla y quedo unos instantes inmóvil, con una inquietante sensación de familiaridad cuando las formas y colores ante mí se difuminan y transforman, cuando todo se vuelve un sencillo esquema de azul y rojo anaranjado. Lo que no importa, y lo que se puede cazar. Esa es la idea que se adueña mi mente al verlo, la forma en que un cazador absoluto ve el mundo. ¿Es eso lo que yo soy? ¿A esto tengo que ver reducidos mis intereses, a la próxima presa?

Y a lo lejos, veo aquello. Y lo observó con mis ensangrentadas garras listas por si sin necesarias.

Pero no, mi visión se recupera y los colores regresan, y esa figura desaparece en la lejanía. Oigo de fondo la voz de T.J. mostrándose orgulloso de lo que hemos hecho, aunque es una voz lejana y sin interés hasta que nombra a Elizabeth. Reacciono como si me despertasen de golpe. Me miro las manos, garras cubiertas de sangre, e imagino a Liz viéndolas aterrada.

Eh... Sí, sí claro... -Digo algo aturdido mientras me encamino a la orilla. Me arrodillo junto al agua y sumerjo las garras bajo el agua, frotándolas entre sí. Al sacarlas, veo que hay sangre aún incrustada entre las escamas, de modo que vuelvo a frotar, pero no sale, se queda ahí. Hago desaparecer las garras y las escamas, frotando mis manos con fuerza. Vamos... Aún queda sangre entre las uñas, y las froto unas contra otras con ganas, con evidente nerviosismo. Me fijo en la manga de mi camiseta, salpicada de rojo casi hasta el codo. Sin importar que se cale, froto mis manos mojadas sobre el tejido, pero sólo logro extender la mancha. Sumerjo los brazos en el agua, empapando las mangas y frotando de nuevo. Vamos, joder, vamos... La mancha no desaparece, y me quito la camiseta, quedándome ya sólo con la de manga corta que llevo debajo. Sumerjo la camiseta completa en el agua, frotando el tejido entre sí al sacarlo, de forma compulsiva. Mi respiración está cada vez más agitada, los nervios van en aumento, mientras la sangre insiste en permanecer. Siento un cosquilleo en el rostro, y dejo de frotar para llevarme una mano al rostro, viendo entonces la sangre en ella. Con la propia camiseta mojada, me enjuago la cara, comprobando la cantidad de sangre que arrastro desde mi rostro. Finalmente, tiro la camiseta a un lado y, con las manos apoyadas en el fondo del río, sumerjo mi rostro en las frías aguas, para eliminar todo rastro de sangre. Cuando saco la cara del agua, con el frío clavándose en mi piel como mil agujas y la respiración agitada, me quedo mirando la imagen distorsionada de mi rostro en la superficie del agua.

Makoto está diciendo algo de unas raíces. Oigo mi nombre, me pregunta por afilar los cuernos del ciervo, hacer cuchillos. No respondo, no soy capaz, sólo saco las manos del agua y me quedo de rodillas junto a la orilla, con los labios morados, temblando.

Hasta que recuerdo esa figura.

N-no... S-sí, c-creo q-que po-dría, pe-pero no aquí. En el c-camp-pamento. Aq-quí N-no est-tamos seguros. -Digo mientras lucho por controlar la tiritona- P-podemos at-tarlo con e-esto...

Nuestro la camiseta mojada. Cada manga puede usarse para alcanzar un par de patas, y estando mojada debería resistir. No puedo ponérmela ahora, de todos modos.

Cargando editor
24/04/2015, 07:51
Makoto Yuchi

- Eh! Eh! ¿Amigo, qué ocurre? - al ver la reacción casi aterrada de Benjamin me acerqué a él rápidamente.

Parecía en estado de shock. Me agaché junto a él y le hablé en voz baja y tono tranquilo tratando de relajarle, mientras apoyaba una mano en su espalda.

Sabía perfectamente qué le sucedía, lo había visto antes en Rina. Esperaba poder hablar con él tranquilamente una vez regresáramos, pero todo se precipitó cuando vi cómo se sacaba la camiseta y la empapaba en el agua helada.

- Escucha Ben - mi presión sobre su espalda aumentó suavemente para tratar de llamar su atención sin alarmarle - sea lo que sea lo que intenta... - no conocía la actitud ni la intención de su naturaleza, pero sin duda de alguna forma parecía presionarle - tú puedes con ello. Benjamín, ¿me oyes? Tú puedes con ello, y no estás solo.

Me di cuenta al tocarle de que estaba helado. Así que me quité el jersei que me cubría y le invité a ponérselo. Entre la excitación y la carrera casi me sobraba

- Venga, póntelo - traté de ayudarle a incorporarse - en la cueva te están esperando - le sonreí pensando en cuánto se alegraría el resto al vernos llegar con la presa. Especialmente Rina y Elizabeth.

Cargando editor
24/04/2015, 11:20

T.J. siguió los pasos de Makoto hacia el río y también se agachó junto a Ben, del otro lado, sin dejar de vigilar por el rabillo del ojo a Victoria. El chaval acababa de ser consciente de que lo había hecho y parecía en shock. Vaya un cazador estaba hecho. Aunque pensándolo bien, ¿No habían dicho que solo llevaban cinco días siendo freaks con garras? Normal que estuviera jodido de la cabeza.

- Mira tío, no has hecho nada malo, ¿Vale? No le has pegado una paliza a un crío ni has mutilado a una anciana. Solo has matado a un ciervo para que los demás podamos comer. Eso no es asesinato, eso es supervivencia. - Afiló un poco mas el tono, dándole un poco mas de dureza a sus palabras - ¿Te da miedo que lo hayas disfrutado? Joder, es normal. Nunca ha habido violencia en tu vida, ¿Verdad? Nunca te has visto machacado siendo el débil ni machacando siendo el fuerte. No has sentido el miedo y la impotencia estando en un lado ni la sensación de poder y control estando en el otro... Lo entiendo y es una mierda, estar en cualquiera de los dos lados es una mierda - Mintió. Él si disfrutaba de la sensación de poder, le hacía sentirse muy vivo, pero no tenían por qué saberlo - Pero ¿sabes? Es la puta ley del mas fuerte. Y tu, cabronazo, eres el mas fuerte, podrás hacerte cargo de toda esta mierda que sientes ahora, ¿eh?. - Le dio un par de palmadas en la espalda, amistosas - Así que déjate de lloriqueos y de mierdas, levántate, haz algo útil con esas garras y corta una rama larga y fuerte para cargar el ciervo y vámonos de este puto río antes de que te desquicies, porque me estoy empezando a pelar los huevos de frío. - Se apoyó en el hombro de Ben para levantarse porque empezaba a notar las piernas entumecidas por el frío y caminó unos pasos hasta apartarse ligeramente de Makoto y él.

Sumergió rápidamente las manos en el agua y se frotó con fuerza unos segundos, lo justo para quitarse las salpicaduras de sangre. - ¡Joder! ¡Está helada! ¡Mierda, no sabía que pudiera hacer tanto puto frío! - Se quejó a voces, hundiendo de nuevo las manos para llevarse algo de agua a la cara - ¡Diossssssss! ¡Mierda! - Sacudió la cabeza, bebió un poco de agua y se levantó quejándose, haciendo un esfuerzo por no ponerse a temblar. 

- Ven aquí, nena, ven y dame un abrazo anda, que nos vamos a helar como no entremos en calor - Bromeó acercándose de nuevo a Victoria con una media sonrisa bromista en los labios morados.