Partida Rol por web

Reacciono cuando T.J. me empuja y me dirijo hacia el lago tras mirarme las manos y comprobar cuando escucho al chico que tengo las manos y los brazos manchados también de sangre.

Suelto el palo y empiezo a rascarme la sangre de las manos con las uñas hasta que llego a la orilla, donde me agacho y miro al agua, dubitativa antes de sumergir las manos en esta lo mínimo necesario. Tal y como sospechaba, gélida a tacto.

El resto de los brazos, así como la cara, los limpio humedeciéndome antes las manos y sacudiéndolas un poco para empezar a frotar, mientras echo miradas a Ben, preocupada por lo agitado que parece.

Tomo agua formando un cuenco con las palmas de las manos y me la acerco a la boca cuando termino de lavarme, apretando los dientes cuando la bebo para aguantar el frío.

A pesar de que Ben me preocupa no me acerco a él cuando me levanto, si no que lo miro preocupada, y luego al ciervo muerto y sus heridas, dándome cuenta, ahora que estoy más tranquila, del asco que me producen.

La mandíbula me tiembla, y mientras exhalo aliento en mis manos y las froto para que entren en calor, me acerco también a T.J. dudando sobre si tomar su broma como tal, decidiendo al menos pegarme a su lado y agarrarle del brazo. Broma o no, el frío, acrecentado ahora tras el contacto con el lago, no era moco de pavo, y su proposición no era mala. Al menos él y Makoto mantenían la cabeza fría, nunca mejor dicho.

Escucho la idea de Ben sin terminar de entender como podríamos arrastrar al animal con una sola prenda, y luego la de Makoto, que me parece bastante buena, sin embargo...

-Supongo que sí podríamos cargarlo así, pero... ¿Cómo vamos a alcanzarlas? - Vuelvo a mirar a los chicos, y se me ocurre algo cuando miro a Ben. -Sería más fácil coger ramas, como dice T.J., y podríamos intentar juntarlas de alguna forma con la camisa de Ben... - Sugiero insegura, como si estuviera diciendo una tontería. -¿No?. -Así tendríamos un conjunto con más superficie y resistencia, o eso creía.

Temblando y con la vista pérdida en las aguas del río, apenas noto la mano de Makoto en mi entumecido hombro, presa de un temblor de doble origen. Susurra palabras a mi lado, y su predisposición me conmueve. En tan poco tiempo de ha convertido en un gran amigo, alguien en quien confiar y apoyarse, una ayuda inestimable. Tantas cosas han pasado en tan poco tiempo, cosas que en otras circunstancias se tarda media vida en dar forma. Pero está equivocado, confundido, influenciado por otras experiencias que nada tienen que ver con lo que me sucede.

N-no... N-no hay u-un él... -Digo con mis labios aún temblando, agachando la mirada- S-sólo y-yo...

Quiero explicarle más, este chico, mi amigo, me da la confianza para abrir mi corazón y mostrar mis miedos. En algo lleva razón, no estoy sólo. Pero temo estarlo.

Pero no digo nada más. Mi primer impulso es rechazar el jersey de Makoto, negar necesitarlo. Me siento estúpido sólo de pensarlo, aún temblando. Me da apuro verle quitarse ropa de abrigo por mí, pero lo acepto finalmente. Un rato, solamente, hasta entrar en calor. T.J. toma la palabra animándome a su manera. Palabras algo bruscas, pero no carentes de razón y buena intención. He llevado una vida demasiado tranquila, y toda esta violencia se me queda grande. Pero es mi naturaleza, y de no acostumbrarme. Lo haré. Es preciso. Y debo hacerlo rápido, para que podamos irnos, para que podamos regresar...

Recuerdo esa figura lejana.

Miro alrededor, antes de meter una mano en el río y agacharme para llevarme algo de agua a los labios. Repito la operación varias veces más y sacudo mi mano antes de ponerme en pie, frotándome las manos entre sí.

Una rama grande, cortaré una rama grande... -Digo frotándome la cara con las manos, como si tratara de despertar de un mal sueño, aún aturdido. Al girarme pongo una mano en el hombro de Makoto, acercándome para susurrarle unas palabras- No le cuentes nada de esto a Elizabeth, por favor. Ya lo hablaré yo con ella, en su momento...

Aprieto su hombro antes de soltarlo, y me alejo del agua y de ellos, pasando junto al cuerpo del ciervo con una encontrada mezcla de sentimientos. Pero paso de largo, y me dirijo a los árboles cercanos buscando una rama adecuada mientras invoco mis garras de nuevo. Pronto estaré de vuelta con un palo lo bastante largo y grueso para soportar el peso de nuestra pieza. Y podremos regresar.

Victoria se le había acabado acercando y se le había colgado del brazo. Sonrió, pagado de si mismo.  

- Lo suyo sería hacer algo de ejercicio para entrar en calor, pero llevamos todo el puto día sin comer, así que no es una opción quemar la poca energía que nos queda. Y más si tenemos que volver con ese bicharraco a hombros. - Le explicó.

- ¿Sabes? Lo mejor para combatir el frío es meterse desnudos dentro de un saco de dormir - Dijo moviéndose hacia la espalda de la chica y rodeándola con los brazos. Era un poco más alto y un poco mas ancho y su cuepo aún estaba cálido por el esfuerzo. - Pero no tenemos sacos de dormir, así que nos tendremos que conformar con esto - Le frotó con energía los brazos para hacerla entrar en calor y le sopló el aliento a la nuca, sin llegar a tocarle la piel con los labios. Volvió a abrazarla y apoyó la barbilla sobre su hombro derecho. 

- Vamos a esperar a que vuelva el perturbado con las ramas. - Le dijo al oído con el ceño fruncido mientras lo veía acercarse al linde del claro, con el jersey de Makoto. Mierda para todos los que iban mas abrigados que él. - Es buena gente, se le ve en la cara. Y lo está pasando de pena con todo esto de matar al ciervo. Pero no te acerques demasiado a él, si perdiera el control... - Señaló con el mentón hacia el cuerpo del ciervo. No hacía falta decir nada más. - 

Tras un rato Ben llega con lo que parece más que una rama un tronco, pero es bastante grande y resistente para que puedan llevar con él al ciervo, ya disponen de los materiales para transportar al animal, se sienten débiles y con frio, ahora aun mas debido al frio del agua de forma que algunos de ellos incluso están tiritando.

 Al contrario que yo, Makoto sí se atreve a acercarse a Ben para ofrecerle apoyo, y darle además su jersey. También T.J. se había acercado anteriormente para tratar de ayudar. Yo, sin embargo... no es que no estuviera agradecida a Ben como para ofrecer también ayuda o algunas palabras tranquilizadoras, si es que fuera capaz de encontrarlas, pero T.J. tenía razón, y después de lo que acababa de pasar Ben me inspiraba miedo, más aun viendo al propio chico sorprendido por lo que acaba de pasar, por cómo se había sentido.

 Giro el cuello, por el que me recorre un escalofrío cuando el chico me exhala el aliento, para mirar a T.J. cuando me abraza desde atrás y pongo mis brazos sobre los suyos, que también están fríos, agradecida por sus gestos, pero lo miro extrañada cuando habla de la mejor forma de entrar en calor, ¿Cómo va a entrar nadie en calor estando desnudo mejor que vestido, incluso en un saco de dormir? 

 Volví a posar mis brazos sobre los de T.J. cuando volvió a abrazarme y miré a Ben cuando continuó hablando para contestar, para luego mirar al animal cuando T.J. lo señala. -Él y Makoto parecen buenos chicos, pero... Esta gente me da miedo, parece que todos puedan perder el control en cualquier momento. - Contesto en voz baja, sin caer siquiera en que se supone que nosotros también tenemos poderes.

 Ben llega entonces con una rama que parece que va a aguantar bastante bien. Sin embargo no me muevo, esperando a que me digan qué hacer, mirando la rama mientras pienso algo. A mí, desde luego, no se me ocurre como podría usar o manipular la rama para llevar al ciervo de regreso a la cueva.

Sonrió cuando Victoria lo miró extrañado y alzó una ceja con picardía. - No es algo que diga yo, ¿eh? Es un rollo scout, ya sabes. - Mintió, porque en realidad no tenía ni idea de dónde había sacado eso o si era verdad. Solo sabía que disfrutaría mucho de estar desnudo en un saco de dormir con la chavala.

- Mira lo que pasó en la cueva con la judía - Respondió al hilo de la conversación, muy serio, cuando ya había vuelto Ben con la rama. - Estos chavales son tan peligrosos como un crío con una pipa. Y además están desquiciados. ¿Los has visto? Nos entendemos mejor nosotros los de fuera sin conocernos de nada que ellos, que cada cual va a su puta bola. No se qué coño les habrá pasado desde que empezaron a cascársela con cuidado de no arrancársela con las zarpas, pero... - Se encogió de hombros. No iba a decirle que no tuviera miedo o que él la protegería, porque sería mentirle descaradamente y no le hacía falta engañarla con eso. 

Estrechó a Victoria entre los brazos y se liberó cuidadosamente para acercarse hasta dónde Ben había dejado la rama, mirándola con ojo crítico. No tenía ni puta idea de qué iban a hacer con eso, pero lo suyo sería hacer lo que habían dicho los otros, atar las patas del ciervo al palo y cargarlo entre dos.

- ¿Sabéis de nudos, chavales? - Preguntó rascándose la nuca.

La rama era gruesa. Pesa, pero resistirá el peso del ciervo, espero. He tenido que golpearla unas cuantas veces para lograr partirla. Tantas, que cuando ha caído al fin al suelo tenia la musculatura caliente y respiraba con fuerza por el esfuerzo. Y aún me quedaba pelar la rama de todas sus ramificaciones y quitarle el extremo débil, de modo que me quité el jersey de Makoto para no empezar a sudar. Ahora vuelvo con los otros, más calmado que cuando me fui, con la rama al hombro y el jersey en la mano.

Gracias, amigo. -Le agradezco a Makoto tendiéndole su prenda- Me ha venido muy bien, en serio, pero ya no me hace falta. -Al devolvérsela, le hago un gesto en dirección a T.J. y Victoria. La chica lleva mi chaqueta, pero él está en camisa y lleva así todo el trayecto. Si Makoto no necesita el jersey...

Dejo el palo junto al ciervo, tratando de no ver al animal como un ser vivo sino como un objeto. Mantener distancia. Voy hasta la orilla y recojo mi camiseta mojada de manga larga, y la acerco hasta el palo, situando los cuartos delanteros del animal juntos con el palo entre ellos. Cojo la manga mojada de la camiseta y la uso como soga alrededor de las patas, enganchándolas entre sí. Luego repito la operación con la otra manga en los cuartos traseros.

Bueno, no soy ningún experto, pero en las pelis de cazadores africanos estilo "Las minas del rey Salomón" o "Tarzan" siempre cargan a los animales de un modo parecido... ¿Cómo lo veis?

Al levantar la mirada a los otros, veo a Victoria manteniendo la distancia con un gesto que no me gusta nada. Es como si algo hubiera cambiado, como si me viera de forma distinta. T.J. no parece mostrarlo igual, o quizás soy yo que empiezo a imaginar cosas. El cansancio y el hambre deben terminar pasando factura.

Pero el espectáculo de antes no ha sido agradable para nadie. Tendría que comprenderlo si ahora me vieran como la bestia en la que temo convertirme...

Chicos... -Comienzo a decir en voz baja, sin fuerzas, aún arrodillado junto al cuerpo del ciervo. Bajo la mirada a los nudos, incapaz de aguantar les RL gesto- Siento lo de antes. De verdad. Es... difícil de explicar. Pero os aseguro que no tenéis nada que tener de mí, ¿vale? Creedme...

No me creerán, no tienen motivos para ello. Eso es precisamente lo que más he temido yo desde que se desveló mi naturaleza, el perder el control. Y no es lo que he descubierto, por el contrario. Es... otra cosa.

 Aún no me terminaba de creer lo que decía T.J.. Había visto algo así en un anime de magos que veía la friki de mi compañera de piso, pero pensé que era una escusa de la serie para darle chicha al asunto... ¿No? Dudé por un momento, pero puesto que no había saco, tampoco había muchas vueltas que darle. Lo que dijo luego me caló más hondo.

 -'...Estos chavales son tan peligrosos como un crío con una pipa...', '...Nos entendemos mejor nosotros los de fuera sin conocernos de nada que ellos...'. -Tenía su parte de razón, por ahora. Como yo, T.J. no había manifestado ningún tipo de poder y había sido amable conmigo, por lo que no me inspiraba temor alguno, al contrario que Ben y Makoto, que sí lo hacían, a pesar de que también se habían mostrado amables. Solo era cuestión de tiempo que T.J. y yo, además del resto de los chicos de la cueva, descubriésemos de una u otra forma nuestros poderes. Tal vez entonces podría sentirme como una igual y dejar de temer, o hacerlo por partida doble. En todo caso no quería averiguarlo, más vale malo conocido que bueno por conocer.

 -Hm... Yo... Prefiero mantener la distancia con ellos... Preferiría no hacerlos enfadar. - Y si no enfadaba a nadie, pues mejor. Nunca sabremos cuando uno de los nuevos puede desatarse, pero no parece fácil, y al menos no lo harán a voluntad propia.

 Ben vuelve con la rama, agitado y sin el jersey. Qué valor. T.J. hará mejor uso de él si Makoto está de acuerdo, según lo que se aprecia en el gesto de Ben.

 Cuando T.J. me suelta, avanzo unos pasos hacica Ben para escucharlo, manteniendo aún las distancias, tras T.J. y con los brazos cruzados, tanto como para paliar el frío y frotar mis manos como para mostrar una posición defensiva, a pesar de que está de rodillas, encargándose de preparar el arrastre del ciervo. Como Ben dice, yo también había oído de ese tipo de cargas, con grandes hojas resistentes de palmera, o en la película de avatar... Que no deja de ser una película ficticia, por otra parte. - Yo también he visto cosas así, supongo que es nuestra única opción...- Contesto a su pregunta.

 Entonces me mira, y es cuando cambia su expresión, que acaba en una disculpa entre palabras que no logro comprender del todo y que, por tanto, también me llevan a no creerle.

 -N-No pasa nada... Lo que importa es que hemos matado al ciervo, y que ahora estás bien... -  Trato de que sea él el que me crea, a pesar de que no es cierto, y pretendo seguir permaneciendo alerta respecto a él y Rina, así como manteniendo las distancias en lo posible. Sin lugar a dudas, no pensaba dar ni un solo 'no' a ese chico... Entre otros. Tampoco perdería a de vista a Makoto. A pesar de que parece ser el que más se preocupa por el bienestar individual de cada uno, ahora siento que nunca sé quien puede o no perder el control, si no todos.

Me mantuve ajeno a las reacciones tras el incidente. Tenía fe en que ignorar lo sucedido fuera la mejor forma de tratar de que todo el mundo volviera, poco a poco, a tener una actitud normal.

Atendí a las explicaciones de Ben sobre su "dualidad", y creí comprenderlas, además de asegurarle que jamás Elizabeth sabría lo ocurrido por mi, aunque conociendo a Liz... no hacía falta que nadie se lo dijera.

Cuando regresó con una rama que parecía lo bastante recia como para transportar ese animal, traía mi jersey en la mano, y pude observar que desviaba por un instante su mirada hacia T.J. Al seguir la dirección de su mirada lo entendí, pues el americano se abrazaba a Vicky y frotaba sus brazos tratando de entrar en calor desesperadamente incluso tenía los labios algo morados.

- Úsalo T.J., llevas todo el día sin abrigo - le lancé un guiño mientras esperaba que Benjamin se lo cediera.

Ben empezó a anudar las patas del ciervo mientras yo le miraba con atención. No tenía la menor idea de hacer nudos, así que dejé que tomara la iniciativa; aún así, traté de sumar mi apoyo intentando no incordiarle y ayudarle con el atado.

Ben mientras esta trabajando en terminar de preparar la rama siente un pequeño escalofrío, como se le eriza el vello, realmente era una sensación similar a una que ya había tenido antes, no estaba seguro pero era similar a lo que sintió cuando Janet y Beni usaron su magia, pero era mas intensa, como mas concentrada, instintivamente mira hacia donde vio aquella figura, sin duda esa sensación venia de alli

Tras un rato tratando de colocar bien el cadaver del animal y tras colocarlo mal en un par de ocasiones consiguieron colocarlo mas o menos de forma que podrian transportarlo aunque tardarian bastante en llegar de hecho no saben si llegaran esa misma noche ya que la oscuridad reinante les dificultaria la tarea

Magia...

La palabra brota de mis labios sin control, un susurro que expresa la preocupación que se adueña de mí al verme sacudido por esa extraña sensación. Levanto la mirada y la giro bruscamente en la dirección de la que creo que procede. La misma desde la que detecté esa extraña figura, ese aura de calor.

Debemos irnos. -Digo con rotundidad. Sí, podría tratarse de aquella que buscamos, pero ¿y si no? También podría suponer un peligro, y Victoria y T.J. aún ni conocen su naturaleza, no podemos exponerlos a eso a ciegas. Me giro para mirarles. Por momentos parecía que haya algo surgiendo entre ellos. Me alegraría, es la verdad. Lo mejor que me ha pasado en la vida ha sido Elizabeth. No se cómo sería capaz de enfrentarme a todo esto si no fuera por ella- Hay algo en el bosque, debemos movernos. Makoto, échame una mano. Más adelante podemos ir haciéndonos relevos a ratos, según nos vayamos cansando...

Quiero salir de este bosque cuanto antes. Quiero regresar a la cueva, junto al fuego, junto a Liz...

Benjamin se giró de forma repentina hacia el bosque.

¿Qué ocurre?

Seguí el rastro de su mirada mientras él balbuceaba algo... ¿magia? Yo no veía ni percibía absolutamente nada.

Cargué uno de los extremos del tronco sobre mi hombro mientras preguntaba a Ben en voz baja para no alarmar al resto.

- ¿Qué ocurre Ben? ¿qué es eso de que hay algo? ¿a que distancia? - volví a mirar hacia la dirección sobre la que Bien se había girado.

- Yo no veo nada - dije entrecerrando los ojos.

No lo se, Makoto... -Confieso en voz baja, cargándome el extremo trasero de nuestro bulto al hombro. Echo un vistazo a nuestros compañeros, y después al lugar donde vi esa cosa- Es una sensación, la misma que sentí la primera vez que Beni o Janet usaron sus poderes mágicos en mi presencia, o muy similar. Y antes... -Mi rostro se ensombrece al recordarlo, incapaz de digerir la sensación que me llevó a despertar esa nueva habilidad que desconozco- ...vi algo, allí. Mi visión cambió, todo se volvió azul y negro, menos las fuentes de calor que se volvían rojas: vosotros... Y algo ahí delante, en el bosque. -Miro al frente de nuevo, echando furtivas miradas de soslayo a la pareja que nos acompaña. T.J. no parece llevarlo tan mal, pero veo a Victoria afectada- Podría ser la que buscamos, la última, pero también podría ser otra cosa. Y no debemos exponerles a más peligros... -Digo en referencia a la pareja, aunque fijándome principalmente en Victoria. He visto cómo me mira desde que abatimos al ciervo. Si Elizabeth me mirase así, me moriría...

Cogió el jersey y se lo puso, sin más, sin agradecer el gesto por parte de los chavales que se lo habían cedido tan generosamente. Era así de capullo a veces. Lo que si hizo fue ayudar en lo que pudo a sujetar el ciervo al palo, moviendo el cuerpo cuando era necesario para que Makoto y Ben pudieran hacer lo suyo.

Una vez todo hecho y habiendo entrado de nuevo en calor por el esfuerzo físico, miró con cierto orgullo su obra.

- ¡Grandes cazadores volver a cueva con comida! - Exclamó en tono de broma mientras se golpeaba el pecho como un salvaje. - ¡Manada estar a salvo! ¡Jajaja! - Las carcajadas murieron en sus labios en el momento en que Ben, demasiado serio, les avisa de que había algo en el bosque. Y por su cara no parecía que fueran lobos.

Cargaron el ciervo entre Ben y Makoto, pero cuando apenas habían avanzado unos metros con la bestia a cuestas, T.J. se puso a la altura del japonés, que iba hablando con el americano en susurros sobre lo que creía haber visto y su posible naturaleza.

- Chavales, será mejor que yo cargue el ciervo con uno de vosotros. Si hay algo en el bosque de lo que tengamos que preocuparnos... - Se encogió de hombros, alzando las manos - Yo no podré hacer una mierda por mucha lanza de madera que lleve. Vosotros sois los que estáis armados de verdad, mejor que esteis libres y descansados para poder hacer lo vuestro si empieza a llovernos mierda.

Sin mas ceremonia coge el palo con las dos manos y se lo arrebata a Makoto del hombro para cargarlo él mismo. 

- Vigila a Victoria - Le indicó al japonés antes de hacerle gestos a Ben para que se pusieran de nuevo en marcha - ¡Aprieta el culo, lagartijo, no quiero que se nos haga de noche en este bosque de mierda!

Los chicos terminaron de prepararlo todo y lo cargaron para iniciar el camino de vuelta mientras yo... Mientras yo miraba. Podría haber intentado ayudar ahora que estaba más tranquila, pero por un lado prefería acercarme lo menos posible a la pareja manostijeras, y por el otro era cómodo no hacerlo, y jugar la carta de la mujer débil... Que en parte era como me sentía, así que tampoco era nada de lo que sentirme especialmente orgullosa. Además, tarde o temprano tendría que ayudar también a cargar al ciervo.

Caminaba a la altura de los chicos mientras me echaba el aliento en las manos y las frotaba, también sobre la cara de vez en cuando, que sentía quemándome de frío, literalmente, después de limpiarme con el agua.

No escuché la conversación de los chicos, pero por su tono no me pasaba desapercibido que se trataba de algo serio. No habría preguntado nada, puesto que en un principio pensaba que hablaban de lo que acababa de pasarle a Ben, asunto en el que no querría intervenir, pero según sus miradas y lo poco que había podido oír, no pude reprimir mi curiosidad.Tenía la sensación de que pasaba algo conmigo.

-Chicos... ¿Todo bien?- Dentro de lo que cabía, claro.